ACERCA DEL SIGNIFICADO DE LAS FALACIAS

Acerca del Significado de las Falacias

El término Falacia se usa cuando se pretende que un Argumento tiene validez sin realmente poseerla, aunque tal argumento contiene algún elemento que nos puede llevar a engaño y, por ello, si nos estamos suficientemente atentos, a pensar que es válido. A veces se establece una diferencia entre Falacia y Sofisma lo que lleva a algunos a afirmar que con los Sofismas, además de ser argumentos inválidos, lo que se pretende realmente, a través de ellos, es confundir o engañar.

Falacias









































































































































































































































































































































































































































































FALACIA

Se usa a veces el término "falacia" como equivalente a "sofisma". Es decir, en el sentido de "argumento aparente" o argumento que no es en realidad, un argumento, esto es, un buen argumento - que es lo que se supone que deben ser todos los argumentos, ya que, de lo contrario, no son propiamente argumentos, sino justamente falacias o sofismas.Una falacia,lo mismo que un sofisma,es una forma de argumento no válida.

(Ferrater Mora.Diccionario de Filosofía)


Significado Falacias
































































































































































































































































































































































































































































































































ARGUMENTO


Imaginemos que nos encontramos en Atenas, en el siglo V a.c. No teniendo necesidad de dedicarnos a trabajar, pues vivimos de rentas, y gustando de oír discutir sobre los asuntos de la ciudad, sobre la cosa pública, asistimos todas las tardes a la Asamblea, donde se debaten los problemas políticos al aire libre y de cara a cualquier ciudadano que quiera asistir.

Alprincipio todos nos gustan, todos nos asombran con su cuidada manera de hablar. Pronto nuestro oido se va educando y aprendemos a distinguir diversos estilos de oratorio. Unos utilizan analogías de la vida doméstica; otros mueven mucho las manos y elevan la voz en los momentos más importantes de sus discursos; hay quien hace pausas para llamar la atención; algunos utilizan frases históricas célebres para identificarse con los grandes hombres del pasado, etc.Todos estos recursos psicológicos son semejantes a los que has visto utilizar a autores y actores de teatro para concitar el interés y las emociones del público en la obra. Con el tiempo empezamos a descubrir que hay más cosas que aprender de los oradores que lo que nos puedan enseñar en una escuela de Retórica.

Empezamos, por ejemplo, a descubrir que uno de ellos -quizá el más sobrio en su oratoria-, cuando llega al punto central de sus discursos, expone lo que hay que hacer para el bien de la ciudad con una trabazón tal que resulta difícil ponerle pegas. Al mismo tiempo, suele emplear esa habilidad en desmontar las propuestas de los opositores, demostrando que lo que aquellos presentan no tiene trabazón, resulta incoherente.

Decididos a investigar a fondo el asunto, copiamos todos sus discursos para poderlos examinar en casa. Alli vemos con facilidad que los puntos centrales del discurso son frases que se engarzan y se suceden como hombres que fueran cogidos de la mano; una nos lleva a la siguiente,y todas ellas a una última frase en la que se expone lo que el orador quería demostrar a la Asamblea de ciudadanos. Como esta última frase cierra la cadena acostumbramos a llamarla conclusión y a todas las anteriores pasos, pues nos dirigen a la conclusión; por último, llamamos premisas al primer o primeros pasos que el orador mismo ha señalado como puntos de partida y desde los que ha empezado a construir la cadena. A ésta la llamamos argumento.(Grup Embolic. Logos para Legos )


Significado Falacias
































































































































































































































































































































































































































































































































SOFISMA

En ocasiones se distingue entre "sofisma" y "falacia" indicándose que mientras el primero se caracteriza por ser "intencional",es decir,por el ser el tipo de razonamiento producido por un "sofista" con el fin de derrotar y confundir al contrario,la segunda se caracteriza por ser simplemente un "error" o "descuido" en el razonamiento.Según ésta distinción,el sofisma es una argucia retórica, mientras que la falacia es un tipo de argumento no válido. Sin embargo, como el "sofista" produce en el curso de su sofisma semejante tipo de argumento, no hay razón para establecer semejante distinción entre sofisma y falacia.

Por todo ello, SOFISMA o falacia se llama a una refutación aparente, refutación sofística, y también a un silogismo aparente, o silogismo sofístico, mediante los cuales se quiere defender algo falso y confundir al contrario. A veces se distingue entre sofisma y paralogismo; en el artículo sobre esta última noción nos hemos referido a varias distinciones propuestas. Lo usual, sin embargo, es usar los términos 'sofisma', 'paralogismo' y 'falacia' en el mismo sentido. Siguiendo esta última tendencia incluimos en el presente artículo todos los géneros de «argumentos aparentes».
Aristóteles fue el primero en presentar una lista de sofismas en su escrito Sobre las refutaciones sofísticas (De sophisticis elenchis), el cual es considerado como un apéndice de los Tópicos. El Estagirita indica que hay dos clases de argumentos: unos verdaderos y otros que no lo son aunque lo parecen. Estos últimos son los sofismas o refutaciones sofísticas. A su vez éstas se dividen en dos clases: las refutaciones sofisticas que dependen del lenguaje usado, (fallaciae in dictione) y las refutaciones sofísticas que no dependen del lenguaje usado, ( fallaciae extra dicfionem ) (De Soph. EI., 4, 165 b 23).Las primeras pueden llamarse también lingüísticas; las segundas, extralingüísticas.

Sofismas lingüísticos

tienen las causas siguientes:
  1. la homonomía o equivocación
  2. la anfibolía
  3. la falsa conjunción
  4. la falsa disyunción o separación
  5. la falsa acentuación
  6. la falsa forma de expresión
Las definiremos brevemente. La homonomía o equivocación equivale a la ambigüedad de un término. Por ejemplo: «Los males son bienes, pues las cosas que deben ser son bienes, y los males deben ser», donde hay ambigüedad en el uso de 'debe ser'.
De la anfibolía hemos tratado ya en otro lugar.
La falsa conjunción (composición) es la reunión errónea de términos, la cual depende a veces de los signos de puntuación. Ejemplo:«Un hombre puede andar cuando está sentado» en vez de «Un hombre puede andar, cuando está sentado».
La falsa disyunción (división o separación) es la separación errónea de términos. Ejemplo: «Cinco es dos y es tres» en vez de «Cinco es dos y tres».
La falsa acentuación es la errónea acentuación de términos. Ejemplo: «Tomo cerveza» en vez de «Tomó cerveza» o viceversa.
La falsa forma de expresión (o figura de dicción) es la expresión de algo distinto por la misma forma. Ejemplo: «cortante» usado como sustantivo por analogía con «amante», que puede ser usado como sustantivo.

Sofismas extralingüísticos

tienen las causas siguientes: Las definiremos también brevemente.
La falsa ecuación, llamada también sofisma del accidente, es la adscripción del atributo de una cosa a cada uno de los accidentes de esta cosa. Ejemplo: «Si Corisco es otra cosa que un hombre, es otra cosa que él mismo, pues es un hombre».
La confusión de lo relativo con lo absoluto, llamada usualmente A dicto secundum quid ad dictum simpliciter, es el empleo de una expresión en sentido absoluto a partir de un sentido relativo. Ejemplo: «Si el no ser es objeto de opinión, el no ser es».
La ignorancia del argumento o Ignoratio elenchi se produce cuando no se define lo que es la prueba o la refutación y se deja escapar algo en su definición. Ejemplo: «La misma cosa es a la vez doble y no doble, porque dos es el doble de uno y no es el doble de tres».
La ignorancia del consecuente es la conversión falsa del consecuente. Ejemplo: dado que se supone «Si A es, B necesariamente es», se afirma «Si B es, A necesario mente es». Este sofisma surge, con frecuecia,a consecuencia de inferencias erróneas de la percepción sensible.
La petición de principio o petitio principii tiene varias formas, que han sido estudiadas por Aristóteles en otras partes del Organon.Así,en An.Pr,.II,16,64 b 28 sigs.indica que tal sofisma surge cuando se quiere probar lo que no es evidente por sí mismo mediante ello mismo; hay que distinguir, pues, entre la petición de principio y la construcción de silogismos en los cuales la premisa es menos conocida o igualmente desconocida que la conclusión y en los cuales se establece el antecedente por medio del consecuente. En Top., VIII 13, 162 b y 31 sigs. Aristóteles considera los cinco clases siguientes de petición de principio: (1) la postulación de lo mismo que se quiere demostrar; (2) la postulación universalmente de lo que debe demostrarse particularmente; (3) la postulación particularmente de lo que se quiere demostrar universalmente; (4) la postulación de un problema después de haberlo dividido en partes, y (5) la postulación de una de dos proposiciones que se implican mutuamente. Todas estas formas son muy corrientes y consisten en tratar de probar una proposición mediante un argumento que usa como premisa la misma proposición que se trata de probar.
La confusión de la causa con lo que no es causa, más conocida con los nombres de Non causa pro causa y Post hoc, ergo propter hoc (VÉASE).
Aristóteles señala que muchos de los sofismas apuntados pueden reducirse a la ignoratio elenchi (De Sohp. EI., 6, 168 a 18). Por otro lado, la anterior clasificación no es -ni pretende ser- exhaustiva, pues el propio Aristóteles ha mencionado otros argumentos aparentes en diversas partes de sus obras. Para completar la información sobre este punto, mencionaremos a continuación otros cinco sofismas muy usuales.
El cambio de noción o transposición a otro género, más conocido bajo la transcripción griega metabasis eis allo genos. Consiste fundamentalmente en lo que en el lenguaje ordinario se llama «hablar de otra cosa», y se produce cuando, consciente o inconscientemente, se toma un término en un significado distinto por pertenecer a una clase diferente de aquella en que se había entendido primariamente.
El sofisma del cuarto término o quaternio ferminorum, que consiste en usar el termino medio en la premisa mayor de un silogismo con una significación distinta de la que tiene el mismo término en la premisa menor, o viceversa. En este silogismo se desobedece, pues, la regla de que debe haber un solo término medio.
El sorites, de que ya hemos hablado en el artículo a él dedicado.
El sofisma de de negar el antecedente de un condicional Ejemplo: «Si Iván es ruso, entonces es inteligente. Iván no es ruso. Iván no es inteligente».
El sofisma de afirmar el consecuente de un condicional Ejemplo: «Si Iván es ruso, Iván es inteligente. Iván es inteligente. Iván es ruso.»
Como se ha indicado en falacia, pueden usarse indistintamente los nombres 'falacia' y 'sofisma'. Aunque el primero va prevaleciendo en español, presentamos aquí, a fin de concentrar lo más posible toda la información que pueda razonablemente incluirse bajo un mismo concepto, la lista de falacias dada por John Stuart Mill en el libro V, «On Fallacies», de su A System Raciocinative and Inductive (pág-830, del tomo VIII, de obras de Mill,al cuidado de J. M. Robson y R. F. McRae)
Según Mill, una lista de falacias equivale a un catálogo de variedades de evidencia que no son evidencia real» -por lo que las falacias excluyen errores cometidos por de casualidad-. Hay dos grandes géneros de falacias:
Las falacias de simple inspección son las falacias a priori. Las falacias de inferencia pueden ser o de evidencia distintamente concebida o de evidencia indistintamente concebida.
Las de evidencia distintamente concebida pueden ser inductivas o deductivas. Las inferencias inductivas son o falacias de observación o falacias de generalización. Las falacias deductivas son falacias de raciocionio.
Las falacias de inferencia por evidencia indistintamente concebida son falacias de confusión.
En resumen, hay cinco clases de falacias:
No es fácil saber cuándo una clase de falacia puede referirse a otra; lo probable es que ninguna pueda referirse a cualquierea de las otras clases. Sin embargo, Mill apunta que casi todas las falacias pueden caer bajo el rótulo de «falacias de confusión».(Ferrater Mora.Diccionario de Filosofía)
Significado Falacias
































































































































































































































































































































































































































































































































ANFIBOLÍA.

En el articulo Sofisma (VÉASE) nos hemos referido a la anfibolía como uno de los razonamientos sofísticos in dictione. La anfibolía (tambien denominada Anfibología) consiste en la ambigüedad en una proposición. Esta ambigüedad puede existir en todas las lenguas, pero a consecuencia de su mayor libertad de ordenación sintáctica, se acentúa sobre todo en las lenguas clásicas. Así, la anfibolía citada por Aristóteles: «¿No debe haber conocimiento de lo que conoce?» muestra tal carácter mucho mejor en el original griego, a base del cual resulta impreciso si el conocimiento se refiere al sujeto o al objeto conocido. Ejemplo de anfibolía en español son los versos de Lope de Vega en La boba para los otros y discreta para sí (Acto I, esc. 1):

amor fue el hijo primero
que fuvo naturaleza

ya que puede suponerse que el amor fue el primer hijo que la Naturaleza tuvo, y también que el amor fue el primer hijo (de quien fuese) que poseyó una naturaleza. Por lo demás, aparte de que la anfibolía anterior puede resolverse (como la mayor parte de sus análogos) mediante el buen sentido, puede alegarse que depende menos de la estructura lingüística que de falta de precisión tipográfica; si escribimos 'Naturaleza' con inicial mayúscula (significando la Naturaleza), la anfibolía desaparece. En suma, se habla de anfibolía de una proposición o de un juicio cuando posee un doble sentido, cuando revela una ambigüedad y es susceptible de equívoco. (Ferrater Mora.Diccionario de Filosofía)


Anfibolías
Falacias no-formales


































































































































































































































































































































































































































































































































Métodos Experimentales de Stuart Mill

Stuart Mill queriendo encontrar las causas de los fenómenos naturales, propuso cuatro métodos experimentales:

Ejemplo:
Si una persona sufre dolor de estómago cuando come carne, y queremos saber la causa que lo ha producido, observamos varios casos en que varía la clase de carne y su proceso de preparación; pero sabemos que en todos se ha utilizado el mismo ablandador de carne, de lo cual sacamos la conclusión de que éste es la causa del dolor de estómago.

Para que se entienda mejor, conviene representar esquemáticamente estos métodos inductivos. Usaremos X, X' Y X''para indicar los diferentes casos observados; a, b,c, d, e, f y g, para las circunstancias antecedentes, y p para representar el fenómeno que estamos considerando.

Fórmula:
X .........a b c...P
X'.........a d e...P
X''........a f g...P
...................................................................
Luego, a es P.

Ejemplo

Si en un automóvil tenemos seis fusibles y quitamos uno,dejando en servicio los otros, y notamos que se apaga el motor, sabremos que la falta de ese fusible es la causa de que no funcione el motor.

Fórmula:
X .........a b c...P
X'.........a b d...P
X''........a d e...P
.................................................................
Luego, a es P.

Ejemplo

Si una persona aumenta la cantidad que ingiere de un alimento,y de esto se sigue que aumente de peso,podemos decir que uno es la causa del otro.

Fórmula:
X .........a b c...P
X'.........a' b c...P
X''........a d c...P
.................................................................
Luego, a es P.