FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS
ELEATAS
Según Platón, Parménides, habría visitado Atenas,
junto con Zenón, en la fiesta de las Grandes Panateneas cuando ya tendría unos
75 años. A casa de Pitodoro, en donde se habría hospedado, habría ido
Sócrates (que era muy joven) y muchos más.
A partir de estos datos puede reconstruirse la fecha del nacimiento de
Parménides: cuenta Platón que Sócrates era muy joven lo que implica que tendría unos
25 años. Sabemos que fue condenado a muerte en el año 399 a de Cristo, cuando
tenía unos 70 años. Esto nos permitiría situar la fecha de su nacimiento
hacia el 470 a de Cristo. Ahora bien, si cuando visita a Parménides tenía unos
25
años, entonces tal visita debió realizarse por los años 450/445. Si, por su
parte, Parménides tenía 75 años, entonces éste debió nacer hacia el 515/510
y Zenón hacia el 490/485.
Es cierto que la fecha dada por Diógenes Laercio no concuerda con esto que
acabamos de decir. Según Burnet tal fecha, que Diógenes tomó de Apolodoro, se
basaría solamente en la fundación de Elea (540 a de Cristo) fecha que adoptó
para el floruit de Jenófanes. Parménides nacería ese mismo año y Zenón en
el año del floruit de Parménides.
En la actualidad los estudiosos de la filosofía presocrática prefieren aceptar los
datos aportados por Platón.
En cuanto a su vida, Parménides, parece que fue discípulo de Jenófanes (ya
analizamos esta cuestión anteriormente) y del pitagórico
Aminias, lo cual
puede ser cierto dado que Elea no dista mucho de Crotona. Aminias sería quien
le convirtió hacia la especulación filosófica. Parece que Parménides,
tambien, tomó
parte activa en los asuntos de la ciudad.
LA OBRA DE PARMÉNIDES
La obra de Parménides consistía en un Poema escrito en
versos hexámetros (como Empédocles). Su lenguaje, además de poético, es con
frecuencia muy oscuro. Gracias a Simplicio, conocedor de que, ya en su época,
la
obra original era raro encontrarla, transcribió en sus Comentarios a
Aristóteles extensas secciones de su poema. Esto nos permite poseer en la
actualidad una proporción mayor de sus escritos que de cualquier otro de los
filósofos presocráticos.
El Poema de Parménides se divide en tres partes: 1) Un Proemio o introducción
alegórica. 2) Una primera parte que titula como Vía de la verdad. 3) Una
segunda parte titulada la Vía de la opinión. Analizaremos cada una de estas
partes.
PROEMIO:En el
Proemio describe Parménides su tránsito
desde la oscuridad (el error) hasta la verdad (luz). Para describirlo acudió a la forma
alegórica de la literatura oracular y mistérica (Diels). Al mismo tiempo
pretendíó que el Proemio tuviera la importancia y seriedad de una
revelación religiosa (Bowra) ya que deseaba prepararse de antemano
para hacer frente a sus posibles críticos que, sin duda, deberían ser sus
compañeros pitagóricos.
En este punto es importante hacer un inciso para señalar lo siguiente:
tradicionalmente se estudia a Parménides situándolo siempre en oposición
a Heráclito; frente al defensor de la tesis de que todo fluye (Heráclito)
se situaría
su oponente que niega el movimiento para afirmar que la realidad es una,
estable y permanente (Parménides). Es cierto que existe oposición entre
sus formas de pensar; lo que sucede es que se particulariza en exclusivo tal relación
hablando muy poco de la que existió entre Parménides y los
Pitagóricos cuando ésta fué mucho más intensa de lo que se nos quiere
hacer ver. Sólo bastaría con señalar que su maestro y el que le despertó
el interés por la reflexión filosófica fue Aminias (pitagórico).
En el Proemio se dice tambien que Parménides era un kouré (joven) ya que
la diosa se dirige a él llamándole así. Esto permite poder datar, de
forma aproximada, la datación de su obra. Si suponemos que podría tener
25-30 años, entonces se podría datar la obra hacia el 490-475 a de Cristo.
Otro punto importante, presente en el Proemio, se refiere a la frase Verdad
bien redonda ( alezeies eukukléos ). Se da a la verdad esta
calificación porque en cualquier parte que se inicie en encadenamiento de
su razonar se le puede seguir circularmente, pasando sucesivamente
por cada uno de sus eslabones, hasta llegar al punto de partida.
VIA DE LA VERDAD: Según Diels poseemos de este capítulo las 9 décimas partes del total. En ella, Parménides, ofrece una ejercitación sin precedentes de la deducción lógica: partiendo de la premisa esti (existe) - de un modo similar a Descartes con el cógito - llega Parménides, mediante el uso exclusivo de la razón y sin ayuda de los sentidos, a deducir todo lo que podemos conocer sobre la realidad (ser), para acabar por negarle a los sentidos validez alguna de veracidad, o lo que es lo mismo, negar que lo percibido por los sentidos haya de ser considerado como lo real.
VIDA DE LA
OPINIÓN: En este apartado, y de forma
inesperada, Parménides, reintroduce el mundo de las apariencias (sentidos)
que con tanta vehemencia había destruido en la Vía de la verdad. Además,
por los escasos fragmentos de los que disponemos, parece que Parménides
habria elaborado, en esta parte, una cosmogonía de tipo tradicional.
La relación existente entre estas dos partes (vía verdad-vía opinión) no
están muy claras lo que ha llevado a los especialistas a realizar
valoraciones muy diferentes. De todas formas, lo que es evidente es que lo
que hizo de Parménides un filósofo, con una gran influencia entre los
presocráticos, fue la Vía de la verdad, mientras que la Vía de la opinión
ejerció muy escasa influencia entre sus sucesores.
ESTUDIO DE LA VIDA DE LA VERDAD
La primera parte del Poema de Parménides comienza cuando la
diosa afirma que existen dos únicas vías de investigación posibles
directamente contrarias entre sí, es decir, que si se acepta una, entonces la
lógica nos obliga a rechazar la otra. Estas dos vías son las siguientes:
o es
o no es una cosa. La lógica hace que Parménides acepte
el es (ente=on) ya que sería imposible concebir a lo que
no-es en tanto en cuanto lo que no existe, es la nada. Por lo tanto, cualquier
proposición en torno a lo no-ente carece necesariamente de sentido. En
este contexto no es de extañar que Parménides afirme que es lo mismo el pensar que el
ser ya que los únicos pensamientos que tienen sentido se refieren a lo ente, a
lo que es (ser). Pensar sobre lo que no-es (no-ser) es pensar en la nada.
Podría uno preguntarse cual es la naturaleza del ser, es decir, que tipo de
realidad es el ser al que se refiere Parménides. Burnet afirma que se estaría
refiriendo al universo ya que, según él, en tiempos de Parménides no
existía (algo muy discutible) una clara distinción entre lo corporeo y lo
incorporeo. Es muy posible que Parménides ni se hubiera planteado este
problema, por lo que la premisa esti (es o existe) no tendría un sujeto
definido.
Lo esencial de la Vía de la verdad es que Parménides rechaza, de entre las
vías de investigación posibles, dos tipos
de premisas: aquella que define como el no-ser (ouk esti)
a la que describe como totalmente inconcebible; y aquella que se presenta como
término
medio entre el ser y el no-ser. Esta tercera premisa establece que:
una cosa es y no es. Según Parménides esta 3ª vía es aquella que siguen los hombres
ignorantes que vagan bicéfalos. Y son bicéfalos, como dice Simplicio, porque
combinan los contrarios, es decir, creen que lo que es puede cambiar para
convertirse en lo que no era antes. Esta afirmación, junto con aquella que
habla acerca de los que creen que el camino de todas la cosas es regresivo, es
lo que hace que tradicionalmente se haya puesto en contraposición a Parménides
con Heráclito. Kirk - Raven señalan que esta afirmación seguiría teniendo
sentido aunque no se pensase en Heráclito, ya que Parménides se estaría
refiriendo al conjunto de los mortales que piensan que el ser y el no-ser son la
misma cosa, en tanto en cuanto avanzan y regresan entre ser y no-ser. Sea lo que
sea, lo que se trataría de resaltar es que Parménides unicamente acepta
como premisa válida y concebible la que establece que solo podemos pensar el
ser, y cuestiona las dos vías siguientes: 1) Una cosa no-es. 2) Una cosa es y
no es.
DEDUCCIONES A PARTIR DE LA PREMISA ES
El siguiente paso en el razonamiento de Parménides es deducir una serie de conclusiones a partir de la premisa esti (es o existe). Es evidente, señala, que el único pensamiento posible y con declaración significativa es la afirmación del ser. Pues bien, a partir de este momento, y hasta el fín de la Vía de la verdad, Parménides, se ocupa de todo lo que pueda deducirse de la premisa elegida como objeto de investigación: lo que es.
1ª DEDUCCIÓN: EL ENTE ES INGÉNITO E IMPERECEDERO: El ente (ser) no puede haber sido engendrado (no nace) pues esto significaría que ha pasado desde el no-ser hacia el ser y, Parménides ha establecido con claridad que en el no-ser no podemos pensar por ser sinónimo de la nada. Tampoco podría perecer ya que esto implicaría que puede pasar del ser al no-ser, lo cual, según Parménides, sería igualmente contradictorio. Por lo tanto el ser no nace ni perece. Ahora bien, si ello es así, entonces el tiempo no existe ya que el ser no fue en el pasado ni dejará de ser en el futuro. En definitiva, según Parménides, hablar del pasado o del futuro carece de sentido ya que la única realidad es la existencia de un presente continuo y permanente.
2ª DEDUCCIÓN: NEGACIÓN DEL
VACÍO. Según
Parménides, todo está lleno de ente. En este contexto, el vacío sería
sinónimo de lo no-ente. Por lo tanto, el vacío no existe.
Supongamos que existen dos realidades, dos o mas entes: por fuerza debería
haber algún tipo de separación (vacío) entre ambas ya que de lo contrario
no sería dos realidades sino una sola (ser). Ahora bien, si entre
esas dos realidades existe una separación: ¿qué es lo que se interpone
entre ellas? No podríamos contestar que es el ser ya que
entonces estaríamos defendiendo la existencia de una realidad que es
continua y en donde no existiría el vacio. Pero tampoco podríamos contestar que
lo que separa no-es el ser puesto que unicamente podemos pensar el ser y,
con tal afirmación, estaríamos señalando que es posible pensar en la nada (no-ser).
Vemos en este punto una clara conexión con los pitagóricos. Hemos
visto que para ellos la existencia del vacío era un elemento esencial de su
cosmogonía ya que, al actuar como delimitador, permitía el surgimiento de
los distintos números y figuras en el espacio. Pues bien, desde el momento
en que Parménides niega el vacío, estaría cuestionando, sin duda alguna,
un elemento esencial del pensamiento de los pitagóricos.
3ª DEDUCCIÓN: EL ENTE ES ETERNO: El ser no pudo haber sido creado ya que ello implicaría que en algún momento no-era y sobre el no-ser, Parménides, nos ha prohibido pensar. El ser es eterno ya que no pudo haber surgido ni de lo ente ni de lo no-ente. No pudo haber surgido de lo ente porque, en este caso, ya habría tenido que existir, antes que él, otro ente causa de su creación. Nótese que si dijeramos que ese ente (entendido como causa de la creación del ser) se identifica con el ser, entonces no habría podido producir algo distinto a sí mismo. Y es que si lo produjera, estaríamos ante el no-ser y, sobre eso, no podemos pensar. Por otra parte, si dijeramos que ese ente, que produce el ser, no es sinómino del ser, entonces estaríamos tambien ante el no-ser y sobre él no se puede pensar. En consecuencia, el ser es increado. Ahora bien, si es increado, es tambien eterno. Y es que si no lo fuera, entonces en algún momento no habría sido y sobre lo que no-es no podemos pensar, según Parménides.
4ª DEDUCCIÓN:EL ENTE ES INMOVIL,
FINITO (LIMITADO) Y SIMILAR A UNA ESFERA: El ente es
inmovil ya que está totalmente limitado formando un todo homogeneo. Y al
tener un límite último es perfecto por todas sus partes, siendo semejante
a la masa de una esfera bien redonda. Todas estas afirmaciones nos sitúan,
de nuevo, el pensamiento de Parménides en una estrecha conexión con los
pitagóricos.
Es importante notar la importancia que Parménides da al concepto de lo límite
(peiras). Ahora bien, hemos visto que el Límite es uno de los dos
principios fundamentales de la cosmogonía pitagórica, la cual encabezaba
la columna izquierda de la tabla de los opuestos. Debajo del Límite
existían otros conceptos como el de unidad y, sobre todo, reposo y que
estaría estrechamente relacionado con el caracter inmovil y estable del
ser
de Parménides. En una de las citas referidas a Parménides se dice a la
derecha los jovenes
y a la izquierda las doncellas, algo que nos recuerda los principios
de lo masculino y de lo femenino de la tabla de los opuestos
pitagórica. Parece como si Parménides, educado en la escuela
pitagórica, hubiera llegado a darse cuenta de que el fallo principal del
pitagorismo era precisamente su dualismo. Y es que si Parménides niega las
características presentes dentro de lo Ilimitado (tiempo, vacío,
movimiento, etc)
estaría realmente sacando las consecuencias lógicas que parecen derivarse
de la defensa de un único principio, es decir, lo Limitado (ser).
La identificación del ser con una esfera ha llevado a muchos estudiosos del
pensamiento griego (W. Capelle) a afirmar que Parménides pensaba en el ser
como algo corporeo aunque no en consciente oposición con lo incorporeo ya
que, en su época, el ser suprasensible, puramente metafísico, no habría
sido descubierto todavía.
5ª DEDUCCIÓN:NEGACIÓN DEL
MOVIMIENTO: Cuando
Parménides afirma que todo está lleno de ente, esto implica no unicamente
negar la existencia del vacío sino tambien la existencia del
movimiento. Es
evidente que si todo está lleno de ente (todo es ser), entonces el
desplazamiento del ser de un lugar a otro sería algo inconcebible.
Tampoco podría desplazarse
ninguna de sus partes ya que el ser tiene que carecer de partes y formar,
por tanto, un todo homogeneo.
Pero no solamente no podría moverse
localmente sino que tampoco lo podría hacer cualitativamente. Es decir el
ser no podría cambiar su estado interno (ser más alto o más bajo,
cambiar en su color. etc) ya que ello implicaría que podría pasar del ser al no-ser y,
sobre esto último, no podríamos pensar.
Entre las conclusiones destacables en relación con la concepción del ser de Parménides existe una realmente importante: es evidente que con Parménides la diferenciación entre conocimiento racional (logos) y percepción sensible (aiszesis) queda definitivamente establecida. Con la salvedad importante de que esos dos mundos no solo son diferentes sino tambien enfrentados. Y es que la razón nos muestra la realidad como increada, inmovil e imperecedera: mientra que los sentidos nos la presetan como todo lo contrario, es decir, movil y perecedera. ¿Cuál es la enseñanza? Solamente debemos confiar en lo que nos dice la razón dado que los sentidos solo pueden ofrecernos un conjunto de imágenes engañosas y aparenciales.
VIA DE LA OPINIÓN
En la Vía de la verdad, Parménides, nos describe todo lo que la razón, sin la ayuda de los sentidos, puede deducir acerca del ser o lo limitado. Sin embargo, en un momento determinado, Parménides pasa de los objetos de la razón a los objetos de los sentidos, es decir, de la Vía de la verdad a la Vía de la opinión; y así como los objetos de los sentidos quedaron excluidos de la Vía de la verdad, de la misma manera, en la Vía de la opinión excluirá los objetos de la razón para centrarse en los de los sentidos. Ahora bien:
¿Qué motivos tenía Parménides para dar este salto? |
Según Zeller la intención de Parménides sería mostrar cuán equivocados estaban los mortales al confundir los fenómenos sensibles con los inteligibles. Su intención sería, por tanto, hacer una revisión de las creencias populares para mostrar lo equivocados que estaban.
Por su parte Burnet, siguiendo un texto de Aristóteles, afirma que la Vía de la opinión era un esbozo de una cosmogonía pitagórica de la época. En este sentido, Parménides, a través de la Vía de la opinión, intentaría demostrar lo absurdo de las teorías cosmológicas de caracter monista (al modo de los milesios) para poner de mani fiesto que unicamente las dualistas (al modo de los pitagóricos) o pluralistas (algo que harán posteriormente Empédocles y Anaxágoras) serían las únicas viables.
Kirk-Raven señalan que no existe en la cosmogonía de Parménides ningún elemento pitagórico y, en cambio, si registra la doctrina de las stefania de la que no existe huella alguna en la cosmogonía pitagórica ni en ningún otro pensador griego.
Además, los comentaristas antiguos consideraban la cosmogonía de la Vía de la opinión como una invención propia de Parménides.
¿Cuál era su intención?
Parece que pudo haber sido la siguiente: mientras que en la Via de la verdad la aceptación de una premisa implicaba logicamente la reyección de su contraria, en el caso de los objetos de los sentidos, de la Vía de la opinión, la aceptación de una implica tambien la aceptación de la otra. Por ejemplo, solo existiría la luz en su contraste con la oscuridad; solo existe lo pesado si admitimos lo ligero. En definitiva, la intención de Parménides sería la de mostrar el error que los hombres cometen al obrar así. Parménides concibe como opuestos sensibles la luz y la noche y habla de la percepción de los opuestos como fruto de los opuestos. Según esta interpretación, Parménides, en la Vía de la Opinión, trataría lo sensible con el objeto de mostrar su oposición a lo inteligible y, así, descalificar a lo primero. El problema que presenta esta interpretación, acerca del significado de la Vía de la verdad, es que existen textos en donde Parménides parece identificar (y no oponer) la percepción y el pensamiento. Su teoría de la percepción de lo igual por lo igual ejercerá una clara influencia en Empédocles.
En la Vía de la opinión, Parménides, elabora tambien un doctrina sobre la Astronomía en donde aparece su oscura doctrina sobre las stefania o bandas. Sobre tal doctrina habría que señalar lo siguiente:
Aparecen de nuevo presente la gran importancia que Parménides parece que dió a los opuestos sensibles. Además, ahora, a los conocidos pares de lo denso y lo raro, la luz y la oscuridad, añade ahora un nuevo par, que figura en la tabla pitagórica, como son el par macho - hembra.
Observamos una total irreconciabilidad entre las dos partes del poema ya que, ahora, describe a la Justicia y a la Necesidad como la causa del nacimiento y del movimiento. Parece inutil intentar reconciliar las dos partes del poema.
La totalidad del sistema (ésta sería su doctrina de las
stefanai) estaría
circundado a guisa de muralla por un firmamento sólido, en donde existiría,
además, otro sólido en el centro. En contacto inmediato con el interior de lo
primero y la exterioridad del segunda hay dos coronas de fuego; entre ambas
existe un número de franjas compuestos de los raro y lo denso, de la luz y la
oscuridad, y, en medio de ellas está la diosa que lo gobierna todo.