FILOSOFOS PRESOCRÁTICOS
Milesios
Si Tales fue el primer griego que abandonó
las formulaciones míticas y, por ello, es considerado como el primer
filósofo; Anaximandro fue el primero de quien tenemos testimonios concretos
de que hizo un intento comprensivo y detallado por explicar todos los aspectos
del mundo de la experiencia humana.
Anaximandro fue más joven que Tales, aunque no mucho, ya que murió poco
despues del año 547 a de Cristo, fecha en la que había muerto Tales. Al mismo
tiempo, toda la tradición doxográfica le hizo pariente, compañero, amigo y
discípulo de Tales, intentando hacer ver, con ello, que ámbos procedían de la
misma ciudad (Mileto) y que uno era algo más joven que el otro.
Por lo que se refiere a sus obras conviene considerar con ciertas reservas
los títulos que se le atribuyen algunos textos. Y es que era costumbre de la
época el asignar títulos adecuados al pensamiento de un autor antiguo, pero
sin aportar testimonios fidedignos sobre su autenticidad. Así, por ejemplo, la denonimación
Sobre la
naturaleza (Peri fhyseos) era una titulacion clásica que tendía conferirse a
todos aquellos a quienes Aristóteles denominó como phisicoi, es decir, a
casi todos los presocráticos. Lo que si parece cierto, en el caso de Anaximandro,
es que llevó a cabo una exposición compendiada de sus opiniones sobre la
naturaleza.
Por lo que se refiere a su actividad científica existen textos que nos
refieren que fué Anaximandro quien introdujo en Grecia el gnomon, asi
como quien llevó a cabo la elaboración de mapas geográficos. De todos
modos, hay que señalar que Anaximandro, no fue el
inventor del Gnomon (vara vertical cuya sombra señalaba la altura y la
dirección del sol, asi como las horas) pero si parece que fue quien lo
introdujo en Grecia. Existen noticias de que Anaximandro colocó un Gnomon
en un
promontorio de Lacedemonia y que estaría situado de tal forma que permitía saber la hora del día y la
estación del año.
Para Anaximandro la substancia originaria (arjé) es lo apeiron (lo indefinido e
infinito). Es importante, ya de entrada, señalar el paso importante que
Anaximandro da sobre Tales en relación con el tema del principio o arjé. Y es que, en el afán racional de la búsqueda de lo
permanente (esencia), Anaximandro, sitúa esa esencia no en los elementos
(tierra, agua, aire, fuego), que podían ser percibidos por los sentidos, sino
detrás de esa capa aparencial, con lo que realmente tiene lugar, por primera
vez en la historia del pensamiento,
una abstracción clara que va desde lo sensible hasta lo inteligible; lo que no quiere
decir que Anaximandro considerara a lo apeiron como una realidad espiritual.
La información, que se nos ha transmitido, sobre la idea y el significado de
lo apeiron, procede fundamentalmente de Teofrasto, aunque se
encuentra tambien en Simplicio, Hipólito
y Plutarco. Por
supuesto debemos tener tambien muy en cuenta lo que nos dice Aristóteles.
¿Qué es lo que quiso expresar Anaximandro con lo apeiron? |
Para responder a esta pregunta no tenemos más remedio que
comparar las citas de los autores, señalados anteriormente, con lo que nos dice
Aristóteles.
Aristóteles unicamente menciona a Anaximandro, por su nombre, 4 veces aunque es
muy posible que se refiera a él, sin citarlo, en otros muchos pasajes.
Aristóteles estaba convencido que lo apeiron era sinónimo de lo espacialmente
infinito, pero le atribuye tambien la cualidad de ser algo indefinido, es decir,
algo que no sería agua ni ninguno de los elementos conocidos, sino alguna otra
naturaleza infinita de la que procedían todos los cielos.
No podemos saber con seguridad si Anaximandro concebía lo apeiron como lo
espacialmente
infinito, en el sentido de representar una extensión continua y
una continua
divisibilidad (esta idea parece ser obra de Meliso y Zenón). Más
bien parece que, lo que
Anaximandro quería significar con lo apeiron, era algo que no tenia término,
algo sin límite y sin definición, en el sentido en que hablaba Jenófanes,
al señalar que
la tierra se extendía hacia abajo to apeiron (indefinidamente), más allá de lo que podría abarcar la imaginación de los
hombres. Por lo tanto, parece que Anaximandro supuso que la materia
originaria
(apeiron), por un lado, tenía una extensión espacial indefinida,
aunque, tal
vez, expresaba su idea diciendo que esta materia tambien circundaba todas las
cosas; y, por otra, esa materia era algo indefinido en el sentido de que no se
parecía a ninguna clase de materia del mundo ya formado, como podía ser
cualquiera de los elementos (tierra, agua, aire y fuego). En consecuencia, lo
apeiron podría definirse como:
LO INDEFINIDO, ES DECIR, COMO AQUELLO QUE NO ES DEFINIBLE CON UN NOMBRE DETERMINADO Y QUE, AL MISMO TIEMPO, POSEE UNA EXTENSIÓN ILIMITADA. |
En los textos, Aristóteles, nos transmite tambien la idea de que Anaximandro concebía lo apeiron como una substancia intermediaria. En de generatione et corruptione, Aristóteles, enumera diversas teorías monistas de los fhisicoi y habla, a veces, de una substancia intermedia a los elementos, es decir, de algo que concibe como elemento intermedio entre fuego y aire o entre aire y agua. Aunque no cita directamente a Anaximandro si utiliza el término apeiron para identificarlo con esa substancia intermedia. Hoy suele aceptarse que, al decir todo esto, Aristóteles se estaba refiriendo a Anaximandro.
¿Qué decir de esta interpretación de Aristóteles acerca de lo apeiron como mezcla de elementos? |
Según Kirk-Raven, Aristóteles,
desconcertado ante la naturaleza de lo apeiron, creyó que si no era un elemento
más, tuvo que ser algo intermedio o mezcla de todos ellos.
Ahora bien, según estos autores, Anaximandro, siempre pensó que lo apeiron no era una
mezcla
sino algo distinto de los elementos, y, por tanto, algo que, si pudieramos
verlo, no podríamos definir. En este sentido sería lo indefinido.
Por consiguiente, la tesis de Aristóteles, que identifica lo apeiron con
una mezcla de elementos, debería ser cuestionada.
¿Por qué Anaximandro eligió lo apeiron como substancia primaria específica? |
Una de las cuestiones que llaman la atención, en relación con lo apeiron, es el explicar y comprender las razones que llevaron a Anaximandro a elegir como principio originario, no a uno de los elementos, sino un concepto tan abstracto como lo apeiron. Si acudimos Aristóteles podemos encontrar dos posibles explicaciones a este hecho:
Por un lado, Aristóteles, afirma que si
Anaximandro situara como principio originario (arjé) uno de los cuatro
elementos,
entonces ese elemento (causa originaria e infinita) tendería, por su propia naturaleza, a eliminar y a destruir a su
contrario. Por ejemplo, si el principio material originario fuera el fuego,
entonces parece ilógico suponer que de él pudiera surgir un elemento
contrario, como, por ejemplo, el agua ya que la observación común nos
muestra que ambos tienden a destruirse.
Pues bien, dado que ninguno de los elementos (tierra, agua, aire y fuego) puede
ser el origen de sus contrarios, lo logico sería suponer que el principio
originario, de donde procede todo, debe ser una
substancia distinta a cualquiera de esos elementos. A ese principio,
diferente y distinto de los elementos, lo denominó Anaximandro como lo
apeiron. En este contexto, por tanto, lo apeiron, sería
sinónimo de algo indefinido.
Por otro lado, Aristóteles, afirma que Anaximandro pensaba que unicamente una materia primaria infinita garantizaría que no se acabara el mundo por falta de tal material. En este contexto, lo apeiron es sinónimo de algo infinito.
LO APEIRON COMO OMNIABARCANTE Y GOBERNANTE
Según Anaximandro lo apeiron, aparte de ser indefinido, es tambien omniabarcante, divino e inmortal, es decir, es un principio originario (arjé) que todo lo abarca y todo lo gobierna. Ahora bien:
¿qué tipo de control ejercía sobre la realidad lo apeiron de Anaximandro? ¿Era un control consciente e inteligente o meramente mecánico e inconsciente? |
No está nada claro que la idea de un ser consciente y racional, gobernador del cosmos, se encuentre presente en esta época. Muy posiblemente, tal idea no la encontramos, dentro de la filosofía, hasta que Platón nos hable de su Demiurgo. Por todo ello, lo más probable es que, según Anaximandro, lo apeiron actuara de modo mecánico y no, a través de intenciones conscientes, en relación con los cambios existentes en la naturaleza. De todos modo, si se tiene en cuenta el caracter antropomórfico que Homero y Hesiodo atribuían a los elementos naturales, no puede excluirse totalmente la idea, aunque no exista ningún texto en que apoyarla, de que lo apeiron era una realidad divina personal que controlaba con un dios todo el proceso de la naturaleza. Sea lo que fuere:
¿Cómo podría lo
apeiron ejercer su control sobre la naturaleza? |
Mediante circunvalación o envolvimiento podría impedir la expansión ulterior del mundo ya diferenciado. Tambien podría reparar el desgaste, que el cambio del mundo implica, a través de una continúa aportación de materia.
Mediante un proceso de inmanencia, lo apeiron, podría suministrar fuerza motriz y vital a la realidad. Tambien podría actuar como regla y normativa presente en los cambios naturales. Muchos afirman que Anaximandro no pudo defender esta idea al no poder imaginarse a lo indefinido como presente en un mundo ya diferenciado. Además, en cuanto hilozoista, aceptaba que el mundo estaba penetrado por una substancia vital divina no identificable con ninguna otra cosa.
Mediante una organización inicial del mundo que procura una regla o ley continua de los cambios naturales (necesidad). Es muy probable que el control sobre todas las cosas se hiciera a través de la ley de la retribución de los opuestos (algo que veremos más adelante) y que se iniciaría cuando las substancias opuestas aparecieron dentro de lo indefinido. Según esta idea, existiría una ley en el mundo que gobierna el suceder de todas las cosas, y que domina tanto los fenómenos orgánicos como inorgánicos, corporales y espirituales. El cosmos, en su devenir, estaría regido por esta ley coherente y necesaria. Según Jaegger, esta ley de la retribución de los opuestos sería la base de las ideas jurídicas a través de las cuales los griegos fundamentaron la polis.
LOS MUNDOS INNUMERABLES DE ANAXIMANDRO
Según determinados textos, Anaximandro consideraba que todos
lo cielos y los mundos, dentro de ellos, procedían de lo indefinido, añadiendo
que, puesto que procedían de lo indefinido, a él retornarían siempre
necesariamente por que se pagaban mutua pena y retribución por sus
injusticias. Por la versión de Plutarco se deduce que, al emplear la expresión
todos lo
cielos y los mundos dentro de ellos, Anaximandro, parecía estar hablando
de mundos innumerables (apiroi kosmoi).
Se ha discutido mucho si dichos mundos
eran sucesivos en el tiempo (de tal modo que cuando uno llega a su fín
será sucedido
indefinidamente por otros) o si tales mundos eran coexistentes. Zeller defendió
la primera interpretación, mientras que Burnet defendía la segunda. Por su
parte, Cornford, se dedicó a demostrar las incoherencias que
cometía Burnet logrando, con ello, que
la interpretación de Zeller gozara del favor general . Según Cornford nada hay
en la manifestación de la naturaleza de Anaximandro que sugiera la
interpretación de mundos innumerables y que, al mismo, coexisten.
Ahora bien, aún rechazando la coexistencia de mundos innumerables:
¿es plausible la admisión de mundos sucesivos en Anaximandro? |
La opinión general es que Anaximandro creyó en una sucesión de mundos innumerables, los cuales serían un producto de lo indefinido y en el que acabarían por convertirse al perecer para iniciar de nuevo un proceso cíclico de nacimiento y destrucción. El problema que presenta esta opinión es que las manifestaciones observadas en la naturaleza no parecen sugerir la idea de mundos sucesivos distintos. Esto es lo que hace suponer a muchos que no existe ninguna razón de peso que nos lleve a suponer que Anaximandro decía que el mundo seria destruido y reemplazado por otro. Tampoco existe ningún tipo de mito o de tradición anterior que afirmara esto, y, aunque es cierto que los milesios consideraban el mundo como una especie de organismo viviente, esta vida era sinónimo de la vida inmortal de los dioses que nacen pero viven para siempre y no perecen.
¿A qué se debe la atribución, a Anaximandro, de estas ideas sobre mundos que se suceden en el tieempo? |
Según Kirk-Raven tales
ideas estarían influenciadas por teorías atomistas
las cuales, es
indudable que defendían la existencia de mundos
innumerables que nacían y perecían a través de un espacio infinito.
En este contexto, Aristóteles, cuando afirma, que si lo que está fuera de los cielos es infinito,
entonces los cuerpos deberían ser infinitos y si éstos lo son, entonces los
mundos tambien serían infinitos, está pensando, no en Anaximandro, sino en los
atomistas. Pues bien, es muy posible que, a partir de esta interpretación, otros autores - como
Teofrastro- dedujeran que como Anaximandro habría sido el primero en
postular la existencia de una realidad infinita, debió postular tambien -
siguiendo el razonamiento de Aristóteles - la existencia de mundos infinitos
que se comportarían como los de los atomistas, es decir, que nacerían y
perecerían continuamente.
Además, nos encontramos con que las fuentes doxográficas sugieren
tambien todo esto. Por ejemplo, Aecio, en algunos de sus textos, atribuye la creencia de
mundos innumerables a los atomistas; mientras que en otros se los atribuye a
Anaximandro, Anaxímenes, y, al mismo, Jenófanes. Lo mismo sucede con Simplicio. En el contexto de toda esta confusión, es curioso
notar como San Agustín
confunde a Anaximandro con los atomistas.
¿Cómo interpretar la afirmación, atribuida a Anaximandro, de que los mundos nacen de lo indefinido y en ello se convierten al perecer pagando mutua pena y retribución por su injusticia? |
¿Podemos realmente creer que lo indefinido (algo divino) cometiera injusticia contra aquello que produce y que, por ello, tuviera que retribuirles? |
Es dificil aceptar que Anaximandro estuviera acusando a lo apeiron de injusticia.
¿Quien comete entonces injusticia y a quien hay que retribuir? |
Al hablar de la injusticia parece que Anaximandro estaba pensando en los elementos opuestos que componían ya el mundo diferenciado. Estos surgirían a partir de lo indefinido pero no serían identificables con él. Pues bien, es evidente que dentro de la naturaleza estos elementos son contrarios entre sí y buscan prevalecer unos sobre otros. Por ejemplo el calor se impone y prevalece sobre el frío en el verano. Según Anaximandro, tal imposición implicaría una forma de injusticia. En este contexto, el elemento dominador debería pagar, según una ley necesaria de la naturaleza, derivada de lo apeiron, una retribución por su injusticia que se produciría, en el caso que estamos analizando, al llegar el invierno, en donde sería el frío quien acabaría por imponerse al calor. Este proceso cíclico implicaría que los elementos que en un momento dominan (son injustos) pasan a ser dominados (pagan retribución por tal injusticia). Más adelante, en la cosmogonía de Anaximandro, volveremos a tratrar esta cuestion.
COSMOGONÍA DE ANAXIMANDRO
Según Anaximandro lo indefinido estaba caracterizado por un
movimiento eterno que era el causante de mundos innumerables. En este sentido
los cambios presentes en el universo estaban vinculados a una realidad eterna
(divina) aunque no hay pruebas de que Anaximandro identificara a lo apeiron con
un ser consciente. Ahora bien, lo apeiron, para Anaximandro, era una realidad
eterna, divina, inmortal e incesante, que tenía el poder de mover lo que
quería y a donde quería.
Pero, además de lo apeiron, existen alusiones a lo que parece que Anaximandro
denominaba como vórtice. En este sentido, a partir de los textos de Aristóteles, parece posible
deducir que en la cosmogonía de Anaximandro lo primero que se separó de
lo indefinido fué un vórtice o remolino. Esto permitiría explicar mejor como
era posible que de lo que es indefinido puedan surgir elementos diferenciados,
definidos y
opuestos. Pues bien para explicar tal separación, Aristóteles, señala que
los opuestos se
separarían desde dentro (ekkprineszai) mientras que, según Simplicio,
se separarían
desde el exterior.
¿Cómo entender todo esto? |
Sin entrar en mayores disquisiciones de la lectura de los textos parece deducirse lo siguiente:
Lo primero que se separó de lo indefinido no fueron las substancias opuestas (llama-bruma) sino algo que los producía y que pudo haber sido una especie de semilla o vórtice.
Esta interpretación cuestionaría la tesis de Aristóteles cuando afirma que tales opuestos procedían desde dentro de lo indefinido y que se separaron en su interior.
Tampoco sería correcto definir lo indefinido como una especie de mezcla de todos los elementos (algo que por otra parte tambien concibe Aristóteles).
Los opuestos surgieron ya fuera de lo indefinido (Simplicio). La causa de tal aparición habría sido, por lo tanto, un vórtice o remolino que surge de lo apeiron. Esto implica que los elementos opuestos no son identificables con lo indefinido aunque se encontrarán dentro de él de forma meramente potencial,
Conviene tener en cuenta que si Anaximandro hubiera afirmado que el principio originario era algo indefinido debido a que, de lo contrario, nos sería imposible entender que de un elemento definido (agua) pudiera nacer su contrario (fuego), y ahora, en su cosmogonía, nos dijera que los elementos surgen directamente de lo indefinido, entonces estaría cayendo en una grave contradicción, ya que, en último término, lo indefinido y los elementos opuestos serían lo mismo.
Ahora bien, si de lo indefinido surge, en primer lugar, un vórtice que pone en movimiento todo el contenido de lo indefinido y permite que comienzen a diferenciarse sus elementos, entonces tales elementos provendrían de lo indefinido ya que estarían contenidos en él como algo embrionario, pero no serían identificables con él. Vlastos ha propuesto que el vórtice (to gonimon) no era tanto una cosa concreta como un proceso que permitiría explicar de modo coherente la aparición de los opuestos.
Despues de la aparición del vórtice lo primero que surge es lo caliente y lo frío cuya naturaleza sería llama y aire y, en donde su parte interior, debido a la condensación, terminaría por convertirse en tierra. Más adelante, el globo de llama se ciñería tan estrechamente al aire como la corteza se ciñe en torno a un árbol, para dar lugar a la aparición de los cuerpos celestes.
EN RESUMEN: Existe algo que se aisla dentro de lo indefinido (vórtice) que produce llama y aire humedo; en el centro surge por condensación la tierra mientras que la llama se ciñe estrechamente en torno al aire. A continuación el globo de llama estalla, se rompe en círculos y se forman los cuerpos celestes.
COSMOLOGIA
Estructura del mundo
La concepción cosmológica de Anaximandro se podría resumir del modo siguiente:
La tierra tiene forma cilíndrica y los hombres viven sobre su superficie superior. Su anchura es 3 veces mayor que su espesor. La explicación (aunque equivocada) de porque la tierra es estable y se encuentra en reposo, significa un avance radical sobre Tales de Mileto y el pensamiento mítico anterior. Mientras que para Tales la tierra flotaba sobre el agua y para el pensamiento mítico hundía sus raices en el inframundo, para Anaximandro, la tierra estária en reposo por encontrarse en el centro absoluto del universo, lo que permitiría que pudiera flotar (en reposo) en el espacio sin necesidad de ningún apoyo (de ahí el avance) en el que sustentarse.
En relación con los cuerpos celestes, Anaximandro, pensaba que el sol y la luna eran circulares y que estaban formados por anillos sólidos separados como las pinas de los carros. Dichos anillos se componían de fuego rodeado de aire y de la única apertura de cada uno de ellos emergía fuego como el aire de la boquilla de un fuelle. Los eclipses y las fases de la luna se debían al cierre total o parcial de la apertura, no aduciendo razón alguna para explicar tal cierre. La abertura del sol era del mismo tamaño que la superficie de la tierra; sin embargo, el diametro de su círculo era 27 veces mayor y el de la luna 19 veces mayor al diámetro de la tierra. Tambien son curiosas sus ideas sobre los fenómenos meteorológicos.
Aristóteles nos transmite la idea de que Anaximandro (lo mismo que los atomistas) pensaba que tanto el mar como la tierra se estaban secando y que el mundo iba a perecer. Lo que sucede es que esta afirmación, de que el mar se iba a secar para siempre, entra de lleno en contradicción con un principio esencial del pensamiento de Anaximandro, es decir, aquel que establecía que todas las cosas iban a ser castigadas por su injusticia. No hay que olvidar que, en este caso, la tierra al rebasar sus límites, acabaría por secar al mar y ello sucedería sin pagar retribución alguna, algo que no sucedía, por ejemplo, con las estaciones en las que, aunque, durante un tiempo, predomina el calor, despues de un tiempo prefijado por necesidad, lo hará el frío, y viceversa. Además, aunque solo se menciona al mar, es razonable concluir que la desecación del mar, implicaría la desaparición de la lluvia y ello conduciría, más tarde o más temprano, a la desecación de toda la tierra, y, consiguientemente a su desaparición. Muchos afirman que la desecación de la tierra sería el preludio de su reabsorción en lo indefinido en la cosmogonía cíclica de Anaximandro. Esto, sin embargo, no parece muy lógico ya que si la sequedad destruyera la tierra, este hecho cualificaría a lo indefinido como seco e igneo contradiciendo su propia naturaleza.
La concepción de Anaximandro podría tener sentido si se sostiene que la disminución del mar es solamente una parte de un proceso cíclico en donde, despues de que el mar se seca comenzaría un gran invierno de tal modo que en extremos de la tierra comenzarían un nuevo proceso de humidificación que conduciria, en un primer momento, a la aparición del cieno. Es curioso que Jenófanes (otro jonio) postula ciclos de desecación de la tierra y su retorno a la humedad, a partir, del cieno. Parece que Jenófanes quedó impresionado por la existencia de fósiles de vegetales y de animales incrustados en rocas lejanas al mar. De aquí dedujo que la tierra habría sido alguna vez barro, pero no argumentó que el mar se fuera a secar más aún, sino que todo retornaría al limo; los hombres desaparecerían, pero el ciclo continuaría: se secaría la tierra firme y los hombres volverían a ser producidos de nuevo. Más adelante, veremos que, para Anaximandro, los hombres nacieron del limo. Es posible que Jenófanes explicara (aunque modificado) el pensamiento de Anaximandro.
ZOOGONIA Y ANTROPOGONÍA
Anaximandro representa el primer intento por explicar de un
modo racional el origen del la vida y del hombre. Según los
textos, los primeros seres vivos nacieron del limo y estaban cubiertos de
escamas espinosas (como los erizos del mar, según Cornford). Por efecto de la
sequedad se romperían las cortezas dando lugar a la aparición de las primeras
criaturas vivas. Estros primeros seres vivos serían anteriores a los peces en
donde habrían sido criados los primeros
hombres. Es de destacar el empleo del
término floios que nos recuerda el simil de la corteza usado en su
explicación cosmogónica. Una vez salidos del cáscarón los hombres comenzaron
a vivir (en principio aisladamente) en tierra firme. Es posible que Anaximandro
tuviera conocimiento de las dificultades de adaptación al medio ambiente lo que
le llevaría a suponer que el hombre no podría haber surgido a la vida sin
algún tipo de cuidado especial (en este caso seria en el interior de los
peces). Esto le llevó a conjeturar que el hombre se crió en una especie de pez
probablemente porque la tierra, en principio, fue húmeda y los primeros seres
vivos fueron los del mar.