En las ciencias tiene que conocerse algo a priori, y este conocimiento
puede poseer dos tipos de relación con su objeto: o bien para determinar éste último y
su concepto (que ha de venir dado), o bien para convertirlo en realidad. La primera
relación constituye el conocimiento teórico; la segunda, el conocimiento práctico. De
ambos conocimientos ha de exponerse primero por separado la parte pura, es decir, la parte
en la que la razón determina a su objeto enteramente a priori, y posteriormente lo que
procede de otras fuentes. La matemática y la física son los dos conocimientos teóricos
de la razón que deben determinar sus objetos a priori. La primera de forma enteramente a
priori; la segunda, de forma al menos parcialmente pura, ya que está sujeta a
determinaciones de conocimiento distintos de la razón.
(Kant. Prólogo 2ª edición Crítica Razón Pura)