Los investigadores de la naturaleza comprendieron súbitamente algo.
Entendieron que la razón sólo reconoce lo que ella misma produce según sus bosquejo,
que la razón tiene que anticiparse con los principios de sus juicios de acuerdo con leyes
constantes y que tiene que obligar a la naturaleza a responder sus preguntas,pero sin
dejarse conducir por andaderas.....La razón debe abordar la naturaleza llevando en una
mano los principios según los cuales sólo puede considerarse como leyes los fenómenos
concordantes, y en la otra,el experimento que ella haya proyectado a la luz de tales
principios.....pero no lo hará en calidad de discípulo que escucha todo lo que el
maestro quiere, sino como juez.......Unicamente de esta forma ha alcanzado la ciencia
natural el camino seguro de la ciencia, después de tanto años de no haber sido más que
un mero andar a tientas.
(Kant. Prólogo 2ª edición Crítica Razón pura)