Nos queda aún por intentar, después de haber sido negado a la razón
especulativa todo avance en el terreno suprasensible, si no se encuentran datos en su
conocimiento práctico para determinar aquel concepto racional y trascendente de lo
incondicionado y sobrepasar, de ese modo, según el deseo de la metafísica, los límites
de toda experiencia posible....aunque sólo sea desde un punto de vista práctico. Con
este procedimiento, la razón especulativa siempre nos ha dejado, al menos, sitio para tal
ampliación, aunque tuviera que ser vacío. Tenemos, pues, libertad para llenarlo. Estamos
incluso invitados por la razón a hacerlo, si podemos, con sus datos prácticos.
(Kant. Prólogo 2ª edición Crítica de la razón pura)