ESENCIA Y EXISTENCIA
Pues bien: esas sustancias, aunque sean sólo formas sin materia, no son, sin
embargo, absolutamente simples, como actos puros, sino que se da en ellas mezcla
de potencia.
Esto se ve claro por lo siguiente: Todo lo que no pertenece al concepto de la
esencia o quididad viene de fuera y entra en composición con ella, ya que
ninguna esencia se puede concebir sin sus partes esenciales. Ahora bien, toda
esencia o quididad puede ser concebida sin que se piense en su ser (o
existencia) (esse); así, yo puedo pensar qué es el hombre o el fénix, y no
saber si existe en la realidad. Luego es evidente que el ser (o existencia) (esse)
se distingue de la esencia o quididad.
Es imposible que el ser mismo sea causado por la forma o quididad
misma de la cosa, entendida como causa eficiente, porque entonces una cosa sería
causa de sí misma, y se daría la existencia a sí misma, lo cual es imposible.
Luego cada cosa, cuyo ser se distingue de su naturaleza, debe recibir el
ser (esse) (o la existencia) de otro. Y, como todo lo que existe por otro se
reduce como a causa primera, a lo que existe por sí, tiene que existir algún
ser que sea causa de la existencia para todas las cosas, por ser él sólo ser (esse);
de lo contrario, se entablaría un proceso infinito en el orden de causas,
puesto que toda cosa que no sea sólo ser (esse), tiene causa de su ser (esse)
(o existencia), como hemos dicho. Queda, pues, claro que la inteligencia es
forma y ser (esse), y que tiene el ser (esse) recibido del primer ser, que es
solo ser (esse): este es la causa primera que es Dios. (Tomás
de Aquino)