TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Sobre su visita a Atenas

Según una noticia de Antifonte, Pitodoro, dijo que Parménides y Zenón vinieron una vez a Atenas a las Grandes Panateneas. Parménides tenía muchos años - aproximadamente 75 -, estaba lleno de canas, pero tenía buen aspecto. Zenón contaba entonces cerca de 40 años y era alto y agraciado; se decía que había sido su favorito. Se hospedaron en casa de Pitodoro, en el Cerámico, fuera de la muralla. Allá fueron Sócrates y otros muchos con él, deseosos de oir el tratado de Zenón - porque era ésta la primera vez que Parménides y Zenón lo habían llevado a Atenas -. Sócrates era por entonces muy joven.
Platón. Parménides 127 A

Parménides




























































































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Fecha de nacimiento (Diógenes Laercio)

Parménides alcanzó su floruit en la Olimpiada 69
Diógenes Laercio IX 23
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Sobre su vida

Parménides de Elea, hijo de Pires, fue discípulo de Jenófanes (éste según dice Teofrasto) en Epítome, lo fue de Anaximandro). Pero, aunque fue discípulo de Jenófanes, no le siguió en su doctrina. Se asoció también, según dijo Soción, al pitagórico Aminias, hijo de Dioquetes, varón  pobre, pero de hombría de bien, a quien prefirió seguir. Cuando Aminias murió, Parménides, descendiente de familia distinguida y rico, le erigió un templo. Fue Aminias y no Jenófanes quien le convirtió a la vida contemplativa....Se dice tambien que dio leyes a sus conciudadanos, según cuenta Espeusipo, en su obra Sobre los filósofos.
Diógenes Laercio, IX 21-3
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Relación con los pitagóricos

Elea....,de donde procedían Parménides y Zenón, ambos pitagóricos. Me parece que ellos siguieron ejerciendo el buen gobierno anterior.
Estrabón, 6, pág 252 Cas
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Parménides y los asuntos de la ciudad

Parménides organizó a su ciudad con leyes tan admirables que los magistrados juraban cada año a sus ciudadanos atenerse a las leyes de aquél.
Plutarco, adv. Colot. 32, 1126 A
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
PROEMIO

Las yeguas que me arrastran me han llevado tan lejos cuanto mi ánimo podría desear, cuando, en su conducción, me llevaron al famoso camino de la diosa, que conduce al hombre vidente a través de todas las ciudades. Por este camino era yo conducido, pues por él me llevaban las hábiles yeguas, tirando del carro, mientras unas doncellas mostraban el camino. Y el eje ardiendo en los cubos de las ruedas rechinaba (pues era velozmente llevado por dos ruedas bien torneadas una de cada lado), cuando las hijas del Sol, abandonando la morada de la Noche, se apresuraron a llevarme a la luz, quitándose los velos de sus cabezas con su manos. Allí están las puertas de los caminos de la Noche y del Día, que sostienen arriba un dintel y abajo un umbral de piedra. Elevadas en el aire se cierran con grandes puertas; la Justicia, pródiga en castigos guarda sus dobles cerrojos. Rogándole las doncellas son suaves palabras, hábilmente las convencen de que les desate pronto las puertas el fiador del cerrojo. Éstas al abrirse originaron una inmensa abertura, tras hacer girar alternativamente sobre sus goznes los ejes de bronce, provistos de remaches y clavos. A su través, en derechura, las doncellas conducen el carro y las yeguas por un ancho camino. Y la diosa me recibió benévola, cogió mi mano derecha con la suya y me habló diciendome: Oh joven, compañero de inmortales aurigas, que llegas a nuestra morada con las yeguas que te arrastran, salud, pues no es mal hado el que impulsó a seguir este camino que está fuera del trillado sendero de los hombres, sino el derecho y la justicia. Es preciso que aprendas todo, tanto el imperturbable corazón de la Verdad bien redonda como las opiniones de los mortales, en las que no hay verdadera creencia. Aprenderás, empero, tambien estas cosas, cómo las apariencias, pasando todas a través de todo, deben lograr la apariencia de ser.
Fr 1, Sexto, adv, math VII 111 y Simplicio, de caelo 557, 25
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Verdad bien redonda

Me es igual dónde comienze; pues volveré de nuevo allí con el tiempo.
Fr 5, Proclo, in Parm. I 708, 16 Cousin
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Vía de la verdad

Pues bien, te contaré (y tu, tras oir mi relato trasládalo) las únicas vías de investigación pensables. La primera, que es y no es No-ser, es el camino de la persuasión (pues acompaña a la Verdad); la otra, que no es y es necesariamente No-ser, ésta, te lo aseguro, es una vía totalmente impracticable. Pues no podrías conocer lo No-ente (es imposible) ni expresarlo; pues lo mismo es el pensar que el ser (literalm. la misma cosa existe para el pensar y para el ser.
Fr. 2, Proclo, in Tim. I 345, 18
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Dos falsas premisas

Pues nunca se probará qué sean los no-entes; pero tú aparta tu pensamiento de esta vía de investigación, no dejes que la costumbre te obligue a dirigir por este camino tu mirada sin rumbo, tu oido resonante, o tu lengua, sino que juzga con la razón la prueba muy discutida propuesta por mí.
Fr. 7, Platón, Sofista 237 A

Lo que puede decirse y pensarse debe ser. Esto es lo que te mando que consideres. Te aparto, pues, de esta primera vía de investigación y después de aquella por la que los hombres ignorantes vagan bicéfalos; pues la impotencia guía en su pecho el pensamiento vacilante; son arrastrados, sordos y ciegos a la vez, estupefactos, gentes sin juicio, para quienes el ser y el no-ser son considerados como lo mismo y no lo mismo para quienes el camino de todas las cosas es regresivo.
Fr. 6, Simplicio, Fís. 117, 4
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
El ser es ingénito e imperecedero

Un solo discurso como vía queda: es; en éste hay muchos signos de lo ente es ingénito e imperecedero, pues es completo, inmovil y sin fin. No fue en el pasado, no lo será, pues es ahora todo a la vez, uno, continuo. Pues ¿qué nacimiento le buscarías? ¿Cómo, de dónde habría nacido? Ni voy a permitir que digas o pienses de lo no-ente; pues no es decible ni pensable que no es. Pues ¿qué necesidad le habría impulsado a nacer despues más bien que antes, si procediera de la nada? De modo que es necesario que sea absolutamente o no. Ni la fuerza de la verdad permitirá que de lo no-ente nazca algo a su lado; por eso la Justicia no permite ni que se engendre ni que perezca, aflojando sus cadenas, sino que las mantiene firmes; la decisión sobre estas cosas se basa en esto: es o no es. Pero se ha decidido, como es necesario, abandonar a (una vía) como impensable y sin nombre (pues no es la vía de la verdad) y que la otra es real y verdadera. ¿Cómo podría lo ente despues de eso perecer? ¿Cómo podría nacer? Pues si nació, no es, ni ha de ser alguna vez. Por tanto, queda extinguido el nacimiento e ignorada la destrucción.
Fr. 8, Simplicio, Fís. 145, 1
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Negación del vacío/Negación del movimiento

Ni está dividido, pues es todo igual; ni hay más aquí, esto impediría que fuese continuo, ni menos allí, sino que todo está lleno de ente. Por tanto, es todo continuo, pues lo enten toca a lo ente.
Fr. 8, v 22, Simplicio, Física 145, 23

Mira firmemente a las cosas que, aunque lejos, están, sin embargo, presentes en tu mente; pues éste no separará lo ente de estar unido a lo ente ni dispersándolo totalmente por todas partes según el orden del mundo ni reuniéndolo.
Fr. 4, Clemente, Strom. V 15, 5
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
El ente es increado y eterno

Por otra parte, inmovil en los límites de poderosas cadenas, está sin comienzo ni fin, puesto que el nacimiento y la destrucción han sido apartados muy lejos, ya que la verdadera creencia los rechazó. 
Fr. 8, v 26, Simplicio Física 145, 27
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
El ente es inmovil

Permaneciendo lo mismo en el mismo lugar, yace por sí mismo y así se queda firme donde está; pues la firme Necesidad lo tiene dentro de las cadenas del límite que por ambas partes lo aprisiona, porque no es lícito qeu lo Ente sea ilimitado; pues no es indigente de nada, y si lo fuera, carecería de todo.
Fr. 8, v 26, Simplicio Física 145, 27

Pero, puesto que su límite es el último, es completo por doquier, semejante a la masa de una esfera bien redonda, igual bien redonda, igual en fuerza a partir del centro por todas partes; pues ni mayor ni menor es necesario que se aquí o alli. Puesto que tampoco es lo no-ente, que le podría impedir alcanzar lo homogeneo, ni es posible que lo ente sea aquí más y allí menos que lo que es, pues es todo inviolable; puesto que, siendo igual a sí mismo por todas partes, está uniformemente dentro de sus limites.
Fr. 8, v 42, Simplicio, Fisica 146, 15

Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Lo masculino y lo femenino de la tabla opuestos

A la derecha los jovenes y a la izquierda las doncellas.
Fr. 17 Galeno, in Epid. VI 48
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Compendio de la vida de la verdad

Lo que puede pensarse es sólo el pensamiento de que es. Pues no hallarás el pensar sin lo ente, en cuya relación es expresado; pues el Hado lo ha encadenado para que sea entero e inmovil. Por tanto, todas las cosas son meros nombres que los mortales pusieron convencidos de que son verdaderos, nacer y morir, ser y no-ser, cambio de lugar y variación de color replandeciente.
Fr. 8, v 34, Simplicio, Física 146, 7

Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Tránsito a la Vía de la Opinión

Parménides pasa de las cosas pensables a las sensibles o, como él dice, de la verdad a la opinión, cuando dice: Aquí termino mi fidedigno discurso y pensamiento sobre la verdad; aprende, a partir de aquí, las opiniones de los mortales escuchando el orden engañoso de mis palabras y convierte en principios elementales de las cosas generadas a la oposición primaria de la luz y oscuridad, como él las llama, o del fuego y la tierra, o de lo denso y lo raro o de lo mismo y lo distinto, pues dice inmediatamente después de los versos citados arriba: pues han decidido dar nombre a dos formas, de las cuales no es necesario un -esto es en lo que están extravidados -; las juzgaron de aspecto opuesto y les asignaron signos distintos entre sí, a una el fuego etéreo de la llama, que es dulce, muy leve, igual a sí misma por doquier, pero distinta de la otra; por el contrario, ésta es por sí misma lo opuesto, noche oscura, densa de aspecto y pesada.Te revelo el orden de todas las cosas verosímiles, para que nunca te aventaje ninguna opinión de los mortales.
Simplicio, Física. 30, 14
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Revisión de las creencias populares

Y para explicar, de acuerdo con la opinión popular, el nacimiento de los seres sensibles, postula dos primeros principios.
Teofrasto, Física, Po. fr. y ap. Alexandrum, Met. 31, 12
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Esbozo de cosmogonía pitagórica

Pero forzado a acomodarse a las apariencias de las cosas y suponiendo que la existencia de lo que es uno según la razón, y multiple según la sensación, postula ahora dos causas y dos primeros principios....
Aristóteles, Met. A 5, 986 b 31
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Opuestos sensibles

Y una vez que todos los seres han recibido la denominación de luz y noche y a cada cosa se le ha asignado sus correspondiente poder todo está a la vez lleno de luz y de noche oscura, ambas por igual, puesto que ninguna de las dos participa de la nada.
Simplicio, Fisica, 180, 9
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Ecuación entre percepción y pensamieto/Teoría de la percepción

La mayoría de las opiniones generales sobre la sensación son dos: unos la hacen surgir de lo igual y otros de lo opuesto. De la 1ª opinión son Parménides, Empédocles y Platón, y de la 2ª los seguidores de Anaxágoras y Heráclito....Parménides no definió nada con claridad, sino que afirmó simplemente que, por haber dos elementos, el conocimiento depende del predominio de uno sobre el otro. El pensamiento varía según que prevalezca lo caliente o lo frío, el que procede de lo caliente es mejor y más puro, si bien necesita una cierta compenssación (equilibrio), pues dice: según es la mezcla que cada uno tiene en sus miembros vagabundos, así se presenta el pensamiento a los hombres, pues lo que piensa es la naturaleza de los miembros en todos y cada uno de los hombres. Porque lo más abundante constituye el pensamiento - pues considera como igual la percepción y el pensamiento -. Tambien la memoria y el olvido surgen, por tanto, de estas causas, debido a la mezcla; nunca clarificó si habrá pensamiento o no en el caso de que haya igualdad de la mezcla y cuál será su índole. Pero que considera que la percepción nace de lo opuesto resulta claro de sus afirmación de que un cadaver no percibe la luz, el calor o el sonido, debido a su deficiencia de fuego, si bien percibe sus opuestos, el frío, el silencio, etc. Y añade que, en general, todo lo que existe posee un cierto conocimiento.
Teofrasto, de sensu 1 y ss
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Los opuestos en la teoría astronómica de Parménides

Las (coronas) más estrechas estaban llenas de fuego puro y las que vienen después, de noche; en medio se proyecta una parte del fuego; en el centro de éstas está la divinidad que todo lo gobierna, pues es el principio de todas las obras del odioso nacimiento y de la unión, impulsando a la hembra a unirse con el macho y, contrariamente, al macho con la hembra.
Fr. 12, Simplicio, Física. 39, 14 y 31, 13
Parménides























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE PARMÉNIDES
Doctrina de las stefanai (anillos o coronas)

Parménides dijo que hay anillos enrollados uno sobre otro, compuesto el uno de lo raro y el otro de lo denso y que hay entre éstos otros compuestos de luz y de oscuridad. Lo que les rodea a todos a guisa de muralla es sólido por naturaleza; debajo de ello hay un anillo igneo; lo que está en el centro de todos es sólido y en su torno hay de nuevo un anillo igneo. La parte más central de los anillos mezclados es la causa primaria del movimiento y del nacimiento de todos ellos; él la llama la diosa que lo gobierna todo, poseedora de la llave, Justicia y Necesidad. El aire está separado de la tierra, vaporizado a causa de la mayor presión de ésta; el sol es una exhalación de fuego y lo mismo el círculo de la  galaxia. La luna es una mezcla de aire y de fuego a la vez. El éter es la parte más exterior, que todo lo circunda; a continuación suya está colocado lo que llamamos cielo y después vien ya la región de la tierra.
Aecio, II 7, 1

Parménides