Según una noticia de Antifonte, Pitodoro, dijo que
Parménides y Zenón vinieron una vez a Atenas a las Grandes Panateneas.
Parménides tenía muchos años - aproximadamente 75 -, estaba lleno de canas,
pero tenía buen aspecto. Zenón contaba entonces cerca de 40 años y era alto y
agraciado; se decía que había sido su favorito. Se hospedaron en casa de
Pitodoro, en el Cerámico, fuera de la muralla. Allá fueron Sócrates y otros
muchos con él, deseosos de oir el tratado de Zenón - porque era ésta la
primera vez que Parménides y Zenón lo habían llevado a Atenas -. Sócrates
era por entonces muy joven.
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Parménides alcanzó su floruit en la Olimpiada 69 |
Parménides de Elea, hijo de Pires, fue discípulo de
Jenófanes (éste según dice Teofrasto) en Epítome, lo fue de Anaximandro).
Pero, aunque fue discípulo de Jenófanes, no le siguió en su doctrina. Se
asoció también, según dijo Soción, al pitagórico Aminias, hijo de
Dioquetes, varón pobre, pero de hombría de bien, a quien prefirió
seguir. Cuando Aminias murió, Parménides, descendiente de familia distinguida
y rico, le erigió un templo. Fue Aminias y no Jenófanes quien le convirtió a
la vida contemplativa....Se dice tambien que dio leyes a sus conciudadanos,
según cuenta Espeusipo, en su obra Sobre los filósofos. |
Elea....,de donde procedían Parménides y Zenón, ambos
pitagóricos. Me parece que ellos siguieron ejerciendo el buen gobierno
anterior. |
Parménides organizó a su ciudad con leyes tan admirables
que los magistrados juraban cada año a sus ciudadanos atenerse a las leyes de
aquél. |
Las yeguas que me arrastran me han llevado tan lejos cuanto
mi ánimo podría desear, cuando, en su conducción, me llevaron al famoso
camino de la diosa, que conduce al hombre vidente a través de todas las
ciudades. Por este camino era yo conducido, pues por él me llevaban las
hábiles yeguas, tirando del carro, mientras unas doncellas mostraban el camino.
Y el eje ardiendo en los cubos de las ruedas rechinaba (pues era velozmente
llevado por dos ruedas bien torneadas una de cada lado), cuando las hijas del
Sol, abandonando la morada de la Noche, se apresuraron a llevarme a la luz,
quitándose los velos de sus cabezas con su manos. Allí están las puertas de
los caminos de la Noche y del Día, que sostienen arriba un dintel y abajo un
umbral de piedra. Elevadas en el aire se cierran con grandes puertas; la
Justicia, pródiga en castigos guarda sus dobles cerrojos. Rogándole las
doncellas son suaves palabras, hábilmente las convencen de que les desate
pronto las puertas el fiador del cerrojo. Éstas al abrirse originaron una
inmensa abertura, tras hacer girar alternativamente sobre sus goznes los ejes de
bronce, provistos de remaches y clavos. A su través, en derechura, las
doncellas conducen el carro y las yeguas por un ancho camino. Y la diosa me
recibió benévola, cogió mi mano derecha con la suya y me habló diciendome:
Oh joven, compañero de inmortales aurigas, que llegas a nuestra morada con las
yeguas que te arrastran, salud, pues no es mal hado el que impulsó a seguir
este camino que está fuera del trillado sendero de los hombres, sino el derecho
y la justicia. Es preciso que aprendas todo, tanto el imperturbable corazón de
la Verdad bien redonda como las opiniones de los mortales, en las que no hay
verdadera creencia. Aprenderás, empero, tambien estas cosas, cómo las
apariencias, pasando todas a través de todo, deben lograr la apariencia de ser. |
Me es igual dónde comienze; pues volveré de nuevo allí
con el tiempo. |
Pues bien, te contaré (y tu, tras oir mi relato
trasládalo) las únicas vías de investigación pensables. La primera, que es y
no es No-ser, es el camino de la persuasión (pues acompaña a la Verdad); la
otra, que no es y es necesariamente No-ser, ésta, te lo aseguro, es una vía
totalmente impracticable. Pues no podrías conocer lo No-ente (es imposible) ni
expresarlo; pues lo mismo es el pensar que el ser (literalm. la misma cosa
existe para el pensar y para el ser. |
Pues nunca se probará qué sean los no-entes; pero tú
aparta tu pensamiento de esta vía de investigación, no dejes que la costumbre
te obligue a dirigir por este camino tu mirada sin rumbo, tu oido resonante, o
tu lengua, sino que juzga con la razón la prueba muy discutida propuesta por
mí. Lo que puede decirse y pensarse debe ser. Esto es lo que te
mando que consideres. Te aparto, pues, de esta primera vía de investigación y
después de aquella por la que los hombres ignorantes vagan bicéfalos; pues la
impotencia guía en su pecho el pensamiento vacilante; son arrastrados, sordos y
ciegos a la vez, estupefactos, gentes sin juicio, para quienes el ser y el
no-ser son considerados como lo mismo y no lo mismo para quienes el camino de
todas las cosas es regresivo. |
Un solo discurso como vía queda: es; en éste hay muchos
signos de lo ente es ingénito e imperecedero, pues es completo, inmovil y sin
fin. No fue en el pasado, no lo será, pues es ahora todo a la vez, uno,
continuo. Pues ¿qué nacimiento le buscarías? ¿Cómo, de dónde habría
nacido? Ni voy a permitir que digas o pienses de lo no-ente; pues no es decible
ni pensable que no es. Pues ¿qué necesidad le habría impulsado a nacer
despues más bien que antes, si procediera de la nada? De modo que es necesario
que sea absolutamente o no. Ni la fuerza de la verdad permitirá que de lo
no-ente nazca algo a su lado; por eso la Justicia no permite ni que se engendre
ni que perezca, aflojando sus cadenas, sino que las mantiene firmes; la
decisión sobre estas cosas se basa en esto: es o no es. Pero se ha decidido,
como es necesario, abandonar a (una vía) como impensable y sin nombre (pues no
es la vía de la verdad) y que la otra es real y verdadera. ¿Cómo podría lo
ente despues de eso perecer? ¿Cómo podría nacer? Pues si nació, no es, ni
ha de ser alguna vez. Por tanto, queda extinguido el nacimiento e ignorada la
destrucción. |
Ni está dividido, pues es todo igual; ni hay más aquí,
esto impediría que fuese continuo, ni menos allí, sino que todo está lleno de
ente. Por tanto, es todo continuo, pues lo enten toca a lo ente. Mira firmemente a las cosas que, aunque lejos, están, sin
embargo, presentes en tu mente; pues éste no separará lo ente de estar
unido a lo ente ni dispersándolo totalmente por todas partes según el orden
del mundo ni reuniéndolo. |
Por otra parte, inmovil en los límites de poderosas
cadenas, está sin comienzo ni fin, puesto que el nacimiento y la destrucción
han sido apartados muy lejos, ya que la verdadera creencia los rechazó. |
Permaneciendo lo mismo en el mismo lugar, yace por sí mismo y así se queda
firme donde está; pues la firme Necesidad lo tiene dentro de las cadenas del
límite que por ambas partes lo aprisiona, porque no es lícito qeu lo Ente sea
ilimitado; pues no es indigente de nada, y si lo fuera, carecería de todo. Pero, puesto que su límite es el último, es
completo por doquier, semejante a la masa de una esfera bien redonda,
igual bien redonda, igual en fuerza a partir del centro por todas partes;
pues ni mayor ni menor es necesario que se aquí o alli. Puesto que
tampoco es lo no-ente, que le podría impedir alcanzar lo homogeneo, ni es
posible que lo ente sea aquí más y allí menos que lo que es, pues es
todo inviolable; puesto que, siendo igual a sí mismo por todas partes,
está uniformemente dentro de sus limites. |
A la derecha los jovenes y a la izquierda las
doncellas. |
Lo que puede pensarse es sólo el pensamiento de
que es. Pues no hallarás el pensar sin lo ente, en cuya relación es
expresado; pues el Hado lo ha encadenado para que sea entero e inmovil.
Por tanto, todas las cosas son meros nombres que los mortales pusieron
convencidos de que son verdaderos, nacer y morir, ser y no-ser, cambio de
lugar y variación de color replandeciente. |
Parménides pasa de las cosas pensables a las sensibles o,
como él dice, de la verdad a la opinión, cuando dice: Aquí termino mi
fidedigno discurso y pensamiento sobre la verdad; aprende, a partir de aquí,
las opiniones de los mortales escuchando el orden engañoso de mis palabras y
convierte en principios elementales de las cosas generadas a la oposición
primaria de la luz y oscuridad, como él las llama, o del fuego y la tierra, o
de lo denso y lo raro o de lo mismo y lo distinto, pues dice inmediatamente
después de los versos citados arriba: pues han decidido dar nombre a dos
formas, de las cuales no es necesario un -esto es en lo que están extravidados
-; las juzgaron de aspecto opuesto y les asignaron signos distintos entre sí, a
una el fuego etéreo de la llama, que es dulce, muy leve, igual a sí misma por
doquier, pero distinta de la otra; por el contrario, ésta es por sí misma lo
opuesto, noche oscura, densa de aspecto y pesada.Te revelo el orden de todas
las cosas verosímiles, para que nunca te aventaje ninguna opinión de los
mortales. |
Y para explicar, de acuerdo con la opinión popular, el
nacimiento de los seres sensibles, postula dos primeros principios. |
Pero forzado a acomodarse a las apariencias de las cosas y
suponiendo que la existencia de lo que es uno según la razón, y multiple
según la sensación, postula ahora dos causas y dos primeros principios.... |
Y una vez que todos los seres han recibido la denominación de
luz y noche y a cada cosa se le ha asignado sus correspondiente poder todo está
a la vez lleno de luz y de noche oscura, ambas por igual, puesto que ninguna de
las dos participa de la nada. |
La mayoría de las opiniones generales sobre la sensación son
dos: unos la hacen surgir de lo igual y otros de lo opuesto. De la 1ª opinión
son Parménides, Empédocles y Platón, y de la 2ª los seguidores de
Anaxágoras y Heráclito....Parménides no definió nada con claridad, sino que
afirmó simplemente que, por haber dos elementos, el conocimiento depende del
predominio de uno sobre el otro. El pensamiento varía según que prevalezca lo
caliente o lo frío, el que procede de lo caliente es mejor y más puro, si bien
necesita una cierta compenssación (equilibrio), pues dice: según es la mezcla
que cada uno tiene en sus miembros vagabundos, así se presenta el pensamiento a
los hombres, pues lo que piensa es la naturaleza de los miembros en todos y cada
uno de los hombres. Porque lo más abundante constituye el pensamiento - pues
considera como igual la percepción y el pensamiento -. Tambien la memoria y el
olvido surgen, por tanto, de estas causas, debido a la mezcla; nunca clarificó
si habrá pensamiento o no en el caso de que haya igualdad de la mezcla y cuál
será su índole. Pero que considera que la percepción nace de lo opuesto
resulta claro de sus afirmación de que un cadaver no percibe la luz, el calor o
el sonido, debido a su deficiencia de fuego, si bien percibe sus opuestos, el
frío, el silencio, etc. Y añade que, en general, todo lo que existe posee un
cierto conocimiento. |
Las (coronas) más estrechas estaban llenas de fuego puro y
las que vienen después, de noche; en medio se proyecta una parte del fuego; en
el centro de éstas está la divinidad que todo lo gobierna, pues es el
principio de todas las obras del odioso nacimiento y de la unión, impulsando a
la hembra a unirse con el macho y, contrariamente, al macho con la hembra. |
Parménides dijo que hay anillos enrollados uno sobre otro,
compuesto el uno de lo raro y el otro de lo denso y que hay entre éstos otros
compuestos de luz y de oscuridad. Lo que les rodea a todos a guisa de muralla es
sólido por naturaleza; debajo de ello hay un anillo igneo; lo que está en el
centro de todos es sólido y en su torno hay de nuevo un anillo igneo. La parte
más central de los anillos mezclados es la causa primaria del movimiento y del
nacimiento de todos ellos; él la llama la diosa que lo gobierna todo,
poseedora de la llave, Justicia y Necesidad. El aire está separado de la
tierra, vaporizado a causa de la mayor presión de ésta; el sol es una
exhalación de fuego y lo mismo el círculo de la galaxia. La luna es una
mezcla de aire y de fuego a la vez. El éter es la parte más exterior, que todo
lo circunda; a continuación suya está colocado lo que llamamos cielo y
después vien ya la región de la tierra.
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