TEXTOS SOBRE EURITO
Teoría de los guijarros

Nada se ha precisado sobre la manera en que los números son las causas de las sustancias y de la existencia - si 1) como límites (a la manera en que las lineas lo son de las magnitudes espaciales); asi fijaba Eurito el número de cualquier cosa (de un hombre o de un caballo por ejemplo) imitando las figuras de los seres vivos con guijarros, como los que reducen los números a las formas del triángulo y del cuadrado o 2) porque la armonía es una relación de números.
Aristóteles, Met. N 5, 1092 b 8

Pues esto (el no quedarse a medio camino) es el sello característico del hombre verdaderamente juicioso, extactamente como Arquitas dijo una vez que solía hacer Eurito cuando distribuía sus guijarros; pues decía que tal número resultaba ser el del hombre, otro el del caballo y tal otro el de cualquier otra cosa.
Teofrasto, Met. 11, 6 A 19

Eurito

















































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE EURITO
Dibujos y guijarros de colores

Supongamos, en gracia al razonamiento, que la definición de hombre es el número 250 y el de la planta el 360. Hecho este supuesto, solía tomar 250 guijarros, verdes, negros y rojos, en una palabra, de todo tipo de colores. Untaba despues la pared con asbesto y dibujaba en clarooscuro la figura de un hombre o de una planta; fijaba los guijarros unos en el dibujo del rostro, otros en el de las manos y otros en las demás partes hasta completar el dibujo de un hombre con un número de guijarros igual al de las unidades que, según él, definían al hombre.
Alejandro, Met. 827, 9
Eurito























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE EURITO
Los puntos son la esencia de los cuerpos

Algunos piensan que los límites del cuerpo, i. e., la superficie, la linea, el punto son sustancias, más incluso que el cuerpo o el solido.
Aristóteles, Met. 2, 1928 b 15

Dudan algunos incluso en el caso del círculo y del triángulo, pensando que no es correcto definirles mediante lineas y espacio continuo, sino que todas estas cosas está (respecto al círculo o al triángulo) en la misma relación que la carne o los huesos respecto al hombre y al bronce o la piedra respecto a la estatua; reducen todo a números y afirman que la fórmula de la línea es la del número 2.
Aristóteles, Met. Z 11, 1036 b 8
Eurito























































































































































































































































































































































TEXTOS SOBRE EURITO
La unidad como par-impar

Hacen la primera división de los números en dos clases: a los unos los llaman pares y a los otros impares. Son pares los que admiten la división en partes iguales (p. e., 2 o 4) impares lo que se dividen en partes desiguales solamente (p. e., 5 o 7). Algunos afirmaron que la unidad es el primero de los números impares; pues lo par es contrario a lo impar y la unidad es o impar o par; no puede ser  par porque no sólo no puede dividirse en partes iguales, sino que es totalmente indivisible; luego es impar, y si se le añade un número par a otro par, el todo resulta par, pero si se le añade la unidad al número par, el todo es impar; luego el número 1 no es par sino impar. Aristóteles, sin embargo, dice en su obra sobre los pitagóricos que la unidad participa de la naturaleza de ambos; pues si se añade a un número par, lo hace impar, y si se añade a un número impar lo convierte en par, lo que sería imposible si no participara de la naturaleza de ambos; poo esta razón se le llama impar-par. Tambien Arquitas concuerda con él en este punto.
Teón de Esmirna, pag. 10 20 Hiller

Eurito