HELENIZACIÓN DEL JUDAISMO
(FILÓN DE ALEJANDRÍA)
La helenización del judaísmo, se lleva a cabo principalmente en
Alejandría. Lo primero que se hace es traducir la Biblia al griego ( el
Pentateuco en el siglo III a.C. y el resto durante los dos siglos siguientes ).
No se trata sólo de que la traducción a una lengua tan elaborada
filosóficamente como el griego conllevaba inevitablemente una helenización
sistemática, sino que además la versión de los "Setenta"
es deliberadamente filosófica, tendiendo a convertir la terminología mística
o afectiva hebrea en terminología ética, concediendo primacía a lo
ontológico sobre lo histórico, esforzándose por despersonalizar a la
Divinidad y rechazar los antropomorfismos, sacrificando lo teológico a lo
filosófico, y sobre todo atreviéndose a traducir el Tetragrama divino por Kyrios
(Señor). El recurso a la interpretación alegórica de la Ley impulsará
decisivamente la tendencia a convertir la Biblia en autoridad filosófica; son
los judíos alejandrinos los primeros en calificar a Pitágoras y Platón de
plagiarios de la Biblia judía.
Esta tradición culmina en Filón
(15 a.C.-41 d.C.) cuya filosofía tendrá perdurable influjo, sobre
todo en lo que se refiere a tres temas: la absoluta trascendencia e
incognoscibilidad de Dios, la teoría de las Potencias divinas (identificadas a
los ángeles bíblicos, a los "daimones" y dioses griegos y a las
Ideas platónicas), y sobre todo la doctrina de la creación del mundo mediante
el Logos.
Para Filón, Dios "produce" el mundo pero no sólo el mundo sensible
como el demiurgo platónico, sino también el mundo inteligible, y esta
creación es inmutable y eterna como Dios mismo, es la Palabra ( Logos ) con que
lo crea. Al decir que el Logos es el pensamiento de Dios, Filón, entiende con
ello que es el lugar ( topos ) de las ideas, en el cual y por el cual se hacen
presentes las divinas potencias. En cuanto tal es el instrumento y principio de
la creación, sello de Dios y ésta por el cual cada cosa es lo que es y vinculo
del cosmos que se manifiesta en el hombre como Nous, haciendo de él un
verdadero "microcosmos". El Logos es el puente mediador que salva el
abismo entre Dios y el hombre, de un lado mediante la creación y de otro
mediante el ascenso del alma, que tras elevarse por encima de lo sensible y
penetrar los "pequeños misterios" de las potencias divinas se abre a
la tiniebla del no-conocimiento del Dios incognoscible y alcanza el éxtasis.
HELENIZACIÓN DEL JUDAISMO
(LOS ESENIOS)
El judaísmo helenístico tuvo también su manifestación en Palestina: los
esenios, de quienes Filón habla laudatoriamente.
Eran una secta
monástica que conjugaba rasgos órfico-pitagóricos ( dualismo alma-cuerpo,
preexistencia e inmortalidad del alma ) con una escatología mazdeísta
( lucha
entre el "reino de las tinieblas" y el "reino de la luz" que
desemboca en el final triunfo de éste ) y un mesianismo de influjo gnóstico
( un
Mesías celestial preexistente es enviado por Dios para salvar a los elegidos ).
Parece indudable que el esenismo ( floreciente desde el siglo II a.C. hasta I
d.C. ) desempeñó un importante papel en la evolución ideológica del
cristianismo.