SEGUIDORES DE PLOTINO
PORFIRIO DE TIRO (232-305
d. d. Cristo) Fue discípulo directo de Plotino en Roma. Autor de numerosos
escritos: Vida de Plotino, Isagoge (introducción a las categorías
de Aristóteles) traducido posteriormente por Boecio.
Porfirio hace hincapié en su doctrina, sobre los aspectos prácticos y
religiosos presentes en Plotino. Y es que, según él, la finalidad de la
filosofía es la salvación y, por ello, el alma debe purificarse volviendo su
atención hacia lo superior. Tal purificación se logra mediante el asceticismo
y el conocimiento de Dios. Existen diferentes niveles de práctica ascética:
1º) El nivel más ínfimo consiste en la práctica de las virtudes políticas (
politikai aretai ). Consiste en reducir las afecciones del alma al justo
medio bajo el dominio de la razón. Tales virtudes hacen referencia a la relación
de los individuos con sus semejantes.
2º) Por encima estarían las virtudes catárticas o purificadoras que apuntan más
bien a la apatheia (apatia).
3º)En la 3ª etapa el alma se vuelve hacia el nous. Para ello tiene que
superar al mal al que entiende no como privación sino como la conversión del
alma hacia los objetos inferiores del deseo placentero. Para lograrlo el libre
albedrío debería seguir los dictados del nous.
4º) Por último el grado superior ( paradeigmatikai aretai ) pertenece
al nous en cuanto tal. La práctica ascética es fundamental para
ascender a este estado de perfección (celibato, abstención de la carne). Aquí
los hechos son más importantes que las palabras.
En su estancia en Sicilia compuso 15 libros contra los cristianos
a los que caracteriza por su oscuridad, mentira, abuso de confianza y
mentecatez. Estos libros fueron quemados en el año 448 bajo los gobiernos de
Valentiniano III y Teodosio II. El historidador Sócrates afirma que abandonó
el cristianismo al verse asaltado pro cristianos en Cesarea, que conoció de
joven a Orígenes y que sus ataques iban dirigidos en contra de la divinidad de
Cristo.
JAMBLICO (escuela
de Siria): Muere hacia el 330 d. d. Cristo. Fue discípulo de Porfirio. Sigue la
tendencia iniciada por Amedio (discípulo de Plotino) de multiplicar los
miembros de la jerarquía de seres en un intento de recalcar la transcedencia
divina y de excluir a Dios de cualquier contacto con el mundo sensible.
Llegó a afirmar que por encima de lo Uno de Plotino había aún otro Uno
superior que estaría situado más allá del mismo bien. Del uno procedería el
mundo de las ideas o objetos inteligibles y, del mundo de las ideas el mundo de
los seres inteligentes puros que constan de nous ( hipotástasis
intermedia ) y el demiurgo. Parece que establecía además distinciones entre
los mundo de los seres inteligibles puros ( kosmos noepós ). Por debajo
de este mundo se hallaba el alma supraterrestre de la cual proceden otras dos.
Habla también de una multitud de ángeles y demonios, así como de héroes y
dioses clásicos.
Además, aceptando la distinción de Porfirio entre virtudes políticas, catárticas
y paradigmáticas, introduce entre las dos últimas las virtudes teoréticas,
gracias a las cuales el alma contempla al nous como su objeto propio y ve
la procesión de las diversas órdenes a partir del principio último. Mediante
las virtudes paradigmáticas el alma se identifica con el nous que es el
lugar de las ideas y el paradigma de todas las cosas. Finalmente, por encima de
estas cuatro clases de virtudes están las virtudes sacerdotales, cuyo ejercicio
vuelve al alma en éxtasis hacia lo uno. Para ello el sacerdote ha de atender a
la revelación divina y, por ello, es superior al filósofo.
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A la Escuela de Pérgamo
pertenece EDESIO,
discípulo de Jamblico. Se caracteriza por su interés por la teurgia y la
restauración del politeísmo. En esta misma linea están Máximo,
Salustio y Libanio, así como el
emperador Juliano el Apostata
(322-363) el cual, en su reinado (361-363) se mostró adversario del
cristianismo y defensor del politeísmo.
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A la escuela de Atenas
pertenece PROCLO (410-485)
La biografía de su discípulo Maximo
es la principal fuente de información sobre Proclo.
Nació el año 418 (8 de enero) en Bizancio. Despues estudió en Alejandría
letras, derecho y matemáticas, asi como las obras lógicas de Aristóteles.
Despues viaja a Atenas en donde entra en contacto con la tradición neoplatónica.
A los 28 años escribe su Comentario sobre el Timeo y funda una escuela en
Atenas. Comienza a interesarse por los mitos y las religiones orientales. Dentro
del neoplatonismo está más en la linea de Jámblico que la de Plotino al dar
mayor importancia que éste al mundo de la teurgia. Se alza en contra del
cristianismo como defensor de las antiguas tradiciones. Muere en el año 485 a
los 73 años en Atenas.
Escribe fundamentalmente comentarios a las obras de Platón aunque recreándolas
e interpretándolas a su manera.(ver pag 123)
El motivo central de su pensamiento es su concepción del desenvolvimiento triádico
( ya presente en Jámblico ) convirtiéndolo en el principio capital de la
procesión de los seres a partir de lo Uno, es decir, de la emanación de los órdenes
del ser desde el arjé más algo hasta el más ínfimo de sus grados. Los
efectos del ser son en parte semejantes y en parte desemejantes del principio
originario. En tanto en cuanto reflejan semejanza hay que considerarlos, en
cierto modo, como semejantes a su principio ya que, gracias a esta semejanza, se
opera la procesión emanente. Por su parte, la desemejanza hace que suceda todo
lo contrario, es decir, se inicia un proceso inverso de emanación. Tenemos, por
tanto, dos momentos del desarrollo de emanación: el primero empuja a permanecer
en el principio a partir de su semejanza con él. El segundo tiende a salirse
del principio iniciando una procesión externa a lo uno. Proclo señala
también un tercer momento consistente en la tendencia y el deseo de retorno
hacia la fuente inmediata de emanación.
El principio original es el primer Uno que es causa primera-última por la
imposibilidad de un progreso ad infinitum (sigue a Aristóteles). Del uno
solamente podemos decir lo que no- es, advirtiendo que se halla por encima de
todo pensar discursivo y de cualquier predicación positiva, como inefable e
incomprensible.
Del Uno proceden las unidades ( henades ) que son dioses suprasensibles y
bondadosos. De ellos procede la esfera del nous que se subdivide en las
esferas que se corresponden con los conceptos de ser, vida y pensamiento. Además
subdivide también cada una de estas esferas.
Por debajo de la esfera del nous está la esfera del alma que es algo intermedio
entre el mundo suprasensible y el sensible. Se subdivide en tres esferas: la de
las almas divinas, demoníacas (angeles, demonios y héroes) y las almas
humanas. Estas también se subdividen en otras.
El mundo viviente está formado y guiado por almas divinas y por ello no puede
ser algo malo. El mal es una imperfección inseparable de los estratos
inferiores de la jerarquía emanatoria.
Basándose en el principio de que lo semejante tiende hacia lo semejante, Proclo,
atribuye al alma humana una facultad superior al pensamiento con la cual puede
ascender hacia lo uno. El alma (a la que concibe como una corporeidad etérea,
compuesta de luz, entre material e inmaterial e imperecedera) con los ojos de lo
etéreo es como puede percibir las teofanías. Asciende el alma por las
escaleras de la virtud ( como en Jámblico ) hasta llegar a la visión extática
de lo Uno. Proclo distingue tres etapas en la ascensión del alma: Eros, Verdad
y Fe. La verdad llena al alma del conocimiento de la verdadera realidad. La fe
consiste en el silencio místico ante lo incomprensible y lo inefable.
A Proclo le siguieron en Atenas,
DAMASCIO
(520 d. d. Cristo) el cual señala
que la filosofía nunca puede alcanzar la verdad dando rienda suelta al
misticismo y a las supersticiones. Discípulo suyo fue SIMPLICIO
famoso por sus comentarios de Aristóteles y por habernos legados muchos
fragmentos de los presocráticos.
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Por su parte, en la Escuela
de Alejandría,
surge también una escuela neoplatónica dedicada a comentar textos de Aristóteles
y al desarrollo de las ciencias. Destacan
HIPATIA ( asesinada por los
cristianos en el año 415 ) y que escribe sobre cuestiones de matemáticas y de
astronomía. ASCLEPIODOTO
(segunda mitad del siglo V). JUAN
FILOPONO (convertido al
cristianismo). Parece que se centraron más en la interpretación de la física
de Platón y de Aristóteles con lo que el interés metafísico y místico pasa
a un segundo plano.