CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
SOBRE LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO:
Tanto la figura de Jesús, como los evangelios sinópticos y
de San Pablo, y, toda la posterior literatura patrística cristiana son, en
primer lugar, deudores, (entre otras muchas corrientes religiosas y filosóficas
a las que tanto debe el cristianismo, como veremos) de la primitiva
escatología presente en el pueblo judío de Israel. Y es que no se debería
olvidar nunca este dato: el fundador del cristianismo fue un judío nacido en
Israel. Y este judío se presentó ante su pueblo anunciando
la llegada del reino de Dios. Ahora bien:
¿Cómo se interpretaba ese "reino de dios" en el Israel que le toca vivir a Jesús?
En la tradición judía, en la que Jesús está insertado, el
reinado de Dios tenía un significado político-religioso. Javhé había
realizado una alianza con el pueblo de Israel que le llevará a su liberación
terrenal. La figura de Jesús se encuentra encarnado dentro de esta corriente ya
que nace judío.
Pues bien, la figura mesiánica de Jesús debería situarse, antes
de nada, en relación con la concepción que el pueblo judío tenía sobre el
Mesías.
Al fin y al cabo, Jesús, pertenecía a esa cultura. Las investigaciones de Klausm, revelan que Jesús tenía conciencia de ser un Mesías y,
lo que es más importante, señala también, que tal conciencia nada tiene que
ver con las interpretaciones teologizantes llevadas a cabo más tarde por San
Pablo y por los Evangelistas. Podrá estarse de acuerdo o no con esta
afirmación pero, creemos, que no deja de ser interesante analizarla. Uno de los
propósitos de este trabajo es llevar a cabo tal análisis.
En resumen: la historia del pueblo judío, en donde Jesús nace, casi siempre
estuvo saturada
por la siguiente idea: en un cierto momento del tiempo histórico,
un mesías ( ungido de Dios ) restaurará Israel como pueblo de Javhé,
lo liberará de sus enemigos, será rey y pondrá a todas las naciones bajo su
dominio político y religioso. La alianza del pueblo de Israel y Yavhé
garantizan este proceso.
CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
(Sobre los orígenes del Cristianismo: Formación de la
idea mesiánica en Israel)
¿cómo llegó a formarse en Israel
esta "idea mesiánica" que Jesús dice representar?
Hagamos un poco de historia:
En la denominada
época pre-exílica, Israel, había imitado el ideal de realeza presente en las antiguas civilizaciones del oriente cercano. En esas civilizaciones ( Egipto, Mesopotamia ) existía una visión mítica del rey el cual era un especie de hijo adoptivo de los dioses; también era un ser que sufre, muere y resucita anualmente, siguiendo el ciclo agrario, lo que permitía renovar las potencias vitales debido a su expiación periódica por el bien de los hombres. Esto, por otra parte, permitía también hacer frente a la amenaza del caos. En Egipto el rey era un auténtico Dios. En Mesopotamia, sin embargo, era un hombre pero que presentaba cualidades divinas desde el momento de la gestación.
CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
¿Cuál es la verdadera naturaleza de ese
Mesías?
Parece evidente que el pueblo judío
interpretó al MESIAS
según los dos significados siguientes:
a) Por un lado, el Mesías era una figura terrenal, con dimensión
religioso-político-nacional.
b) Por otro lado, el Mesías era una figura del mundo celeste que tenía una dimensión
palingenésica.
Pues bien, según fueran discurriendo los acontecimientos
históricos para los judíos, el pueblo de Israel, podrá el acento en una
u otra visión.
Por ejemplo, en los tiempos en que vive Jesús los
acontecimientos históricos hicieron que se concibiera al Mesías más,
como un representante divino que venía a instaurar, desde el punto de vista
político y religioso, el reino de Israel; que como el dios palingenésico
del final de los tiempos y el juicio final.
El ideal palingenésico del Mesías está presente, sobre todo, en la literatura
apocalíptica. Tal literatura se corresponde con una época en donde prima
un total escepticismo acerca de la venida de un Mesías
político-religioso-terrenal. De ahí que, ahora, el acento se ponga en lo
sobrenatural. Es por ello por lo que emergen concepciones acerca del hombre
daniélico de rasgos celestes. Serán los evangélicos sinópticos quienes realmente crean
a este tipo de personaje: frente al ideal del Mesías davídico, comienza a hablarse de un Mesias,
hijo del hombre, que es
un Dios. Pero incluso en este tipo de concepción mesiánica siguen estando
presentes los rasgos terrenales y nacionales. Ello se percibe claramente en el
artificio o invento del Millennium como fase terrenal intermedia para la
consumación final y absoluta del reino de Dios. También en el apocalipsis
de Ezra se encuentra formulada esta idea de de un reino terrenal milenario
(1.400 años) en donde el mesias quiliástico reinaría sobre una tierra
transfigurada, juzgando a los enemigos y premiando a los aliados de Israel. Es
al final del milenio cuando irrumpiría el juicio final, la destrucción del
mundo terrenal y el comienzo de un mundo transhistórico y sin fin. En
definitiva, el componente nacional–terrenal era tan fuerte en el pensamiento
judío que, incluso las figuraciones míticas del apocalípsis, reservaban un
hueco para estas concepciones: la victoria de Dios siempre esta íntimamente
unida al pueblo terrenal de Israel. Ahora bien:
¿Cuál de estos dos ideales mesiánicos
representa la figura de Jesús?
La posible respuesta tiene que ir acompañada necesariamente por el estudio y el
análisis de la situación social y política de Israel en el momento en que
Jesús nace.