LIBRO II DEL ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO
CAPÍTULO 12
De las ideas complejas
§ 1. Son las que la mente compone de ideas simples. Hasta
aquí hemos considerado aquellas ideas para cuya recepción la mente es sólo
pasiva, es decir, aquellas ideas simples que recibe por las vías de la sensación
y de la reflexión, antes mencionadas, de manera que la mente no puede producir
por sí sola una de esas ideas, ni tampoco puede tener ninguna idea que no
consista enteramente en ellas. Pero aunque es cierto que la mente es
completamente pasiva en la recepción de todas sus ideas simples, también es
cierto que ejerce varios actos propios por los cuales forma otras ideas,
compuestas de sus ideas simples, las cuales son como los materiales y fundamento
de todas las demás. Los actos de la mente por los cuales ejerce su poder sobre
sus ideas simples son principalmente estos tres:
1. Combinar varias ideas simples en una idea compuesta; así es como se hacen
todas las ideas complejas.
2. El segundo consiste en juntar dos ideas, ya sean simples o complejas, para
ponerlas una cerca de la otra, de tal manera que pueda verlas a la vez sin
combinarlas en una; es así como la mente obtiene todas sus ideas de relaciones.
3. El tercero consiste en separarlas de todas las demás ideas que las acompañan
en su existencia real; esta operación se llama abstracción, y es así como la
mente hace todas sus ideas generales. Todo esto muestra cuál es el poder del
hombre, y que su modo de operar es más o menos el mismo en los mundos material
e intelectual. Porque en ambos casos los materiales de que dispone son tales que
el hombre no tiene poder sobre ellos, ni para fabricarlos, ni para destruirlos;
cuanto puede hacer el hombre es, o bien unirlos, o bien colocar uno junto al
otro, o bien separarlos completamente. Comenzaré aquí con la primera operación,
visto el propósito que tengo de estudiar las ideas complejas, y pasaré a
examinar las otras dos en el sitio que les corresponde. Así como se observa que
las ideas simples existen unidas en diversas combinaciones, así la mente tiene
el poder de considerar a varias ideas unidas, como una sola idea, y eso es así
no sólo según se dan unidas en los objetos externos, sino según ella misma
las ha unido. A las ideas así hechas de varias ideas simples unidas las llamo
ideas complejas. Tales son belleza, gratitud, un hombre, un ejército, el
universo. Y aunque son compuestas de varias ideas simples, o de ideas complejas
formadas de ideas simples, sin embargo, cuando la mente quiere, las considera a
cada una, en sí misma, como una cosa entera significada por un nombre.
§ 2. Las ideas complejas se hacen a voluntad. Por esta facultad
de repetir y unir sus ideas, la mente tienen un gran poder en variar y en
multiplicar los objetos de sus pensamientos, infinitamente más allá de lo que
le proporcionan la sensación y la reflexión. Pero todo esto no se sale de las
ideas simples que la mente recibe de esas dos fuentes, ideas que son, en
definitiva, los materiales de todas las composiciones que haga. Porque las ideas
simples provienen todas de las cosas mismas, y de esa clase de ideas la mente no
puede tener ni más ni otras que las que le son sugeridas. No puede tener otras
ideas de las cualidades sensibles fuera de las que le llegan del exterior por
los sentidos, ni ninguna otra idea de distintas especies de operaciones de una
substancia pensante, que no sean las que encuentra en sí misma. Empero, una vez
que la mente tiene ya esas ideas simples, no queda reducida a la mera observación
y a lo que se presenta del exterior; puede, por su propio poder, unir esas ideas
que ya tiene, y producir nuevas ideas complejas, que jamás recibió así
formadas.
§ 3. Las ideas complejas son modos, substancias o relaciones.
Cualquiera que sea la manera como las ideas complejas se componen y descomponen,
y aun cuando su número sea infinito, y no tenga término la variedad con que
llenan y ocupan los pensamientos de los hombres, sin embargo me parece que
pueden comprenderse todas dentro de estos tres capítulos:
1) Los modos.
2) Las substancias.
3) Las relaciones.
§ 4. Los modos. Primero, llamo modos a esas ideas complejas que,
cualquiera que sea su combinación, no contengan en sí el supuesto de que
subsisten por sí mismas, sino que se las considera como dependencias o
afecciones de las substancias. Tales son las ideas significadas por las palabras
triángulo, gratitud, asesinato, etc. Y si empleo la palabra modo en un sentido
un tanto diferente de su significación habitual, pido perdón; pero es que
resulta inevitable en las disertaciones que se desvían de las nociones comúnmente
recibidas, ya sea fabricar palabras nuevas, ya usar palabras viejas con una
significación un tanto nueva, y este último expediente es quizá el más
tolerable para el presente caso.
§ 5. Modos simples y mixtos. Hay dos clases de estos modos que
merecen consideración separada. Primero, hay algunos que sólo son variaciones
o combinaciones diferentes de una y la misma idea simple, sin mezcla de ninguna
otra. Por ejemplo, una docena, una veintena, que no son sino las ideas de otras
tantas unidades distintas que han sido sumadas, y a éstas llamo modos simples,
en cuanto que quedan contenidas dentro de los límites de una idea simple. Pero,
segundo, hay algunos otros compuestos de ideas simples de diversas especies, que
han sido unidas para producir una sola idea compleja; por ejemplo, la belleza,
que consiste en una cierta composición de color y forma que produce gozo en el
espectador, y el robo, que siendo la oculta mudanza de la posesión de alguna
cosa, sin que medie el consentimiento de su dueño, contiene, como es patente,
una combinación de varias ideas de diversas clases; y a éstos llamo modos
mixtos.
§ 6. Substancias singulares o colectivas. Segundo, las ideas de
las substancias son aquellas combinaciones de ideas simples que se supone
representan distintas cosas particulares que subsisten por sí mismas, en las
cuales la supuesta o confusa idea de substancia, tal como es, aparece siempre
como la primera y principal. Así, si a la substancia se une la idea simple de
un cierto color blanquecino apagado, con ciertos grados de pesantez, de dureza,
de ductilidad y de fusibilidad, tenemos la idea del plomo; y una combinación de
las ideas de una cierta forma, con los poderes de moverse, pensar y razonar,
unidas a la de substancia, produce la idea común de un hombre. Ahora bien,
también de las substancias hay dos clases de ideas: la una, de substancias
singulares, según existen separadas, como de un hombre o una oveja; la otra, de
varias substancias reunidas, como un ejército de hombres, o un rebaño de
ovejas; las cuales ideas colectivas de varias substancias así reunidas, son,
cada una, tan una sola idea como lo es la de un hombre o de una unidad.
§ 7. La relación. Tercero, la última especie de ideas complejas
es la que llamamos relación, que consiste en la consideración y comparación
de una idea con otra. Trataremos por su orden de estas tres especies de ideas.
§ 8. Las ideas más abstrusas proceden de las dos fuentes: la sensación
o la reflexión. Si seguimos paso a paso el progreso de nuestra mente, y
si observamos con atención cómo repite, suma y une las ideas simples que ha
recibido de la sensación o de la reflexión, nos veremos conducidos más allá
de donde en un principio, quizá, podríamos habernos imaginado. Y si observamos
cuidadosamente los orígenes de las nociones que tenemos, encontraremos, así lo
creo, que ni siquiera las ideas más abstrusas, por más alejadas que puedan
parecer de la sensación o de cualquiera operación de nuestra propia mente no
son, sin embargo, sino ideas que el entendimiento forma para sí mismo,
repitiendo y uniendo ideas que ha recibido, ya de los objetos sensibles, ya de
sus propias operaciones acerca de esas ideas. De tal suerte que aun las ideas más
amplias y más abstractas proceden de la sensación o de la reflexión, ya que
no son sino lo que la mente, por el uso común de sus propias facultades
ocupadas en las ideas recibidas de los objetos sensibles, o de las operaciones
que acerca de ellas observa en sí misma, puede alcanzar y de hecho alcanza.
Esto es lo que intentaré mostrar respecto de las ideas que tenemos del espacio,
del tiempo, y de la infinitud, y de algunas otras que parecen las más remotas
de aquellos dos orígenes.