TEXTO9A

Así como la percepción es la primera facultad de la mente, desde el momento en que se ocupa de nuestras ideas, también es la primera y más simple idea que tenemos por medio de la reflexión que algunos llaman pensar en general.....Es totalmente seguro que cualquier alteración que experimenta el cuerpo, si no llega a la mente; cualquier impresión que afecta las partes exteriores, sin ser advertida en el interior, no produce ninguna percepción. El fuego puede abrasar nuestros cuerpos sin que produzca en nosotros más efecto que sobre un trozo de madera, a menos que el movimiento se continúe hasta llegar al cerebro, y que allí se produzca la sensación de calor o la idea de dolor, que es en lo que consiste la verdadera percepción.... Puede existir una impresión suficiente sobre el órgano; pero, al no llegar a ser observada por la mente, no existe percepción; y aunque el movimiento que comúnmente provoca la idea de sonido llegue al oído, no se escucha, sin embargo, ningún sonido.... De esta manera, siempre que exista sensación o percepción es que se ha producido realmente alguna idea y que se encuentra en el entendimiento.
Comentario





























































TEXTO9B

En lo que se refiere a la percepción, conviene tener en cuenta que las ideas percibidas a través de la sensación se alteran con frecuencia por medio del juicio, en el caso de los adultos, sin que lo observemos...Ciertos hábitos, y de manera especial los que adquirirnos en edades tempranas, terminan por producir en nosotros actos que con frecuencia escapan a nuestra observación. ¿Cuántas veces tapamos, a lo largo de un día, nuestros ojos con los párpados, sin darnos cuenta de que estamos a oscuras? Algún hombre utiliza constantemente y por costumbre ciertas palabras que no vienen al caso y de este modo, en casi todas sus frases, emite ciertos sonidos que, aunque son advertidos por los demás, no son escuchados ni observados por él mismo. Por tanto, no resulta tan extraño que nuestra mente cambie con frecuencia la idea de sus sensaciones por otra de su juicio, y que haga que la una solamente sirva para provocar la otra sin que nosotros lo percibamos.
Comentario





























































TEXTO9C

Me parece que esta facultad de la percepción es la que marca la diferencia existente entre el reino animal y los seres inferiores de la naturaleza. Porque si bien es cierto que muchos vegetales poseen un cierto grado de movimiento.....Pienso que no es sino mero mecanicismo, y que ese movimiento no se produce de una forma muy diferente a la que provoca que se rice, por efecto de la humedad, la barba de la avena selvática, o que se acorte un lazo al mojarse; ya que todo ello se efectúa sin ninguna sensación por parte del sujeto, y sin que éste tenga ni reciba ninguna ida. Creo que la percepción se encuentra, en cierto grado, en todas las clases de animales; aunque, en algunas, es probable que los conductos con que la naturaleza las ha dotado para percibir las sensaciones sean tan escasos y la percepción que ofrecen tan oscura y absurda, que se queda muy por debajo de la vivacidad y riqueza de sensaciones que tienen otros animales....A partir de la constitución de una ostra o una almeja, me parece que podemos afirmar de manera razonable que no poseen ni la cantidad ni la viveza de sentidos que un hombre u otros animales distintos; y en el caso de que los tuvieran de poco provecho les podrían resultar dada la incapacidad que tienen para moverse de un lugar a otro. ¿Qué beneficio le podría suponer la vista o el oído a una criatura que no puede moverse hacia los objetos que les pueden ser de provecho, ni alejarse de los que le pueden producir un perjuicio?.... No puedo menos de pensar, sin embargo, que estos animales poseen alguna pequeña percepción que los diferencia de la absoluta insensibilidad.
Comentario





























































TEXTO9D

Al ser, pues, la percepción el primer paso y grado hacia el conocimiento y la vía de acceso de todos sus materiales cuantos menos sean los sentidos que cualquier hombre, o cualquier otra criatura tenga; cuantas menos y más difusas sean las impresiones que provocan, y cuanto más embotadas sean las facultades que se ocupen en ellas, más lejano se estará de aquel conocimiento que se halla en algunos hombres. Pero como esto sucede (según puede observarse, entre los hombres) en gran variedad de grados, no se puede descubrir con certeza en las distintas especies de animales, y menos aún en sus individuos particulares. Me basta tan sólo haber advertido aquí que la primera operación de nuestras facultades intelectuales, y la vía de acceso de todo conocimiento a nuestra mente, es la percepción. Y, además, me inclino a pensar que es la percepción en su grado ínfimo lo que establece la frontera entre los animales y las especies inferiores de las criaturas. Pero esto tan sólo lo digo de paso y como una conjetura mía, pues es irrelevante para la materia en que me ocupo lo que dictaminen los sabios sobre este asunto.
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