TEXTO 10A

Además de la imperfección que se encuentra de manera natural en el lenguaje, y de la oscuridad y confusión que es tan difícil de evitar en el uso de las palabras, hay algunas faltas intencionales y negligencias de que los hombres son culpables en esta manera de la comunicación, por las que hacen que estos signos sean menos claros y distintos en su significación de lo que naturalmente deben ser.
Dentro de esta clase, el abuso primero y más palpable consiste en el empleo de palabras sin ideas claras y distintas, o, lo que es peor, el de signos sin ninguna cosa significada. De éstos los hay de dos clases:
1. Se pueden advertir, en todos los lenguajes, ciertas palabras que, una vez examinadas, no significan ninguna idea clara y distinta en su uso apropiado y en su origen. Estas, en su mayoría, han sido introducidas por las diversas sectas de la filosofía y de la religión. Porque sus autores o promotores, bien por afectar a algo singular y fuera de las comunes aprehensiones, bien por defender opiniones extrañas o por ocultar alguna debilidad de sus hipótesis, rara vez dejan de acuñar palabras nuevas y tales que, si se las examina bien, pueden con justicia calificarse de términos sin significado. Porque no teniendo ningún conjunto determinado de ideas anejos a ellos cuando fueron inventados, o al menos no teniendo ninguno que
sea congruente al ser examinadas esas ideas, no es de extrañar que más tarde en el uso vulgar que hacen sus partidarios, no será sino sonidos vacíos, con ninguna o muy escasa significación....Y si alguien quiere estar mejor abastecido, los grandes maestros en esta clase de términos, quiero decir los escolásticos y metafísicos (entre los que pienso se pueden incluir los filósofos diletantes, naturales y morales, de estas últimas edades) les pueden proporcionar gran abundancia donde contentarse.
2. Hay otros que llevan este abuso aún más lejos, los cuales, teniendo la poca precaución de no emplear palabras que en su denotación primaria apenas significan ideas claras y distintas anexas a estas palabras, sino que, por una negligencia imperdonable, emplean con frecuencia palabras que la propiedad del lenguaje ha unido a ideas muy importantes, sin ningún significado realmente establecido. Sabiduría, gloria, gracia, etcétera, son palabras que con frecuencia se encuentran en boca de los hombres; pero si a muchos de los que las emplean se les preguntara qué es lo que quieren significar con ellas, se quedarían sorprendidos y sin saber qué respuesta dar, prueba evidente de que, aunque han aprendido esos sonidos.

Comentario





























































TEXTO 10B

Otro gran abuso de las palabras es la inconstancia en su uso.... Siendo la finalidad de las palabras el ser signos de mis ideas, para comunicarlas a los demás, no por ninguna significación natural, sino por una imposición voluntaria, resulta un claro engaño y un abuso el que unas veces signifiquen una cosa y en otras ocasiones otra distinta; y si esto se hace intencionadamente, no podrá reputarse más que a una gran estupidez o deshonestidad. Y un hombre, en sus cuentas con otro, podría con la misma equidad hacer que los caracteres numéricos significaran unas veces un conjunto de unidades y otras otro diferente, por lo que, por ejemplo, el guarismo 3 significaría unas veces tres, otras cuatro y otras ocho, pues tendría el mismo derecho para ello que el que le asiste para que, en sus discursos o razonamiento, las palabras signifiquen conjuntos diferentes de ideas simples. Si los hombres actuaran así en sus negocios, me gustaría ver quién los realizaba. El que se expresara de esta manera en los asuntos y negocios del mundo, y algunas veces llamara al ocho siete, y otras nueve, según sus conveniencias, rápidamente sería motejado con uno de los nombres que las personas tanto aborrecen. Y, sin embargo, en las argumentaciones y controversias eruditas, esta misma clase de procedimiento pasa comúnmente por ingenioso y docto, aunque para mí es una deshonestidad mayor que la suplantación de cuentas cuando se va a saldar una deuda; y me parece que el engaño será tanto mayor cuanto mayor es el valor de la verdad y su trascendencia que el dinero.
Comentario





























































TEXTO 10C

Otro de los abusos del lenguaje consiste en una oscuridad afectada, bien aplicando a las palabras significaciones nuevas o desusadas, bien introduciendo términos nuevos o ambiguos, sin definirlos o poniéndolos juntos, de modo que su significado usual resulte confuso. Aunque la filosofía peripatética ha sobresalido en este procedimiento, otras sectas no han sido mucho más claras....Que cuerpo y extensión signifiquen en el uso común dos ideas distintas, es algo evidente para quien reflexione un poco; pues si sus significados fueran exactamente los mismos, sería tan acertado e inteligible decir «el cuerpo de una extensi6n» como «la extensión de un cuerpo»; y, con todo, hay algunos que piensan es necesario confundir el significado de estos dos términos. A este abuso y a los perjuicios que trae consigo el confundir la significación de las palabras, la lógica y las ciencias liberales le han dado su aprobación, tal y como se han practicado en las escuelas; y el admirado Arte de la Controversia ha contribuido mucho a la natural imperfección de los lenguajes....Inevitablemente tendrá que ocurrir así mientras el ingenio de los hombres se valore por su capacidad de disputar.....Aunque esta habilidad me parece muy inútil y totalmente contraria a los caminos del conocimiento, ha pasado, sin embargo, por recibir los laudables y estimables nombres de sutileza y agudezas ha obtenido el aplauso de las escuelas y el apoyo de una parte de los hombres doctos del mundo. Y no resulta extraño desde el momento en que los filósofos de la antigüedad (me refiero a esos filósofos disputantes y enredosos a los que Luciano ridiculiza con tanta gracia como razón), y más tarde los escolásticos, deseando cosechar gloria y estimación por su conocimiento grande y universal, el cual resulta más fácil simular que adquirir de verdad, encontraron en esto un buen motivo para encubrir su ignorancia, mediante un curioso  e inexplicable juego de palabras confusas... Empero, como se puede ver en toda la historia, esos doctores tan profundos no fueron ni más sabios ni más útiles que sus vecinos, y trajeron muy poca utilidad a la vida humana....Porque por encima de todos estos sabios polemizantes, de todos estos doctores sapientísimos, fue a estadistas no escolásticos a los que los gobiernos del mundo debieron su paz, su seguridad y sus libertades; y del iletrado y minusvalorado mecánico (nombre que se desprecia) fue de donde recibieron los avances en las artes útiles. Sin embargo, esta ignorancia artificiosa y esta jerga cultista prevalecieron poderosamente en estos últimos tiempos.....Además, no existe mejor manera de conseguir la entrada o sostener la defensa de cualquier extraña y absurda doctrina que el de envolverla con una legión de palabras oscuras, dudosas e indefinidas; lo cual, sin embargo, convierte a esos refugios más en guaridas de ladrones o en madrigueras de zorros que en fortalezas de valerosos guerreros. Y si resulta difícil desalojarlos no es por su fuerza, sino por las zarzas y las espinas y la espesura de la maleza con que se han envuelto, pues como la verdad no es inaceptable para la mente, no le queda otra defensa a lo absurdo que la oscuridad... En este contextos no encontramos con que hay filósofos que tuvieron la suficiente erudición y sutileza como para probar que la nieve era negra, es decir, para probar que lo blanco era negro. Y como ellos tenían la ventaja de poder destruir los instrumentos y significados del discurso, de la conversación, de la instrucción y de la sociedad, no han hecho, con su gran arte y sutileza, sino embrollar y confundir la significación de las palabras.
Comentario





























































TEXTO 10D
No se ha detenido este daño en las sutilezas lógicas, o en las curiosas y vanas especulaciones, sino que ha invadido los más importantes cimientos sobre los que se asienta la vida y la sociedad, ha oscurecido y confundido las verdades materiales de las leyes humanas y divinas, ha traído la confusión, el desorden y la incertidumbre a los asuntos relacionados con los hombres, y si no las ha destruido, al menos ha hecho inútiles en gran medida, estas dos grandes importantes normas: la religión y la justicia. ¿Para qué han servido, si no, la mayor parte de los comentarios y de las disputas sobre las leyes humanas y divinas, sino para hacer su significado más dudoso y su sentido más confuso? ¿Cuál ha sido el efecto de toda esa multitud de distinciones curiosas, de esas amenas sutilezas, sino la oscuridad e incertidumbre, que hacen más ininteligibles las palabras y dejan más desorientado al lector? ¿Por qué ocurre que los príncipes son comprendidos por sus criados cuando les hablan y escriben, y no lo son cuando dictan las leyes a su pueblo? Y, según advertí antes, ¿acaso no ocurre que muchas veces un hombre de capacidad normal comprende perfectamente un texto, o una ley que acaba de leer, hasta que consulta a un expositor o a un abogado, quienes, después de gastar el tiempo en explicarlos, hacen que las palabras no signifiquen nada en absoluto, o que signifiquen lo que ellos quieran?
No voy a examinar aquí si algunos han sido los causantes de todo esto por el interés de sus profesiones; pero me gustaría que se considerase si no sería bueno para el género humano, cuyo mayor interés está en conocer las cosas como son y en actuar como deben, y no en gastar sus vidas en hablar sobre ellas, dando vueltas y jugando con las palabras, si no sería bueno, digo, que el uso de las palabras fuese llano y directo, y que el lenguaje, que nos ha sido dado para perfeccionar el conocimiento y unirnos a la sociedad, no se empleara en destruir la verdad y camuflar los derechos de los pueblos, para sembrar tinieblas y hacer ininteligibles a la vez la moral y la religión o, al menos, si tiene que suceder así, ¿no tendrían que dejar de tenerse como ciencia y conocimiento?

Comentario




























































TEXTO 10E

Otro gran abuso en las palabras consiste en tomarlas por cosas. Esto, aunque en alguna medida concierne a todos los nombres en general, afecta, sin embargo, de manera más específica a los de las sustancias..... ¿Quién que haya sido educado dentro de la filosofía peripatética no piensa que los diez nombres bajo los que se han clasificado los diez predicamentos están exactamente de acuerdo con la naturaleza de las cosas? ¿Quién hay de esta escuela que no esté convencido de que las formas sustanciales, las almas vegetativas, el horror al vacío, las especies intencionales, etc., son algo real? ... Los platónicos tienen su alma del mundo, y los epicúreos la tendencia hacia el movimiento en sus átomos cuando están en reposo. Y apenas existe una secta filosófica que no tenga un conjunto de términos que los demás no entienden. Pero esta jerigonza, que por la debilidad del entendimiento humano sirve ya bien para paliar la ignorancia de los hombres y para cubrir sus errores....Hasta qué punto los nombres tomados en lugar de las cosas son capaces de confundir el entendimiento es algo que podrá descubrir el lector atento de los escritores filosóficos; y eso quizá en palabras poco sospechosas de prestarse a esas confusiones. Voy a usar como ejemplo una sola palabra de las de uso más familiar. ¿Cuántas intrincadas disputas no se han dado sobre la materia, como si hubiera realmente alguna cosa tal en la naturaleza, distinta del cuerpo, pues es evidente que la palabra materia significa una idea diferente de la idea de cuerpo? Pues si las ideas que estos dos términos significan fueran precisamente las mismas, en cualquier ocasión se podría usar indiferentemente el uno por el otro. Pero podemos ver que, si bien resulta adecuado afirmar que hay una materia de todos los cuerpos, no es posible decir que hay un cuerpo de todas las materias. De manera familiar, decimos que un cuerpo es mayor que otro, pero suena mal (y creo que nunca se usa) decir que una materia es mayor que otra. ¿Qué se deduce, entonces, de aquí?, es decir, de que aunque la materia y el cuerpo no sean realmente distintos, sino que donde existe uno existe la otra, sin embargo, materia y cuerpo signifiquen dos concepciones diferentes, en que la una es incompleta y solamente una parte de la otra. Pues cuerpo significa una sustancia sólida y dotada de forma, en tanto que materia no es sino una concepción parcial y más confusa, que me parece se usa para referirse a la sustancia y solidez de un cuerpo, sin referirse a su extensión y forma. Y por eso, cuando nosotros hablamos de materia, hablamos siempre de ella corno una, porque en realidad solamente contiene de una manera expresa la idea de una sustancia sólida, que en todas partes es la misma y uniforme. Siendo ésta nuestra idea de materia, no concebimos mejor ni hablamos de materias diferentes en el mundo que de solideces diferentes, aunque concebimos y hablamos de cuerpos diferentes, pues la extensión y la figura son susceptibles de variaciones. Pero desde el momento en que la solidez no puede existir sin la extensión y la forma, el hablar de materia como algo que realmente existe bajo esta abstracción, ha producido sin lugar a dudas esos oscuros e ininteligibles discursos y disputas, que han llenado las cabezas y los libros de los filósofos en torno a la materia prima...Pienso que lo que sí puedo afirmar es que tendríamos un número mucho menor de disputas en el mundo, si las palabras fueran solamente tomadas como signos de nuestras ideas, y no por las cosas mismas. Pues cuando discutimos sobre materia, o sobre cualquier término semejante, realmente sólo discutimos sobre la idea que expresamos por esos sonidos, sin tener en cuenta si esa idea precisa se conforma con algo realmente existente en la naturaleza o no. 
Comentario





























































TEXTO 10F

Otro abuso de las palabras consiste en colocarlas en lugar de cosas que éstas ni significan, ni pueden significar. Podemos observar que en los nombres generales de las sustancias, de las que únicamente conocemos sus esencias nominales, cuando los ponemos en proposiciones y afirmamos o negamos algo sobre ellos, muy comúnmente suponemos de manera tácita o pretendemos que significan la esencia real de alguna clase de sustancias. Porque cuando un hombre afirma que el oro es maleable, quiere decir e insinúa algo más que esto: que lo que llamo oro es maleable (aunque realmente no significa más), sino que quiere que se entienda que el oro, es decir, lo que tiene la esencia real del oro, es maleable, lo que supone decir que la maleabilidad depende y es inseparable de la esencia real del oro. Pero para el hombre que no conoce en qué consiste la esencia real, la conexión en su mente sobre la maleabilidad no se establece realmente con una esencia que desconoce, sino con el sonido oro que pone en lugar de ella. De esta manera, cuando decimos que animal rationale es una buena definición de hombre, y que animal implume bipes latis ungibus no lo es, es evidente que suponemos que el nombre hombre significa en este caso la esencia real de una especie, lo que significaría que «animal racional» describe mejor la esencia real que «animal bípedo, de largas uñas e implume». ¿Por qué, si no, puede Platón hacer que la palabra "ávzropos", u hombre, signifique su idea compleja, hecha de la idea de un cuerpo que se distingue de otros por una cierta forma y apariencia externas, con la misma propiedad que Aristóteles forma la idea compleja, a la que da el nombre de "ávzropos", u hombre, uniendo un cuerpo y la facultad de razonar; a no ser que se suponga que el nombre de ávzropos u hombre, signifique algo distinto de lo que significa, y que se ha puesto en el lugar de alguna otra cosa que la idea de un hombre quiere expresar?.....Es verdad que los nombres de las sustancias serían mucho más útiles, y las proposiciones sobre ellos mucho más ciertas, si las esencias reales de las sustancias fueran las ideas que tenemos en las mentes y que significan esas palabras. Y es por carecer de esas esencias reales por lo que nuestras palabras conllevan tan escaso conocimiento o certeza en las discusiones sobre ellas; y por lo que la mente, para remediar en lo posible esa imperfección, establece, en virtud de una secreta suposición, que las palabras signifiquen algo con esa esencia real, como si de ese modo se aproximara más a ella. Porque, aunque las palabras hombre u oro no signifiquen en verdad sino una idea compleja de las propiedades reunidas en esta clase de sustancias, sin embargo, apenas hay alguien que al usar estas palabras no suponga que cada uno de esos nombres significa una esencia real de la que aquellas propiedades dependan. 
Comentario





























































TEXTO 10G

En sexto lugar, aún queda otro abuso más general, aunque tal vez menos observado, de las palabras que consiste en que los hombres, acostumbrados por un uso familiar a anexarlas a determinadas ideas, tienden a imaginar que existe una conexión tan cercana y necesaria entre los nombres y el significado con el que los usan, que suponen atrevidamente que uno no puede sino entender lo que significan, y que por tanto uno debe aceptar las palabras como si no hubiera duda de que, en el uso de esos sonidos comunes recibidos, el hablante y el oyente tenían necesariamente las mismas ideas precisas.... Y de esta manera, tomando las palabras de los otros como si naturalmente significaran justo lo que ellos están acostumbrados a aplicarlas, nunca se molestan en explicar sus propios significados, o en entender claramente el significado de los demás....Y, sin embargo, los hombres se extravían si en el discurso o en una disputa (en las que a menudo se hace absolutamente necesario) se les pregunta el significado de los términos que emplean....Vida es uno de los términos familiares, y casi resulta imposible encontrar a nadie que no se ofendiera si se le preguntara lo que quería significar con él. Y, sin embargo, cuando surge la cuestión de si una planta que se ha desarrollado de una semilla tiene vida, si el embrión de un huevo antes de su incubación, o un hombre privado de sentidos y movimientos tienen o no vida, es fácil advertir que no siempre acompaña una idea clara, distinta y fija al empleo de una palabra tan conocida como es ésta de vida. Algunos hombres tienen comúnmente ciertas concepciones groseras y confusas, a las que aplican las palabras comunes de su lenguaje, y que un empleo tan difuso de sus palabras le sirve adecuadamente para sus discursos o asuntos habituales. Pero esto no basta para las investigaciones filosóficas: el conocimiento y el razonamiento requieren ideas precisas y determinadas. 
Comentario





























































TEXTO 10H

Para concluir estas consideraciones sobre la imperfección y abuso del lenguaje, estableceré los tres fines principales en nuestros discursos con los demás, a saber: primero, dar a conocer los pensamientos de un hombre o sus ideas a otro; segundo, hacerlo con la mayor celeridad y facilidad posibles, y tercero, transmitir el conocimiento de las cosas: se abusa o se hace un uso deficiente del lenguaje cuando no se cumple cualquiera de estos tres fines.
Comentario