Puesto que las facultades del
entendimiento han sido dadas al hombre, no solamente para la especulación
sino también para conducir su vida, el hombre se encontraría totalmente
perdido si no tuviera nada más para dirigirlo que aquello sobre lo que
tiene la certidumbre de un conocimiento verdadero....Quien no pudiera
comer hasta que se le demostrara que esto le nutría; quien no se moviera
hasta que conociera de manera infalible que tendría éxito el asunto que
intentaba realizar, muy poco podría hacer, a no ser el permanecer estático
y esperar a morirse..... La facultad que Dios ha dado al hombre para
suplir la falta de un conocimiento
claro y seguro en los casos en que no puede tenerlo, es el juicio;
mediante éste, la mente comprueba que sus ideas tienen un acuerdo o
desacuerdo... sin que perciba una evidencia demostrativa en las
pruebas..... De esta manera la mente tiene dos facultades sobre la verdad
y la falsedad: Primera, el conocimiento, por el que la mente percibe y
queda indubitablemente satisfecha del acuerdo o desacuerdo de cualesquiera
ideas. Segunda, el juicio, que consiste en reunir o separar ideas en la
mente, cuando el acuerdo o desacuerdo no se percibe de una manera cierta,
sino que se presume que es así; lo cual consiste, tal y como el mismo término
lo significa, en asumirlo antes de que aparezca con seguridad. Y si han
sido unidas o separadas estas ideas de acuerdo con la realidad de las
cosas, entonces nos hallamos ante un juicio correcto.
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