La respuesta de Protágoras, que comienza a sentirse acorralado, acusa a Sócrates de reproducir de forma inexacta lo que él ha querido decir. En concreto le acusa de lo siguiente:

  1. Confundir el valor con la audacia. (de todas formas había sido Protágoras y no Sócrates quien afirma que, gracias al saber, se llega a ser más audaz)
  2. Sucede lo mismo que me preguntaras, afirma Protágoras, si los fuertes son poderosos. Yo, afirma Protágoras, te respondería que sí. Luego me preguntas si los que han aprendido el arte de la lucha son más poderosos en ella que los ignorantes. Yo también respondería que sí. Y claro está, se llegaría a la conclusión de que fuerza y sabiduría son identificables.
  3. Pero ese razonamiento, afirma Protágoras, no sería correcto ya que yo no acepto que los poderosos sean fuertes, aunque reconozco que los fuertes son poderosos. Y es que según Protágoras, la potencia es efecto del saber pero, a veces, también de la pasión y de la locura. Por su parte, la fuerza, es efecto de la naturaleza y de un cuerpo bien nutrido.
  4. Pues bien, lo mismo sucede con la audacia y el valor. Los valientes son audaces pero los audaces no tienen porque ser valientes. La audacia puede ser efecto de la ciencia, de la pasión o de la locura; mientras que el valor proviene de la naturaleza y de una buena formación del alma. {Ver Texto11}

NOTA:¿Invalida realmente lo dicho últimamente por Protágoras la conclusión anterior, a la que había llegado Sócrates, acerca de la cercanía existente en sabiduría y valor? (algo que, por otro lado era lo que había realmente cuestionado anteriormente Protágoras). La respuesta es evidentemente que NO. En este último análisis de Protágoras lo único que se aclara es que no confunde el valor con la audacia; pero, de ningún modo, cuestiona el hecho de que valor y sabiduría tengan una gran semejanza.(y esto no es lo que había establecido al principio de la discusión con Sócrates). Protágoras acaba afirmando que el valor proviene de una formación del alma (y de la naturaleza). Ahora bien, ¿qué significa una buena formación del alma? ¿es lo mismo que tener sabiduría?. Es muy posible que sí. De todas formas, Sócrates, prefiere abandonar el análisis de este punto confiando en que los presentes saquen sus conclusiones particulares sobre todo lo dicho. Por todo ello, decide llevar la discusión a niveles aún más elevados y, por ello, le plantea a Protágoras lo siguiente: ¿qué piensas, Protágoras, de la ciencia?

Presentación