Sócrates solicita de Protágoras que intente demostrar lo contrario. Para responderle, Protágoras, utiliza un mito: EL MITO DE PROMETEO Y EPITEMEO que, de forma esquemática podría resumirse así:

  1. Se remonta a tiempos antiguos en donde únicamente existían los dioses. Pues bien, en esa época, afirma Protágoras, el DESTINO exigió a los dioses la existencia de los linajes mortales; de ahí que tales dioses modelaran tales linajes con una mezcla de los 4 elementos.
  2. Constituidos los linajes mortales, los dioses, ordenaron a PROMETEO y a su hermano EPITEMEO que distribuyeran de manera conveniente, entre tales linajes, todas las cualidades necesarias para poder sobrevivir. Epitemeo rogó a Prometeo que le dejara realizar tal distribución y que, al final, inspeccionara su obra.
  3. En la distribución, Epitemeo, repartió CUALIDADES EQUILIBRADAS dentro del reino animal, por ejemplo, instinto para cazar, (depredador), pero, también, rapidez para huir.(presa) etc). Sin embargo, como la sabiduría de Epitemeo era imperfecta gastó todas las cualidades sin ser consciente, ni haber PREVISTO que aún le faltaban por repartir cualidades a la especie humana. En esta situación, Prometeo, llegó a inspeccionar el trabajo y descubrió que las especies animales tenían cualidades equilibradas, que permitían su supervivencia; pero también se dio cuenta que el ser humano andaba desnudo, sin calzado, sin abrigo y sin posibilidad de defenderse del ataque de las fieras debido a que Epitemeo no les había repartido ningún tipo de cualidad para sobrevivir.
  4. Ante esta situación, Prometeo, decidió robar la sabiduría artística de Hefesto y Atenea, así como el fuego (símbolo de la técnica) e hizo donación de todo ello al ser humano. Sin embargo, en este reparto, a Prometeo se le olvidó entregar al hombre la VIRTUD POLÍTICA Esta estaba en posesión de Zeus pero resultaba imposible penetrar en su mansión. Todo ello motivó que el hombre (aún poseyendo la sabiduría artística y técnica) tuviese que existir sin virtud política lo que hacía que viviera disperso, sin relación con los demás, en guerras continuas, tanto contra su semejantes, como contra los animales que le atacaban.
  5. Entonces ,Zeus, preocupado porque veía como la especie humana podía acabar por desaparecer, envió a Hermes para que entregara a los hombres los valores del pudor y de la justicia con el objetivo de que, en las ciudades, reinase la armonía y la amistad. Ahora bien, señala Protágoras, la distribución de tales valores se llevó a cabo de una forma TOTALMENTE IGUALATORIA de tal forma que cada uno tuviera su parte en estas virtudes, ya que si solamente la tuvieran algunos, las ciudades no podrían subsistir.
  6. En conclusión finaliza Protágoras afirmando: A) Cuando se trata de asuntos técnicos solamente a unos pocos hombres se les concede el derecho de opinar en la asamblea, debido a que la distribución de tales cualidades fue desigual. Esto implica que no todos los hombres tuvieran una participación igual en ellas. A través del estudio unos podrían llegar a tener más habilidades técnicas y artísticas que otros. B) Ahora bien, cuando se trata de asuntos relacionados con la virtud política, es lógico que la ASAMBLEA deje hablar a cualquiera ya que están convencidos de que todos tienen parte de esa virtud política entregada (Zeus) por igual a todos los hombres. En definitiva, todo hombre participa, por igual, en las virtudes que se refieren a la marcha de la ciudad. C) Además, la virtud política no es fruto de la naturaleza sino que es algo que se enseña por parte de aquellos que la poseen. La prueba más palpable de que se puede enseñar reside en el hecho siguiente: si alguien libremente decide no practicar la justicia, la ciudad puede intimidarle mediante el castigo para que se corrija y deje de ser injusto. Ahora bien, según Protágoras, sería imposible tal exigencia de corrección sino existiera la posibilidad de enseñar como debería ser la actuación según justicia. D) Por otro lado, existe, según Protágoras, una explicación acerca del porque los hombres virtuosos parece que no pueden enseñar su virtud, por ejemplo, a sus hijos. Protágoras analiza esta cuestión desde un punto de vista GENERAL, ya que señala que en la transmisión de la virtud política no intervienen únicamente los padres, sino también la escuela, la sociedad, las compañías, etc lo que hace que ya uno, desde pequeño, hasta que se hace mayor, esté bajo el influjo de múltiples condicionantes. Esto explica que sea realmente imposible esperar alcanzar un SABER ABSOLUTO sobre estos temas lo que explicarían el hecho de que hijos viciosos tengan como padres a seres virtuosos. (Ver Texto4)

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