En el intento de analizar y descubrir en que consiste la VIRTUD,
Aristóteles, analiza las tres clases de cosas que pasan en el alma.: pasiones,
facultades y hábitos. Afirma que las PASIONES son afectos que van
acompañados de placer o dolor. Por ejemplo, la alegría, o los celos. Por su
parte las FACULTADES son aquellas que nos permiten ser capaces de alegrarnos o
de tener celos. Por último, los HÁBITOS hacen referencia a aquello que nos
lleva a comportárnos bien o mal respecto de las pasiones. Por ejemplo, si nuestra
actitud es de alegría por un mal ajeno, estaríamos poniendo en práctica un
mal comportamiento; si, por el contrario, la alegría es por algo bueno que ha
sucedido a otro, entonces estaríamos comportándonos bien.
Las virtudes y los vicios no serían, según Aristóteles, sinónimo de las
PASIONES.
Y esto por las siguientes razones:
Las virtudes y los vicios no son, según Aristóteles, sinónimo de las
FACULTADES.
Y es que no se nos dice que somos buenos o malos porque tengamos la facultad
de
sentir y percibir las pasiones sino por el cómo actuamos ante ellas. Además,
las facultades existen en nosotros por naturaleza, mientras que la virtudes no
lo son, es decir, no somos buenos o malos por naturaleza, pero si tenemos, por
naturaleza, las facultades que nos permiten sentir dolor, tristeza o alegría.
Texto
Dado que las virtudes morales no pueden ser ni pasiones ni facultades,
únicamente resta que sean HABITOS. Más adelante,
Aristóteles, analiza con detalle esta cuestión.