BREVES NOTAS SOBRE EL PENSAMIENTO ESTOICO

FILOSOFÍA DEL LENGUAJE
La filosofía del lenguaje de los estoicos trata sobre el origen de las palabras (etimología). Estaban convencidos de que se tiene que poder descubrir el origen de cada palabra. Y así, por ejemplo, retrotraen un genitivo de la palabra Zeus (Zenós) a la palabra zen (=vivir)
La teoría del significado de los estoicos diferenciaba entre el significante, el significado y el objeto real. El significado es una estructura sonora y en cuanto tal está en conexión con la voz y con sus efectos pues es algo corporeo. Asimismo el objeto   pertenece al ámbito de la física. Por el contrario, el significado (lektón) es incorporeo. Es un producto de la actividad mental, pues sólo el concurso de la razón hace de las expresiones vocales un lenguaje significativo. "Hablar quiere designar una exteriorización vocálica que designa algo pensado".

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
En relación con la teoría del conocimiento del estoiscismo hay que señalar antes de nada que el punto de partida de la misma es la existencia de lo material. A su vez, la percepción altera el estado de nuestra alma material, o incluso produce en ella una huella como si se tratara de cera. La impresión generada se enlaza con otras. Por ello, los conceptos universales pueden surgir de manera natural a partir de las diferentes percepciones, siendo esto lo que los estoicos llaman prólepsis (anticipación). Por otro lado, tambien mediante la actividad de la razón (logos)  las representaciones se transforman en conceptos. Necesitan, al igual que las percepciones, del asentimiento por parte del logos. Sólo de esta manera es posible comprehender algo. Por tanto, la verdadera comprehensión de un objeto supone la existencia en el alma de una imagen fiel al original, la cual se confirma mediante el proceder de una razón que goza de buena salud. "El saber es una inquebrantable comprehensión (katálepsis) que ya ningún argumento de la razón puede invalidad".

TEORÍA FÍSICA
En relación con la concepción física de los estoicos hay que señalar que sólo admiten como ser a aquello que tiene capacidad de actuar o de sufrir una acción, es decir, los cuerpos. Lo pasivo corresponde a la materia (hyle) y lo activo al logos. El logos es la razón universal que recorre como hálito (pneuma) una materia sin delimitación cualitativa, llevando a cabo así una configuración planificada. Todos los objetos contienen simientes del logos (logoi spermatikoí), en las cuales está inscrito su plan de desarrrollo. El elemento primario es el fuego, a partir del cual se desarrollan lo otros elementos (aire, agua, tierra) y el mundo concreto. Al ser calor lo atraviesa todo y constituye el aliento vital de todo. Por ello el fuego es tambien alma y es la fuerza que lo mueve todo racionalmente. Además, los estoicos nos transmiten una concepción cíclica: de la misma manera que el mundo proviene del fuego originario, así volverá de nuevo a perecer en él; y despues de esta combustión universal, volverá a formarse otra vez el mundo de las cosas individuales.

METAFÍSICA ESTOICA
La metafísica de los estoicos se mueve alrededor de dios. Es la fuerza originaria primigenia y originaria de todos los seres ya que alberga en sí la energía germinal de todas las cosas. El fuego configurador, el logos ordenador y Zeus son denominados por los estoicos como dios. En este contexto, el mismo cosmos, sede de vida y pensamiento, es tambien un ser viviente con alma divina.
La racionalidad del logos les lleva a los estoicos a postular un ordenamiento finalista y planificado de las cosas y de los acontecimientos. El cosmos es algo perfectamente organizado y en donde todo ha sido planificado paso a paso por una única fuerza divina. A este orden establecido lo denominan los estoicos como destino (gr.: heimarméne;   lat.: fatum), siendo su correspondiente finalidad establecida la providencia (prónoia, providencia). Nada puede escapar a la necesidad en el mundo.

ETICA ESTOICA
La concepción metafísica de los estoicos condiciona su concepción ética. Dado que los bienes externos no están a nuestra disposición, la actitud interna es lo único que queda bajo el poder del hombre. En este contexto escribe Séneca: "A quien por sí mismo quiere, a éste le lleva el destino; a quien no quiere, el destino le arrastra". El espacio de libertad exterior de que dispone el hombre consiste, por tanto, en una cooperación.
Por todo ello, la finalidad del hombre consiste en vivir conforme con la naturaleza. De esta manera el hombre consigue  la armonía que nos conduce a un buen decurso de la vida y tambien a la felicidad (eudaimonía). La felicidad sólo se puede alcanzar cuando ninguna afección turba la paz del alma. La afección se considera un impulso excesivo. Su origen reside en una representación a la que se ha atribuido un valor equivocado. Sus consecuencias llevan al pathos, a la pasión. Y dado que el objeto de esa pasión no se puede conseguir en su totalidad más que en raras ocasiones, el hombre permanece insatisfecho. El ideal estoico es la apatia, es decir, la liberación de tales afecciones. Los estoicos distinguen cuatro tipos de afecciones: placer, aversión, deseo y miedo. Se pueden evitar usando la recta razón (orthós lógos): pues un impulso solamente se convierte en afección si la razón confirma el valor de su objeto. La comprehensión del verdadero valor de las cosas impide la tendencia hacia  bienes equivocados o elimina el miedo ante algunos males supuestos. El conocimiento de que todos los bienes externos no tienen ningún valor para la felicidad forma parte de ello. Las afecciones surgen cuando la razón asigna una finalidad equivocada al instinto.
Los estoicos diferencian entre las cosas buenas, la malas y las adiáphora (indiferentes). Las buenas son las virtudes, y las malas sus contrarios. Indiferentes son todas las demás cosas, ya que no contribuyen en nada a la felicidad. Y entre estas últimas  las hay que, o bien son completamente indiferentes, como por ejemplo el número de pelos que tenemos en la cabeza, o bien son preferibles o rechazables. Hay que preferir siempre las cosas que se corresponden con la disposición natural. Dado que tenemos tambien que elegir entre lo indiferente, es por lo que debemos elegir lo más natural y así, por ejemplo, preferir la salud a la enfermedad o la amistad a la enimistad.
Los estoicos distingen tambien entre los diferentes tipos de acciones. Por un lado están las malas (que proceden de una comprehensión equivocada) y, por otra, las buenas que proceden de una comprehensión correcta. Las acciones intermedias que están entre ámbas se denominan apropiadas si en ellas se realiza una disposición natural. Tales acciones no provienen de una comprehensión, pero realizan un bien natural.