TEORIA POLITICA DE TOMAS DE AQUINO
Ley humana positiva

Obra: De regimene principum.
A) La SOCIEDAD-ESTADO es una institución natural fundamentada en la naturaleza humana ( como vimos ). Ello se debe a la existencia de la razón y del lenguaje que nos hacen ver que el fin del hombre es esta vida es algo colectivo.
El GOBIERNO también es una institución natural. Si no existiera se produciría el peligro de disgregación egoísta por parte del hombre. Tanto la Sociedad como el Gobierno no son el resultado del pecado y la maldad humanas (Agustín). Incluso en estado de inocencia, tanto el gobierno como la sociedad serían necesarios a partir de las desigualdades naturales del hombre.
RELACIONES ENTRE EL ESTADO Y LA IGLESIA:
El ESTADO es una sociedad autónoma que posee los medios necesario para la consecución del fin a que está destinado: el bien común. Tal bien común exige: paz dentro del estado; dirección unificada; provisión necesidades de vida; paz con el exterior.
La IGLESIA tiene un fin sobrenatural y, por tanto, más elevado que el del Estado. Tomás de Aquino defiende el poder indirecto de la Iglesia sobre el Estado: éste debe subordinarse a la iglesia en asuntos de carácter sobrenatural. Ello no implicaría, según Tomás de Aquino, pérdida de autonomía de la función del Estado. Y no significaría pérdida de autonomía por lo siguiente:
El fin de la vida social es la vida buena según virtud. Ahora bien, la auténtica vida virtuosa no es la fundamentada en el medio (al modo aristotélico), sino la que tiene carácter teologal. En la práctica esto significa que no está en manos de ningún organismo humano el conseguir el auténtico hombre virtuoso. De ahí que no deben ser las leyes humanas el fundamento último de la vida social sino la ley eterna. Y la ley eterna la representa mejor la iglesia que el estado. Por consiguiente, en última instancia, los reyes deben de someterse a los sacerdotes. La función del estado debe de consistir en realizar sus tareas propias, pero poniendo siempre la atención en que la auténtica felicidad está en la otra vida. Ahora bien, según Tomás de Aquino, esto no implica que el hombre tenga dos fines: uno natural y otro sobrenatural. Existe un único fin (el sobrenatural). Y tanto el Estado como la Iglesia deben de contribuir a la consecución de tal fin. El problema de las relaciones entre la iglesia-estado, en Tomás de Aquino, son muy similares a las relaciones entre razón-fe.
ACERCA DE LA LEY POSITIVA:
a) Diferenciar entre la ley divina positiva y la ley humana positiva. La primera es la ley de Dios revelada, imperfectamente a los judíos, y, perfectamente a través de Cristo.
b) La segunda representa la aplicación práctica de la ley natural a través de decretos que hagan explícito las ideas generales de la ley natural. Derivación de la ley natural. La ley humana positiva es verdadera en cuanto refleje la ley natural. Toda ley positiva que vaya en contra de la ley natural no obliga en conciencia. Ahora bien, la ley natural no es otra cosa que un reflejo de la ley eterna. Por consiguiente la ley positiva nunca podría ir en contra de la ley eterna (?).
El PODER DEL MONARCA procede de Dios. De todos modos algunos afirman que existen textos en donde parece que Tomás de Aquino daba a entender que tal poder derivaba directamente del pueblo y de éste pasaba al monarca. Otros afirman que existen también textos que niegan categóricamente esto último. Dejando de lado esta absurda polémica, parece que, sobre esta cuestión, se podría establecer lo siguiente:
1º) El gobernante no tenía poder legislativo.
2º) La mejor constitución sería mixta: elementos aristocráticos así como ciertos magistrados elegidos por el pueblo (democracia) deberían formar parte del gobierno.-
En cuanto a las FORMAS DE GOBIERNO dice:
1º) hay tres tipos de gobiernos buenos: democracia que observa la ley; aristocracia=monarquía.
2º) Tres tipos de gobiernos malos: democracia demagógica; oligarquía; tiranía.
3º) La Monarquía es el mejor de los buenos gobiernos. Es la más natural ya que representa de modo análogo el gobierno de la razón sobre las otras partes del alma. Tal monarquía debería estar controlada por los magistrados de elección popular.

Aquino