La concepción moral de Tomás de Aquino presenta similitudes y diferencias con la moral de
del siglo IV a de Cristo. La ética de este filósofo tiene caracter y la consecución de la felicidad tiene esencialmente caracter de tipo aunque no desprecia los bienes . Tomás de Aquino acepta algunos elementos intelectualistas de Aristóteles pero la felicidad tiene, sobre todo, una dimensión al depender la razón de la fe.
Tomás de Aquino habla de actos reflejos y sin connotación moral a los que define como actos del y de actos libres procedentes de la voluntad y que define como actos libres. Estos actos son los que hacen al hombre virtuoso. La virtud es fruto del y existen virtudes denominadas y virtudes denominadas . Las primeras perfeccionan los poderes racionales del hombre y pueden existir al margen de las . Las segundas actúan sobre la parte del alma denominada y es posible tenerlas sin poseer las virtudes .
Tomás de Aquino, del mismo modo que Aristóteles, define las virtudes morales como un término entre el y el así, por ejemplo, el valor sería un término medio entre la y la De todos modos, dado que el fín del hombre es sobrenatural, Tomás de Aquino, ademas de estas virtudes, habla tambien de las virtudes como son la la y la virtud de la .
Tomás de Aquino reflexiona tambien sobre la naturaleza de la ley. Afirma que la ley divina, en cuanto dirige los actos y movimientos del universo, es ley
. Esta ley aparece reflejada en el interior del hombre a través de la ley en donde sus principales preceptos son la preservarción de la la propagación de la asi como la tendencia hacia la búsqueda de la y a vivir en . La ley revelada imperfectamente a los judios y perfectamente a través de Cristo es la ley divina y la ley de los hombres que debería reflejar tanto a la ley natural como a la ley eterna es la ley humana
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