El maravilloso viaje de Nils Holgersson.












































































Sartre y el existencialismo.

























































































Superstición

























































































  1. ¿Sería el mismo libro que Hilde tenía en las manos en ese momento, y que no era más que una carpeta?
  2. ¿Cómo era posible encontrarse con un libro sobre una misma en un libro sobre ella misma?

























































































Es mi libro.

























































































«Sofía Amundsen volvia a casa después del instituto».

























































































Vive en otra realidad.

















































































































































































De veinticuatro anillas.

























































































«MIS ANOTACIONES FILOSÓFICAS PERSONALES».

























































































Una muñeca Barbie.

























































































Un gran ramo con quince rosas rojas.

























































































Sacó un par de grandes petardos a los que prendió fuego y lanzó al aire.

























































































Jorunn se levantó de la mesa, se acercó con paso decidido a Jorgen y le dio un sonoro beso en la boca, a lo que él respondió intentando tumbarla sobre la mesa para poder agarrarla mejor y devolverle el beso.

























































































Empezaron a tirar huesos de pollo al tejado.

























































































Cuando Sofía era pequeña, daba pasitos en redondo en círculos pequeños y modestos. Pero con los años, los círculos han ido ensanchándose cada vez más.

























































































Los invitados estaban formando un semicírculo alrededor de Jorunn y Jorgen.

























































































Esto avanza más deprisa de lo que yo había pensado -dijo él-. Tenemos que marcharnos de aquí.

























































































En esta desenfrenada fiesta.

























































































«¡Felicidades en tu decimoquinto cumpleaños!»



















































































-Tras profundas indagaciones, que han abarcado desde los primeros filósofos griegos hasta hoy, nos hemos encontrado con que vivimos nuestras vidas en la conciencia de un mayor. Este señor presta en la actualidad sus servicios como observador de las Naciones Unidas en el Líbano, pero también ha escrito un libro a su hija, que vive en Lillesand. Ella se llama Hilde Moller Knag y cumplió quince años el mismo día que Sofía. El libro, que trata sobre todos nosotros, estaba encima de su mesilla cuando ella se despertó temprano en la mañana del día l5 de junio. En realidad se trata de una carpeta de anillas. Y justo en este momento está notando que las últimas hojas le hacen cosquillas en los dedos.
Una especie de nerviosismo había comenzado a extenderse alrededor de la mesa.
-Nuestra existencia no es ni más ni menos que una especie de entretenimiento para el cumpleaños de Hilde Moller Knag. Porque todos hemos sido creados por la imaginación del mayor, sirviéndole como una especie de fondo para la enseñanza filosófica que ha recibido su hija.Esto quiere decir, por ejemplo, que el Mercedes blanco que hay en la puerta no vale un centimo.


























































































Que venga un sinvergüenza vago que, con ciertas aseveraciones «filosóficas», intenta derribar todo lo que has conseguido.

























































































A una catástrofe existencial.

























































































Que somos una imagen soñada en la conciencia adormecida de otra persona.

























































































Que hagan un curso sobre la historia de la filosofía.

























































































Ante los valores de la generación de los padres.



































































































Una imagen de sombras.



































































































De la conciencia del mayor.



































































































La cesta de Caperucita Roja.






































































































La necesidad que tiene ese avión que acaba de pasar de coger combustible.























































































Si hay un cielo por encima de éste, más vale que vueles.





































































































No existís.






































































































Estoy embarazada.






































































































Bueno, pero espera a que lleguemos a casa.






































































































Si el bautismo es esta noche, tendrá que arreglárselas ella sola.








































































































Antes de que el mayor ponga el punto final y Hilde cierre la carpeta.






































































































Del paraíso






































































































Hacia el Callejón.

















































































































Falso


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