Objeciones a la exposición del tiempo

Presentación
Principal

La objeción es la siguiente: las modificaciones son reales, como lo demuestra el cambio de nuestras propias representaciones....Ahora bien, las modificaciones sólo son posibles en el tiempo. En consecuencia, el tiempo es algo real......Acepto el argumento en su  totalidad. El tiempo es algo real, a saber, la forma real de la intuición interna.Tiene, pues, realidad subjetiva.....es la realidad absoluta la que no se concede. El tiempo no es más que la forma de nuestra intuición interna.....los que plantean esa objección....no pensaron que, aunque no se pueda negar la realidad de ambas clases de objetos (externos e internos) en cuanto representaciones, las dos se refieren sólo al fenómeno. Este tiene dos lados: uno en el que el objeto es considerado en sí mismo.....; otro en el que se tiene en cuenta la forma de intuir, forma que, si bien pertenece real y necesariamente al fenómeno, no ha de buscarse en el objeto mismo, sino en el sujeto....Quienes sostienen la realidad absoluta del espacio y del tiempo, sea como subsistente, sea como inherente, tienen que estar en desacuerdo con la misma experiencia.....si se deciden por lo primero se ven obligados a admitir dos no-seres eternos y subsistentes por sí mismos (espacio-tiempo) que existen (aunque no existe nada real) sólo por contener en sí todo lo real. Si se deciden por lo segundo....y consideran espacio y tiempo como relaciones entre fenómenos (coexistentes o sucesivos), como relaciones abstraidas de la experiencia.....tienen que negar la validez, o, al menos, la certeza apodíctica , a las doctrinas matemáticas a priori......la certeza apodíctica no se da a posteriori y los conceptos a priori de espacio y tiempo constituyen, según esa opinión, simples productos de la imaginación elabora algo que, aunque universal, no puede existir sin las relaciones que la naturaleza ha puesto.
Kant. Crítica de la razón pura. Estética trascendental



Kant (1724-1804)







































































































































OBJECIÓN
Kant analiza una posible objeción que podría hacerse a su concepción del tiempo como algo que no existe realmente al margen el sujeto. La objeción la resume Kant del modo siguiente: Todas nuestras representaciones sufren modificaciones, como lo demuestra el cambio que sufren las mismas. Ello demuestra que son reales. Ahora bien, las modificaciones sólo son posibles en el tiempo. En consecuencia, el tiempo es algo real.
Objeciones































































































































































ACEPTACIÓN 

Kant acepta el argumento anterior
en su  totalidad. El tiempo es algo real. Ahora bien, Kant matiza que, entendido como la forma real de la intuición interna. El tiempo, pues, es algo real; pero como realidad subjetiva.
Objeciones































































































































































REALIDAD ABSOLUTA
Kant acepta la realidad subjetiva del tiempo pero niega la realidad absoluta del mismo. Al negar la realidad absoluta del tiempo, Kant, quiere decir que éste no existe como una cosa en sí al margen del sujeto.
Objeciones































































































































































DOS LADOS DEL FENÓMENO

Kant afirma que el tiempo no es más que la forma de nuestra intuición interna. Es cierto que no se puede negar la realidad  de las diferentes clases de objetos (externos e internos) en cuanto representaciones. Ahora bien, estas dos clases de objetos se refieren sólo al fenómeno y éste tiene dos lados: uno en el que el objeto es considerado en sí mismo; otro en el que se tiene en cuenta la forma de intuir, forma que, si bien pertenece real y necesariamente al fenómeno, no ha de buscarse en el objeto mismo, sino en el sujeto.
Objeciones































































































































































SUBSISTENTE
Afirmar que el espacio y el tiempo son algo subsistente significa creer que pueden existir como cosas en sí mismas.
Objeciones































































































































































INHERENTE

Afirmar que el espacio y el tiempo son algo inherente significa creer que son la esencia que se ha abstraido de la experiencia y al que acompañan, como accidentes, las propiedades de las cosas.
Objeciones































































































































































LO PRIMERO
Afirmar que espacio y tiempo son algo subsistente implica tener que admitir dos no-seres eternos y subsistentes por sí mismos (espacio-tiempo) que existen (aunque no existe nada real) sólo por contener en sí todo lo real.
Objeciones































































































































































LO SEGUNDO
Afirmar que espacio y tiempo son algo inherente, es decir, realidades esenciales abstraidas de la experiencia, se  verían obligados a negar la validez, o, al menos, la certeza apodíctica, a las doctrinas matemáticas a priori.
Objeciones































































































































































LA IMAGINACIÓN

Kant parece estar recordando a Hume. Este era consciente de que la certeza apodíctica no podía darse a posteriori pero, al mismo tiempo, estaba perplejo ante el hecho de que el principio de causalidad parecía tener una validez universal y necesaria. ¿Cómo es posible la existencia de certezas universales sobre realidades que parecen reposar en la experiencia? La respuesta le llevará  a pensar que los conceptos a priori de espacio y tiempo constituyen simples productos de la imaginación y de la memoria. ¿Cómo estamos seguros que siempre que se ponga agua al fuego, ésta se evaporará, si es un hecho de la experiencia? Su respuesta tiene su base en la imaginación y en la memoria. Como siempre que hemos puesto agua al fuego, hemos comprobado que ésta se evapora, entonces el hábito y la costumbre, producidas por la memoria y la imaginación, nos lleva a concluir que siempre se evaporará en un espacio y en un tiempo que existirían per se al margen del sujeto.