TEXTO1A
(571a-573d)
-Queda por ver -dije- el hombre tiránico en sí mismo; cómo surge por la transformación del democrático, cuál
es, una vez que nace, y de qué modo vive, si desgraciado o feliz.
-En, efecto, eso es lo que nos queda por examinar -replicó.
-¿Y sabes -dije- lo que aún echo de menos?
-En lo relativo a los deseos creo
que no hemos realizado bien cuántos y de qué clase son; y, habiendo falta en esto, va a
adolecer de oscuridad la investigación que nos proponemos.
-¿Y no estamos aún -preguntó- en ocasión de proveer de ello?
-Sí por cierto; y atiende a lo que de esos deseos quiero percibir, que es esto: me parece
que de los placeres y deseos no necesarios una parte son contra ley y es probable que se produzcan en todos los
humanos; pero, reprimidos por las leyes y los deseos mejores con ayuda de la razón, en
algunos de los hombres desaparecen totalmente o quedan sólo en poco número y sin fuerza,
pero en otros, por el contrario, se mantienen más fuertes y en mayor cantidad.
-¿Y qué deseos -preguntó- son esos de que hablas?
-Los que surgen en el sueño
-respondí-, cuando duerme la parte del alma,razonable,tranquila y buena rectora de lo
demás y salta lo feroz y salvaje de ella,ahíto de manjares o de vino, y, expulsando al
sueño,trata de abrirse camino y saciar sus propios instintos.Bien sabes que en tal estado
se atreve a todo, como liberado y desatado de toda vergüenza y sensatez, y no se retrae
en su imaginación del intento de cohabitar
con su propia madre o con cualquier otro ser, humano, divino o bestial, de mancharse en
sangre de quien sea, de comer sin reparo el alimento que sea; en una palabra, no hay
disparate ni ignominia que se deje atrás.
-Verdad pura es lo que dices -observó.
-Pero, por otra parte, a mi ver, cuando uno se halla en estado de salud y templanza
respecto de sí mismo y se entrega al sueño después de haber despertado su propia razón
y haberla dejado nutrida de hermosas palabras y conceptos; cuando ha reflexionado sobre si
mismo y no ha dejado su parte concupiscible ni en necesidad ni en hartura,a fín de que repose y no perturbe
a la otra parte mejor con su alegría o con su disgusto, sino que la permita observar en
su propio ser y pureza e intentar darse cuenta de algo que no sabe, ya sea esto de las
cosas:pasadas, ya de las presentes, ya de las futuras;cuando amansa del mismo modo su
parte irascible y no duerme con el
el ánimo excitado por la cólera contra nadie, sino que, apaciguando estos dos elementos,
pone en movimiento el tercero,en que nace el
buen juicio,y asi se duerme, bien sabes que es en este estado cuando mejor alcanza la
verdad y menos aparecen las nefandas visiones
de los sueños.
-Eso es enteramente lo que yo también creo -dijo.
-Pero nos hemos dejado arrastrar demasiado lejos;lo que queríamos reconocer era esto:que
hay en todo hombre,aun en aquellos de nosotros que parecen mesurados, una especie de
deseos temibles, salvajes y contra ley,y que ello se hace evidente en los
sueños.Mira,pues, si te parece que vale algo lo que digo y si estás conforme.
-Lo estoy.
-Recuerda, pues, cómo dijimos que
era el hombre democrático:había nacido y se había criado desde su primera edad bajo un
padre ahorrativo, que daba valor solamente a la pasión del dinero y despreciaba loe
daños superfluos que tienen por objeto la diversión o el fausto. ¿No es así?
-Sí.
-Y entrando después en la compañía de hombres más ambiciosos y repletos de los deseos
que últimamente mencionábamos,se lanza,movido por el aborrecimiento de la parsimonia de
su padre, a todo desafuero y al género de vida de aquéllos; pero, con mejor índole que
los que lo corrompen y atraído de una parte y otra, queda en mitad de los dos modos de
ser y, gustando moderadamente, a su parecer, de ambos lleva una vida que no es ni villana
ni infame, convertido de
oligárquico en democrático.
-Esa era -dijo- y sigue siendo nuestra opinión- sobre tal sujeto.
-Imagínate ahora -dije- que llegado a su vez que llegado este hombre a la senectud, hay
un hijo suyo joven que ha sido criado en las
mismas costumbres de aquél.
-Lo imagino.
-E ímagínate que le pasa lo mismo que a su padre y que es arrastrado a un desenfreno sin
limites llamado libertad integral por los que le arrastran; imagínate al padre y a los
otros deudos que dan ayuda a los deseos moderados mientras los otros ayudan a los deseos
contrarios. Pues bien, cuando estos terribles seductores y creadores de tiranos
desconfían de dominar al joven de otra manera sino dándose arte a introducir en él
algún amor, como jefe de los deseos ociosos y dilapidadores de sus bienes: un zángano
grande y con alas... ¿O piensas
que es otra cosa el amor entre estos hombres?
-Ninguna otra cosa -dijo- sino precisamente ésa.
-Así, pues, cuando los otros deseos, zumbando en derredor de él y repletos de perfume,de
aromas,de coronas y de bebidas y de los otros placeres que andan en tales compañías,
hacen crecer y alimentan al zángano hasta no poder más e insertan en él el aguijón de
la pasión, entonces él, jefe del alma, toma por escolta a la locura, se vuelve furioso
y, si encuentra en el hombre algunos deseos y opiniones de los tenidos por buenos y
todavia pudorosos, los mata y los echa de él hasta que lo deja limpio de sensatez y lo
llena todo de aquella locura advenediza.
-¿Estás explicando en toda regla -dijo- el nacimiento del hombre tiránico.
-¿Y no es esta -pregunté- la razón de que, desde antiguo, Eros sea llamado tirano?
-Bien parece -respondió.
-Y el borracho ¡oh, amigo
mío!, ¿no tiene también un temple tiránico? -pregunté.
-Si lo tiene.
-Y también el hombre furioso y perturbado intenta e imagina ser capaz de mandar no sólo
en los hombres,sino también en los dioses.
-Muy de cierto -dijo.
-Asi pues, amigo dije yo-, el hombre se hace con todo rigor tiránico cuando, por su
naturaleza o por sus modos de vivir o por ambas cosas, resulta borracho o enamorado o
loco.
-Asi es enteramente.
Comentario1
Presentación
LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO2
(573d-576e)
TEXTO1B
(573d-576e)
-Parece, pues, que es de este modo como llega ese hombre a la existencia;
pero ¿cómo vive ?
-Aquí contestó- de lo que suele oirse en las chanzas: esto también me lo has de decir tú.
-Lo diré, de cierto -respondí-. Pienso que, después de lo dicho, vienen las fiestas,los
banquetes,las orgías y las cortesanas y todo lo demás de este jaez entre aquellos en
cuyo interior habita el tirano Eros gobernando el alma toda.
-Por fuerza -dijo.
-¿Y no es verdad que al lado de éstos brotan
cada día y cada noche nuevos y terribles deseos con multitud de exigencias?
-Muchos, en efecto.
-Y entonces las rentas de ese hombre, si algunas tiene, se gastan prontamente.
-¿Cómo no?
-Y después de ello vienen los préstamos y la merma del patrimonio.
-¿Qué remedio?
-Y cuando todo llega a faltar, ¿no
es fuerza que los deseos apilados y violentos que anidan en él se pongan a chillar y él
mismo, hostigado por los aguijones de los otros deseos y principalmente por el amor
mismo,que guía a todos los demás como a su escolta armada, se enfurezca y mire en
derredor quién tiene algo que pueda quitarle por engaño o por fuerza?
-Sin duda ninguna -dijo.
-Es preciso,pues, que saque dinero de donde sea so pena de ser presa de atroces dolores y
tormentos.
-Es preciso.
-¿Y no ocurre acaso que, así como los placeres nuevos nacidos en él dominan a los
antiguos y les quitan lo suyo, así él mismo,siendo más joven,pretende sobreponerse a su
padre y a su madre y quitarles lo
que tienen adueñándose de los bienes paternos después de haber dilapidado los propios?
¿Cómo no va suceder?-dijo.
-Y,si ellos no se lo consienten,¿no tratará primeramente de sustraérselos engañando a
los que se han dado el ser?
-Desde luego.
-Y si no pudiera, ¿no pasaría a arrebatárselos por la violencia?
-Eso creo, contestó.
-Y en caso, mi buen amigo, de que ellos,el anciano y la anciana, resistan y luchen, ¿se
reportará acaso y excusará hacer algo de lo que es propio de los seres satánicos?
-Yo, por mi parte -dije, no estaría muy tranquilo por lo que toca a los padres de un tal
sujeto.
-Pero, ¡oh, Adimanto, por Zeus!, ¿te parece que un tal hombre, por una amiga reciente y
superflua, va a dar de golpes a su madre, la amiga necesaria de tanto tiempo, y por un mancebo, amigo
innecesario de última hora,ha de tener otra tanto con su padre, el anciano marchito, su
obligado y más antiguo amigo,y ha de poner a éstos como esclavos de aquéllos una vez
que haya introducido a los últimos en su casa?
-Si,-¡por Zeus! -replicó.
-Dicha grande -dije- parece, pues, al haber engendrado un hijo tiránico.
-Desde luego -dijo.
-¿Y qué? Cuando se le acaben a tal hombre los bienes del padre y de la madre y se haya
espesado en él grandemente el enjambre de los placeres,¿no empezará por poner mano en
el muro de un vecino o en el vestido de algún viandante retrasado en la noche y no la
emprenderá después con algún templo? Y, entre todas estas cosas, las antiguas opiniones
que desde niño tenía sobre lo que es púdico y decoroso, aquellas opiniones consideradas
como justas, quedarán dominadas,con ayuda del amor,por aquellas otras, escolta de éste,
que han sido recientemente libertadas de la esclavitud:aquellas opiniones que andaban
sueltas en el sueño cuando él estaba aún bajo la autoridad de las leyes y de su
padre,gobernado democráticamente en sí mismo. Ahora, tiranizado por el amor, se hace
perpetuamente en la vigilia como antes era tal cual vez en sueños y no se abstiene de
horror alguno de sangre, de bocado impuro ni de crimen, sino que, por el contrario, el amor, viviendo
tiránicamente en sus adentros, como solo señor,en total indisciplina y desenfreno,
empuja al que lo lleva en sí a toda clase de osadías, como el tirano a la ciudad; y esto
a fin de que le alimente a él y a la turba que le rodea, venida en parte de fuera por las
malas compañías y en parte de dentro, ya suelta y liberada por disposiciones de la misma
índole que en él hay.¿No es esta la vida de semejante sujeto?
-Ésa, de cierto -dijo.
-Y,si los tales hombres -proseguí- son pocos en la ciudad y el resto del pueblo tiene
sensatez, saldrán de ella y servirán de guardia armada a algún otro tirano o prestarán
auxilio por dinero si hay guerra en algún sitio; pero, si viven en época de paz y
tranquilidad, entonces causarán a la ciudad misma algunos pequeños males.
-¿Cuáles son esos males?
-Por ejemplo, roban, perforan muros, cortan bolsas,hurtan vestidos, despojan templos y
hacen esclavos a hombres libres; algunas veces se dedican a la delación,si son hábiles
para hablar, o se hacen testigos falsos y prevaricadores a sueldo.
-Verdad que son pequeños
-dijo- los males de que hablas si son pocos los tales sujetos.
-Es que lo pequeño -dije yo- es pequeño en relación con lo grande; y todas estas cosas
no son nada,como suele decirse, al lado del tirano en lo que toca a la miseria y desdicha
de la ciudad. Pero, cuando llega a ser grande el número de esos hombres y el de los otros
que les siguen,y cuando se dan cuenta de su multitud, entonces son ellos los que, ayudados
por la insensatez del pueblo, engendran como tirano a aquel de entre ellos que lleve a su
vez en la propia alma al más grande y consumado tirano.
-Naturalmente -dijo-, porque ése será el más apropiado para la tiranía.
-Si los otros ceden, bien; pero, si no lo consiente la ciudad, lo mismo que entonces
reprimía a su padre y a su madre, reprimirá ahora a su patria si puede atrayéndose
nuevos amigos; y bajo los tales tendrá y mantendrá esclavizada a la anteriormente amada,
a la patria o matria como dicen los
cretenses.Y éste será el término del deseo de tal hombre.
-Ése en un todo -dijo.
-Ahora bien -proseguí-, ¿esos hombres no se comportan, en privado y antes de
gobernar,del modo siguiente? ¿No ocurre, ante todo, que aquellos con quienes conviven se
hacen sus aduladores, dispuestos a serles en lo que sea, o ellos mismos, si en algo
necesitan de alguno, se arrastran a sus pies tomando ímpúdicamente todas las
apariencias,como si fueran sus deudos, para reaparecer como extraños cuando han
conseguido lo que querían?
-Muy de cierto.
-Y así no son en toda su vida amigos de nadie, sino siempre déspotas de alguno o
esclavos de otro; pues de la verdadera libertad y amistad no gusta nunca la naturaleza
tiránica.
-Desde luego.
-¿Acaso, pues, no llamamos con razón desleales a estos hombres?
-¿Cómo no?
-Y también sumamente injustos si es que fue acertado nuestro acuerdo en lo que va dicho
acerca de lo que es la justicia.
-Acertado fue, sin duda -dijo.
-Resumamos, pues -seguí-, en
cuanto al hombre más perverso. Éste es, según creo, el que sea tal en vela cual lo
describimos antes en sueños.
-Muy de cierto.
-Y llega a ser así el que, teniendo por naturaleza la índole más tiránica, logra
reinar por sí solo; y, cuanto más tiempo viva en la tiranía, más se afirmará en ser
como es.
-Por fuerza -dijo Glaucón tomando a su vez la palabra.
-¿Y acaso -dije- el que se muestra más perverso no se ha de mostrar también el más
desgraciado? ¿Y no lo será igualmente en mayor grado y duración,a decir verdad, el que
más y por más tiempo ejerza la tiranía.Pues las opiniones de la multitud son
ciertamente distintas en este punto.
-De todos modos es fuerza que sea como tú dices -observó-.
-¿Y no es también cierto -pregunté- que el hombre tiránico es la semejanza de la
ciudad tiranizada y el democrático la de la gobernada democráticamente y así los
demás?
-¿Cómo no?
-¿Y del mismo modo la proporción en virtud y dicha entre una ciudad y otra ha de existir
también entre hombre y hombre?
-¿Qué otra cosa cabe?
-¿Y cuál es la diferencia en virtud entre la ciudad tiranizada y la real,de que
discurrimos en primer término?
-Ha de ser todo lo contrario -contestó-: la una es la mejor; la otra, la peor que existe.
LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO3
(577a-588b)
La denominada prueba política (Adan) se le demomina así porque Platón deduce la infelicidad del tirano a partir de la infelicidad existente en una polis regida por un regimen tiránico. Algunas de las ideas presentes en esta prueba son las siguientes:
La base de la prueba metafísica reside en la
investigación que Platón realiza acerca de la NATURALEZA O
ESENCIA DEL PLACER. (Ver República
583b y siguientes).
(Ver República 583b).
Comentario3
Cuestionario
TEXTO1C
(577a-580c)
-No te preguntaré -dije yo- a cuál de ellas aplicas cada uno de esos
calificativos, porque es manifiesto; pero ¿es el mismo tu juicio acerca de la felicidad y la desdicha o es distinto?.Y
no nos deslumbremos fijando los ojos en el tirano solo o en unos cuantos que pueda tener a
su alrededor, sino que, como es necesario que nos filtremos en la ciudad y la contemplemos íntegramente,sólo debemos dar nuestra
opinión una vez que hayamos recorrido y visto toda ella.
-Recta -dijo- es tu advertencia; y con ello para todo el mundo resulta evidente que no hay
ciudad más infeliz que la tiranizada ni más dichosa que la gobernada por el rey.
-¿Y no tendría yo razón -dije- al advertir lo mismo en el juicio acerca de los hombres,
exigiendo que juzgue sobre ellos aquel que pueda penetrar y ver con su mente en el
carácter de ellos y no se deslumbre,mirando desde fuera como un niño, por la
superioridad que afectan los tiranos ante los extraños, sino distinga como debe.¿Y si yo
pensara que todos debíamos oír a ese sujeto capaz de juzgar y que, por otra parte, ha vivido en la misma casa del tirano, ha
estado a su lado en los casos de la vida doméstica, en sus relaciones con las personas de
su propio hogar,en las que ha podido vérsele más desnudo de su indumento teatral,y
tambien en los azares públicos, y si, después que él ha visto todo esto, le requiriera
yo a que nos comunicase cuál es el estado de dicha o infelicidad del tirano en relación
con el de los demás?
-Estarías muy en razón al pedir eso -contestó.
-¿Quieres, pues -dije-, que supongamos que nosotros mismos poseemos esta capacidad de
juzgar y que ya nos hemos encontrado en la vida con tales hombres,a fin de que tengamos
quien conteste a nuestras preguntas?
-Sí por cierto.
-Vamos, pues -seguí-:examina la cosa conmigo. Acuérdate de la semejanza que existe entre
la ciudad y el individuo y, considerando a cada cual punto por punto, expón cuanto les
ocurre a uno y otro.
-¿Qué es ello? -preguntó.
-Primeramente -dije-, hablando de la ciudad llamas libre o esclava a la que está tiranizada?
-Esclava hasta no poder más -respondió.
-Sin embargo, ves en ella señores y hombres libres.
-Los veo -dijo, pero en pequeña cantidad; en conjunto puedo decir que la parte más
considerable de ella es ignominiosa y miserablemente esclava.
-Por tanto -dije-, si el individuo es semejante a la ciudad, ¿no es fuerza que en él
haya la misma disposición y que su alma esté henchida de esclavitud y vileza y que
estén en servidumbre aquellas de sus partes que sean más decentes mientras impera una
pequeña, la más malvada y furiosa?
-Fuerza es -contestó.
-¿Y qué? ¿Dirás que tal alma es libre o que es esclava?
-Esclava sin ninguna duda.
-¿Pero la ciudad esclava y tiranizada no hace en modo alguno lo que quiere?
-No, desde luego.
-Y por tanto el alma tiranizada, hablando de ella en su totalidad, no hará tampoco lo que
quiera sino que,arrastrada siempre por la violencia del aguijón,estará llena de turbación y de pesar.
-¿Cómo no?
-¿Y la ciudad tiranizada será necesariamente rica o pobre?
-Pobre.
-Por tanto el alma tiránica ha de ser, sin remedio,igualmente pobre e indigente.
-Así es -dijo.
-¿Y qué? ¿No es forzoso que tal ciudad y tal hombre estén llenos de miedo?
-Muy forzoso.
-¿Y crees que podremos hallar en ninguna otra ciudad más lamentos, gemidos, plañidos y
dolores que en aquélla?
-De ningún modo.
-Y en cuanto al individuo,¿admitirás que hay más de todas estas cosas en cualquier otro
que en este hombre tiránico alocado por los deseos y los amores?
-¿Cómo habria de admitirlo? -dijo.
-Asi,pues,creo que el mirar a todo ello y a otras cosas semejantes fue el motivo de que no
sólo juzgaras a esta ciudad la más desdichada de las ciudades...
-Y con razón, ¿no es cierto? -preguntó.
-Con mucha razón -contesté-; pero ¿qué dices del hombre tiránico considerando esos
mismos puntos?
-Que es, con mucho, el más desdichado de todos los hombres -dijo.
-Pues eso -repliqué- ya no lo dices con razón.
-¿Cómo así -preguntó.
-Creo -dije yo- que no es ése todavía el más desdichado.
-¿Quién lo es, pues?
-El que voy a decirte tal vez te parezca más desdichado aún que él.
-¿Cuál?
-El que, siendo tiránico por sí -dije yo, no termina su vida como particular,sino que es
lo bastante infortunado para que un azar le permita ejercer la tiranía.
-Por lo que ya hemos hablado -observó- conjeturo que dices verdad.
-Sí -dije-; pero no conviene creer simplemente tales cosas, sino examinarlas conforme al
razonamiento que voy a hacer: porque nuestro examen es sobre lo más grande que puede
darse, sobre la buena o mala vida.
-Tienes entera razón -dijo él.
-Mira, pues, si es de algún peso lo que digo: me parece que, al investigar acerca del
tirano, tenemos que representárnoslo partiendo de este ejemplo.
-¿De cuál?
-De cada uno de los ciudadanos particulares que son ricos y poseen muchos esclavos. Éstos
son semejantes a los tiranos en lo de mandar en muchas personas, aunque la cantidad sea en
el tirano diferente.
-Diferente, en efecto.
-¿Y sabes que los tales ricos viven sin miedo y no temen a sus domésticos?
-¿Qué habrían de temer?
-Nada-dijo-;pero ¿te das cuenta de cuál es la causa?
-Si que la ciudad entera da favores a cada uno de esos particulares.
-Bien dicho - observé-. ¿Y qué? Si una divinidad cogiese a uno de esos hombres que tuviera cincuenta esclavos o más
y, sacándolo de la ciudad a él, a su mujer y a sus hijos, los pusiera en un desierto
juntamente con su hacienda y sus domésticos, allí donde ninguno de los hombres libres
hubiera de darle ayuda, ¿en qué clase y qué grado de miedo crees que habría de entrar
respecto de si mismo, de su mujer y de sus hijos, pensando que iban a perecer a manos de
sus esclavos?
-En un miedo sin límites -respondió.
-¿No se vería, pues, obligado a halagar a algunos de aquellos esclavos, a formularles
grandes promesas, a hacerlos libres sin necesidad y a aparecer con ello como adulador de
sus propios servidores?
-Sin remedio -dijo- tendría que hacer eso o perecer.
-¿Y qué sería -dije yo- si el mismo dios estableciese a su alrededor una multitud de vecinos que no sufrieran que nadie
pretendiese mandar en otro, sino que si a alguien sorprendian en tal intento, lo
castigaran con los últimos castigos?
-Creo yo -dijo- que aumentaría lo extremo de sus males al estar vigilado en derredor no
más que por enemigos.
-¿Y no es esa la cárcel en que está preso el tirano siendo por naturaleza como hemos
referido, un cúmulo de muchos y diversos miedos y pasiones? ¿No es cierto que, por mucha
que sea la curiosidad de su espíritu,a él solo le está prohibido el salir de su ciudad
adondequiera que sea y contemplar todo aquello que desean contemplar todos los demás
hombres libres, y así vive la mayor parte del tiempo metido en su casa como una mujer, envidiando a los otros
ciudadanos si salen fuera y ven algo que merezca ser visto?
-Muy de cierto es así -dijo.
-Tanto mayor es la cosecha de grandes males que recoge aquel hombre tiránico, al que tú
juzgaste como el más desgraciado, cuando, gobernándose mal a sí mismo, no pasa la vida
como simple particular, sino que se ve forzado por alguna circunstancia a ejercer la
tiranía y,no siendo dueño de sí, trata de gobernar a los demás:compararíase a un
individuo enfermo y sin fuerzas para regirse que, en vez de quedarse en casa, fuese
obligado a pasar la vida en certámenes y luchas con otros sujetos.
-Exacta es la comparación, ¡oh, Sócrates! exclamó-, y cuanto dices es la pura verdad.
-¿No es, pues, cierto, querido Glaucón -dije yo-,que todo lo que le sucede es una
desgracia y que el que ejerce la tiranía vive una vida más miserable aún que aquella
que tú tuviste por la más miserable?
-Bien de cierto -dijo.
-Por lo tanto, en realidad y aunque alguien no lo crea, el auténtico tirano resulta ser
auténtico esclavo,sujeto a las más bajas adulaciones y servidumbres, lisonjeador de los
hombres más perversos, totalmente insatisfecho en sus deseos, falto de multitud de cosas
y verdaderamente indigente si aprendemos a mirar en la totalidad de su alma; henchido de
miedo durante toda su y lleno de sobresaltos y dolores si de veras se parece su
disposición a la de la ciudad que gobierna.
Y se parece, en efecto, ¿no es asi?
-Y mucho -replicó.
-Sobre esto, aún hemos de adscribir a este hombre a todas aquellas cosas de que antes
hablábamos:le es forzoso ser,e incluso hacerse en mayor grado que antes por virtud de su
mando,envidioso,desleal,injusto,falto de amigos, impío,albergado y sustentador de toda
maldad y, por consecuencia de todo esto, infeliz en grado sumo;finalmente,ha de hacer
iguales que él a todos los que están a su lado.
-Nadie que esté en su juicio -contestó- dirá lo contrario.
-¡Ea, pues! -dije yo-. Tú ahora, a manera de un juez que decide en último término,dictamina quién,a tu
parecer,es el primero en felicidad, quién el segundo y así sucesivamente hasta los cinco
que son: el hombre real, el timocrático,el oligárquico, el democrático y el tiránico.
-El juicio es fácil -dijo-;yo los juzgo,como si fueran coros, por el orden en que han
entrado en escena,tanto en virtud y en maldad como en felicidad y en su contrario.
-¿Alquilaremos, pues, un pregonero --dije-, o bien debo proclamar yo mismo que el hijo de
Aristón ha declarado que el hombre más dichoso es el mejor y más justo, y que éste es
el hombre real, que reina sobre sí mismo; y
que el más desdichado es el peor y el más injusto, y éste, en cambio, se halla ser el
que, siendo más tiránico, se tiranice en mayor grado a sí mismo y a su ciudad?
-Proclámalo -dijo.
-¿Y no he de proclamar además -pregunté- que esto es así lo encubran o no lo encubran
los tales a la vista de los hombres y los dioses todos?
-Añade eso también dijo él.
Prueba política
Comentario3
Presentación
TEXTO2C
(580d-583a)
-.Bien - proseguí - ésta podría ser una demostración; he aquí una
segunda,si te parece de algún peso.
TEXTO3C
(583b-587b)
-Ésas,pues, podrán ser las dos pruebas sucesivas y el justo resulta dos veces vencedor del injusto; para la
tercera invoquemos, a la manera olímpica, a Zeus Olimpio Salvador.Fíjate en que el placer de los demás, excluido el filósofo, no es completo ni puro, sino que está como sombreado, conforme oí yo decir a alguno de los sabios;y ésta es, para el injusto, la mayor y más soberana de sus caídas.
LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO4
(588b-592b)
Para responder a estas cuestiones, Platón, nos propone usar de la imaginación y, por ello, se sirve de nuevo de un simil que nos haga comprender el por qué la justicia es un valor mejor que la injusticia. Sirviéndose de figuras mitológicas como son la Quimera (león por delante, dragón por detrás y cabra en su parte central); la Escila (cara y pecho de mujer y en los costados y cabezas y doce patas de perro); y el Cérbero (tiene 3 cabezas de perro, cola de dragón y varias cabezas de serpiente en el lomo), Platón, nos propone que modelemos en nuestra imaginación la escena siguiente: una primera figura formada por una bestia abigarrada y policéfala que tiene en torno suyo diversas cabezas de animales mansos y feroces; una segunda figura que se corresponda con un león y de menos tamaño que la primera; una tercera que represente a un hombre y que sea más pequeña que la anterior. A continuación, nos pide que juntemos estas tres figuras y las situemos dentro de una imagen humana, de tal modo que no podamos ver las tres figuras descritas anteriormente sino unicamente su envoltura, es decir, la imagen humana.
(Ver República 588c- 588e).
PADRE
Platón se sirve de la imagen de los padres del sujeto
tiránico para mostrarnos en toda su dimensión la naturaleza cruel de tal individuo.Asi
nos lo presenta como el sujeto que,para satisfacer sus ilícitos deseos,no tiene
inconveniente en dilapidar la hacienda de sus padres e,incluso,usar de la violencia con
los mismos para lograr sus fines.Volver
a Padre.
Texto1b
Comentario2
MALES
Siguiendo con la trayectoria vital del sujeto
tiránico,Platón,afirma que,despues de deshacerse de sus propios padres,comienza a actuar
con la "madre" patria,es decir,dentro de la ciudad.Si se da la
circunstancia,señala Platón,que vive en una ciudad pequeña y tranquila,entonces le
ocasionará pequeños males (pequeños hurtos,delaciones,falsos
testimonios,prevaricación....). Ahora bien,si vive en una ciudad grande y con
problemas,siendo el número de sujetos tiránicos importante, entonces, alguno de ellos
podría acabar por convertirse en caudillo y con apoyo popular.Si ello llega a suceder,la
identificación entre el individuo tiránico y la ciudad tiránica acabaría de
producirse.Volver a Males.
Texto1b
Comentario2
NO HACER LO QUE QUIERE
Es doctrina platónica que sólo el bien puede ser querido
y que los tiranos y demagogos que dominan en las ciudades no hacen realmente lo que
quieren (Ver Gorgias 467 b). Volver a Quiere.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
TURBACION
A una ciudad tiranizada y esclavizada le es imposible hacer lo
que realmente quiere ya que,arrastada siempre por la violencia del aguijón,estará llena
de pesar y de turbación.En consonancia con una ciudad tal,el alma del sujeto tiránico
será tambien el prototipo de tal pesar y turbación.Volver a Turbación.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
MIEDO
La ciudad tiranizada está,según Platón,llena de miedo por
ser la más desdichada de las ciudades.En consonancia con tal ciudad,el sujeto tiránico
sería,incluso más desdichado,si un azar le permitiera ejercer la tiranía.En este
caso,el miedo sería su acompañante habitual.Volver a Miedo.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
NO EL MÁS DESDICHADO
A primera vista esta respuesta de Sócrates parece extraña
pues parece que afirma que el tirano no es el se más desdichado. Más adelante, sin
embargo, explica el porqué: el tirano más desdichado no es aquel que por algún azar
deja de ejercer la tiranía sino el que la ejerce efectivamente. Más adelante
examinará, conforme a razonamiento, la veracidad de esta tesis. Volver a Desdichado.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
UN EJEMPLO
El ejemplo del que se ayuda Sócrates para demostrar que el
tirano más desdichado es aquel que ejerce la tiranía se centra en la descripción del hombre
rico que posee muchos esclavos. Tal hombre rico se parece al tirano
pues manda sobre varias personas. Volver
a Ejemplo.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
DIVINIDAD
En relación con el la vida desdichada y el miedo que
experimenta el alma tiránica,Platón,nos describe el ejemplo de una divinidad que
decide colocar en un desierto a un ciudadano rico y su familia.Tal ciudadano posee un
número importante de esclavos.Según Platón,el miedo que tal ciudadano experimentaría
ante tales esclavos,al no contar con ningún tipo de protección,además de ser
infinito,le llevaría a adular a los mismos para intentar ganárselos.Pues bien,esta
imagen reflejaría tambien,según Platón,la infelicidad del sujeto tiránico.Volver a Divinidad.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
ESCLAVOS
Este pasaje nos revela claramente la triste situación de
los esclavos en Grecia. De todos modos, hay que tener tambien en cuenta que la hostilidad
que demuestran aqui ante sus dueños se explica, sobre todo, porque solían pertenecer en
su mayoría a razas extrañas y vencidas. Volver a Esclavos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
VECINOS
Siguiendo con la prueba política,demostradora de la
infelicidad del tirano,Platón,y,en relación con el miedo presente en su vida,hacer
referencia tambien,al hecho de que la divinidad decidiera tambien el situar, como ciudades
vecinas, a ciudades con regímenes políticos diferentes de la tiranía.Es evidente
que tal ciudad se sentiría acorralada tanto desde dentro como desde fuera.Pues bien,el
alma tiránica experimenta lo mismo:miedo ante sí mismo y ante los demás.No hay
vida,según Platón,mas infeliz. Volver
a Vecinos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
METIDO EN CASA
Estas palabras de Platón tienen de nuevo una dimensión
vivida; en su recuerdo está Dionisio I de Siracusa. Éste tirano, apoyado
solamente por Esparta, vivía casi aislado en el mundo helénico; en los certámenes de
Olimpia, los más digno de ser visto por un griego, se hacía representar por un delegado. Volver a Metido.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
SOBRESALTOS
Tácito (Ann. VI,2) ha recordado estos conceptos
de Sócrates en su pintura del alma de Tiberio. Se puede ver tambien Gorgias
524e-525a, en dónde se habla del estado en que Radamananta halla las almas
del Gran Rey y otros principes y monarcas. Volver a Sobresaltos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
JUEZ
La expresión usada en el texto para designar a este juez
cuya función quiere Sócrates que desempeñe Glaucón (ho diá pánton krités) no
se halla en ninguna otra parte, y su sentido no es claro. Se trata, sin duda, como se ve
por lo que sigue, de los árbitros que decidían los certámenes dramáticos en las
Grandes Dionisíacas de Atenas; y como estos árbitros o jueces quedaban designados a
través de selecciones y sorteos, se ha entendido que el juez diá pánton es aquel
que, habiendo pasado por todo ello, llegaba a dar su voto de manera efectiva para la
adjudicación. En este caso se trata de un nombre genérico, pues los tales jueces eran
cinco. Adan, en cambio, relaciona la locución con ho diá pánton agón, que
quiere decir «certamen final o supremo», y entiende que es posible que el
arconte pudiera llamar a uno de los cinco jueces para que decidiera, después de una
selección hecha por un grupo más amplio de árbitros, sobre el orden en que se habían
de dar los premios ( «quién es el primero en felicidad, quién el segundo, etc.»).
Hay que observar además que la decisión era anunciada por un heraldo, lo que explica la
pregunta de Sócrates: «¿Alquilaremos, pues, un pregonero ... ?» Volver a Juez.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
REAL
El hombre "real" es aquel en donde su alma
racional es el monarca de su vida.Tal hombre es,según Platón,el prototipo de la sujeto
justo y feliz pues ha logrado una armonía y equilibrio entre las diferentes funciones y "partes"
del alma.Volver a Real.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
SEGUNDA
Platón da ahora comienzo a la segunda de las pruebas (prueba
psicológica) demostradora de la infelicidad del tirano.Volver a Segunda.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
ALMA
A la segunda prueba se le denomina "psicológica"
porque,Platón,toma como base de sus reflexiones la naturaleza del alma y sus "partes",así
como los tres tipos de deseos y placeres que con tales "partes"
se corresponden. Volver a
Alma.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
DESEOS
Se hace preciso advertir que hasta aquí los términos «placeres»
y «descos» se han tomado generalmente en mala parte refiriéndolos a la
especie concupiscible del alma; aquí se da a estos vocablos mayor amplitud. A
consecuencia de ello necesita Platón buscar nuevas designaciones para las apetencias
inferiores y el hombre en que predominan, y de ahí las consideraciones que para
justificarlas vienen más abajo. Por otra parte el número de los modos del ser ha quedado
reducido de cinco a tres, y el hombre oligárquico, el democrático y el tiránico están
todos representados en la primera clase: estos cambios producen un cierto embarazo en el
autor, pero en sus conceptos no hay oscuridad alguna. Volver a Deseos.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
ENCOLERIZA
La "parte" del alma que se encoleriza tiene
que ver con su parte irascible.En ella,los deseos dominantes son la ambición,el
honor,la fama,el mando,el renombre. Volver a Encoleriza.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
CONCUPISCENCIAS
La "parte" del alma relacionada con la
concupiscencia es la concupiscible.En ella los deseos dominantes son los placeres
eróticos,el deseo de riquezas,la codicia y las ganancias al cualquier precio.Volver a Concupiscencias.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
COMPRENDEMOS
La "parte" del alma con la que comprendemos
es la relacionada con la capacidad racional. En ella,los deseos dominantes son el conocer
la verdad tal cual es,y, para el sujeto dominado por ella, no hay nada que importe menos
que la fama o el dinero.Platón,la define como "amante de la instrucción y del
saber".Volver
a Comprendemos.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
VECES
Según Platón, el alma humana,según sea el caso,se encuentra
dominada unas veces por el elemento racional y,en otros casos,por alguno de los otros
dos,es decir,lo irascible o lo concupiscible. Volver a Veces.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
GENEROS
Aristóteles (Eth. Nic. 1095b 14 y sigs.) hace una
clasificación de los géneros de vida que se corresponde enteramente con ésta.
Estos géneros son para él el voluptuoso (avaro), el político
(ambicioso) y el teorético (filosófico).Volver a Géneros.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
PROPIA
Platón señala que si preguntáramos a cada uno de estos
sujetos- el ambicioso, el avaro y el filósofo- cual de las vidas era la más
agradable y feliz,seguramente que cada uno alabaría a la suya propia.Así,el avaro
nos diría que para nada valen los placeres del honor o del saber y que lo verdaderamente
placentero es la ganancia del dinero.Por su parte,el ambicioso,despreciará el
dinero y el saber si no traen honra consigo.Del mismo modo el filósofo afirmará
que no hay mayor placer que la búsqueda y el conocimiento de la la verdad tal cual es en
sí.Volver a Propia.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
APRENDIENDO
Dos son, pues, los placeres propios del filósofo: el del
conocimiento ya adquirido de la verdad en un grado deterninado y el de seguirla
aprendiendo. En comparación con ellos, los otros placeres no merecen nombre de
tales. Del placer propio del filósofo se habla más extensamente en Fedón: allí
se habla también del discurrir, tó logízesthai, para llegar al conocimiento
intelectual o de las ideas, phrónesis. Volver a Aprendiendo.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
CUAL
Dado que cada uno de los diferentes tipo de alma individuales
defenderán como ideales sus propios deseos y placeres,Platón propone analizar como
podríamos saber cuál de ellos habla con mayor verdad.Volver a Cual.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
RACIOCINIO
Platón señala que el mejor modo de averigüar cual de los
deseos y placeres del alma es el mejor es someter tal análisis a las ordenes del
raciocionio o discurso racional.Ello parece situar ya,desde el principio,en ventaja
al placer del filósofo frente a los otros placeres ya que ni el ambicioso ni el avaro
parecen ser más experimentados que el filósofo para la búsqueda de la verdad.Volver a Raciocinio.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
VENTAJA
El filósofo aventaja al avaro y al ambicioso en el
conocimiento y experimentación de todos los placeres.Por lo que toca a la honra,tanto el
rico como el filósofo pueden experimentar tal tipo de placer ya que tanto el rico como el
sabio reciben honra de mucha gente.Tampoco es imposible que el filósofo y el ambicioso
hayan experimentado o experimenten el placer de la riqueza.Ahora bien,por lo que se
refiere al placer propio de la contemplación del ser, parece que es algo
imposible de ser gustado por ninguno otro que no sea filósofo. Por lo tanto,según
Platón,el sujeto que dice verdad acerca de cual es el mayor de los placeres es el
Filósofo y es que él puede,si quiere,experimentarlos todos,mientras que el ambicioso y
el avaro no.Volver a
Ventaja.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
CONTEMPLACIÓN
Estas y otras expresiones de índole metafísica que
aparecen en la prueba llamada psicológica han llevado a algunos a sospechar que todo este
trozo (580-587) es de composición posterior a la del resto del libro. Otros, en
cambio, las toman como indicios de la unidad de concepción del tratado; el problema es
complejo y su solución entrañaría la discusión del proceso entero del pensamiento
platónico. Volver a Contemplación.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
AYUDADA
El Sócrates platónico no concibe que la experiencia tenga
verdadero fruto si no va acompañada de reflexión; en ello estriba para él la diferencia
entre la retórica al uso, una rutina sin arte, y el discurrir filosófico (Phaedr. 260e
y Gorg. 463b). Presupuesto que sólo el filósofo reúne las tres experiencias, su
fallo es el único que tiene valor. Menos claro es lo que se añade después, de que es
también el único que posee el instrumento para juzgar, el razonamiento, porque, como se
ha observado, el razonamiento por sí mismo puede apreciar el valor de los tres géneros
de vida, pero no medir la intensidad del placer propio de cada uno (ver 583a). Volver a Ayudada.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
INSTRUMENTO
El placer del filósofo es,tambien, superior a los del
ambicioso y del avaro debido a que el instrumento que nos permite poder descubrir
la esencia del placer es el razonamiento.Este es quien nos puede mostrar si la
ambición,las riquezas o las ganancias son placeres superiores al afán de saber.Volver a Instrumento.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
DELEITOSO
Muchos critican el excesivo intelectualismo platónico
a la hora de defender la superioridad del filósofo a la hora de experimentar placer.Y es
que Platón,no se limita a señalar como más importante el deseo o placer de la
sabiduría,a partir de la experiencia de que puede saber y experimentar más tipos de
placeres que el ambicioso y el avaro,sino que afirma que el filósofo,además de juzgar
mejor acerca de la esencia de los diferentes placeres,a través de su razón,puede medir
el grado de intensidad de cada uno de tales placeres, para situar el afán de saber
como el mas deleitoso.Pues bien,según algunos,afirmar que la razón es quien
mide la intensidad de un placer es pasarse de intelectualista.Volver a Deleitoso.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
INFERIOR
Platón afirma,como conclusión a la prueba
psicológica,que el placer del sabio es el primero y más elevado;el segundo
en importancia se corresponde con el alma guerrera y ambiciosa; el tercero,y más
inferior de todos, es el que se corresponde con la avaricia y la concupiscencia.Volver a Inferior Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
TERCERA
Terminada la exposición de las pruebas
política y psicológica, se pasa a la metafísica, que para
Platón es la principal; de aquí la solemnidad con que la anuncia. La invocación está
tomada de la costumbre de los banquetes, donde la tercera libación era ofrecida a
Zeus Salvador. La agregación del epíteto Olimpio, el más frecuente del
padre de los dioses, es de cuenta de Platón, ya que a Zeus Olimpio estaba dedicada la
primera libación, así como la segunda a los héroes. Dicho epíteto y la expresión
adverbial Olympikós «a la manera olírnpica» traen no sólo el recuerdo
del divino monte Olimpo, sino también de los Juegos Olímpicos, cuya preeminencia entre
los otros juegos está de acuerdo con la importancia de la discusión que va a seguir.Volver a Tercera.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
ZEUS
Platón considera a la prueba metafísica como la
principal y,por ello,la rodea de solemnidad invocando,según la costumbre de los
banquetes,a Zeus Salvador.La agregación del epíteto Olimpio es de cuenta de
Platón y trae no sólo el recuerdo del divino monte Olimpo,sino tambien de los juegos
Olímpicos,cuya preeminencia entre los otros juegos está de acuerdo con la importancia de
esta prueba en lo que ahora Platón quiere decir.Volver a Zeus.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
PLACER
En la prueba metafísica,para demostrar la infelicidad
del tirano,Platón,decide estudiar y analizar la naturaleza o esencia del placer.Sobre
tal cuestión ya comienza señalando que, mientras que el placer del filósofo es completo
y puro,el de los demás es sombreado,es decir,procede de la mezcla y el contraste.Volver a Placer.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
SOMBREADO
«Sombreado» es el placer de los no filósofos en cuanto
procede a la mezcla y contraste con el dolor o con otro placer, y así se le compara con
los efectos obtenidos para la perspectiva pictórica por los contrastes de luz y sombra.
Ésos que Platón llama aquí «los sabios» son muy probablemente los secuaces de la
escuela moral y religiosa órfico-pitagórica, a quienes con idéntico título se alude en
diversos pasajes del mismo Platón y de otros autores, especialmente los poetas trágicos;
ellos habían precedido a nuestro autor en el menosprecio del cuerpo y sus placeres (sóma-séma),
que tiene tambien amplia expresión en el Fedón y en el Filebo. Volver a Sombreado.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
INQUIRIENDO
Mediante esta expresión,Platón,hace referencia al método
de la dialéctica,creado por Sócrates,y consistente en reflexionar acerca de la
esencia de un tema a investigar,siguiendo el método de preguntas y respuestas.Volver a Inquiriendo.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
CONTRARIO
La dialéctica de los contrarios está muy presente en
el estudio que Platón realiza acerca de la naturaleza o esencia del placer.En este
sentido,comienza estableciendo como punto de partida que placer y dolor son
elementos contrarios entre sí.E videntemente, dentro de su concepción filosófica,
contraria, por ejemplo, a la de Heráclito,no es posible la unidad y cohesión de tales
contrarios.Más adelante,como veremos,rechazará,por ejemplo,que algo (como el sosiego)
que no-es realmente (por lo tanto,es contrario) placer o dolor pueda afirmarse que lo sea.
Volver a Contrario.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
SOSIEGO
En el estudio de la naturaleza o esencia del placer,Platón,habla,además
del placer-dolor como elementos contrarios,de un estado intermedio entre
tales contrarios y que describe como sosiego del alma,es decir,como aquel estado en
que se produce una ausencia del placer o una ausencia del dolor.Por
ello,podría afirmarse que es algo que está en medio de ambos.Para señalar lo que quiere
decir se sirve de ejemplos :los enfermos durante su enfermedad suelen decir que
nada hay más dulce que el estar sanos,y que tal dulzura se les pasaba por alto antes de
enfermar.Del mismo modo, los que están dominados por un dolor violento afirman que nada
hay más placentero que la cesación de tal dolor.Por otra parte,aquellos que estando en
gozo,cesan de gozar,afirma que la cesación de tal placer es algo penosa.Pues bien,Platón
lo que quiere hacer ver con todo esto es lo siguiente:"no es posible que
algo que,no es ninguna de las dos cosas,venga a convertirse en una y otra".No
tiene sentido por tanto,confudir la ausencia del dolor con el placer y viceversa. Volver a Sosiego.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
NO SIENDO DOS COSAS
Notar que ese estado se ha descrito antes (583c) como «otra
cosa que no es estar en gozo ni en dolor, algo que está en medio de los dos, un cierto
sosiego del alma en lo que a uno y otro se refiere». Sócrates advierte a Glaucón
de la contradicción en que incurre ahora admitiendo que eso mismo sea placer y dolor.
Glaucón lo reconoce; pero, además, como puede verse más adelante, Sócrates añade un
nuevo argumento tomado de la naturaleza del placer y del dolor. Ambos son movimiento y el
estado intermedio es quietud; por lo tanto no puede identificarse con aquéllos. Volver a No siendo.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
MOVIMIENTO
Platón niega que el "sosiego" sea
identificable con el placer ya que cuando éste se produce surge algún tipo de "movimiento
interno",mientras que el sosiego parece implicar quietud. Volver a Movimiento.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
OLFATO
Para explicar el tipo de placeres puros a los que se
refiere,Platón,describe la experiencia de aquellos placeres que experimentamos sin que
intervenga para nada el dolor,ni como algo que precede a la experimentación de tal
placer, ni como algo que surja cuando tal placer desaparece.Platón piensa,por ejemplo,en
los placeres del olfato: estos se producen de pronto con una
extraordinaria intensidad,sin que haya precedido dolor,y al cesar no dejan tampoco dolor
alguno Volver a Olfato.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
INTENSOS
Los placeres "puros" del olfato,descritos
más arriba por Platón,son placeres del cuerpo que se extienden hacia al
alma.Aunque tales placeres corporales pueden ser intensos ello no quiere decir ni que sean
los realmente puros (para Platón tal pureza está reservada para los placeres del
alma) ni que lo que sentimos como placer corporal no lo percibamos normalmente como
una escapada al dolor. Volver
a Intensos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
EXPECTACION
Aunque los placeres puros se refieren no al cuerpo
sino al alma,ello no quiere decir que,dentro de la misma alma,no existan placeres
impuros.Los presentimientos agradables o dolorosas del porvenir serían ejemplos, según
Platón, de tales placeres impuros del alma.Volver a Expectación.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
NATURALEZA
Despues de aclarar que el placer no es sosiego y que los
placeres puros no residen realmente en el cuerpo sino en el alma,Platón,pasa a analizar
la esencia del placer atendiendo a sus diferentes grados de intensidad. Para
ello,comienza estableciendo como principio la existencia dentro de la naturaleza de los
grados de lo alto,lo medio y lo bajo. Volver a Naturaleza.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
INEXPERIENCIA
Según Platón,la experiencia o inexperiencia en la
experimentación de los distintos grados de un placer es fundamental para poder conocer la
naturaleza o esencia de tal placer.De lo contrario,al ignorante de tales grados
(no hay que olvidar que Platón identifica conocimiento y medida de intensidad) le será
imposible conocer la verdadera naturaleza de lo que es el placer en sí.Pues bien, al
inexperimentado en todos los niveles de placer,parece evidente que si pasa de un
nivel que considera bajo hacia un nivel medio, podría pensar que ha experimentado la
verdadera esencia del placer,cuando,en realidad,no ha pasado del nivel de lo medio.Lo
mismo,podríamos decir del que pasa de un nivel medio al nivel de lo alto.Si ignora la
verdadera esencia del placer,podría pensar que ha experimentado el summum.Volver a Inexperiencia.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
HAMBRE
Es un ejemplo de insatisfacción corporal (vacio) que
se llenaría produciendo satisfacción cuando hace su aparición el alimento (lleno).Volver a Hambre.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
IGNORANCIA
Es un ejemplo de insatisfacción anímica (vacio) que
se llenaría produciendo satisfacción cuando hace su aparición la inteligencia
(lleno).Volver a
Ignorancia.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
PLENITUD
Platón se plantea responder a la cuestión de donde hay más
plenitud de llenado: ¿en los vacios corporales o en los vacios anímicos?. La
respuesta a tal cuestión la sitúa Platón en relación con su teoría de las ideas y
del conocimiento: es evidente que lo que trata de lo que es siempre igual, pleno e
inmovil es más perfecto y placentero que aquello que trata de lo desigual,lo
incompleto y lo movil.Por ello,aquellos que tienen como objeto de reflexión a cosas
que permanenecen idénticas en sí mismas gozarán más del autentico placer;por su lado
los que se sitúan en el ámbito de lo corporal unicamente percibirán la relatividad del
placer sin saber nunca en que consiste el auténtico y verdadero nivel del summum
placentero.Volver a
Plenitud.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
PURA
Platón se pregunta quien participa más de una existencia pura
(verdad-realidad): los que ponen su atención en los placeres de la comida y de la bebida
o quienes la ponen en en la inteligencia y la búsqueda de la verdad.Lo primero, está
atenido siempre a lo mudable y mortal;lo segundo,lo está a lo que es siempre
igual,inmortal y verdadero.Parece,por tanto,claro lo que Platón es la existencia más
pura.Volver a Pura.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
SIEMPRE IGUAL
El hambre y la sed y otras necesidades de la misma índole
son una falta o vacío; la ignorancia y la insensatez lo son también. Pero el vacío del
hambre y de la sed se llenan con comida y bebida y el de la ignorancia y la insensatez con
el conocimiento. ¿Cuál de estas satisfacciones representa plenitud más verdadera?
Indudablemente la del conocimiento, porque éste está atenido a lo siempre igual,
inmortal y verdadero (las ideas), es además siempre igual, inmortal y verdadero en sí
mismo y está en algo siempre igual, inmortal y verdadero (el alma). Por lo tanto
participa más de la verdadera existencia y es más que lo que
llena el cuerpo. Lo que se dice del conocimiento se extiende después a todas las especies
espirituales. Este razonamiento, donde aparecen vinculados entre sí los dos conceptos de
verdad y de realidad, presupone la teoría metafisica de los libros anteriores. Volver a Siempre igual.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
REALIDAD
El ser de lo inmutable no solamente es una realidad epistemolígica
sino tambien ontológica. Ello quiere decir que no es una mera realidad mental
sino que posee realidad objetiva. Pues bien,lo inmutable tiene,para Platón,más realidad
que lo mudable.Volver a
Realidad.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
VERDAD
El ser de lo inmutable no solamente es una
realidad ontológica sino tambien epistemológica,es decir,no solamente
es más real sino que tambien es más verdadero.Volver a Verdad.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
GOZARÁ
Aquel que llena su naturaleza anímica de las cosas más
reales y verdaderas es quien experimenta más verdaderamente y más realmente el
auténtico placer.Del mismo modo,quien la llena de cosas menos reales y verdaderas
experimentará grados medios o bajos de placer sin poder jamás alcanzar a
percibir lo que que el placer es en sí .Volver a Gozará.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
FALTOS.
Los faltos de inteligencia y verdadero saber viven en
el nivel bajo del placer.Desde aquí podrán alcanzar la mitad de la subida hacia el
auténtico placer.De todos modos,se verán abocados a no poder rebasar este punto y,por lo
tanto, vivirán incapacitados para alcanzar la verdadera altura.Su vida será semejante a
la de las bestias que miran siempre hacia abajo y,agachados hacia la tierra y hacia
las mesas,se ceban de pasto,se aparean y,por conseguir más de todo ello,se dan coces y se
acornean mutuamente con cascos y cuernos de hierro y se matan por su insatisfacción,
porque no llenan de cosas reales su ser real y su parte apta para contener aquellas. Volver a Faltos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
AGACHADOS
Es bien conocida la imitación de Salustio (Catílina I
1): «ne uitam silentio transeant ueluti pecora quae natura prona atque uentri
oboedientia finxit». Volver
a Agachados.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
CUERNOS DE HIERRO
De hierro son, en efecto, las armas usadas por estas
bestias humanas, y por ello también su ferocidad es más funesta que la de los otros
brutos. Volver a
Cuernos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
SER REAL
Esto es, ni lo recibido (comidas, bebidas) ni el recipiente
(el cuerpo) tienen verdadera realidad. De la inanidad de estas satisfacciones se ha
considerado símbolo el tonel sin fondo de las Danaides; y se han recordado
también las palabras de Jesús a la samaritana (Ioh. IV 13): «todo
el que beba de esta agua volverá a tener sed». Volver a Ser real.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
APARIENCIAS
Los faltos de inteligencia y verdadero saber perciben
unicamente apariencias del verdadero placer.Tales apariencias son como
sombras,aparentemente muy intensas,pero que,en realidad ni serían siquiera reflejos del
placer puro experimentado por el alma inteligente y justa. Volver a Apariencias.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
ELEMENTO FILOSOFICO
Platón llama "elemento filosófico" a la parte
racional del alma,reina y rectora en el comportamiento del hombre justo.Es quien permite
que cada una de las otras partes del alma realicen su función propia.Desde estos
momentos,el sujeto no solamente es sabio o justo sino que tambien lleva la vida más
placentera de todas las posibles.Volver a Elemento Filosófico.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
PLANO
Es decir,un número que es producto de otros dos
(9=3x3).Como,en efecto,quedó convenido en 445 d; entre el hombre monárquico o
aristocrático y el oligárquico queda el hombre timocrático.El cálculo que sigue parece
a primera vista al lector moderno arbitrario y pueril. Ha de partirse del principio de que
el único placer verdadero es el del monarca;representando a éste por 1,el del hombre
timocrático quedará representado por 2 y el del oligárquico por 3,es decir,este último
será la tercera parte del placer del monarca.Platón,sin embargo,en su afán,por los
motivos que van a verse,de llegar al número 729,cubica la cifra del oligarca y le asigna
1/9 del placer del rey.Pero los otros dos hombres, el demócrata y el tirano,se hallan en
un grado de degeneración mucho mayor respecto del placer del hombre oligárquico que
éste en relación con el del monárquico. (cf. 587 e; "el tirano rebasa los
limites" )Se exigen,pues,dos nuevas cubicaciones que arrojan 1/81 para el primero y
una fracción para el segundo cuyo denominador es 729 y que representa el valor del placer
del tirano tomado como unidad el del monarca.Este número es el de días del año,364
1/2,sumado con el de sus noches,y,según parece,el de los meses del llamado gran año
pitagórico.Así parece indicarse que la infelicidad del tirano,con respecto a la
felicidad del monarca,está repetida cada día y cada noche,es decir,se extiende sin
interrupción a toda su vida.Lo más incomprensible de este cálculo es la razón por la
que se cubica el primer número obtenido y se multiplica después por los años,en vez de
sumarlos simplanente.Entre las explicaciones que se hsn dado de la cubicación está la de
que tanto el rey como el tirano son seres de tres dimensiones,pero lo que Platón parece
haber querido es obtener una
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3
EXPUESTO
Al llegar a este punto,Platón,plantea volver a lo expuesto en
el
QUIMERA
Era león por delante,dragón por detrás y cabra en su parte
central.
ESCILA
Tenía la cara y el pecho de mujer y,en los costados,seis
cabezas y doce patas de perro.
CERBERO
Contaba con tres cabezas de perro,cola de dragón y varias
cabezas de serpiente en su lomo.
MODELADA
Platón acaba de dar forma plástica a su doctrina de las
partes o especies del alma. Adan afirma que no se trata de una simple alegoría sino de
una representación real dificil de captar a primera vista para el hombre moderno. Volver a Modelada.
Texto1d
Comentario4
INJUSTICIA
Despues de amoldar la imágenes anteriores,Platón,plantea que
preguntemos a quienes defienden la conveniencia de obrar injustamente,si con ello no están
defendiendo la necesidad de tratar con todo regalo a la fiera monstruosa para hacerla
fuerte,lo mismo que al león,y,en cambio,dejar hambriento y debil al hombre (parte
racional del alma) de manera que sea arrastrado a donde ellos quieren.Volver a Injusticia.
Texto1d
Comentario4
JUSTICIA
Los que defiende el valor de la justicia,por el contrario,son
los que hacen que el hombre interior sea el más fuerte dentro del otro hombre,siendo
él quien cuide de la bestia policéfala y la crie cultivando,como un labrador,lo que hay
en ella de manso y evitando que crezca lo silvestre,procurándose en ello la alianza de la
naturaleza leonina,atienda en común a todos,logrando concordia y armonía.Volver a Justicia.
Texto1d
Comentario4
HOMBRE INTERIOR
La expresión recuerda la de S.Pablo:«me complazco en la ley
de Dios conforme al hombre interior, pero veo otra ley en mis miembros que lucha contra la
ley de mi mente y me esclaviza en la ley del pecado» (Rom. VII 22; c£ 11 Cor. IV
16; Eph. 111 16). Volver a
Interior.
Texto1d
Comentario4
NATURALEZA LEONINA
Ver República 440e y sigs. Volver a
Leonina.
Texto1d
Comentario4
PARTE DIVINA ARTESANADO DICHO FINAL
La creencia de que en el hombre hay un elemento divino era
común en la antigüedad (el mismo epicúreo Horacio llama al alma «divinae
particulam aurae» en Sat. II 2, 79); pero a esta creencia general dio
Platón un carácter más racional y un sentido más profundo. Volver a Divina.
Texto1d
Comentario4
ERIFILE
Erifile es citada ya por Homero entre las heroínas que
Ulises encuentra en el infierno (Odisea. XI 326-327); según la leyenda había entregado a
la muerte a su esposo Anfiarao seducida por un collar de oro. Alcmeón, hijo de Anfiarao,
la mató a su vez en venganza de su padre. Volver a Erífile.
Texto1d
Comentario4
No olvidar que Platón sitúa al artesanado como
la parte más baja dentro de la ciudad y lo relaciona con la parte concupiscible del alma.
Sobre esta base no es de extrañar su defensa de que debería estar supeditado al poder de
los gobernantes, los cuales, a su vez, deberían representar la parte racional y divina
que en el hombre existe. Unicamente de ese modo se lograría la ciudad justa. Volver a Artesanado.
Texto1d
Comentario4
TRASIMACO
Aparece en el libro I de la República defendiendo la
posición siguiente: si alguno llegará a tener el anillo de Gilges,permitiéndole ser
invisible, ¿cómo es posible que no se aprovechara de él para lograr riquezas y poder
aunque fuera de una forma injusta? Volver a Trasímaco
Texto1d
Comentario4
SUJETO A LO DIVINO
Sobre esta cuestión ver 343 a y siguientes.Lo que modernamente se llama el pueblo debe ser en el estado de
Platón sujeto pasivo del mismo. Como antes se ha recalcado que el fin del Estado no es en
modo alguno el bienestar exclusivo de su clases superiores, antes bien, se ha hablado de
los sacrificios que éstas han de imponerse por el bien común (419a y sigs.), es claro
que son los hombres del tercer estado los más beneficiados por la solidaridad social: la
fórmula de Platón se acerca, pues, en este aspecto a aquella de «todo para el pueblo,
nada por el pueblo». Los que no son capaces de regirse por su propia razón deben hacerlo
en bien propio por la razón de los demás, conforme al dicho famoso de Hesíodo (Op.
293-295): «el hombre completo es quien sabe prever por sí mismo, tras reflexión, lo
mejor que el futuro le traiga, pero bueno es también el que escucha los sabios consejos».
Volver a Sujeto.
Texto1d
Comentario4
Volver a Pena.
Texto1d
Comentario4
NUEVO TEMPLE
Este pasaje confirma de nuevo la concepción platónica de
la pena como medio para la enmienda del reo (Ver 380b). Volver a Temple.
Texto1d
Comentario4
SINFONÍA DEL ALMA
Ver lo que Sócrates dice sobre los fines de la educación
en 410 y siguientes y en el libro VI en 498 b-c. Volver a Sinfonía.
Texto1d
Comentario4
INTERIOR
Parece evidente que para Platón el desarrollo y riqueza
interiores priman de modo absoluto sobre las exteriores.Ello parece significar que la
política como actividad externa debería ocupar un lugar secundario en la vida del hombre
justo.Volver a Interior.
Texto1d
Comentario4
CIUDAD INTERIOR
El concepto de ciudad interior no deja de ser curioso ya
que Platón parece que afirma que debe renunciarse a todo esfuerzo para la fundación de
la ciudad en la tierra,prescribiendo al filósofo que sólo ha de fundar la ciudad
interior e individual en sí mismo.Tal consejo de apartamiento de la vida política
entra,sin embargo,en contradicción de muchas de las cuestiones afirmadas en la
República.Pues ¿como entender, lo que ahora dice,con la necesidad de la "vuelta
a la caverna" que Platón defiende en el libro VII de esta misma obra? Muchos
defienden que el pesimismo platónico,presente en sus ideas sobre la "ciudad
interior", estarían motivados por el fracaso de las esperanzas que había
puesto en Dionisio el joven. Volver a Ciudad Interior
Texto1d
Comentario4
CIELO
¿Qué cielo es éste en donde está el modelo político que el
hombre debe construir en sí? Si no se refiere a la Naturaleza o al Cosmos ¿es el cielo
de las ideas o la ciudad feliz de dioses e hijos de dioses que propone en las Leyes(739
d-e)? Sea lo que sea,en sus palabras parece que estamos escuchando a S.Pablo cuando dice:nuestra
ciudad está en los cielos.Ahora bien, ¿Qué sucede? ¿Platón ha tenido una
revelación divina "parcial" o S.Pablo ha copiado descaradamente ideas
presentes en Platón para hacerlas concordes con el pensamiento cristiano? Parece que
habrá que analizar tambien textos de la filosofía cristiana que nos ayuden a aclarar
estas cuestiones.Volver a
Cielo.
Texto1d
Comentario4
Este final del libro lX deja en el ánimo del lector una
impresión de profundidad y grandeza como pocos otros de la literatura antigua, pero,
sometido a análisis, da ocasión a dudas y perplejidades de diverso orden: hasta ahora
Platón ha considerado su ciudad como realizable en la tierra, más aún, ha determinado
que será una ciudad griega (470e) y en gran parte su construcción se ha ido haciendo por
la corrección de la realidad de su tiempo; ahora se renuncia a todo esfuerzo para la
fundación de la ciudad en la tierra y se prescribe que el filósofo sólo ha de fundar la
ciudad interior e individual en sí mismo. Ciertamente el consejo del apartamiento de la
vida pública va de acuerdo con otros pasajes de las obras platónicos (Apología 31
c y sigs.; Gorgias. 521 d y sigs.); pero aquí está en contradicción con mucho de
lo que se ha dicho en el tratado. ¿Llegó Platón a este cambio por el solo curso de sus
pensamientos o lo motivó el fracaso de las esperanzas que había puesto en Dionisio el
joven? Por otra parte, ¿qué cielo es ése donde está el modelo político de la ciudad
que el hombre debe construir en sí.? Descartada como extraña y arbitraria la idea de que
sea el Cosmos o Universo, ¿es por ventura el cielo de las ideas (50lb) o la ciudad feliz
de dioses e hijos de dioses que también se propone a la vista como modelo en algún
pasaje de las Leyes (739d-e)? Lo cierto es que las palabras de Platón despiertan
en nosotros ecos de sentencias cristianas como la de aquel texto de San Pablo (Phil. III 20):
«nuestra ciudad está en los cielos». Volver a Dijo.
Comentario4