LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO1
(571a-573d)

En el comienzo del libro IX de la República, Platón, nos sigue exponiendo la naturaleza de la TIRANÍA. Despues de hablar sobre el régimen tiránico comienza con la DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA DEL INDIVIDUO TIRÁNICO, degeneración natural del sujeto democrático. (Ver República 571ª y siguientes).
Para analizar la psicología del sujeto tiránico, Platón, parte del análisis de los
DESEOS presentes en el sujeto democrático. Sobre esta base afirma lo siguiente:

  1. El sujeto democrático está dominado por la parte concupiscible de su alma a la que dirije tanto a la búsqueda de los placeres necesarios como a los innecesarios, tal como hemos visto al estudiar la psicología de individuo democrático.
  2. Pues bien, el alma del individuo tiránico es una evolución lógica a partir de un alma democrática, pero, en dónde acabarán por vencer los instintos más salvajes y contrarios a la ley. Para explicar lo que quiere decir, Platón, hacer referencia a los deseos que surgen en el ámbito de los sueños, en donde dormita la parte racional del alma, dando lugar a la aparición de los más salvajes y feroces deseos (sodomía, incesto....). Ver República 571ª-572b)
  3. Y es que el sujeto tiránico, hijo de un individuo democrático, no se contenta ya con poner en práctica los deseos de su padre, a los que considera demasiado moderados, ni le parecen tampoco correctos ideales como el de la igualdad abstracta entre los individuos de la Polis. El sujeto tiránico se embarca en el mar de los instintos más salvajes y anormales. Dando alas a la parte zángana de su padre la profundiza aún más con lo hace su aparición el aguijón más venenoso del que se aprovechará para engañar a la masa que acabará por elegirlo como caudillo.
  4. Todas estas cuestiones se pueden ver en el libro IX de la República 571a-573d) {Ver texto1a}

    Presentación
    Cuestionario

















































TEXTO1A
(571a-573d)

-Queda por ver -dije- el hombre tiránico en sí mismo; cómo surge por la transformación del democrático, cuál es, una vez que nace, y de qué modo vive, si desgraciado o feliz.
-En, efecto, eso es lo que nos queda por examinar -replicó.
-¿Y sabes -dije- lo que aún echo de menos?
-En lo relativo a los
deseos creo que no hemos realizado bien cuántos y de qué clase son; y, habiendo falta en esto, va a adolecer de oscuridad la investigación que nos proponemos.
-¿Y no estamos aún -preguntó- en ocasión de proveer de ello?
-Sí por cierto; y atiende a lo que de esos deseos quiero percibir, que es esto: me parece que de los placeres y deseos no necesarios una parte son contra ley y es probable que se produzcan en todos los humanos; pero, reprimidos por las leyes y los deseos mejores con ayuda de la razón, en algunos de los hombres desaparecen totalmente o quedan sólo en poco número y sin fuerza, pero en otros, por el contrario, se mantienen más fuertes y en mayor cantidad.
-¿Y qué deseos -preguntó- son esos de que hablas?
-Los que surgen en el sueño -respondí-, cuando duerme la parte del alma,razonable,tranquila y buena rectora de lo demás y salta lo feroz y salvaje de ella,ahíto de manjares o de vino, y, expulsando al sueño,trata de abrirse camino y saciar sus propios instintos.Bien sabes que en tal estado se atreve a todo, como liberado y desatado de toda vergüenza y sensatez, y no se retrae en su imaginación del intento de cohabitar con su propia madre o con cualquier otro ser, humano, divino o bestial, de mancharse en sangre de quien sea, de comer sin reparo el alimento que sea; en una palabra, no hay disparate ni ignominia que se deje atrás.
-Verdad pura es lo que dices -observó.
-Pero, por otra parte, a mi ver, cuando uno se halla en estado de salud y templanza respecto de sí mismo y se entrega al sueño después de haber despertado su propia razón y haberla dejado nutrida de hermosas palabras y conceptos; cuando ha reflexionado sobre si mismo y no ha dejado su parte concupiscible ni en necesidad ni en hartura,a fín de que repose y no perturbe a la otra parte mejor con su alegría o con su disgusto, sino que la permita observar en su propio ser y pureza e intentar darse cuenta de algo que no sabe, ya sea esto de las cosas:pasadas, ya de las presentes, ya de las futuras;cuando amansa del mismo modo su parte irascible y no duerme con el el ánimo excitado por la cólera contra nadie, sino que, apaciguando estos dos elementos, pone en movimiento el tercero,en que nace el buen juicio,y asi se duerme, bien sabes que es en este estado cuando mejor alcanza la verdad y menos aparecen las nefandas visiones de los sueños.
-Eso es enteramente lo que yo también creo -dijo.
-Pero nos hemos dejado arrastrar demasiado lejos;lo que queríamos reconocer era esto:que hay en todo hombre,aun en aquellos de nosotros que parecen mesurados, una especie de deseos temibles, salvajes y contra ley,y que ello se hace evidente en los sueños.Mira,pues, si te parece que vale algo lo que digo y si estás conforme.
-Lo estoy.
-Recuerda, pues, cómo dijimos que era el hombre democrático:había nacido y se había criado desde su primera edad bajo un padre ahorrativo, que daba valor solamente a la pasión del dinero y despreciaba loe daños superfluos que tienen por objeto la diversión o el fausto. ¿No es así?
-Sí.
-Y entrando después en la compañía de hombres más ambiciosos y repletos de los deseos que últimamente mencionábamos,se lanza,movido por el aborrecimiento de la parsimonia de su padre, a todo desafuero y al género de vida de aquéllos; pero, con mejor índole que los que lo corrompen y atraído de una parte y otra, queda en mitad de los dos modos de ser y, gustando moderadamente, a su parecer, de ambos lleva una vida que no es ni villana ni infame,
convertido de oligárquico en democrático.
-Esa era -dijo- y sigue siendo nuestra opinión- sobre tal sujeto.
-Imagínate ahora -dije- que llegado a su vez que llegado este hombre a la senectud, hay un hijo suyo joven que ha sido criado en las mismas costumbres de aquél.
-Lo imagino.
-E ímagínate que le pasa lo mismo que a su padre y que es arrastrado a un desenfreno sin limites llamado libertad integral por los que le arrastran; imagínate al padre y a los otros deudos que dan ayuda a los deseos moderados mientras los otros ayudan a los deseos contrarios. Pues bien, cuando estos terribles seductores y creadores de tiranos desconfían de dominar al joven de otra manera sino dándose arte a introducir en él algún amor, como jefe de los deseos ociosos y dilapidadores de sus bienes: un zángano grande y con alas... ¿O piensas que es otra cosa el amor entre estos hombres?
-Ninguna otra cosa -dijo- sino precisamente ésa.
-Así, pues, cuando los otros deseos, zumbando en derredor de él y repletos de perfume,de aromas,de coronas y de bebidas y de los otros placeres que andan en tales compañías, hacen crecer y alimentan al zángano hasta no poder más e insertan en él el aguijón de la pasión, entonces él, jefe del alma, toma por escolta a la locura, se vuelve furioso y, si encuentra en el hombre algunos deseos y opiniones de los tenidos por buenos y todavia pudorosos, los mata y los echa de él hasta que lo deja limpio de sensatez y lo llena todo de aquella locura advenediza.
-¿Estás explicando en toda regla -dijo- el nacimiento del hombre tiránico.
-¿Y no es esta -pregunté- la razón de que, desde antiguo, Eros sea llamado tirano?
-Bien parece -respondió.
-Y el borracho ¡oh, amigo mío!, ¿no tiene también un temple tiránico? -pregunté.
-Si lo tiene.
-Y también el hombre furioso y perturbado intenta e imagina ser capaz de mandar no sólo en los hombres,sino también en los dioses.
-Muy de cierto -dijo.
-Asi pues, amigo dije yo-, el hombre se hace con todo rigor tiránico cuando, por su naturaleza o por sus modos de vivir o por ambas cosas, resulta borracho o enamorado o loco.
-Asi es enteramente.

Comentario1
Presentación

















































LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO2
(573d-576e)

Platón describe ahora la TRAYECTORIA VITAL del sujeto tiránico (Ver República 573d y siguientes) .En relación con tal trayectoria, Platón, afirma lo siguiente:

  1. La progresiva vida licenciosa del tirano le lleva a dilapidar todos los bienes tanto los propios como los paternos.
  2. Despues de dilapidarlos intenta conseguirlos de cualquier forma:ladrón de caminos, profanador de tumbas.
  3. Poco a poco se olvida de las enseñanzas positivas aún existentes en su familia democrática. Ello les lleva, si tiene poco peso dentro de la ciudad, a convertirse en mercenario. Pero si su peso dentro de la ciudad es grande lo más posible es que ésta acabe por nombrarlo como su caudillo.
  4. Cuando esto sucede la identificaciòn entre el individuo tiránico y la ciudad tiránica comienza a producirse ya de un modo inexorable hasta que el pueblo comienza a darse cuenta de dónde se ha metido.
  5. Todas estas cuestiones se pueden ver en el Libro IX de la República 573d-576e)
    {Ver Texto1b}
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    Cuestionario

















































TEXTO1B
(573d-576e)

-Parece, pues, que es de este modo como llega ese hombre a la existencia; pero ¿cómo vive ?
-Aquí contestó- de lo que suele oirse en las chanzas: esto también me lo has de decir tú.
-Lo diré, de cierto -respondí-. Pienso que, después de lo dicho, vienen las fiestas,los banquetes,las orgías y las cortesanas y todo lo demás de este jaez entre aquellos en cuyo interior habita el tirano Eros gobernando el alma toda.
-Por fuerza -dijo.
-¿Y no es verdad que al lado de éstos brotan cada día y cada noche nuevos y terribles deseos con multitud de exigencias?
-Muchos, en efecto.
-Y entonces las rentas de ese hombre, si algunas tiene, se gastan prontamente.
-¿Cómo no?
-Y después de ello vienen los préstamos y la merma del patrimonio.
-¿Qué remedio?
-Y cuando todo llega a faltar, ¿no es fuerza que los deseos apilados y violentos que anidan en él se pongan a chillar y él mismo, hostigado por los aguijones de los otros deseos y principalmente por el amor mismo,que guía a todos los demás como a su escolta armada, se enfurezca y mire en derredor quién tiene algo que pueda quitarle por engaño o por fuerza?
-Sin duda ninguna -dijo.
-Es preciso,pues, que saque dinero de donde sea so pena de ser presa de atroces dolores y tormentos.
-Es preciso.
-¿Y no ocurre acaso que, así como los placeres nuevos nacidos en él dominan a los antiguos y les quitan lo suyo, así él mismo,siendo más joven,pretende sobreponerse a su padre  y a su madre y quitarles lo que tienen adueñándose de los bienes paternos después de haber dilapidado los propios?
¿Cómo no va suceder?-dijo.
-Y,si ellos no se lo consienten,¿no tratará primeramente de sustraérselos engañando a los que se han dado el ser?
-Desde luego.
-Y si no pudiera, ¿no pasaría a arrebatárselos por la violencia?
-Eso creo, contestó.
-Y en caso, mi buen amigo, de que ellos,el anciano y la anciana, resistan y luchen, ¿se reportará acaso y excusará hacer algo de lo que es propio de los seres satánicos?
-Yo, por mi parte -dije, no estaría muy tranquilo por lo que toca a los padres de un tal sujeto.
-Pero, ¡oh, Adimanto, por Zeus!, ¿te parece que un tal hombre, por una amiga reciente y superflua, va a dar de golpes a su madre, la amiga necesaria de tanto tiempo, y por un mancebo, amigo innecesario de última hora,ha de tener otra tanto con su padre, el anciano marchito, su obligado y más antiguo amigo,y ha de poner a éstos como esclavos de aquéllos una vez que haya introducido a los últimos en su casa?
-Si,-¡por Zeus! -replicó.
-Dicha grande -dije- parece, pues, al haber engendrado un hijo tiránico.
-Desde luego -dijo.
-¿Y qué? Cuando se le acaben a tal hombre los bienes del padre y de la madre y se haya espesado en él grandemente el enjambre de los placeres,¿no empezará por poner mano en el muro de un vecino o en el vestido de algún viandante retrasado en la noche y no la emprenderá después con algún templo? Y, entre todas estas cosas, las antiguas opiniones que desde niño tenía sobre lo que es púdico y decoroso, aquellas opiniones consideradas como justas, quedarán dominadas,con ayuda del amor,por aquellas otras, escolta de éste, que han sido recientemente libertadas de la esclavitud:aquellas opiniones que andaban sueltas en el sueño cuando él estaba aún bajo la autoridad de las leyes y de su padre,gobernado democráticamente en sí mismo. Ahora, tiranizado por el amor, se hace perpetuamente en la vigilia como antes era tal cual vez en sueños y no se abstiene de horror alguno de sangre, de bocado impuro ni de crimen, sino que, por el contrario, el amor, viviendo tiránicamente en sus adentros, como solo señor,en total indisciplina y desenfreno, empuja al que lo lleva en sí a toda clase de osadías, como el tirano a la ciudad; y esto a fin de que le alimente a él y a la turba que le rodea, venida en parte de fuera por las malas compañías y en parte de dentro, ya suelta y liberada por disposiciones de la misma índole que en él hay.¿No es esta la vida de semejante sujeto?
-Ésa, de cierto -dijo.
-Y,si los tales hombres -proseguí- son pocos en la ciudad y el resto del pueblo tiene sensatez, saldrán de ella y servirán de guardia armada a algún otro tirano o prestarán auxilio por dinero si hay guerra en algún sitio; pero, si viven en época de paz y tranquilidad, entonces causarán a la ciudad misma algunos pequeños males.
-¿Cuáles son esos males?
-Por ejemplo, roban, perforan muros, cortan bolsas,hurtan vestidos, despojan templos y hacen esclavos a hombres libres; algunas veces se dedican a la delación,si son hábiles para hablar, o se hacen testigos falsos y prevaricadores a sueldo.
-Verdad que son pequeños -dijo- los males de que hablas si son pocos los tales sujetos.
-Es que lo pequeño -dije yo- es pequeño en relación con lo grande; y todas estas cosas no son nada,como suele decirse, al lado del tirano en lo que toca a la miseria y desdicha de la ciudad. Pero, cuando llega a ser grande el número de esos hombres y el de los otros que les siguen,y cuando se dan cuenta de su multitud, entonces son ellos los que, ayudados por la insensatez del pueblo, engendran como tirano a aquel de entre ellos que lleve a su vez en la propia alma al más grande y consumado tirano.
-Naturalmente -dijo-, porque ése será el más apropiado para la tiranía.
-Si los otros ceden, bien; pero, si no lo consiente la ciudad, lo mismo que entonces reprimía a su padre y a su madre, reprimirá ahora a su patria si puede atrayéndose nuevos amigos; y bajo los tales tendrá y mantendrá esclavizada a la anteriormente amada, a la patria o matria como dicen los cretenses.Y éste será el término del deseo de tal hombre.
-Ése en un todo -dijo.
-Ahora bien -proseguí-, ¿esos hombres no se comportan, en privado y antes de gobernar,del modo siguiente? ¿No ocurre, ante todo, que aquellos con quienes conviven se hacen sus aduladores, dispuestos a serles en lo que sea, o ellos mismos, si en algo necesitan de alguno, se arrastran a sus pies tomando ímpúdicamente todas las apariencias,como si fueran sus deudos, para reaparecer como extraños cuando han conseguido lo que querían?
-Muy de cierto.
-Y así no son en toda su vida amigos de nadie, sino siempre déspotas de alguno o esclavos de otro; pues de la verdadera libertad y amistad no gusta nunca la naturaleza tiránica.
-Desde luego.
-¿Acaso, pues, no llamamos con razón desleales a estos hombres?
-¿Cómo no?
-Y también sumamente injustos si es que fue acertado nuestro acuerdo en lo que va dicho acerca de lo que es la justicia.
-Acertado fue, sin duda -dijo.
-Resumamos, pues -seguí-, en cuanto al hombre más perverso. Éste es, según creo, el que sea tal en vela cual lo describimos antes en sueños.
-Muy de cierto.
-Y llega a ser así el que, teniendo por naturaleza la índole más tiránica, logra reinar por sí solo; y, cuanto más tiempo viva en la tiranía, más se afirmará en ser como es.
-Por fuerza -dijo Glaucón tomando a su vez la palabra.
-¿Y acaso -dije- el que se muestra más perverso no se ha de mostrar también el más desgraciado? ¿Y no lo será igualmente en mayor grado y duración,a decir verdad, el que más y por más tiempo ejerza la tiranía.Pues las opiniones de la multitud son ciertamente distintas en este punto.
-De todos modos es fuerza que sea como tú dices -observó-.
-¿Y no es también cierto -pregunté- que el hombre tiránico es la semejanza de la ciudad tiranizada y el democrático la de la gobernada democráticamente y así los demás?
-¿Cómo no?
-¿Y del mismo modo la proporción en virtud y dicha entre una ciudad y otra ha de existir también entre hombre y hombre?
-¿Qué otra cosa cabe?
-¿Y cuál es la diferencia en virtud entre la ciudad tiranizada y la real,de que discurrimos en primer término?
-Ha de ser todo lo contrario -contestó-: la una es la mejor; la otra, la peor que existe.

Comentario2
Presentación




































LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO3
(577a-588b)

A continuación, Platón, se propone analizar la cuestión referida acerca de la FELICIDAD O INFELICIDAD DEL TIRANO.
Para demostrar la
INFELICIDAD del tirano, Platón, describe TRES PRUEBAS:

  1. Prueba Politica (República 577ª-580d)
  2. Prueba Psicológica (República 580d-583b)
  3. Prueba Metafísica (República 583b-592b)
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    Cuestionario

















































PRUEBA POLÍTICA
(República 577a-580d)

La denominada prueba política (Adan) se le demomina así porque Platón deduce la infelicidad del tirano a partir de la infelicidad existente en una polis regida por un regimen tiránico. Algunas de las ideas presentes en esta prueba son las siguientes:

  1. Si la ciudad tiranizada, argumenta Platón, es la más esclava de las ciudades, parece tambien evidente que el sujeto que se identifica con ella (individuo tirano) sea tambien el menos libre de los hombres.
  2. Del mismo modo que una ciudad tiranizada es una ciudad llena de zozobra, pobreza, turbación y pesar, parece lógico suponer que el alma del tirano posea tambien estas características.
  3. Platón se sirve de un simil para describirnos la infelicidad de un alma tiranizada. Nos pone el simil del hombre rico que es abandonado por un dios en el desierto con sus esclavos. Compara el miedo que ese hombre rico debe sentir ante sus esclavos con el miedo que siente el tirano dentro de su ciudad. Habla tambien del miedo del tirano cuando vive rodeado por ciudades con regímenes distintos a la tiranía. El aislamiento y la infelicidad están presentes en su ser.
  4. Platón finaliza la prueba política señalando que tanto la tiranía como el tirano son las realidades más infelices que existen. {Ver Texto1c}
    Comentario3
    Cuestionario

















































PRUEBA PSICOLÓGICA
(República 580d-583b)

Platón sitúa el elemento esencial de esta prueba psicológica en el estudio del PLACER en la vida del hombre justo y en la del injusto. Para realizar tal análisis, Platón, relaciona el placer con las tres partes del alma, por lo que tambien habría tres tipos de placer y tres formas de dominio sobre tales apetitos o tendencias placenteras.

  1. Esas tres partes del alma son, como vimos, la parte racional, la irascible y la concupiscible. Pues bien, con ellas se corresponderían, según Platón, tres tipos de deseos o placeres: deseo de conocer la verdad (parte racional); deseo de ser arrogante, ambicioso y honra (parte irascible); deseo desmedido de ganancias (parte concupiscible). (Ver República 580d-581d).
  2. A continuación, Platón, afirma que si se plantease a cada uno de los hombres que representan estas clases de deseo, cuál es el mejor, sin duda que cada uno defendería la grandeza del placer que representarían (conocer la verdad, honra, ganancias) (Ver República 581d-582a)
  3. Má adelante, Platón ,se pregunta cómo podríamos saber cuál de esos hombres habla con mayor verdad. (Ver República 582a y siguientes)
  4. La respuesta de Platón a la cuestión planteada en el apartado anterior revela claramente su intelectualismo moral. Afirma que el mejor modo de saber quien de los tres representantes de los deseos (el avaro o deseoso de lucro y ganancias, el ambicioso o deseoso de honores, el filósofo o deseoso de saber) descritos dice la verdad, pasa por aceptar que a quien le corresponde el JUZGAR acerca de ello es necesariamente a la RAZÓN y al raciocinio, virtud claramente filosófica. Por lo tanto, afirma Platón, ya desde el principio parece que el placer de la sabiduría está por encima de los otros dos placeres.
  5. Pero además, continúa Platón, el amante del saber tiene más experiencia en toda clases de placeres que los otros dos (ambicioso, avaro). Y ello se puede entender, según Platón, por el razonamiento siguiente: el amante del saber puede experimentar los deseos de la ambición y de la avaricia. Sin embargo, tanto al ambicioso como al avaro les resulta dificil o imposible pararse a reflexionar acerva de la esencia de sus respectivos placeres. En definitiva, unicamente el amante del saber puede conocer la esencia de todos los placeres, y, si quiere, podría incluso el experimentarlos. No sucede así con quienes representan el deseo de la ambición y de la avaricia, ya que están incapacitados para conocer, incluso, la esencia de sus propios placeres.
  6. Suele señalarse como una crítica a la prueba psicológica de Platón que éste no se limita a señalar como más importante el deseo o placer de la sabiduría al partir del presupuesto de que el sabio puede saber y experimentar más tipos de placeres que el ambicioso y el avaro, sino que ,además, defiende que el sabio, a través de su capacidad de reflexión es quien siente un mayor grado de intensidad placentera (¿orgásmo mental?) y, por ello, define al saber como el placer más deleitoso (Ver República 583a). Y evidententemente, según muchos, afirmar que la razón es quien mide la intensidad de un placer es pasarse de intelectualista. {Ver Texto2c}
    Comentario3
    Cuestionario





































PRUEBA METAFÍSICA
(República 583b-592b)

La base de la prueba metafísica reside en la investigación que Platón realiza acerca de la NATURALEZA O ESENCIA DEL PLACER. (Ver República 583b y siguientes).

  1. Platón comienza afirmando que solamente el placer del filósofo es el completo y puro, mientras que los de los demás están sombreados, es decir, proceden de la mezcla y el contraste. (Ver República 583b).
  2. A continuación afirma que el placer no puede consentir ni en la ausencia de dolor ni el dolor ser la ausencia de placer. Para explicar el porque comienza estableciendo una diferencia entre dolor y placer a partir de que son elementos contrarios. Despues hace referencia a un estadio que no es propiamente ni dolor ni placer, es decir, aquel estado intermedio entre placer y dolor, al que denomina como sosiego. Como ejemplo de lo que quiere decir, Platón, refiere aquellos estados en que sentimos un gran dolor y en dónde decimos que su desaparición produciría un gran placer; o aquellos estados en que sintiendo placer decimos que su desaparición constituiría un dolor. En definitiva, muchas veces parece que entendemos el placer como ausencia de dolor y el dolor como ausencia de placer. Pues bien, Platón niega que el placer o el dolor puedan ser algo intermedio o mezcla ya que mientras que el dolor y el placer implican algún tipo de movimiento interno o conmoción, el sosiego es quietud. (Ver República 584a y siguientes).
  3. Para explicar el tipo de placer al que se refiere, es decir, al placer puro, Platón, refiere la experiencia de aquellos placeres que experimentamos sin que intervenga para nada el dolor ni como algo que preceda a la experimentación de un placer, ni como algo que surja cuando tal placer desaparece. Platón piensa, por ejemplo, en los placeres del olfato,la vista o el oido. Aunque se cuida de señalar que estos placeres son una excepción ya que los placeres corporales suelen ser impuros por implicar la mayoría de las veces una escapada al dolor.
  4. Y es que los placeres puros, para Platón, son los placeres del alma aunque tambien pueden existir en ella placeres impuros como son los presentimientos, las expectaciones....etc ya que en ellas suele estar presente la privación y el dolor por algo. (Ver República 584b)
  5. Además, los placeres poseen grados y relatividad, es decir, poseen diferentes niveles que van de lo bajo a lo medio y a lo alto. (Ver República 584d). Esta visión acerca de los niveles o grados dentro del placer le sirve a Platón para hacernos ver que es fundamental conocer la esencia o naturaleza del placer, es decir, saber lo que realmente es. De lo contrario el ignorante de tal esencia (no olvidar lo que se dijo antes acerca de que Platón identifica saber y medida de intensidad de un placer) es evidente que si pasa de un nivel bajo de placer hacia un nivel medio, podría pensar que ha experimentando la verdadera esencia del placer, cuando, en realidad, no pasa del nivel medio. Lo mismo podríamos decir de alguien que pasa de un nivel medio a un nivel más alto; el qu ignora la verdadera esencia del placer, podría pensar que ha experimentado el summum.
  6. A partir de esta última idea expuesta, Platón, enumera ejemplos de insatisfacciones y placeres del cuerpo (hambre y sed=dolor de lo vacio y comida=placer de lo lleno); asi como insatisfacciones y placeres del alma (ignorancia e insensatez=vacíos del alma, y, saber=placer de lo lleno en el alma). Despues se pregunta lo siguiente: cuándo se llenan esos vacíos ¿dónde hay más plenitud, más nivel del placer? (Ver República 584d- 585b)
  7. La respuesa a esta cuestión la sitúa Platón en relación con su teoría de las ideas y del conocimiento. Es evidente, señala Platón, que lo que trata de lo que es siempre igual, verdadero, pleno, inmovil, etc, es más perfecto y placentero que aquello que trata de lo mudable. Ello significa que las cosas que tratan sobre cuestiones del cuerpo participan menos de la verdad que las que atañen al servicio del alma. Por ello, aquello que se refiera a cosas que permanecen idénticas a sí mismas, gozará más realmente y con auténtico placer; mientras que lo que se sitúa en el ámbito de lo corporal unicamente percibirá la relatividad del placer sin saber nunca en qué consiste la auténcia esencia del mismo. (Ver República 585c-586c)
  8. Pues bien, según Platón, el alma del tirano es quien se encuentra más alejado del verdadero placer. Está más alejado que el individuo timocrático pues éste, aunque dominado por la parte irascible de su alma, siempre cabe la posibilidad de que pueda seguir los dictados de la razón. Lo mismo podríamos decir del sujeto oligárquico, ya que éste, tambien está dominado, y a un nivel mayor que el timocrático, por la parte irascible de su alma en su deseo de riquezas. Por su parte, el sujeto democrático aún estando presente en él la parte concupiscible, no se puede olvidar que su alma es una mezcla abigarrada y confusa en dónde no ha desaparecido del todo la parte irascible y, por consiguiente, el puente hacia la razón. En el individuo tiránico, sin embargo, unicamente está presente como algo dominante la parte concupiscible. Ello significa que en el nivel de los placeres, el tirano es quien se encuentra más alejado del verdadero placer. (Ver República 587b) {Ver Texto3c}
    Comentario3
    Cuestionario

















































TEXTO1C
(577a-580c)

-No te preguntaré -dije yo- a cuál de ellas aplicas cada uno de esos calificativos, porque es manifiesto; pero ¿es el mismo tu juicio acerca de la felicidad y la desdicha o es distinto?.Y no nos deslumbremos fijando los ojos en el tirano solo o en unos cuantos que pueda tener a su alrededor, sino que, como es necesario que nos filtremos en la ciudad y la contemplemos íntegramente,sólo debemos dar nuestra opinión una vez que hayamos recorrido y visto toda ella.
-Recta -dijo- es tu advertencia; y con ello para todo el mundo resulta evidente que no hay ciudad más infeliz que la tiranizada ni más dichosa que la gobernada por el rey.
-¿Y no tendría yo razón -dije- al advertir lo mismo en el juicio acerca de los hombres, exigiendo que juzgue sobre ellos aquel que pueda penetrar y ver con su mente en el carácter de ellos y no se deslumbre,mirando desde fuera como un niño, por la superioridad que afectan los tiranos ante los extraños, sino distinga como debe.¿Y si yo pensara que todos debíamos oír a ese sujeto capaz de juzgar y que, por otra parte, ha vivido en la misma casa del tirano, ha estado a su lado en los casos de la vida doméstica, en sus relaciones con las personas de su propio hogar,en las que ha podido vérsele más desnudo de su indumento teatral,y tambien en los azares públicos, y si, después que él ha visto todo esto, le requiriera yo a que nos comunicase cuál es el estado de dicha o infelicidad del tirano en relación con el de los demás?
-Estarías muy en razón al pedir eso -contestó.
-¿Quieres, pues -dije-, que supongamos que nosotros mismos poseemos esta capacidad de juzgar y que ya nos hemos encontrado en la vida con tales hombres,a fin de que tengamos quien conteste a nuestras preguntas?
-Sí  por cierto.
-Vamos, pues -seguí-:examina la cosa conmigo. Acuérdate de la semejanza que existe entre la ciudad y el individuo y, considerando a cada cual punto por punto, expón cuanto les ocurre a uno y otro.
-¿Qué es ello? -preguntó.
-Primeramente -dije-, hablando de la ciudad llamas libre o esclava   a la que está tiranizada?
-Esclava hasta no poder más -respondió.
-Sin embargo, ves en ella señores y hombres libres.
-Los veo -dijo, pero en pequeña cantidad; en conjunto puedo decir que la parte más considerable de ella es ignominiosa y miserablemente esclava.
-Por tanto -dije-, si el individuo es semejante a la ciudad, ¿no es fuerza que en él haya la misma disposición y que su alma esté henchida de esclavitud y vileza y que estén en servidumbre aquellas de sus partes que sean más decentes mientras impera una pequeña, la más malvada y furiosa?
-Fuerza es -contestó.
-¿Y qué? ¿Dirás que tal alma es libre o que es esclava?
-Esclava sin ninguna duda.
-¿Pero la ciudad esclava y tiranizada no hace en modo alguno lo que quiere?
-No, desde luego.
-Y por tanto el alma tiranizada, hablando de ella en su totalidad, no hará tampoco lo que quiera sino que,arrastrada siempre por la violencia del aguijón,estará llena de turbación y de pesar.
-¿Cómo no?
-¿Y la ciudad tiranizada será necesariamente rica o pobre?
-Pobre.
-Por tanto el alma tiránica ha de ser, sin remedio,igualmente pobre e indigente.
-Así es -dijo.
-¿Y qué? ¿No es forzoso que tal ciudad y tal hombre estén llenos de miedo?
-Muy forzoso.
-¿Y crees que podremos hallar en ninguna otra ciudad más lamentos, gemidos, plañidos y dolores que en aquélla?
-De ningún modo.
-Y en cuanto al individuo,¿admitirás que hay más de todas estas cosas en cualquier otro que en este hombre tiránico alocado por los deseos y los amores?
-¿Cómo habria de admitirlo? -dijo.
-Asi,pues,creo que el mirar a todo ello y a otras cosas semejantes fue el motivo de que no sólo juzgaras a esta ciudad la más desdichada de las ciudades...
-Y con razón, ¿no es cierto? -preguntó.
-Con mucha razón -contesté-; pero ¿qué dices del hombre tiránico considerando esos mismos puntos?
-Que es, con mucho, el más desdichado de todos los hombres -dijo.
-Pues eso -repliqué- ya no lo dices con razón.
-¿Cómo así -preguntó.
-Creo -dije yo- que no es ése todavía el más desdichado.
-¿Quién lo es, pues?
-El que voy a decirte tal vez te parezca más desdichado aún que él.
-¿Cuál?
-El que, siendo tiránico por sí -dije yo, no termina su vida como particular,sino que es lo bastante infortunado para que un azar le permita ejercer la tiranía.
-Por lo que ya hemos hablado -observó- conjeturo que dices verdad.
-Sí -dije-; pero no conviene creer simplemente tales cosas, sino examinarlas conforme al razonamiento que voy a hacer: porque nuestro examen es sobre lo más grande que puede darse, sobre la buena o mala vida.
-Tienes entera razón -dijo él.
-Mira, pues, si es de algún peso lo que digo: me parece que, al investigar acerca del tirano, tenemos que representárnoslo partiendo de este ejemplo.
-¿De cuál?
-De cada uno de los ciudadanos particulares que son ricos y poseen muchos esclavos. Éstos son semejantes a los tiranos en lo de mandar en muchas personas, aunque la cantidad sea en el tirano diferente.
-Diferente, en efecto.
-¿Y sabes que los tales ricos viven sin miedo y no temen a sus domésticos?
-¿Qué habrían de temer?
-Nada-dijo-;pero ¿te das cuenta de cuál es la causa?
-Si que la ciudad entera da favores a cada uno de esos particulares.
-Bien dicho - observé-. ¿Y qué? Si una divinidad cogiese a uno de esos hombres que tuviera cincuenta esclavos o más y, sacándolo de la ciudad a él, a su mujer y a sus hijos, los pusiera en un desierto juntamente con su hacienda y sus domésticos, allí donde ninguno de los hombres libres hubiera de darle ayuda, ¿en qué clase y qué grado de miedo crees que habría de entrar respecto de si mismo, de su mujer y de sus hijos, pensando que iban a perecer a manos de sus esclavos?
-En un miedo sin límites -respondió.
-¿No se vería, pues, obligado a halagar a algunos de aquellos esclavos, a formularles grandes promesas, a hacerlos libres sin necesidad y a aparecer con ello como adulador de sus propios servidores?
-Sin remedio -dijo- tendría que hacer eso o perecer.
-¿Y qué sería -dije yo- si el mismo dios estableciese a su alrededor una multitud de vecinos que no sufrieran que nadie pretendiese mandar en otro, sino que si a alguien sorprendian en tal intento, lo castigaran con los últimos castigos?
-Creo yo -dijo- que aumentaría lo extremo de sus males al estar vigilado en derredor no más que por enemigos.
-¿Y no es esa la cárcel en que está preso el tirano siendo por naturaleza como hemos referido, un cúmulo de muchos y diversos miedos y pasiones? ¿No es cierto que, por mucha que sea la curiosidad de su espíritu,a él solo le está prohibido el salir de su ciudad adondequiera que sea y contemplar todo aquello que desean contemplar todos los demás hombres libres, y así vive la mayor parte del tiempo metido en su casa como una mujer, envidiando a los otros ciudadanos si salen fuera y ven algo que merezca ser visto?
-Muy de cierto es así -dijo.
-Tanto mayor es la cosecha de grandes males que recoge aquel hombre tiránico, al que tú juzgaste como el más desgraciado, cuando, gobernándose mal a sí mismo, no pasa la vida como simple particular, sino que se ve forzado por alguna circunstancia a ejercer la tiranía y,no siendo dueño de sí, trata de gobernar a los demás:compararíase a un individuo enfermo y sin fuerzas para regirse que, en vez de quedarse en casa, fuese obligado a pasar la vida en certámenes y luchas con otros sujetos.
-Exacta es la comparación, ¡oh, Sócrates! exclamó-, y cuanto dices es la pura verdad.
-¿No es, pues, cierto, querido Glaucón -dije yo-,que todo lo que le sucede es una desgracia y que el que ejerce la tiranía vive una vida más miserable aún que aquella que tú tuviste por la más miserable?
-Bien de cierto -dijo.
-Por lo tanto, en realidad y aunque alguien no lo crea, el auténtico tirano resulta ser auténtico esclavo,sujeto a las más bajas adulaciones y servidumbres, lisonjeador de los hombres más perversos, totalmente insatisfecho en sus deseos, falto de multitud de cosas y verdaderamente indigente si aprendemos a mirar en la totalidad de su alma; henchido de miedo durante toda su y lleno de sobresaltos y dolores si de veras se parece su disposición a la de la ciudad que gobierna.
Y se parece, en efecto, ¿no es asi?
-Y mucho -replicó.
-Sobre esto, aún hemos de adscribir a este hombre a todas aquellas cosas de que antes hablábamos:le es forzoso ser,e incluso hacerse en mayor grado que antes por virtud de su mando,envidioso,desleal,injusto,falto de amigos, impío,albergado y sustentador de toda maldad y, por consecuencia de todo esto, infeliz en grado sumo;finalmente,ha de hacer iguales que él a todos los que están a su lado.
-Nadie que esté en su juicio -contestó- dirá lo contrario.
-¡Ea, pues! -dije yo-. Tú ahora, a manera de un juez que decide en último término,dictamina quién,a tu parecer,es el primero en felicidad, quién el segundo y así sucesivamente hasta los cinco que son: el hombre real, el timocrático,el oligárquico, el democrático y el tiránico.
-El juicio es fácil -dijo-;yo los juzgo,como si fueran coros, por el orden en que han entrado en escena,tanto en virtud y en maldad como en felicidad y en su contrario.
-¿Alquilaremos, pues, un pregonero --dije-, o bien debo proclamar yo mismo que el hijo de Aristón ha declarado que el hombre más dichoso es el mejor y más justo, y que éste es el hombre real, que reina sobre sí mismo; y que el más desdichado es el peor y el más injusto, y éste, en cambio, se halla ser el que, siendo más tiránico, se tiranice en mayor grado a sí mismo y a su ciudad?
-Proclámalo -dijo.
-¿Y no he de proclamar además -pregunté- que esto es así lo encubran o no lo encubran los tales a la vista de los hombres y los dioses todos?
-Añade eso también dijo él.
Prueba política
Comentario3
Presentación

















































TEXTO2C
(580d-583a)

-.Bien - proseguí - ésta podría ser una demostración; he aquí una segunda,si te parece de algún peso.
-¿Cuál es ella?
-Si es cierto -dije- que, lo mismo que la ciudad se divide en tres especies, también se divide en otras tres el
alma de cada individuo, nuestra tesis obtendrá, según creo, una segunda prueba.
-¿Qué prueba?
-Ésta: siendo tres esos elementos, los placeres se mostrarán también de tres clases, propia cada uno de aquellos,y lo mismo los deseos y los mandos.
-¿Cómo lo entiendes? -pregunté.
-Había algo,decimos,con lo que el hombre comprende;algo con lo cual se encoleriza  y una tercera cosa,en fin, a la que por la variedad de sus apariencias no pudimos designar con un nombre adecuado, por lo cual le dimos el del elemento más importante y fuerte que en ella había:la llamamos lo concupiscible,por la violencia de las concupiscencias correspondientes al comer y al beber, a los placeres eróticos y a todo aquello que viene tras esto, y la llamábamos también avarienta o deseosa de riquezas,porque es con las riquezas principalmente con lo que se satisfacen tales deseos.
-Y es razonable llamarla así -dijo.
-Y si dijéramos que su placer e inclinación es la ganancia,¿no apoyaríamos esta designación sobre un puntal,de suerte que tengamos como una señal evidente cuando hablemos de esta parte del alma,y no acertariamos llamándola codiciosa y deseosa de ganancia?
-Bien me parece -dijo.
-¿Y qué? La parte irascible ¿no decimos que tiende entera y constantemente al mando, a la victoria y al renombre?
-Muy de cierto.
-¿No sería, pues, acertado que la llamáramos arrogante y ambiciosa?
-Acertadísimo.
-Pues, por lo que toca a aquella otra con que comprendemos, a todo el mundo le resulta claro que siempre tiende toda ella a conocer la verdad tal cual es y no hay nada que le importe menos que las riquezas o la fama.
-Muy cierto.
-¿La llamaremos, pues, apropiadamente amante de la instrucción o del saber?
-¿Cómo no?
-¿Y no es cierto -prosegui- que en el alma de los hombres manda unas veces  este elemento que hemos citado y otras alguno de los otros dos según el caso?
-Así es -dijo.
-¿Por eso afirmamos que los géneros fundamentales de hombres son tres: el filosófico, el ambicioso y el avaro?
-De entero acuerdo.
-¿Y tres las clases de placeres que subsisten respectivamente en ellos?
-Muy de cierto.
-¿Y no sabes -dije- que, si fueras a preguntar sucesivamente a cada uno de estos hombres cuál de sus vidas respectivas era más agradable, cada uno alabaría sumamente la propia suya? ¿Y el hombre avaro dirá que no valen nada el placer de los honores o el del saber al lado de la ganancia a menos que en ellos haya algo que produzca dinero?
-Es verdad -dijo.
-¿Y qué dirá el ambicioso? -seguí-. ¿No tendrá por grosero el placer de la riqueza, e igualmente por humo y fruslería el del saber si la ciencia no lleva honra consigo?
-Asi es ello -replicó.
-¿Y qué hemos de creer -dije- que piensa el filósofo de los otros placeres en comparación con el de conocer la verdad tal cual es y estar aprendiendo siempre algo en tal aspecto? ¿No pensará que están bien lejos del placer verdadero y no los llamará con verdad placeres forzosos, pues no los echaría de menos si no fuera por necesidad?
-Hay que estar seguros de ello -dijo.
-Siendo así -dije- que están en discusión los placeres de cada especie y la misma manera de vivir,no ya en lo que se refiere a cuál es más decorosa o ignominiosa o mejor o peor, sino a cuál es más agradable y exenta de pesares, ¿cómo podríamos saber cuál  de esos hombres habla con mayor verdad?
-No está en mi decirlo en modo alguno -replicó.
-Pues atiende a esto: ¿a quién corresponde juzgar lo que ha de ser rectamente juzgado? ¿No es acaso a la experiencia, al talento y al raciocinio. ¿O hay un medio de juzgar mejor que éstos?
-¿Cómo habría de haberlo? -preguntó.
-Atiende, pues. Siendo tres los hombres, ¿cuál te parece el de más experiencia en todos los placeres de que hemos hablado? ¿Acaso el avaro, puesto a conocer la verdad tal cual es, te parece más experimentado del placer de saber que el filósofo del placer de la ganancia?
-Va mucha diferencia -dijo-, porque este último ha gustado por fuerza de los otros placeres desde su niñez, mientras que el avaro, cuando le ocurra estudiar las esencias, no es forzoso que saboree la dulzura de este placer ni que adquiera su experiencia, digo más, no le será fácil aunque tenga empeño en ello.
-Grande es, por tanto -dije yo-, la ventaja que lleva el filósofo al avaro en experiencia de estos dos placeres.
-Mucha de cierto.
-¿Y qué será respecto del ambicioso? ¿Acaso tendrá aquel memos experiencia del placer de la honra que éste del placer de razonar?
-Por lo que toca a la honra -dijo, si realizan aquello a que cada uno ha aspirado, entonces a todos se les alcanza, porque, en efecto, el rico recibe honra de mucha gente y lo mismo el valiente y el sabio, de modo que todos tienen experiencia de cómo es el placer que da el ser honrado; pero del placer propio de la contemplación del ser,de ése es imposible que haya gustádo ningún otro salvo el filósofo.
-Por tanto -dije-, en razón de experiencia éste es, de esos hombres, el que juzga mejor.
-Con gran diferencia.
-Y será, además, el único que tenga esa experiencia ayudada por el entendimiento.
-¿Cómo no?
-Por otro lado, el instrumento con que se debe juzgar no es propio del avaro ni del ambicioso, sino del filósofo.
-¿Cuál es?
-Dijimos que era por medio de razonamientos como había que juzgar,¿no es así?
-Sí.
-Y los razonamientos son capitalmente instrumento del filósofo.
-¿Cómo no?
-Por tanto, si lo sometido a juicio se juzgara mejor con la riqueza y la ganancia, la aprobación o reprobación del avaro contendrían forzosamente la máxima verdad.
-Sin duda alguna.
-Y si hubiera que juzgar con el honor, la victoria y la valentía ¿no estaría esa verdad en la opinión del hecho ambicioso y arrogante?
-Es claro.
-Pero ¿y si el juicio ha de hacerse con la experiencia, el entendimiento y el raciocinio?
-Es fuerza -dijo- que la máxima verdad se halle en la alabanza del filósofo y razonador.
-Siendo, pues, tres los placeres, ¿el de aquella parte del alma con que alcanzamos el saber será el más deleitoso, y la vida más grata, la del hombre en que esa parte rija lo demás?
-¿Cómo va a ser de otro modo? -dijo-. En su ser de calificador soberano, el hombre inteligente alaba su propia vida.
-¿Y cuáles -pregunté- serán la vida y el placer que ese juez ponga en segundo término?
-Es evidente que los del hombre guerrero y ambicioso, porque están más cerca de los suyos que los del hombre de negocios.
-La del avaro será, pues, según parece, la manera inferior de vivir.
-¿Qué otra cosa cabe? -dijo él.

Prueba psicológica
Comentario3
Presentación





































TEXTO3C
(583b-587b)

-Ésas,pues, podrán ser las dos pruebas sucesivas y el justo resulta dos veces vencedor del injusto; para la tercera invoquemos, a la manera olímpica, a Zeus Olimpio Salvador.Fíjate en que el placer de los demás, excluido el filósofo, no es completo ni puro, sino que está como sombreado, conforme oí yo decir a alguno de los sabios;y ésta es, para el injusto, la mayor y más soberana de sus caídas.
-Con mucho; pero ¿cómo lo explicas?
-La explicación -dije- la he de hallar inquiriendo si tú me respondes.
-Pregunta, pues dijo.
-Dime -proseguí-, ¿no diremos del dolor que es contrario al placer?
-Sin duda.
-¿Y que hay, además de ellos, otra cosa que no es estar ni en gozo ni en dolor?
-La hay de cierto.
-¿Algo que está en medio de los dos, un cierto sosiego del alma en lo que a uno y otro se refiere? ¿No es eso lo que dices?
-Eso -replicó.
-¿Y no recuerdas -pregunté- lo que suelen decir los enfermos durante el curso de su enfetmedad?
-¿Qué?
-Que no hay nada más dulce que estar sano, bien que esa dulzura se les pasara por alto antes de enfermar.
-Lo recuerdo -dijo.
-¿Y asimismo oyes decir a los que están dominados por un dolor violento que nada hay más placentero que la cesación del dolor?
-Eso oigo.
-Y asimismo sabes, creo yo, que los hombres pasan por muchas circunstancias en las que, cuando están doloridos,encomian como sumo placer no ya el gozar, sino el no sentir el dolor y descansar de él.
-En efecto -dijo-,quizá sea entonces ese descanso lo que resulte deleitoso y apetecible.
-Y cuando alguno -seguí-, estando en gozo, cese de gozar, esa cesación del placer será penosa.
-Tal vez -dijo.
-Por lo tanto, aquello que dijimos que estaba en medio de ambos, el sosiego, será en algún modo las dos cosas: dolor y placer.
-Asi parece.
-¿Y es posible que, no siendo ninguna de las dos cosas, venga a convertirse en una y otra?
-Creo que no.
-Además lo placentero y lo doloroso, cuando se producen en el alma, constituyen uno y otro un cierto movimiento,¿no es asi?
-Si.
-Y lo que no es placentero ni doloroso, ¿no es sosiego y no se nos ha mostrado hace un momento en medio de aquellos?
-Se nos ha mostrado, en efecto.
-¿Cómo puede, pues, tomarse rectamente el no tener dolor por algo placentero y el no sentir gozo por algo penoso?
-De ningún modo.
-Por lo tanto -dije yo, el sosiego no es, sino simplemente parece ser placentero junto a lo doloroso y doloroso junto a lo placentero; y en relación con la esencia del pacer no hay nada válido en esas apariencias, sino una cierta superchería.
-Así resulta por lo menos de tu razonamiento -dijo.
-Mira, pues -dije yo, a placeres que no procedan de dolores para que no te des más a creer, en el caso que voy a ponerte, que ello es asi y que el placer consiste en el descanso del dolor y el dolor en la pausa del placer.
-Son muchos -dije- y los percibirás principalmente si quieres fijarte en los propios del olfato: éstos se producen de pronto con una extraordinaria intensidad, sin que les haya precedido dolor, y al cesar no dejan tampoco dolor alguno.
-Es la pura verdad -replicó.
-No nos convencerá, pues, eso de que el cese del dolor es un placer puro y el cese del placer un dolor.
-No, en efecto.
-Sin embargo -dije-,los llamados placeres que por el cuerpo se extienden hacia el alma y resultan quizá los más abundantes e intensos  son de ese género: unas escapadas del dolor.
-Eso son.
-¿Y no son de esa misma índole los presentimientos agradables o dolorosos del porvenir, nacidos de la expectación?
-De la misma.
-¿Y sabes -dije yo- cómo son esos placeres y qué es aquello a que en mayor grado se asemejan?
-¿Qué? -preguntó.
-¿Crees -dije- que existen en la naturaleza lo alto, lo bajo y lo de en medio?
-Lo creo.
-¿Y crees que una persona llevada de lo bajo a lo de en medio puede pensar otra cosa sino que se la lleva a lo alto? Y, cuando esté en medio, contemplando el punto de donde ha sido traída, ¿supondrá que está en otro sitio sino en la altura no habiendo visto la altura verdadera?
-No creo, ¡por Zeus! -exclamó-, que tal persona pueda pensar de manera distinta.
-Y, si fuese llevada de nuevo al punto de partida -seguí-,¿no pensaría, esta vez con razón, que se la llevaba a lo bajo?
-¿Qué más cabe?
-¿Y todo eso le pasaria por su inexperiencia de lo que es verdaderamente lo alto, lo bajo y lo de en medio?
-Claro está.
-¿Y te admirarás de que los que no conocen la verdad no sólo tengan opiniones extraviadas sobre otras muchas cosas, sino también se hallen en tal disposición,respecto del dolor y del placer y de lo que hay en medio de ellos, que, cuando son arrastrados al dolor, se sienten realmente doloridos, poniéndose con ello en lo cierto, pero cuando son pasados del dolor a lo intermedio, creen a pies juntillas que han llegado a la satisfacción y al placer y, a semejanza de los que, por no conocer lo blanco, ven en lo gris lo opuesto a lo negro, ellos,por ígnorancia del placer, se engañan viendo en la falta de dolor lo opuesto al dolor?
-No me admiraré, ¡por Zeus! -dijo-; más bien me admiraría de que no fuese así.
-Atiende ahora -dije- a esto otro: el hambre y la sed y fenómenos semejantes, ¿no son como unos vacíos en la disposición del cuerpo?
-¿Qué otra cosa cabe?
-Y la ignorancia y la insensatez,¿no son a su vez unos vacíos en la disposición del alma?
-Muy de cierto.
-¿Y no llenaría esos vacíos el que tomase alimento o adquiriese inteligencia?
-¿Cómo no?
-¿Y es más verdadera la plenitud de lo que tiene más realidad o la de lo que tiene menos?
-Claro que la de lo que tiene más.
-¿Y cual de los dos géneros de cosas crees que participa más de la existencia pura, el de aquellas como el trigo,la bebida, el companage y los demás alimentos o el de la creencia verdadera, la doctrina y la inteligencia,en una palabra, el de toda virtud? Juzga de esto: lo que está atenido a lo que es siempre igual, inmortal y verdadero, siendo además tal en sí mismo y produciéndose en algo de su misma índole, ¿no te parece de mayor realidad que lo que, estando atenido a lo siempre mudable y mortal, es así igualmente en sí mismo y se produce en algo de su misma naturaleza?
-Es muy superior-dijo-lo atenido a lo que es igual.
-Según eso,¿el ser de lo siempre mudable tiene más realidad que el ser de ser de la ciencia?
-De ningún modo.
-¿Y qué? ¿Acaso tiene más de verdad ?
-Tampoco eso.
-Y si tiene menos de verdad, ¿tendrá menos también de realidad?
-Es forzoso.
-¿Así,pues,en general las especies de cosas que atañen al servicio del cuerpo participan menos de la verdad y de la realidad que las que atañen al servicio del alma?
-Mucho menos.
-¿Y no crees lo mismo del cuerpo con respecto al alma?
-Sí por cierto.
-Así, pues, lo lleno de cosas más reales y que es más real en sí mismo, ¿está más realmente lleno que lo lleno de cosas menos reales y que es además menos real en sí mismo?
-¿Cómo no?
-De modo que, si el llenarse de las cosas convenientes a la naturaleza es placentero,lo gue se llena más realmente y de cosas más reales gozará más real y verdaderamente con auténtico placer; y lo que participa de cosas menos reales se llenará menos real y sólidamente y participará de un placer menos seguro y verdadero.
-Nada hay más forzoso -dijo.
-Por eso los faltos de inteligencia y virtud, que siempre andan en festines y otras cosas de este estilo, son arrastrados, según parece, a lo bajo y de aquí llevados nuevamente a la mitad de la subida y así están errando toda su vida; y,sin rebasar este punto, jamás ven ni alcanzan la verdadera altura ni se llenan realmente de lo real ni gustan de firme ni puro placer, sino, a manera de bestias, miran siempre hacia abajo y, agachados hacia la tierra y hacia sus mesas, se ceban de pasto, se aparean y,por conseguir más de todo ello, se dan de coces y se acornean mutuamente con cascos y cuernos de hierro y se matan por su insatisfacción, porque no llenan de cosas reales su ser real y su parte apta para contener aquéllas.
-Eres un oráculo, Sócrates -dijo Glaucón-, pintando tan a la perfección la vida de la mayoría de los hombres.
-¿No es, pues, fuerza que no tengan sino placeres mezclados con dolores, meras apariencias del verdadero placer y sombras sin otro color que aquel, aparentemente muy intenso, que les da la yuxtaposición de placer y dolor y que nazcan en los insensatos unos mutuos y furiosos amores, por los cuales luchan como cuenta Estesícoro que, por ignorancia de la verdad, se luchó ante Troya en torno a la apariencia de Helena?
-Sin remedio ha de ser así -dijo.
-¿Y qué? ¿No ha de suceder otro tanto con lo irascible, cuando alguien le da salida en la envidia, movido por la ambición, o en la violencia, movido de soberbia, o en la ira, movido de su mal humor, buscando saciedad de honra, de predominio o de venganza sin razonamiento ni discreción.
-También es fatal -dijo- que ocurran en ellos tales cosas.
-¿Y qué? -dije yo-. ¿No podemos afirmar sin miedo que, de los deseos comprendidos en el afán de ríquezas y de honra, aquellos que, siguiendo al conocimiento y al raciocinio y buscando en compañia de éstos los placeres, tomen los que la razón les presente, ésos serán los que lleguen a percibir los más verdaderos -en cuanto pueden serlo los que ellos perciben-, puesto que la verdad es su guía, y a percibir también aquellos placeres que más se les apropien, dado que lo mejor para cada cosa es también lo más adecuado para ella?
-Lo más adecuado, en efecto -dijo.
-Por tanto, cuando el alma toda sigue al elemento filosófico y no hay en ella sedición alguna, entonces sucede que cada una de sus partes hace lo que le es propio y cumple la justicia;y además cada cual disfruta de sus peculiares placeres, que son los mejores y, en la medida de lo posible, los más verdaderos.
-Así es en un todo.
-Pero, cuando se impone alguno de los otros elementos, ocurre que éste no halla su propio placer y encima fuerza a los otros a perseguir un placer extraño y no verdadero.
-Así es -dijo.
-¿Conforme a ello, lo que más lejos esté de la fílosofía y de la razón será lo que mayormente produzca tales efectos?
-Bien seguro.
-Y lo que más se aleja de la razón ¿no es también lo que más se aleja de la ley y el orden?
-Es claro.
-¿Y los que se muestran más alejados de todo ello no resultaron ser los deseos eróticos y tiránicos?
-Con mucho.
-¿Y los que menos, los deseos monárquicos y ordenados?
-Sí.
-Creo, pues, que el tirano es que más lejos se halla del placer verdadero y apropiado;y el otro,el que más cerca.
-No cabe la menor duda.
-La vida del tirano -dije yo- será, pues, la más ingrata; y la del rey, la más placentera.
-Sin remedio.
-¿Y sabes -dije- cuánto más amargamente vive el tirano que el rey?
-Si tú me lo dices... -respondió.
-Habiendo, según parece, tres placeres, uno legítimo y dos bastardos, el tirano rebasa los límites aun de estos últimos, se escapa de ley y de razón y vive entre ciertos placeres serviles y mercenarios; ahora bien, cuánta sea su inferioridad no es enteramente fácil decirlo si no es acaso por el siguiente procedimiento.
-¿Cómo? -preguntó.
-Empezando a contar que el hombre oligárquico, el tirano ocupa el tercer puesto,ya que entre uno y otro está el hombre democrático.
-Cierto.
-Y,si lo que queda dicho tiene fundamento, ¿no vive respecto de la verdad con la tercera apariencia de placer contando desde el hombre oligárquico?
-Así es.
-Y el hombre oligárquico es a su vez el tercero contando desde el monárquico si hacemos uno solo al hombre monárquico y al aristocrático.
-El tercero es, en efecto.
-El tirano está, pues -dije yo-, alejado del verdadero placer en un número triplemente triple.
-Tal parece.
-Según eso -dije- la apariencia de placer del tirano sería, en el respecto de su largura, un número plano.
-No hay duda.
-Elevándolo, pues, a la segunda y a la tercera potencia quedará de manifiesto a qué distancia se halla.
-Es cosa clara -dijo para el que sabe calcular.
-Y así, si en sentido inverso hubiéramos de decir a qué distancia está el rey del tirano en la realidad del placer, hallaríamos,hecha la multiplicación, que la vida de aquél es setecientas veintinueve veces más deleitosa que la de éste y que la del tirano es a su vez más amarga en la misma proporción.
-Imponente -dijo- es la cifra que acabas de dar de la diferencia entre los dos hombres, el justo y el injusto, en lo que toca al placer y al dolor.
-Y no obstante -contesté yo-, ese número es verdadero y ajustado a sus vidas si a ellas responden sus días, sus noches, sus meses y sus años.
-Pues responden de cierto -dijo.
-Así, si el hombre bueno y justo supera tanto al malvado e injusto en cuanto a placer, ¿cuánto más enorme ventaja le sacará en el arreglo, la belleza y la virtud de su vida?
-Enorme, en verdad, ¡por Zeus! observó.

Prueba metafísica
Comentario3
Presentación





































LIBRO IX REPÚBLICA
COMENTARIO4
(588b-592b)

A finales del libro IX, Platón, vuelve a plantear una cuestión expuesta en el libro II de la República (361a) y que hace referencia al VALOR INTRÍNSECO de la justicia. Según Platón, se trataría de responder, a esta altura del diálogo a las cuestiones siguientes: (Ver República 588 b)

  1. ¿Es ventajoso cometer injusticia pero con la apariencia de ser justo?
  2. ¿Por qué es mejor ser justo que injusto?

Para responder a estas cuestiones, Platón, nos propone usar de la imaginación y, por ello, se sirve de nuevo de un simil que nos haga comprender el por qué la justicia es un valor mejor que la injusticia. Sirviéndose de figuras mitológicas como son la Quimera (león por delante, dragón por detrás y cabra en su parte central); la Escila (cara y pecho de mujer y en los costados y cabezas y doce patas de perro); y el Cérbero (tiene 3 cabezas de perro, cola de dragón y varias cabezas de serpiente en el lomo), Platón, nos propone que modelemos en nuestra imaginación la escena siguiente: una primera figura formada por una bestia abigarrada y policéfala que tiene en torno suyo diversas cabezas de animales mansos y feroces; una segunda figura que se corresponda con un león y de menos tamaño que la primera; una tercera que represente a un hombre y que sea más pequeña que la anterior. A continuación, nos pide que juntemos estas tres figuras y las situemos dentro de una imagen humana, de tal modo que no podamos ver las tres figuras descritas anteriormente sino unicamente su envoltura, es decir, la imagen humana. (Ver República 588c- 588e).
A continuación, Platón, plantea que preguntemos a quienes defienden el valor de la injusticia si con ello acaso no estarían pidiendo que se tratara con todo regalo a la fiera monstruosa que vive dentro (lo concupiscible) y al león (lo irascible), y, en cambio, dejar hambriento y débil al hombre de dentro (lo racional), de suerte que sea arrastrado a dónde le lleve el uno o el otro de aquellos. Por el contrario, aquellos que sostienen el valor de la justicia, como mejor que el de la injusticia, obrarán de tal modo que de ello resulte el hombre interior el más fuerte dentro del otro del hombre y será él quien se cuide de la bestia policéfala y la crie, cultivando, como un labrador lo que hay en ella de manso, procurando con ello la alianza con la naturaleza leonina.
(Ver República 588e-589b)
En definitiva, según Platón, el hombre justo es visto ahora a un nivel muy diferente a como se nos presentaba en los
libros II y IV. Y es que ahora tenemos tambien delante el análisis de la naturaleza de la injusticia tanto en la ciudad como en el individuo. La justicia implica orden y armonía entre los responsables del desorden y de la desarmonía, es decir , de la injustica (la bestia y el león). Tal armonía unicamente pude conseguirse cuando el hombre que llevamos dentro (razón) es quien rige tanto los destinos individuales como ciudadanos. (Ver República 590b-590d)
NOTA FINAL
: Aunque Platón hace referencia a la justicia tanto a nivel de la ciudad como del individuo, no puede dejarse de hacer referencia a la suprema importancia que Platón da a lo individual a finales del libro IX de la República. Tal importancia llega a un nivel tal que Platón parece renunciar a la idea de justicia política o ciudadana (Ver República 592 a-b. Y es que Platón parece defender que existe un modelo de ciudad ideal y que lo importante es que nos formemos en nuestro interior el modelo de ciudad ideal interna. Si ello es así, ¿cuál es valor que deberíamos dar a la teoría política de Platón?
{Ver Texto1d}
Presentación
Cuestionario





































TEXTO1D
(588b-592b)

-Bien -dije- puesto que hemos llegado a este punto de nuestro discurso volvamos a lo antes expuesto, que es lo que nos condujo hasta aquí. Creo que se sostuvo en algún momento que al que es absolutamente injusto le conviene cometer injusticia con tal de aparecer como justo. ¿No se dijo así?
-Así se dijo,en efecto.
-Pues ahora -dije- vamos a dialogar con el que sostuvo eso, ya que hemos llegado a un acuerdo sobre el especial efecto de ambas cosas: del obrar justamente y del obrar contra justicia.
-¿Cómo? -preguntó.
-Formando en nuestro pensamiento una imagen del alma para que el que dice eso vea bien lo que ha dicho.
-¿Qué imagen? -dijo.
-La de una de aquellas tantas criaturas -conteste- que se cuenta existieron en la antigüedad, como la
Quimera, Escila, el Cérbero y otras muchas que se dice que vinieron a formarse en una unidad de distintas figuras.
-Eso se dice, en efecto -replicó.
-Modela, pues,la figura de una
bestia abigarrada y policéfala que tiene en torno diversas cabezas de animales mansos y feroces y que es capaz de cambiar y sacar de sí misma todas estas cosas.
-Trabajo es ése -dijo- de un hábil modelador; no obstante, puesto que el pensamiento es aún más plástico que la cera y otros materiales semejantes, dala por modelada.
-Plasma ahora una figura de león y otra de hombre; pero que aquella otra primera sea la más grande y que le siga en tamaño la segunda.
-¿Eso es más fácil -dijo; ya están modeladas.
-Acomoda ahora esas tres cosas distintas en una sola haciendo que se unan de algún modo entre sí.
-Ya están acomodadas -contestó.
-Pues bien, en derredor y por fuera de ellas modela la imagen de una cosa sola : una imagen humana de modo que para el que no pueda ver lo ínteríor, sino únicamente la envoltura, no aparezca más que un ser vivo, el hombre.
-Ya está modelada -dijo.
-Digamos, pues, al que afirmó que a este hombre le conviene hacer injusticia y no le conviene obrar justamente,que lo que él dice no significa otra cosa sino que a tal sujeto le interesa tratar con todo regalo a la fiera monstruosa y hacerla fuerte, y lo mismo al león y a lo relativo a éste, y, en cambio, dejar hambriento y débil al hombre de suerte que sea arrastrado adonde le lleve el uno o el otro de aquéllos; y asimismo no acostumbrar a ninguno de ellos a la compañía de los demás ni hacerlos amigos, sino dejar que se muerdan mutuamente y se devoren en su lucha.
-En efecto, eso es exactamente -dijo- lo que dice el que alaba la injusticia.
-¿Y a la inversa, el que sostiene la conveniencia de la justicia vendrá a decir que es necesario obrar y hablar tal modo que de ello resulte el hombre interior el más fuerte dentro del otro hombre y sea él quien se cuide de la bestia policéfala y la críe cultivando, como un labrador,lo que hay en ella de manso y evitando que crezca lo silvestre, procurándose en ello la alianza de la naturaleza leonina, atendiendo en común a todos y haciéndolos amigos entre sí y también de sí mismo?
-Eso es, bien de cierto,lo que viene a decir el que ensalza la justicia.
-En todos los respectos, pues, el alabador de la justicia dirá verdad y mentirá el de la injusticia. Ya se mire al placer, ya a la buena fama, ya al provecho, el que encomia lo justo acierta y el que lo censura no dice nada en razón y ni siquiera conoce lo que censura.
-No creo -dijo- que lo conozca en modo alguno.
-Tratemos, por tanto, de persuadirle con dulzura, puesto que si yerra no es por su voluntad. Preguntémosle: «No reconoceremos,hombre bendito, el origen de la ley de lo digno y de lo indigno en el hecho de que lo primero pone bajo el hombre, mejor dicho tal vez,bajo su parte divina lo que hay en su naturaleza de salvaje y lo segundo esclaviza lo que hay en él de manso a lo salvaje? Asentirá a ello, ¿no? ¿O qué dirá?
-Asentirá si sigue mi consejo -replicó.
-«Conforme a este razonamiento -segui-, ¿habra pues, alguien a quien convenga tomar dinero o injustamente si acontece que, al tomarlo, esclaviza lo mejor de su ser a lo más miserable? Y, mientras el tomar dinero por hacer esclavo a un hijo o a una hija,y precisamente bajo hombres fieros y malvados, no le convendrá por grande que sea la cantidad percibida, si somete,en cambio,sin compasión la parte más divina que en él hay a la más impía e infame, ¿no se hará con ello desgraciado y no pagará el oro de su soborno con un destino mucho más tetrible y fatal que el de Erifile al recibir el collar por la vida de su esposo?»
-Mucho más ruinoso -dijo Glaucón-; que yo respondo por él.
-Asi, pues, ¿no pensarás también que, si la irregularidad en la vida ha sido vituperada desde antiguo,lo ha sido porque con ella se da rienda suelta en mayor grado de lo conveniente a aquella bestia terrible,a aquel grande y abigarrado animal que queda referido?
-Es claro -contestó.
-¿Y la insolencia y el mal humor no se censuran cuando lo leonino y lo colérico crece y se extiende demesuradamente?
-Bien de cierto.
-¿Y el lujo y la molicie no se censuran por la flojedad y remisión de este mismo elemento cuando producen en él la cobardía?
-¿Qué otra cosa cabe?
-¿Y la lisonja y la bajeza, cuando alguno pone eso mismo, o sea lo irascible, bajo aquella otra parte turbulenta y,por causa de las riquezas y del insaciable apetito de ésta,humilla a aquélla desde la juventud y la hace convertirse de león en mono?
-Bien seguro -dijo.
-Y el artesanado y la clase obrera,¿por qué crees que son vituperados? ¿Diremos que por otra cosa sino porque son gente en quienes la parte mejor es débil por naturaleza,de modo que no puede gobernar a las bestias que hay dentro, sino que las sirve y no es capaz de aprender más que a adularlas?
-Eso parece -replicó.
-¿Por consíguiente, para que esa clase de hombres sea gobernada por algo semejante a lo que rige al hombre superior,sostenemos que debe ser esclava de este mismo hombre, que es el que lleva en sí el principio rector divino; y esto no porque pensemos que el esclavo debe ser gobernado para su daño, como creía Trasímaco de los sometidos a gobierno, sino porque es mejor para todo ser el estar sujeto a lo divino y racional, sea, capitalmente, que este elemento habite en él, sea, en otro caso, que lo rija desde fuera, a fin de que todos, sometidos al mismo gobierno, seamos en lo posible semejantes y amigos?
-Exactamente -dijo.
-Y la ley -dije yo- muestra también que es eso mismo lo que quiere,puesto que da favor a todos los que viven en la ciudad. E igualmente el gobierno que ejercemos sobre los niños, a quienes no dejamos que sean libres hasta que establecemos dentro de ellos un régimen como el de la ciudad misma, cuando, después de haber cultivado en ellos la parte mejor con lo mejor que hay en nosotros,ponemos dentro de cada uno, en lugar nuestro,un guardián y jefe semejante a nosotros para sólo entonces darles la libertad.
-Sí que lo muestra -dijo.
-¿En qué respecto o conforme a qué cálculo diremos,pues, oh, Glaucón, que es provechoso el cometer injusticia o el obrar con intemperancia o el hacer algo ignominioso, si por resultado de todo ello se es más perverso, aunque por otra parte se consigan riquezas o se alcance otra clase de poder?
-En ningún respecto -dijo.
-¿Y cómo ha de ser tampoco provechoso que el que cometa injusticia lo mantenga escondido y no pague su pena? ¿O no sucede más bien que el que se oculta se hace más miserable, mientras que, si no se oculta, sino recibe el castigo, entonces lo bestial de su ser se aplaca y amansa, lo pacífico se libera y toda su alma, puesta en mejor condición, adquiere, al conseguir moderación y justicia con la ayuda del buen entendimiento,un nuevo temple tanto más precioso que el del cuerpo dotado de salud, vigor y hermosura cuanto que el alma misma es más preciosa que el cuerpo?
-Así es en un todo -dijo.
-Y el hombre sensato, ¿no vivirá tendiendo con todas sus energías a honrar aquellas enseñanzas que hacen su alma tal como queda dicho y a despreciar todo lo demás?
-Es evidente -dijo.
-Además -seguí-, en lo que toca al uso y sustento de su cuerpo, no solo no se volverá al placer fiero e irracional para vivir de cara a él, sino que ni siquiera mirará su salud ni atenderá a ella para ser fuerte, sano y hermoso si estas cosas no le sirven para la sanidad de su mente; antes al contrario, aparecerá siempre ajustando la armonía de su cuerpo en razón de la sinfonía de su alma.
-Puntualmente lo hará así -dijo- si es que ha de ser músico de verdad. -¿Y no ajustará también a ello -pregunté- el orden y la armonía en la adquisición de sus bienes? ¿O es que, impresionado por lo que la multitud entiende por felicidad, va a aumentar hasta el infinito la masa de sus bienes procurándose con ello también infinitos males?
-No creo -dijo.
-Antes bien -proseguí-, poniendo la vista en su gobierno interior y cuidando de que no se mueva nada de lo que allí hay por exceso o escasez de fortuna, se regirá conforme a esta norma aumentando o gastando de lo que tiene según su capacidad.
-Exacto -dijo.
-Y del mismo modo mirará a los honores y participará y gustará de buen grado de aquellos que crea que le han de hacer mejor; y, en cuanto a aquellos otros que vea que han de relajar la disposición de su ser, los rehuirá así en la vida pública como en la privada.
-Entonces -dijo- no querrá actuar en política si su preocupación es,en efecto,la que quedad dicha.
-No, por vida del perro contesté-: actuará, e intensamente, en su ciudad interior, pero no de cierto en la ciudad patria a menos que se presente alguna ocasión de origen divino.
-Ya entiendo -dijo-: quieres decir que sólo ha de ser en la ciudad que veníamos fundando, la cual no existe más que en nuestros razonamientos,pues no creo que se dé en lugar alguno de la tierra.
-Pero quizá -proseguí- haya en el cielo un modelo de ella para el que quiera mirarlo y fundar conforme a su ciudad interior. No importa nada que exista en algún sitio o que haya de existir; sólo en esa ciudad actuara y en ninguna más.
-Es de razón - dijo él.

Comentario4
Presentación








































































TIRANICO
En el libro IX de la República,Platón,continúa con el análisis de la tiranía,centrándose en el estudio psicológico del individuo tiránico,degeneración,por otra parte, de sujeto democrático.
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Texto1a
Comentario1






















































DESEOS
Platón estudia la psicología del sujeto tiránico centrándose en el análisis de los deseos que divide en necesarios-no necesarios-ilicitos.La comida y la bebida son necesarios;la comida y la bebida en bandejas de plata son no necesrios;robar para comer en bandejas de plata es ilicito.Pues bien,el individuo tiránico hace aflorar en sí los deseos más ilicitos.
Volver a Deseos.
Texto1a
Comentario1



















































CONTRA LEY
Hay que entender contra ley natural: el adjetivo paránomos califica frecuentemente lo antinatural y mosntruoso como puede verse en lo que a continuación decribe Sócrates en el texto.
Volver a Contra ley.
Texto1a
Comentario1






























































SUEÑO
Platón se sirve del mundo de los sueños para expresar lo que quiere decir acerca de los deseos más ilícitos y licenciosos.Parece expresar realmente el mundo de lo inconsciente y el Ello en Freud cuando dice:son los que surgen cuando duerme la parte tranquila y razonable del alma y salta la feroz y salvaje tratándose de abrir camino y saciar sus propios instintos.Pues bien,estos tipos de deseos son los habitan el alma del tirano.
Volver a Sueño.
Texto1a
Comentario1



















































COHABITAR
En una de sus tragedias (Oed. rex 980 y siguientes), Sófocles afirma: no te asusten las nupcias con tu madre; son muchos los mortales que en sueños ha dormido con las suyas. Recordar tambien el famoso sueño de Cesar. En otros casos, en los sueños, se muestran parricidios u otros asesinatos mostruosos, incluida la antropofagia.
Volver a Cohabitar.
Texto1a
Comentario1






























































CONCUPISCIBLE
Lo concupiscible es,para Platón,una de las tres funciones o partes del alma.Se corresponde con lo más bajo y es,por tanto,la sede de los deseos y tendencias más ilícitas.
Volver a Concupiscible.
Texto1a
Comentario1






















































IRASCIBLE
Es,según Platón,la función y parte del alma que ocuparía una posición intermedia entre lo concupiscible y lo racional.Se relaciona con la fogosidad,el querer y la ambición.Puede ser,sin embargo,una buena aliada de la razón para dominar lo concupiscible.
Volver a Irascible.
Texto1a
Comentario1

























































TERCERO
Con este concepto,Platón,está haciendo referencia a la tercera función o parte del alma,es decir,la racional y base del buen juicio.Es la llamada a lograr el control y el equilibrio sobre las otras funciones.
Volver a Tercero.
Texto1a
Comentario1




















































VISIONES DE LOS SUEÑOS
En Timeo 45e-46a, Platón, observa que las imágenes de los sueños corresponden a lo que el alma ha tenido en sí durante la vigilia. Al mismo tiempo, esta concepción es común en la literatua posterior. Asi, por ejemplo, Quevedo en El sueño de las calaveras, afirma: aunque en casa de un poeta es cosa dificultosa de creer que haya cosa de juicio, aún por sueños, le hubo en mi por la razón que da Claudiano...diciendo que todos los animales sueñan de noche como sombras de lo que trataron de día. Tambien es común en la antigüedad la creencia adivinatoria que el alma adquiere en el sueño, de ahí la antiquísima reputación de los onirópolos o intérpretes de ensueños.  
Volver a visiones.
Texto1a
Comentario1




















































RECUERDA
Ver 561a-562a.
Volver a Recuerda.
Texto1a
Comentario1


















































CONVERSIÓN
Parece que, a la vista de lo que nos depara el hombre tiránico, Sócrates, considera al hombre democrático como luces más favorables que antes.
Volver a Convertido.
Texto1a
Comentario1























































HIJO
El tirano es el hijo de un padre demócrata,(es decir,de un sujeto criado bajo la tutela de un padre ahorrativo y que daba valor solamente a la pasión del dinero (oligárca),y que,a su vez,había tenido contacto con las masas zánganas de la ciudad,participando,aunque moderadamente,de sus pasiones y deseos).Pues bien, ahora, el hijo de ese demócrata, afirma Platón, ya no se contenta con los moderados deseos de su padre,asi como tampoco con meras ideas abstractas, sino que se embarca en el mar de los instintos más salvajes.Dando alas a la parte zángana de su padre la profundiza aún más dando lugar a la aparición del aguijón venenoso que aprovechará para engañar a las masas y lograr que lo nombren caudillo.Ha nacido el sujeto tiránico.
Volver a Hijo.
Texto1a
Comentario1



















































ZÁNGANO CON ALAS
El jefe erigido en el alma del hombre democrático corrresponde al jefe levantado en el estado democrático que luego se convierte en tirano (Ver 564 d). Por lo demás, las alas del zángano recuerdan la representación alada del amor.
Volver a Con alas.
Texto1a
Comentario1




















































EROS
Eros (mitología), en la mitología griega, dios del amor equivalente al romano Cupido. En la mitología más antigua se le representaba como una de las fuerzas primigenias de la naturaleza, el hijo de Caos, y como encarnación de la armonía y del poder creativo en el universo. Pronto, sin embargo, se le consideró como un hermoso y apasionado joven, acompañado por Poto o Hímero ('el Deseo'). La mitología posterior hizo de él el permanente acompañante de su madre, Afrodita, diosa del amor. En el arte griego, Eros aparece como un joven alado, ligero pero bello, a menudo con los ojos vendados como símbolo de la ceguera del amor. A veces llevaba una flor, pero más comúnmente el arco de plata y las flechas, con las que lanzaba los dardos del deseo en el pecho de dioses y hombres. En la leyenda y el arte romanos, Eros se convirtió en un niño travieso representado a menudo como arquero.
Volver a Eros.
Texto1a
Comentario1






















































BORRACHO
En un fragmento de Baquílides se habla del borracho que rompe los baluartes de las ciudades y piensa mandar solo sobre todos los hombres. Es importante comparar esto con lo que Sócrates dice más adelante en el texto sobre el furioso y perturbado.
Volver a Borracho.
Texto1a
Comentario1





















































VIVE
Platón describe tambien la trayectoria vital del sujeto tiránico.Su vida,afirma Platón, coincide con la aquellas personas que comienza dándose a toda clase de licencias (fiestas, banquetes, orgías, cortesanas.....) hasta que el tirano eros comienza a dominar su alma. Poco a poco comienza a mermar su patrimonio lo que le hacer mirar a su alrededor para intentar sacar ganancias de donde sea.
Volver a Vive.
Texto1b
Comentario2























































DIMELO TU
En Grecia era un dicho común el que se refiere al que, cuando se le pregunta algo que es sabido del que interroga e ignorado por él mismo, responde: tú lo dirás tambien.
Volver a Tú.
Texto1b
Comentario2






















































BROTAN LOS DESEOS
Estos deseos corresponden a aquel campamento del tirano político de que se habla en 568 d.
Volver a Brotan.
Texto1b
Comentario2






















































TODO FALTA
Es la misma necesidad de dinero ya señalada en el tirano político (ver 569 b), que, como el tirano individual, acaba por asesinar a su padre cuando le faltan los otros recursos. En rigor ese tirano es el amor que le impulsa. (Ver 575a).
Volver a Faltar.
Texto1b
Comentario2


























































PADRE
Platón se sirve de la imagen de los padres del sujeto tiránico para mostrarnos en toda su dimensión la naturaleza cruel de tal individuo.Asi nos lo presenta como el sujeto que,para satisfacer sus ilícitos deseos,no tiene inconveniente en dilapidar la hacienda de sus padres e,incluso,usar de la violencia con los mismos para lograr sus fines.
Volver a Padre.
Texto1b
Comentario2






















































AMIGA NECESARIA
El adjetivo griego anankaíos, como el latino necesarius, significa a un tiempo necesario y pariente o consanguineo. Aquí se funden ambos sentidos; el mismo epíteto se aplica al padre.
Volver a Necesaria.
Texto1b
Comentario2






















































NO SE ABSTIENE DEL CRIMEN
Ver 571 d.
Volver a Crimen.
Texto1b
Comentario2























































MALES
Siguiendo con la trayectoria vital del sujeto tiránico,Platón,afirma que,despues de deshacerse de sus propios padres,comienza a actuar con la "madre" patria,es decir,dentro de la ciudad.Si se da la circunstancia,señala Platón,que vive en una ciudad pequeña y tranquila,entonces le ocasionará pequeños males (pequeños hurtos,delaciones,falsos testimonios,prevaricación....). Ahora bien,si vive en una ciudad grande y con problemas,siendo el número de sujetos tiránicos importante, entonces, alguno de ellos podría acabar por convertirse en caudillo y con apoyo popular.Si ello llega a suceder,la identificación entre el individuo tiránico y la ciudad tiránica acabaría de producirse.
Volver a Males.
Texto1b
Comentario2























































PEQUEÑOS MALES
Sócrates los llama seriamente pequeños con la mente puesta en aquellos otros que se producen cuando esos hombres son muchos e instauran en la ciudad al tirano (ver 575c). No hay, pues, ironía, y el pensamiento va desenvolviéndose al explicar Sócrates la verdadera relación entre el número de los hombres tiránicos y la gravedad que causan.
Volver a Pequeños.
Texto1b
Comentario2






















































CONSUMADO TIRANO
El hombre tiránico lleva en si un tirano, el amor, que se sobrepone a todos su deseos; de la misma
manera, él, se sobrepone a sus conciudadanos estableciendo en su patria la tiranía. Volvemos, pues a la
esfera política, porque en los dos extremos de la evolución, que son el filosófico y lo tiránico, lo individual sólo tiene su plena desarrollo cuando llega a predominar en la ciudad.
Volver a Consumado.
Texto1b
Comentario2





















































MATRIA
Los dos conceptos de patria y matria aparecen en nuestra expresión madre patria.
Volver a Matria.
Texto1b
Comentario2






















































RESUMAMOS
En el resumen que Platón hace a continuación, Sócrates, presenta la tiranía como el término de un proceso, término que en el aspecto moral resulta infranqueable. Aristóteles le censura por no declarar qué es lo que viene después de ella; y, si nos concretamos a este pasaje, resulta enteramente ociosa e inconsistente la presentación de que en la mente del filósofo esté la vuelta al primero y más excelente régimen para cerrar con ello todo el ciclo de la evolución política. De todos modos, Platón decide tratar seguidamente, como veremos, una nueva cuestión: la de la felicidad o infelicidad del tirano.
Volver a Resumamos.
Texto1b
Comentario2




































































FELICIDAD
Despues de analizar la trayectoria vital de sujeto tiránico y mostrar como tal trayectoria suele coincidir con la de la ciudad,Platón,decide plantearse el estudiar si el tirano es feliz o infeliz. Evidentemente,Platón,piensa que es el tirano es el ser más infeliz de todos lo que existen.Ahora bien,tal pensamiento necesita ser fundamentado en la reflexión.Por ello,describirá tres pruebas (Política-Psicológica-Metafísica) que,según él,demostrarían porque pensaba de esa forma.Lo que trata este texto es de la   prueba política.
Volver a Felicidad.
Texto1c
Prueba política
Comentario3

















































CIUDAD
La primera prueba de la infelicidad del tirano es la que Adan llama política,ya que Platón deduce tal infelicidad a partir de la comparación entre el individuo tiránico y la ciudad tiranizada.
Volver a Ciudad
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































VIVIR EN LA EN MISMA CASA
En este pasaje, Platón, relata su propia experiencia al haber vivido bajo el mismo techo de un tirano como había sido Dionisio I de Siracusa. Pero como no puede aparecer en persona, tiene que recurrir a la ficción de dotar a Sócrates de sus propios conocimientos.
Volver a Vivido.
Texto1c
Prueba política
Comentario3


























































ESCLAVA
Dentro de la prueba política,demostradora de la infelicidad del tirano,Platón,describe a la ciudad tiranizada como una ciudad esclava y,partiendo de ahí,deduce tambien que el individuo tiránico,semejante a tal ciudad,debe poseer un alma henchida de esclavitud y vileza.
Volver a Esclava.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































NO HACER LO QUE QUIERE
Es doctrina platónica que sólo el bien puede ser querido y que los tiranos y demagogos que dominan en las ciudades no hacen realmente lo que quieren (Ver Gorgias 467 b).
Volver a Quiere.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
















































TURBACION
A una ciudad tiranizada y esclavizada le es imposible hacer lo que realmente quiere ya que,arrastada siempre por la violencia del aguijón,estará llena de pesar y de turbación.En consonancia con una ciudad tal,el alma del sujeto tiránico será tambien el prototipo de tal pesar y turbación.
Volver a Turbación.
Texto1c
Prueba política
Comentario3















































MIEDO
La ciudad tiranizada está,según Platón,llena de miedo por ser la más desdichada de las ciudades.En consonancia con tal ciudad,el sujeto tiránico sería,incluso más desdichado,si un azar le permitiera ejercer la tiranía.En este caso,el miedo sería su acompañante habitual.
Volver a Miedo.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































NO EL MÁS DESDICHADO
A primera vista esta respuesta de Sócrates parece extraña pues parece que afirma que el tirano no es el se más desdichado. Más adelante, sin embargo, explica el porqué: el tirano más desdichado no es aquel que por algún azar deja de ejercer la tiranía sino el que la ejerce efectivamente. Más adelante examinará, conforme a razonamiento, la  veracidad de esta tesis.
Volver a Desdichado.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































UN EJEMPLO
El ejemplo del que se ayuda Sócrates para demostrar que el tirano más desdichado es aquel que ejerce la tiranía se centra en la descripción del hombre rico que posee muchos esclavos. Tal hombre rico se parece al tirano pues manda sobre varias personas.
Volver a Ejemplo.
Texto1c
Prueba política
Comentario3















































DIVINIDAD
En relación con el la vida desdichada y el miedo que experimenta el alma tiránica,Platón,nos describe el ejemplo de una divinidad que decide colocar en un desierto a un ciudadano rico y su familia.Tal ciudadano posee un número importante de esclavos.Según Platón,el miedo que tal ciudadano experimentaría ante tales esclavos,al no contar con ningún tipo de protección,además de ser infinito,le llevaría a adular a los mismos para intentar ganárselos.Pues bien,esta imagen reflejaría tambien,según Platón,la infelicidad del sujeto tiránico.
Volver a Divinidad.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































ESCLAVOS
Este pasaje nos revela claramente la triste situación de los esclavos en Grecia. De todos modos, hay que tener tambien en cuenta que la hostilidad que demuestran aqui ante sus dueños se explica, sobre todo, porque solían pertenecer en su mayoría a razas extrañas y vencidas.
Volver a Esclavos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3
















































VECINOS
Siguiendo con la prueba política,demostradora de la infelicidad del tirano,Platón,y,en relación con el miedo presente en su vida,hacer referencia tambien,al hecho de que la divinidad decidiera tambien el situar, como ciudades vecinas, a ciudades con regímenes políticos diferentes de la tiranía.Es evidente que tal ciudad se sentiría acorralada tanto desde dentro como desde fuera.Pues bien,el alma tiránica experimenta lo mismo:miedo ante sí mismo y ante los demás.No hay vida,según Platón,mas infeliz.
Volver a Vecinos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































METIDO EN CASA
Estas palabras de Platón tienen de nuevo una dimensión vivida; en su recuerdo está Dionisio I de Siracusa. Éste tirano, apoyado solamente por Esparta, vivía casi aislado en el mundo helénico; en los certámenes de Olimpia, los más digno de ser visto por un griego, se hacía representar por un delegado.
Volver a Metido.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































SOBRESALTOS
Tácito (Ann. VI,2) ha recordado estos conceptos de Sócrates en su pintura del alma de Tiberio. Se puede ver tambien Gorgias 524e-525a, en dónde se habla del estado en que Radamananta halla las almas del Gran Rey y otros principes y monarcas.
Volver a Sobresaltos.
Texto1c
Prueba política
Comentario3











































JUEZ
La expresión usada en el texto para designar a este juez cuya función quiere Sócrates que desempeñe Glaucón (ho diá pánton krités) no se halla en ninguna otra parte, y su sentido no es claro. Se trata, sin duda, como se ve por lo que sigue, de los árbitros que decidían los certámenes dramáticos en las Grandes Dionisíacas de Atenas; y como estos árbitros o jueces quedaban designados a través de selecciones y sorteos, se ha entendido que el juez diá pánton es aquel que, habiendo pasado por todo ello, llegaba a dar su voto de manera efectiva para la adjudicación. En este caso se trata de un nombre genérico, pues los tales jueces eran cinco. Adan, en cambio, relaciona la locución con ho diá pánton agón, que quiere decir «certamen final o supremo», y entiende que es posible que el arconte pudiera llamar a uno de los cinco jueces para que decidiera, después de una selección hecha por un grupo más amplio de árbitros, sobre el orden en que se habían de dar los premios ( «quién es el primero en felicidad, quién el segundo, etc.»). Hay que observar además que la decisión era anunciada por un heraldo, lo que explica la pregunta de Sócrates: «¿Alquilaremos, pues, un pregonero ... ?»
Volver a Juez.
Texto1c
Prueba política
Comentario3















































REAL
El hombre "real" es aquel en donde su alma racional es el monarca de su vida.Tal hombre es,según Platón,el prototipo de la sujeto justo y feliz pues ha logrado una armonía y equilibrio entre las diferentes funciones y "partes" del alma.
Volver a Real.
Texto1c
Prueba política
Comentario3

















































SEGUNDA
Platón da ahora comienzo a la segunda de las pruebas (prueba psicológica) demostradora de la infelicidad del tirano.
Volver a Segunda.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































ALMA
A la segunda prueba se le denomina "psicológica" porque,Platón,toma como base de sus reflexiones la naturaleza del alma y sus "partes",así como los tres tipos de deseos y placeres que con tales "partes" se corresponden.
Volver a Alma.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3















































DESEOS
Se hace preciso advertir que hasta aquí los términos «placeres» y «descos» se han tomado generalmente en mala parte refiriéndolos a la especie concupiscible del alma; aquí se da a estos vocablos mayor amplitud. A consecuencia de ello necesita Platón buscar nuevas designaciones para las apetencias inferiores y el hombre en que predominan, y de ahí las consideraciones que para justificarlas vienen más abajo. Por otra parte el número de los modos del ser ha quedado reducido de cinco a tres, y el hombre oligárquico, el democrático y el tiránico están todos representados en la primera clase: estos cambios producen un cierto embarazo en el autor, pero en sus conceptos no hay oscuridad alguna.
Volver a Deseos.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3

















































ENCOLERIZA
La "parte" del alma que se encoleriza tiene que ver con su parte irascible.En ella,los deseos dominantes son la ambición,el honor,la fama,el mando,el renombre.
Volver a Encoleriza.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































CONCUPISCENCIAS
La "parte" del alma relacionada con la concupiscencia es la concupiscible.En ella los deseos dominantes son los placeres eróticos,el deseo de riquezas,la codicia y las ganancias al cualquier precio.
Volver a Concupiscencias.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3

















































COMPRENDEMOS
La "parte" del alma con la que comprendemos es la relacionada con la capacidad racional. En ella,los deseos dominantes son el conocer la verdad tal cual es,y, para el sujeto dominado por ella, no hay nada que importe menos que la fama o el dinero.Platón,la define como "amante de la instrucción y del saber".
Volver a Comprendemos.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3



















































VECES
Según Platón, el alma humana,según sea el caso,se encuentra dominada unas veces por el elemento racional y,en otros casos,por alguno de los otros dos,es decir,lo irascible o lo concupiscible.
Volver a Veces.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3














































GENEROS
Aristóteles (Eth. Nic. 1095b 14 y sigs.) hace una clasificación de los géneros de vida que se corresponde enteramente con ésta. Estos géneros son para él el voluptuoso (avaro), el político (ambicioso) y el teorético (filosófico).
Volver a Géneros.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3
















































PROPIA
Platón señala que si preguntáramos a cada uno de estos sujetos- el ambicioso, el avaro y el filósofo- cual de las vidas era la más agradable y feliz,seguramente que cada uno alabaría a la suya propia.Así,el avaro nos diría que para nada valen los placeres del honor o del saber y que lo verdaderamente placentero es la ganancia del dinero.Por su parte,el ambicioso,despreciará el dinero y el saber si no traen honra consigo.Del mismo modo el filósofo afirmará que no hay mayor placer que la búsqueda y el conocimiento de la la verdad tal cual es en sí.
Volver a Propia.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3















































APRENDIENDO
Dos son, pues, los placeres propios del filósofo: el del conocimiento ya adquirido de la verdad en un grado deterninado y el de seguirla aprendiendo. En comparación con ellos, los otros placeres no merecen nombre de tales. Del placer propio del filósofo se habla más extensamente en Fedón: allí se habla también del discurrir, tó logízesthai, para llegar al conocimiento intelectual o de las ideas, phrónesis.
Volver a Aprendiendo.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3

















































CUAL
Dado que cada uno de los diferentes tipo de alma individuales defenderán como ideales sus propios deseos y placeres,Platón propone analizar como podríamos saber cuál de ellos habla con mayor verdad.
Volver a Cual.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































RACIOCINIO
Platón señala que el mejor modo de averigüar cual de los deseos y placeres del alma es el mejor es someter tal análisis a las ordenes del raciocionio o discurso racional.Ello parece situar ya,desde el principio,en ventaja al placer del filósofo frente a los otros placeres ya que ni el ambicioso ni el avaro parecen ser más experimentados que el filósofo para la búsqueda de la verdad.
Volver a Raciocinio.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































VENTAJA
El filósofo aventaja al avaro y al ambicioso en el conocimiento y experimentación de todos los placeres.Por lo que toca a la honra,tanto el rico como el filósofo pueden experimentar tal tipo de placer ya que tanto el rico como el sabio reciben honra de mucha gente.Tampoco es imposible que el filósofo y el ambicioso hayan experimentado o experimenten el placer de la riqueza.Ahora bien,por lo que se refiere al placer propio de la contemplación del ser, parece que es algo imposible de ser gustado por ninguno otro que no sea filósofo. Por lo tanto,según Platón,el sujeto que dice verdad acerca de cual es el mayor de los placeres es el Filósofo y es que él puede,si quiere,experimentarlos todos,mientras que el ambicioso y el avaro no.
Volver a Ventaja.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3















































CONTEMPLACIÓN
Estas y otras expresiones de índole metafísica que aparecen en la prueba llamada psicológica han llevado a algunos a sospechar que todo este trozo (580-587) es de composición posterior a la del resto del libro. Otros, en cambio, las toman como indicios de la unidad de concepción del tratado; el problema es complejo y su solución entrañaría la discusión del proceso entero del pensamiento platónico.
Volver a Contemplación.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3














































AYUDADA
El Sócrates platónico no concibe que la experiencia tenga verdadero fruto si no va acompañada de reflexión; en ello estriba para él la diferencia entre la retórica al uso, una rutina sin arte, y el discurrir filosófico (Phaedr. 260e y Gorg. 463b). Presupuesto que sólo el filósofo reúne las tres experiencias, su fallo es el único que tiene valor. Menos claro es lo que se añade después, de que es también el único que posee el instrumento para juzgar, el razonamiento, porque, como se ha observado, el razonamiento por sí mismo puede apreciar el valor de los tres géneros de vida, pero no medir la intensidad del placer propio de cada uno (ver 583a).
Volver a Ayudada.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3

















































INSTRUMENTO
El placer del filósofo es,tambien, superior a los del ambicioso y del avaro debido a que el instrumento que nos permite poder descubrir la esencia del placer es el razonamiento.Este es quien nos puede mostrar si la ambición,las riquezas o las ganancias son placeres superiores al afán de saber.
Volver a Instrumento.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































DELEITOSO
Muchos critican el excesivo intelectualismo platónico a la hora de defender la superioridad del filósofo a la hora de experimentar placer.Y es que Platón,no se limita a señalar como más importante el deseo o placer de la sabiduría,a partir de la experiencia de que puede saber y experimentar más tipos de placeres que el ambicioso y el avaro,sino que afirma que el filósofo,además de juzgar mejor acerca de la esencia de los diferentes placeres,a través de su razón,puede medir el grado de intensidad de cada uno de tales placeres, para situar el afán de saber como el mas deleitoso.Pues bien,según algunos,afirmar que la razón es quien mide la intensidad de un placer es pasarse de intelectualista.
Volver a Deleitoso.
Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3


















































INFERIOR
Platón afirma,como conclusión a la prueba psicológica,que el placer del sabio es el primero y más elevado;el segundo en importancia se corresponde con el alma guerrera y ambiciosa; el tercero,y más inferior de todos, es el que se corresponde con la avaricia y la concupiscencia.
Volver a Inferior Texto2c
Prueba psicológica
Comentario3



















































TERCERA
Terminada la exposición de las pruebas política y psicológica, se pasa a la metafísica, que para Platón es la principal; de aquí la solemnidad con que la anuncia. La invocación está tomada de la costumbre de los banquetes, donde la tercera libación era ofrecida a Zeus Salvador. La agregación del epíteto Olimpio, el más frecuente del padre de los dioses, es de cuenta de Platón, ya que a Zeus Olimpio estaba dedicada la primera libación, así como la segunda a los héroes. Dicho epíteto y la expresión adverbial Olympikós «a la manera olírnpica» traen no sólo el recuerdo del divino monte Olimpo, sino también de los Juegos Olímpicos, cuya preeminencia entre los otros juegos está de acuerdo con la importancia de la discusión que va a seguir.Volver a Tercera.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































ZEUS
Platón considera a la prueba metafísica como la principal y,por ello,la rodea de solemnidad invocando,según la costumbre de los banquetes,a Zeus Salvador.La agregación del epíteto Olimpio es de cuenta de Platón y trae no sólo el recuerdo del divino monte Olimpo,sino tambien de los juegos Olímpicos,cuya preeminencia entre los otros juegos está de acuerdo con la importancia de esta prueba en lo que ahora Platón quiere decir.
Volver a Zeus.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































PLACER
En la prueba metafísica,para demostrar la infelicidad del tirano,Platón,decide estudiar y analizar la naturaleza o esencia del placer.Sobre tal cuestión ya comienza señalando que, mientras que el placer del filósofo es completo y puro,el de los demás es sombreado,es decir,procede de la mezcla y el contraste.
Volver a Placer.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































SOMBREADO
«Sombreado» es el placer de los no filósofos en cuanto procede a la mezcla y contraste con el dolor o con otro placer, y así se le compara con los efectos obtenidos para la perspectiva pictórica por los contrastes de luz y sombra. Ésos que Platón llama aquí «los sabios» son muy probablemente los secuaces de la escuela moral y religiosa órfico-pitagórica, a quienes con idéntico título se alude en diversos pasajes del mismo Platón y de otros autores, especialmente los poetas trágicos; ellos habían precedido a nuestro autor en el menosprecio del cuerpo y sus placeres (sóma-séma), que tiene tambien amplia expresión en el Fedón y en el Filebo.
Volver a Sombreado.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































INQUIRIENDO
Mediante esta expresión,Platón,hace referencia al método de la dialéctica,creado por Sócrates,y consistente en reflexionar acerca de la esencia de un tema a investigar,siguiendo el método de preguntas y respuestas.
Volver a Inquiriendo.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































CONTRARIO
La dialéctica de los contrarios está muy presente en el estudio que Platón realiza acerca de la naturaleza o esencia del placer.En este sentido,comienza estableciendo como punto de partida que placer y dolor son elementos contrarios entre sí.E videntemente, dentro de su concepción filosófica, contraria, por ejemplo, a la de Heráclito,no es posible la unidad y cohesión de tales contrarios.Más adelante,como veremos,rechazará,por ejemplo,que algo (como el sosiego) que no-es realmente (por lo tanto,es contrario) placer o dolor pueda afirmarse que lo sea.
Volver a Contrario.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































SOSIEGO
En el estudio de la naturaleza o esencia del placer,Platón,habla,además del placer-dolor como elementos contrarios,de un estado intermedio entre tales contrarios y que describe como sosiego del alma,es decir,como aquel estado en que se produce una ausencia del placer o una ausencia del dolor.Por ello,podría afirmarse que es algo que está en medio de ambos.Para señalar lo que quiere decir se sirve de ejemplos :los enfermos durante su enfermedad suelen decir que nada hay más dulce que el estar sanos,y que tal dulzura se les pasaba por alto antes de enfermar.Del mismo modo, los que están dominados por un dolor violento afirman que nada hay más placentero que la cesación de tal dolor.Por otra parte,aquellos que estando en gozo,cesan de gozar,afirma que la cesación de tal placer es algo penosa.Pues bien,Platón lo que quiere hacer ver con todo esto es lo siguiente:"no es posible que algo que,no es ninguna de las dos cosas,venga a convertirse en una y otra".No tiene sentido por tanto,confudir la ausencia del dolor con el placer y viceversa.
Volver a Sosiego.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































NO SIENDO DOS COSAS
Notar que ese estado se ha descrito antes (583c) como «otra cosa que no es estar en gozo ni en dolor, algo que está en medio de los dos, un cierto sosiego del alma en lo que a uno y otro se refiere». Sócrates advierte a Glaucón de la contradicción en que incurre ahora admitiendo que eso mismo sea placer y dolor. Glaucón lo reconoce; pero, además, como puede verse más adelante, Sócrates añade un nuevo argumento tomado de la naturaleza del placer y del dolor. Ambos son movimiento y el estado intermedio es quietud; por lo tanto no puede identificarse con aquéllos.
Volver a No siendo.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































MOVIMIENTO
Platón niega que el "sosiego" sea identificable con el placer ya que cuando éste se produce surge algún tipo de "movimiento interno",mientras que el sosiego parece implicar quietud.
Volver a Movimiento.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































OLFATO
Para explicar el tipo de placeres puros a los que se refiere,Platón,describe la experiencia de aquellos placeres que experimentamos sin que intervenga para nada el dolor,ni como algo que precede a la experimentación de tal placer, ni como algo que surja cuando tal placer desaparece.Platón piensa,por ejemplo,en los placeres del olfato: estos se producen de pronto con una extraordinaria intensidad,sin que haya precedido dolor,y al cesar no dejan tampoco dolor alguno
Volver a Olfato.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3























































INTENSOS
Los placeres "puros" del olfato,descritos más arriba por Platón,son placeres del cuerpo que se extienden hacia al alma.Aunque tales placeres corporales pueden ser intensos ello no quiere decir ni que sean los realmente puros (para Platón tal pureza está reservada para los placeres del alma) ni que lo que sentimos como placer corporal no lo percibamos normalmente como una escapada al dolor.
Volver a Intensos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































EXPECTACION
Aunque los placeres puros se refieren no al cuerpo sino al alma,ello no quiere decir que,dentro de la misma alma,no existan placeres impuros.Los presentimientos agradables o dolorosas del porvenir serían ejemplos, según Platón, de tales placeres impuros del alma.
Volver a Expectación.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3























































NATURALEZA
Despues de aclarar que el placer no es sosiego y que los placeres puros no residen realmente en el cuerpo sino en el alma,Platón,pasa a analizar la esencia del placer atendiendo a sus diferentes grados de intensidad. Para ello,comienza estableciendo como principio la existencia dentro de la naturaleza de los grados de lo alto,lo medio y lo bajo.
Volver a Naturaleza.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































INEXPERIENCIA
Según Platón,la experiencia o inexperiencia en la experimentación de los distintos grados de un placer es fundamental para poder conocer la naturaleza o esencia de tal placer.De lo contrario,al ignorante de tales grados (no hay que olvidar que Platón identifica conocimiento y medida de intensidad) le será imposible conocer la verdadera naturaleza de lo que es el placer en sí.Pues bien, al inexperimentado en todos los niveles de placer,parece evidente que si pasa de un nivel que considera bajo hacia un nivel medio, podría pensar que ha experimentado la verdadera esencia del placer,cuando,en realidad,no ha pasado del nivel de lo medio.Lo mismo,podríamos decir del que pasa de un nivel medio al nivel de lo alto.Si ignora la verdadera esencia del placer,podría pensar que ha experimentado el summum.
Volver a Inexperiencia.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































HAMBRE
Es un ejemplo de insatisfacción corporal (vacio) que se llenaría produciendo satisfacción cuando hace su aparición el alimento (lleno).
Volver a Hambre.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































IGNORANCIA
Es un ejemplo de insatisfacción anímica (vacio) que se llenaría produciendo satisfacción cuando hace su aparición la inteligencia (lleno).
Volver a Ignorancia.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































PLENITUD
Platón se plantea responder a la cuestión de donde hay más plenitud de llenado: ¿en los vacios corporales o en los vacios anímicos?. La respuesta a tal cuestión la sitúa Platón en relación con su teoría de las ideas y del conocimiento: es evidente que lo que trata de lo que es siempre igual, pleno e inmovil es más perfecto y placentero que aquello que trata de lo desigual,lo incompleto y lo movil.Por ello,aquellos que tienen como objeto de reflexión a cosas que permanenecen idénticas en sí mismas gozarán más del autentico placer;por su lado los que se sitúan en el ámbito de lo corporal unicamente percibirán la relatividad del placer sin saber nunca en que consiste el auténtico y verdadero nivel del summum placentero.
Volver a Plenitud.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































PURA
Platón se pregunta quien participa más de una existencia pura (verdad-realidad): los que ponen su atención en los placeres de la comida y de la bebida o quienes la ponen en en la inteligencia y la búsqueda de la verdad.Lo primero, está atenido siempre a lo mudable y mortal;lo segundo,lo está a lo que es siempre igual,inmortal y verdadero.Parece,por tanto,claro lo que Platón es la existencia más pura.
Volver a Pura.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3



















































SIEMPRE IGUAL
El hambre y la sed y otras necesidades de la misma índole son una falta o vacío; la ignorancia y la insensatez lo son también. Pero el vacío del hambre y de la sed se llenan con comida y bebida y el de la ignorancia y la insensatez con el conocimiento. ¿Cuál de estas satisfacciones representa plenitud más verdadera? Indudablemente la del conocimiento, porque éste está atenido a lo siempre igual, inmortal y verdadero (las ideas), es además siempre igual, inmortal y verdadero en sí mismo y está en algo siempre igual, inmortal y verdadero (el alma). Por lo tanto participa más de la verdadera existencia y es más que lo que llena el cuerpo. Lo que se dice del conocimiento se extiende después a todas las especies espirituales. Este razonamiento, donde aparecen vinculados entre sí los dos conceptos de verdad y de realidad, presupone la teoría metafisica de los libros anteriores.
Volver a Siempre igual.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3























































REALIDAD
El ser de lo inmutable no solamente es una realidad epistemolígica sino tambien ontológica. Ello quiere decir que no es una mera realidad mental sino que posee realidad objetiva. Pues bien,lo inmutable tiene,para Platón,más realidad que lo mudable.
Volver a Realidad.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































VERDAD
El ser de lo inmutable no solamente es una realidad ontológica sino tambien epistemológica,es decir,no solamente es más real sino que tambien es más verdadero.
Volver a Verdad.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































GOZARÁ
Aquel que llena su naturaleza anímica de las cosas más reales y verdaderas es quien experimenta más verdaderamente y más realmente el auténtico placer.Del mismo modo,quien la llena de cosas menos reales y verdaderas experimentará grados medios o bajos de placer sin poder jamás alcanzar a percibir lo que que el placer es en sí .
Volver a Gozará.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































FALTOS.
Los faltos de inteligencia y verdadero saber viven en el nivel bajo del placer.Desde aquí podrán alcanzar la mitad de la subida hacia el auténtico placer.De todos modos,se verán abocados a no poder rebasar este punto y,por lo tanto, vivirán incapacitados para alcanzar la verdadera altura.Su vida será semejante a la de las bestias que miran siempre hacia abajo y,agachados hacia la tierra y hacia las mesas,se ceban de pasto,se aparean y,por conseguir más de todo ello,se dan coces y se acornean mutuamente con cascos y cuernos de hierro y se matan por su insatisfacción, porque no llenan de cosas reales su ser real y su parte apta para contener aquellas.
Volver a Faltos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































AGACHADOS
Es bien conocida la imitación de Salustio (Catílina I 1): «ne uitam silentio transeant ueluti pecora quae natura prona atque uentri oboedientia finxit».
Volver a Agachados.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3



















































CUERNOS DE HIERRO
De hierro son, en efecto, las armas usadas por estas bestias humanas, y por ello también su ferocidad es más funesta que la de los otros brutos.
Volver a   Cuernos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3



















































SER REAL
Esto es, ni lo recibido (comidas, bebidas) ni el recipiente (el cuerpo) tienen verdadera realidad. De la inanidad de estas satisfacciones se ha considerado símbolo el tonel sin fondo de las Danaides; y se han recordado también las palabras de Jesús a la samaritana (Ioh. IV 13): «todo el que beba de esta agua volverá a tener sed».
Volver a Ser real.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































APARIENCIAS
Los faltos de inteligencia y verdadero saber perciben unicamente apariencias del verdadero placer.Tales apariencias son como sombras,aparentemente muy intensas,pero que,en realidad ni serían siquiera reflejos del placer puro experimentado por el alma inteligente y justa.
Volver a Apariencias.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































ESTESÍCORO
El poeta Estesícoro (primera mitad del siglo VI a.C.) había compuesto un poema, Helena, cuya heroína aparecía en su tradicional papel como adúltera, por lo cual ella le castigó con la pérdida de la vida. Pero «Estesícoro -dice Platón, Phaedro 243a-h- no quedó en la ignorancia como Homero, antes bien, por ser músico» (esto es, poeta lírico), «reconoció la causa y compuso en seguida aquello de  "Ese relato no es verdadero-, no fuiste en las naves de buenos bancos; no llegaste a la fortaleza de Troya (fr. 15 P.). Y, cuando hubo compuesto toda la llamada Palinodia» (pero en realidad sabemos ahora que el poeta compuso dos cantos con ese nombre cuyos proemios se conservan en fr. 16 P), «al punto recobró la vista». Puede verse, además, en Ilíada, V 449-453, como se se describe el fantasma de Encas fabricado por Apolo.
Volver a Estesícoro.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3



















































MOVIDO POR LO IRASCIBLE
Los placeres de lo irascible son también impuros, porque están mezclados de dolor (Ver Philebo 43e).
Volver a Movido.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































ELEMENTO FILOSOFICO
Platón llama "elemento filosófico" a la parte racional del alma,reina y rectora en el comportamiento del hombre justo.Es quien permite que cada una de las otras partes del alma realicen su función propia.Desde estos momentos,el sujeto no solamente es sabio o justo sino que tambien lleva la vida más placentera de todas las posibles.
Volver a Elemento Filosófico.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































DISFRUTA
Aquí se ha querido ver una contradicción con lo anterior en cuanto que se consideran ocasionalmente verdaderos los placeres de las partes inferiores del alma; pero la sujeción y conformidad a la razón eleva estos placeres en cierto modo a la categoría de los racionales enderezándolos a un fin superior; y «ello da a la satisfacción del apetito una permanencia y plenitud que no puede tener por sí misma» (Nettleship, citado por Adam ad 586d). Así, por la ordenación de la razón, monarca del alma, cada parte tiene sus placeres propios y más verdaderos.
Volver a Disfruta.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































LEJOS
Cuanto más se halle uno alejado del verdadero saber mayor será no solamente el grado de ignorancia sino tambien de displacer.Ello sucederá cuando las otras partes del alma lográn imponerse en el sujeto.En este sentido,existen tambien grados,según sea la parte del alma que imponga su poder,de alejamiento del verdadero placer dentro de los individuos.Volver a Lejos
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































MONARQUICOS
Se refiere a los deseos relacionados con la parte del alma racional, reina y gobernante del comportamiento individual.Volver a Monárquicos.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3























































PUESTO
Dentro de los diferentes niveles de alejamiento del verdadero placer,el sujeto tiránico ocuparía el tercer puesto en relación con el sujeto oligárquico y el democrático.Ello quiere decir que ocupa el último lugar.
Volver a Puesto.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3




















































UNO SOLO
Como, en efecto, quedó convenido en 445d; de ese modo, entre el hombre monárquico o aristocrático y el oligárquico queda sólo el hombre timocrático. El cálculo que sigue parece a primera vista al lector moderno arbitrario y pueril. Ha de partirse del principio de que el único placer verdadero es el del monarca; representando a éste por 1, el del hombre timocrático quedará representado por 2 y el del oligárquico por 3, es decir, este último sera la tercera parte del placer 
Volver a Uno sólo.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3






















































PLANO
Es decir,un número que es producto de otros dos (9=3x3).Como,en efecto,quedó convenido en 445 d; entre el hombre monárquico o aristocrático y el oligárquico queda el hombre timocrático.El cálculo que sigue parece a primera vista al lector moderno arbitrario y pueril. Ha de partirse del principio de que el único placer verdadero es el del monarca;representando a éste por 1,el del hombre timocrático quedará representado por 2 y el del oligárquico por 3,es decir,este último será la tercera parte del placer del monarca.Platón,sin embargo,en su afán,por los motivos que van a verse,de llegar al número 729,cubica la cifra del oligarca y le asigna 1/9 del placer del rey.Pero los otros dos hombres, el demócrata y el tirano,se hallan en un grado de degeneración mucho mayor respecto del placer del hombre oligárquico que éste en relación con el del monárquico. (cf. 587 e; "el tirano rebasa los limites" )Se exigen,pues,dos nuevas cubicaciones que arrojan 1/81 para el primero y una fracción para el segundo cuyo denominador es 729 y que representa el valor del placer del tirano tomado como unidad el del monarca.Este número es el de días del año,364 1/2,sumado con el de sus noches,y,según parece,el de los meses del llamado gran año pitagórico.Así parece indicarse que la infelicidad del tirano,con respecto a la felicidad del monarca,está repetida cada día y cada noche,es decir,se extiende sin interrupción a toda su vida.Lo más incomprensible de este cálculo es la razón por la que se cubica el primer número obtenido y se multiplica después por los años,en vez de sumarlos simplanente.Entre las explicaciones que se hsn dado de la cubicación está la de que tanto el rey como el tirano son seres de tres dimensiones,pero lo que Platón parece haber querido es obtener una y,al mismo mismo tiempo,significar,como expresión de sus ideas,la diferencia entre la condición del hombre justo y la de tirano.
Volver a Plano.
Texto3c
Prueba metafísica
Comentario3





















































EXPUESTO
Al llegar a este punto,Platón,plantea volver a lo expuesto en el
libro II de la Republica (361a) referente al valor intrínseco de la justicia,es decir, aclarar el si al hombre injusto le conviene cometer injusticia con tal de aparecer en público como justo o si,por el contrario,es mejor ser siempre justo. Volver a Expuesto.
Texto1d
Comentario4









































QUIMERA
Era león por delante,dragón por detrás y cabra en su parte central.
Volver a Quimera.
Texto1d
Comentario4









































ESCILA
Tenía la cara y el pecho de mujer y,en los costados,seis cabezas y doce patas de perro.
Volver a Escila.
Texto1d
Comentario4











































CERBERO
Contaba con tres cabezas de perro,cola de dragón y varias cabezas de serpiente en su lomo.
Volver a Cérbero.
Texto1d
Comentario4









































BESTIA
Para analizar la cuestión referida acerca del valor intrínseco de la justicia,Platón,propone usar de la imaginación para,usando un simil, explicar porque es mejor ser justo que injusto.Propone que nos imaginemos (al modo de los seres como la Quimera,Escila o Cérbero) una bestia abigarrada y bicéfala que tiene en torno suyo diversas cabezas de animales mansos y feroces y que es capaz de cambiar y sacar de sí misma todas estas cosas.
Volver a Bestia.
Texto1d
Comentario4







































LEON
A continuación nos pide que nos imaginemos una segunda figura que se corresponda con un león y que sea de menor tamaño que la primera (la bestia).
Volver a León.
Texto1d
Comentario4










































HOMBRE
Despues,dice que nos imaginemos una tercera figura que se corresponda con una figura humana y que sea más pequeña que la anterior (el león) .
Volver a Hombre.
Texto1d
Comentario4











































SOLA
Por último,nos pide que las tres figuras anteriores (bestia-león-hombre) las acomodemos formando una única imagen humana, pero, de tal modo que no podamos ver las tres figuras descritas por encontrarse en el interior de tal imagen.
Volver a Sola.
Texto1d
Comentario4







































MODELADA
Platón acaba de dar forma plástica a su doctrina de las partes o especies del alma. Adan afirma que no se trata de una simple alegoría sino de una representación real dificil de captar a primera vista para el hombre moderno.
Volver a Modelada.
Texto1d
Comentario4









































INJUSTICIA
Despues de amoldar la imágenes anteriores,Platón,plantea que preguntemos a quienes defienden la conveniencia de obrar injustamente,si con ello no están defendiendo la necesidad de tratar con todo regalo a la fiera monstruosa para hacerla fuerte,lo mismo que al león,y,en cambio,dejar hambriento y debil al hombre (parte racional del alma) de manera que sea arrastrado a donde ellos quieren.
Volver a Injusticia.
Texto1d
Comentario4











































JUSTICIA
Los que defiende el valor de la justicia,por el contrario,son los que hacen que el hombre interior sea el más fuerte dentro del otro hombre,siendo él quien cuide de la bestia policéfala y la crie cultivando,como un labrador,lo que hay en ella de manso y evitando que crezca lo silvestre,procurándose en ello la alianza de la naturaleza leonina,atienda en común a todos,logrando concordia y armonía.
Volver a Justicia.
Texto1d
Comentario4






































HOMBRE INTERIOR
La expresión recuerda la de S.Pablo:«me complazco en la ley de Dios conforme al hombre interior, pero veo otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi mente y me esclaviza en la ley del pecado» (Rom. VII 22; c£ 11 Cor. IV 16; Eph. 111 16).
Volver a Interior.
Texto1d
Comentario4






































NATURALEZA LEONINA
Ver República 440e y sigs.
Volver a Leonina.
Texto1d
Comentario4





































PARTE DIVINA
La creencia de que en el hombre hay un elemento divino era común en la antigüedad (el mismo epicúreo Horacio llama al alma «divinae particulam aurae» en Sat. II 2, 79); pero a esta creencia general dio Platón un carácter más racional y un sentido más profundo.
Volver a Divina.
Texto1d
Comentario4








































ERIFILE
Erifile es citada ya por Homero entre las heroínas que Ulises encuentra en el infierno (Odisea. XI 326-327); según la leyenda había entregado a la muerte a su esposo Anfiarao seducida por un collar de oro. Alcmeón, hijo de Anfiarao, la mató a su vez en venganza de su padre.
Volver a Erífile.
Texto1d
Comentario4





































ARTESANADO
No olvidar que Platón sitúa al artesanado como la parte más baja dentro de la ciudad y lo relaciona con la parte concupiscible del alma. Sobre esta base no es de extrañar su defensa de que debería estar supeditado al poder de los gobernantes, los cuales, a su vez, deberían representar la parte racional y divina que en el hombre existe. Unicamente de ese modo se lograría la ciudad justa.
Volver a Artesanado.
Texto1d
Comentario4









































TRASIMACO
Aparece en el libro I de la República defendiendo la posición siguiente: si alguno llegará a tener el anillo de Gilges,permitiéndole ser invisible, ¿cómo es posible que no se aprovechara de él para lograr riquezas y poder aunque fuera de una forma injusta?
Volver a Trasímaco
Texto1d
Comentario4







































SUJETO A LO DIVINO
Sobre esta cuestión ver 343 a y siguientes.Lo que modernamente se llama el pueblo debe ser en el estado de Platón sujeto pasivo del mismo. Como antes se ha recalcado que el fin del Estado no es en modo alguno el bienestar exclusivo de su clases superiores, antes bien, se ha hablado de los sacrificios que éstas han de imponerse por el bien común (419a y sigs.), es claro que son los hombres del tercer estado los más beneficiados por la solidaridad social: la fórmula de Platón se acerca, pues, en este aspecto a aquella de «todo para el pueblo, nada por el pueblo». Los que no son capaces de regirse por su propia razón deben hacerlo en bien propio por la razón de los demás, conforme al dicho famoso de Hesíodo (Op. 293-295): «el hombre completo es quien sabe prever por sí mismo, tras reflexión, lo mejor que el futuro le traiga, pero bueno es también el que escucha los sabios consejos».
Volver a Sujeto.
Texto1d
Comentario4









































PENA
Platón hace referencia aquí a una cuestión que trata ampliamente en el Gorgias.Alli, frente a la postura de Polo y Calicles,Sócrates defiende que es más infeliz el reo que no es castigado por su delitos que quien lo es.
Volver a Pena.
Texto1d
Comentario4






































NUEVO TEMPLE
Este pasaje confirma de nuevo la concepción platónica de la pena como medio para la enmienda del reo (Ver 380b).
Volver a Temple.
Texto1d
Comentario4





































SINFONÍA DEL ALMA
Ver lo que Sócrates dice sobre los fines de la educación en 410 y siguientes y en el libro VI en 498 b-c.
Volver a Sinfonía.
Texto1d
Comentario4












































INTERIOR
Parece evidente que para Platón el desarrollo y riqueza interiores priman de modo absoluto sobre las exteriores.Ello parece significar que la política como actividad externa debería ocupar un lugar secundario en la vida del hombre justo.
Volver a Interior.
Texto1d
Comentario4









































CIUDAD INTERIOR
El concepto de ciudad interior no deja de ser curioso ya que Platón parece que afirma que debe renunciarse a todo esfuerzo para la fundación de la ciudad en la tierra,prescribiendo al filósofo que sólo ha de fundar la ciudad interior e individual en sí mismo.Tal consejo de apartamiento de la vida política entra,sin embargo,en contradicción de muchas de las cuestiones afirmadas en la República.Pues ¿como entender, lo que ahora dice,con la necesidad de la "vuelta a la caverna" que Platón defiende en el libro VII de esta misma obra? Muchos defienden que el pesimismo platónico,presente en sus ideas sobre la "ciudad interior", estarían motivados por el fracaso de las esperanzas que había puesto en Dionisio el joven.
Volver a Ciudad Interior
Texto1d
Comentario4







































CIELO
¿Qué cielo es éste en donde está el modelo político que el hombre debe construir en sí? Si no se refiere a la Naturaleza o al Cosmos ¿es el cielo de las ideas o la ciudad feliz de dioses e hijos de dioses que propone en las Leyes(739 d-e)? Sea lo que sea,en sus palabras parece que estamos escuchando a S.Pablo cuando dice:nuestra ciudad está en los cielos.Ahora bien, ¿Qué sucede? ¿Platón ha tenido una revelación divina "parcial" o S.Pablo ha copiado descaradamente ideas presentes en Platón para hacerlas concordes con el pensamiento cristiano? Parece que habrá que analizar tambien textos de la filosofía cristiana que nos ayuden a aclarar estas cuestiones.
Volver a Cielo.
Texto1d
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DICHO FINAL
Este final del libro lX deja en el ánimo del lector una impresión de profundidad y grandeza como pocos otros de la literatura antigua, pero, sometido a análisis, da ocasión a dudas y perplejidades de diverso orden: hasta ahora Platón ha considerado su ciudad como realizable en la tierra, más aún, ha determinado que será una ciudad griega (470e) y en gran parte su construcción se ha ido haciendo por la corrección de la realidad de su tiempo; ahora se renuncia a todo esfuerzo para la fundación de la ciudad en la tierra y se prescribe que el filósofo sólo ha de fundar la ciudad interior e individual en sí mismo. Ciertamente el consejo del apartamiento de la vida pública va de acuerdo con otros pasajes de las obras platónicos (Apología 31 c y sigs.; Gorgias. 521 d y sigs.); pero aquí está en contradicción con mucho de lo que se ha dicho en el tratado. ¿Llegó Platón a este cambio por el solo curso de sus pensamientos o lo motivó el fracaso de las esperanzas que había puesto en Dionisio el joven? Por otra parte, ¿qué cielo es ése donde está el modelo político de la ciudad que el hombre debe construir en sí.? Descartada como extraña y arbitraria la idea de que sea el Cosmos o Universo, ¿es por ventura el cielo de las ideas (50lb) o la ciudad feliz de dioses e hijos de dioses que también se propone a la vista como modelo en algún pasaje de las Leyes (739d-e)? Lo cierto es que las palabras de Platón despiertan en nosotros ecos de sentencias cristianas como la de aquel texto de San Pablo (Phil. III 20): «nuestra ciudad está en los cielos».
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