ESTOICISMO ANTIGUO
CRISIPO

Crisipo hijo de Apolonió, también asiático, había nacido en Soli en el año 281 a.C. Llegó a Atenas como corredor de maratón para participar en las competiciones y se quedó allí como alumno, primero de Zenón y luego de Cleantes. Tenía una inteligencia muy viva y dispuesta al aprendizaje. Cuando hablaba con Cleantes de filosofía, solía decir: «Tú dame los principios: yo pensaré en las demostraciones.» A menudo discutía, con mucho gusto, con Cleantes e inmediatamente después se arrepentía. «He tenido suerte en todo en mi vida -suspiraba-, ¡salvo en el maestro!» Escribió setecientos cinco libros rebosantes de citas. Apolodoro, «el tirano del Jardín», los despreciaba diciendo: «Si de las obras de Crisipo sacamos las citas, sólo queda la puntuación.» Sucedió a Cleantes en el 232. Era un dialéctico imbatible y llevó la técnica del silogismo a sus extremas consecuencias. He aquí un ejemplo:

Tienes lo que no has perdido,
no has perdido las cuernos, 
tienes los cuernos.

Parece que murió de risa.

Presentación