INTRODUCCIÓN

Tomás de Aquino defiende la UNICIDAD DE LA FORMA SUSTANCIAL. Esto quiere decir:
1º) En el caso del compositum humano, no hay más que una forma sustancial (alma racional) la cual informa directamente la materia (cuerpo). No hay forma corporeitatis, ni formas sustanciales de tipo vegetativo y sensitivo.
2º) La forma sustancial única (alma racional) es quien confiere al hombre, tanto su corporeidad (al informar la materia prima) como sus operaciones de tipo vegetativo, sensitivo e intelectual.
3º) Del mismo modo en las otras sustancias nos encontramos con:
a) Las plantas tiene únicamente la forma sustancial (alma vegetativa) que realiza las funciones de nutrición y reproducción.
b) Los animales tienen únicamente el alma sensitiva, la cual realiza no solamente las funciones sensitivas sino también las vegetativas.
4º) En el caso humano, su única forma sustancial (alma racional) realiza no solamente las funciones intelectivas sino también las sensitivas y las vegetativas.
5º) Al llegar la muerte, el alma se separa del cuerpo y este se desintegra desapareciendo, no únicamente la función racional, sino la vegetativa y sensitiva. Ello se debe a que lo racional es el único principio determinante formal que ha dejado de informar a la materia. En su lugar aparecen una multitud de sustancias cuyas nuevas formas sustanciales serán posibles a partir de la potencialidad e indeterminación de la materia prima.
6º) El alma racional, por tanto, ejerce las funciones vegetativa, sensitiva e intelectiva. Esto significa que la unión alma-cuerpo no es algo antinatural. La unión no va en detrimento del alma sino todo lo contrario ( propter animan ): el alma tiene en potencia las facultades vegetativa y sensitiva, pero no podrían ejercerlas de modo efectivo y actual sino existe unida al cuerpo. Lo mismo habría que decir de la parte racional (aunque con matices).
Aunque el alma racional es única, existe una diferencia real entre ellas y sus FACULTADES o POTENCIAS, así como entre unas facultades y otras.
1º) Existen facultades del alma que le son propias y que no dependen de un órgano corporal mientras que otras pertenecen al compositum y no pueden ejercerse separadamente del cuerpo. En definitiva, hay facultades que permanecen y pertenecen al alma incluso cuando esta se separa del cuerpo; mientras que hay otras que permanecen en el alma, al separarse del cuerpo, únicamente de modo potencial (virtualmente: virtute) en el sentido de que el alma tiene el poder remoto de ejercer tales facultades siempre y cuando se reuniese con un cuerpo. Por ejemplo: a) La facultad intelectiva del alma no depende intrínsecamente del cuerpo (aunque haya dependencia con el mismo en cuanto al material de conocimiento existiendo en el compositum) .b) La facultad de sensación, sin embargo, no puede ser ejercida por el alma sola independientemente del cuerpo. Tampoco por el cuerpo sin el alma. Lo mismo podemos decir de lo vegetativo.
Entre las diferentes facultades del alma existe una JERARQUIA:
La facultad vegetativa comprende los poderes de nutrición, crecimiento y reproducción. Únicamente tiene como OBJETO al cuerpo.
La facultad sensitiva comprende los sentidos externos(5) y los sentidos internos(4) ( sensus communis, phantasia o imaginatio, vis aestimativa y la vis memorativa o memoria ): Tienen como objeto no simplemente al propio cuerpo del sujeto sino también a todo cuerpo sensible externo al sujeto.
La facultad racional (comprende el entendimiento activo y pasivo) tiene por objeto no solamente los cuerpos sensibles sino al ser en general. Consiguientemente, cuanto más elevada la potencia más amplio y comprehensible es el objeto.
Las facultades señaladas hasta ahora ( sensitivo - intelectivas ) son fenómenos de conocimiento en donde el objeto es recibido y se hace presente en el conocimiento a través del conocer.
Existen, sin embargo, OTRAS FACULTADES o potencias que se basan en la TENDENCIA DEL ALMA HACIA EL OBJETO: locomoción: afecta al nivel sensitivo locomotriz, apetición: el objeto es deseado como un fin. Puede no afectar únicamente a lo sensitivo sino también a lo intelectivo (voluntad).
Lo dicho hasta ahora podría esquematizarse así:
A) Nivel vegetativo: potencias de nutrición, crecimiento y reproducción.
B) Nivel sensitivo: cinco sentidos externos, 4 sentidos internos, potencia locomotriz y apetito sensitivo.
C) Nivel racional: entendimiento activo y pasivo. La voluntad-libertad.
Todas las potencias enumeradas proceden del alma como principio.
Se distinguen unas de otras por el objeto que tratan: la vista tiene como objeto propio el color; el oído tiene el sonido etc.
Se puede diferenciar dentro de la misma memoria la vis memorativa o memoria sensitiva (recuerdos de hechos particulares) y la memoria intelectiva (memoria de ideas o conceptos).
Se puede diferenciar dentro de una única alma racional entre el intelectus y la ratio. El primero aprehende de modo intuitivo la verdad de los principios evidentes. La Ratio actúa de modo discursivo en la búsqueda de la verdad.

Aquino