ARTICULO II
Si se puede demostrar la existencia de Dios
(Título)
DIFICULTADES: Parece que la existencia de Dios no es demostrable.
1º)La existencia de Dios es un articulo de fe. Pero lo que es de fe no se
puede demostrar porque la demostración hacer ver, y la fe es de lo que no vemos,
como enseña el Apostol. Luego la existencia de Dios no es demostrable.
2º) La base de la demostración es la naturaleza del sujeto, o lo que el
sujeto es. Pero de Dios no podemos saber lo que es, sino más bien lo que no es,
como dice el Damasceno. Luego, no podemos demostrar la existencia de Dios.
3º) Si se demostrase que Dios existe, sólo cabría hacerlo por sus efectos.
Pero sus efectos no guardan proporción con El, ya que El es infinito y los
efectos son finitos .... Si, pues, no se puede demostrar una causa por un efecto
desproporcionado a ella, parece que tampoco se puede demostrar la existencia de
Dios.
Por otra parte, dice el Apostol que lo inevitable de Dios se alcanza a
conocer por lo que ha sido hecho. Pero esto no sería posible si por las cosas
hechas no se pudiese demostrar que Dios existe, pues lo primero que hay que
averiguar acerca de una cosas es si existe.
RESPUESTA: Hay dos clases de demostraciones. Una llamada propter quid o por lo
que, que se basa en la causa y discurre partiendo de lo que en absoluto es
anterior hacia lo que es posterior. La otra, llamada demostratio quia, parte del
efecto, y se apoya, en lo que es anterior únicamente con respecto a nosotros si,
pues, partiendo de un efecto cualquiera, puede demostrarse la existencia de su
causa propia, porque, como el efecto depende de la causa, si el efecto existe es
forzoso que su causa le preceda. Por consiguiente, aunque la existencia de Dios
no sea verdad evidente respecto a nosotros, es, sin embargo, demostrable por los
efectos que conocemos.
SOLUCIONES: 1º) La existencia de Dios y otras verdades
análogas que acerca de Él podemos conocer por discurso natural.. .. no son
artículo de fe, sino preámbulos a los artículos, y de esta manera la fe
presupone el conocimiento natural, como la gracia presupone la naturaleza, y la
perfección, lo perfectible. Cabe, sin embargo, que alguien acepte por fe lo que
de suyo es demostrable y cognoscible, porque no sepa o no entienda la
demostración.
2º) Cuando se demuestra la causa por el efecto, es imprescindible emplear el
efecto como definición de la causa, y esto sucede particularmente cuando se
trata de Dios. La razón es porque en este caso, para probar la existencia de
alguna cosa es preciso tomar como medio lo que su nombre significa y lo que es,
ya que antes de preguntar qué es una cosa, primero hay que averiguar si existe.
Pues bien, los nombres que damos a Dios, los tomamos de sus efectos.
3º) Aunque por los efectos desproporcionados a una causa no pueda tenerse un
conocimiento prefecto de ella, sin embargo, por un efecto cualquiera puede
demostrarse, sin lugar a dudas, la existencia de su causa, y de este modo es
posible demostrar la existencia de Dios por sus efectos, aunque éstos no puedan
dárnoslo a conocer tal como es en su esencia.
Tomás de Aquino. Suma teológica. Artículo II