PRECURSORES DE LA COSMOGONÍA FILOSÓFICA
Antes de introducirnos en el estudio propiamente dicho de la filosofía presocrática es importante entender el significado de algunas ideas que no son estrictamente racionales, sino que pertenecen al ámbito mitológico, y que, sin embargo, ello no quiere decir que a tales ideas no haya que situarlas dentro del contexto de lo que Aristóteles denominaba como elementos esenciales del filosofar, es decir, la admiración y el asombro. Además esta ideas constituyen el germen de lo que serán posteriormente conceptos estrictamente filosóficos y ello no sólo en el ámbito del pensamiento teórico sobre la naturaleza, sino tambien en el social y en el politico. Por todo ello, las ideas que ahora vamos a desarrollar no son meramente mitológicas sino conceptos que, aunque expresados en el lenguaje y con personajes mitológicos, son el resultado de un pensar empírico y no simbólico. Estas visiones cuasi - racionalistas se interesan en general por la 1ª historia del mundo natural, partiendo de su real nacimiento o creación. Y nótese que hablamos de un real nacimiento. Y es que, exceptuando la Teogonía de Hesíodo, la cual se dedica a mostrar una génesis o desarrollo del universo a partir de estudio de los antepasados de los dioses, lo que realmente les interesa mostrar a la mayoría de los pensadores prefilosóficos es la estructura general del mundo presente y, para llevar a cabo sus análisis, se basaban en la experiencia común, consistente, sobre todo, en describir el crecimiento del universo a partir de un comienzo simple y comprensible. En este contexto, como veremos, las diferencias con los primeros filósofos presocráticos son mínimas.
EL UNIVERSO DEL MUNDO HOMÉRICO
El cielo, la tierra y el Tártaro
En Homero puede rastrearse una concepción popular e ingenua del Universo. A través de referencias homéricas dispersas se puede afirmar que la concepción del mundo, en los tiempos de Homero, era la siguiente:
El cielo es una semiesfera sólida, similar a un cuenco. Se le denomina como jalkeon ouranon, epiteto metálico, que hace referencia a la solidez y el brillo del cielo. Al mismo tiempo, el cielo cubriría a la tierra plana.
El espacio existente entre el cielo y la tierra, hasta las nubes, contiene neblina.
La parte superior es eter, aire superior que se suele concebir como igneo.
Bajo su superficie, la tierra se extiende ampliamente hacia abajo y ahinca sus raices dentro del Tártaro o sobre él. De los textos hay que deducir que la zona del Tártaro era broncinea, es decir, firme e inflexible como el cielo. Hay que notar tambien que existe una cierta vaguedad en la relación que existe entre Hades, Erebo y Tártaro, si bien éste último era la parte más baja del inframundo.
Existen versiones que afirman que la tierra se extendía hacia abajo de forma indefinida.
EL UNIVERSO DEL MUNDO HOMÉRICO
OCEANO
Según la concepción popular, transmitida por Homero, Océano,
era un inmenso río que fluía en torno al borde del disco terrestre. Como río
que circunda la tierra era la fuente de todas las cosas (ver
textos). Al mismo tiempo, Océano, era un río refluyente,
es decir, rodeaba la superficie de la tierra y volvía sobre sus pasos
iniciales. El mito del sol, que trás cruzar el cielo con sus
caballos, navega en un cuenco de oro a través de la corriente del océano en
dirección norte regresando al este antes del alba, presupone esta imagen de rio
circundante, ya que el sol pasaría por detrás de la tierra danto una vuelta,
como hacía el río, a la misma.
Oceano era tambien la fuente
de todas las aguas,
tanto las saladas como las dulces. La idea del agua salada concebida
como derivada de la dulce, a la cual la tierra le confirió la cualidad de
salada, tuvo una amplia difusión en Grecia.
Es muy posible que esta concepción homérica sobre el Océano se derivara de
las civilizaciones orientales ( Babilonia, Egipto, Fenicia ). Al
mismo tiempo, es muy posible que Tales de Mileto basara, en esta
concepción homérica de Océano, su idea de que la tierra flota sobre el
agua.
En Homero, Océano es tambien la fuente y el origen de todas
las cosas. De todos modos no puede exagerarse esta
afirmación. Es muy posible que esta concepción homérica de Océano, como
fuente y origen de las cosas, no tenga una implicación mayor que
la del río océano como la fuente de todas las aguas dulces, y,
puesto que el agua es necesaria para la vida, ésta debería haber surgido,
directa o indirectametne, de océano. Pero nada más. De todos modos, hay que señalar
que tanto Platón como Aristóteles pensaban que la concepción
del Océano de Homero tenía un dimensión cosmológica. Incluso Platón llega a considerar a Homero como precursor de Heráclito
lo que no tiene ningún tipo de seriedad. En definitiva, lo cierto es que no
hay pruebas de que en fecha tan temprana existiera una doctrina sistemática
referente a la prioridad cosmogónica de océano. Tampoco Hesíodo
aporta indicación alguna.
EL UNIVERSO DEL MUNDO HOMÉRICO
LA NOCHE
En muchos relatos mitológicos, la Noche tiene
un insólito poder especial y prioritario entre los dioses (ver cita). Existen
textos en donde se nos muestra el gran respeto que Zeus tenía ante ella, algo
que, por otra parte, no tiene ningún paralelo en Hesíodo u Homero. Ello
permite suponer que el autor de esos textos debió conocer alguna historia sobre
la noche como figura cosmológica. De todas formas la referencia
de este texto es única y, por ello, es muy posible que no sea más que una
figura poética (la noche como dominadora de los dioses) ya que el
sueño doblega incluso a los dioses, por lo que, incluso Zeus,
duda en ofenderla. El mismo Aristóteles, afirma que hubo poetas y
escritores, sobre los dioses, que colocaron en primer término a la Noche
o los hicieron derivar de ella. De todos modos, es muy posible que Aristóteles
esté haciendo referencia, más que a Homero o Hesíodo, a las cosmogonías
posthesiódicas compiladas en los siglos VI-V
( Orfeo, Museo,
Epiménides ). En estas cosmogonías, la noche (que
en Hesíodo habría sido engredada en una edad temprana, pero que no habría
sido la primera) es elevada a una prioridad absoluta. Las citas de estas
cosmogonías demuestran que había narraciones poéticas de los siglos VII-VI
que hacían de la noche (asociada a Aer o al Tártaro) el origen del mundo. ¿Hubo
una teoría antigua a ellos que dijera lo mismo? Es muy dificil saberlo. Lo que si
hay que tener en cuenta es que, en Hesíodo, Tártaro y la Noche, pertenecen al 2º
y 3º estadío de su cosmogonía y parecen participar de las cualidades que se
le atribuyen al Caos lo que posiblemente influyó en la preponderancia dada a la
noche por los poetas citados. En este contexto, la referencia al respeto que
Zeus sentía ante la Noche, o bien, sería una simple exposición
del poder del sueño; o bien la derivación de un mito perdido en el que
la noche tenía alguna relación especial con Zeus.
Presentación
Principal
EL UNIVERSO EN EL MUNDO DE HESÍODO
Los Trabajos y los Días y la Teogonía
Hesíodo (siglos VII-VI a
de Cristo) es otro de los grandes poetas griegos pero que marca ya grandes
diferencias con Homero en su concepción del mundo. Y es que, en Hesíodo, no
hallamos simplemente una visión ingenua del mundo sino una auténtica
cosmogonía, es decir, la descripción del devenir de la vida
divina y humana a partir de un principio originario. Es cierto que su
pensamiento se encuentra aún prisionero dentro del mundo del mito; pero de lo
que no hay duda es que en este autor existen una serie de elementos que tendrán
una gran influencia en el pensamiento filosófico posterior.
Las obras principales de Hesíodo son la Teogonía y Los
trabajos y los días. En los Trabajos y los días, Hesíodo,
nos habla de Zeus como guardián de la justicia. Por su parte, la Teogonía
es un himno a Zeus en donde se nos cuenta como este dios, despues de haber
dominado los desordenados poderes de tiempos remotos, asienta el reino de la
justicia.
EL UNIVERSO EN EL MUNDO DE HESÍODO
TEOGONIA
En la Teogonía, Hesíodo, nos describe el
devenir de los dioses a partir de un principio originario: vosotros
musas... dadme noticia de la generación de los dioses eternos y decidme: ¿qué
fue lo primero de ellos que existió? A lo que las musas contestan: al
principio fué.....Vemos claramente que Hesíodo quiere hablar acerca del principio
originario, de lo primero que existió en el tiempo y en el espacio.
Notamos, tambien, que la diferencia con Homero es clara. Homero se mueve en un pasado
absolutamente indeterminado e indefinido, en el ancho campo del erase una vez.
Por su parte, a Hesíodo le preocupa averigüar el origen los dioses
y, por eso, se pregunta acerca del arjé o principio
originario; algo que, por otro lado, estará presente como cuestión esencial
en toda la filosofía presocrática.
El principio originario lo sitúa Hesíodo en la existencia del Caos,
al que concibe como algo informe. De este principio informe irá surgiendo
progresivamente el reino de la justicia que logrará triunfar despues de grandes
conflictos y luchas. El Caos, por tanto, no es solo el principio
sino tambien el origen de todas las cosas. Ahora bien, no se puede
olvidar que en la Teogonía, el concepto central no es el
del origen de las cosas sino de los dioses. La totalidad de esta
obra está ocupada por una serie ininterrumpida de dioses. De ahí su caracter
mitológico y no filosófico y racional. Por otro lado, es tambien importante
notar que el Caos es un principio originario que no deriva de ningún
principio anterior. Eso hace que en Hesíodo (lo mismo sucede con todos los
griegos) no se encuntree presente la idea de creatio ex nihilo,
como sucede en el pensamiento judeo-cristiano.
Más adelante veremos como en Anaximandro la idea de necesidad
es un concepto central dentro de su filosofía. Pues bien, esta idea ya la
podemos rastrear en la Teogonía de Hesíodo. En ella nos
encontramos con que Zeus no es el señor desde el principio, sino el
tercero. El dios más antiguo es Urano, esposo de la tierra. Tiene muchos
hijos, pero teme por su señorío por lo que no los deja salir a la luz sino que
los tiene encerrados en la tierra. Pero los hijos se rebelan contra este crimen
y Crono, el más joven, arrebata el poder a su padre con lo que se
convierte en el segundo rey-dios. Sin embargo como se ha hecho reo de injusticia
y teme a sus hijos los va devorando a medida que nacen; unicamente Zeus, el más
joven, se salva por una artimaña y precipita a su padre al inframundo. Con
ello, Zeus, se convierte en el tercer soberano. Un apéndice de la
Teogonía nos cuenta que, al encerrar a su padre en el Tártaro, Zeus, se ha
hecho tambien culpable y tiene motivos para temer a sus hijos por lo que
devora a su esposa Metis que se encontraba embarazada. Por eso será del mismo
Zeus de quien nazca un hijo (Palas Atenea).
Lo que interesa destacar de toda esta descripción es la idea de necesidad.
Como con la culpa se gana la vida y por esto mismo se pierde. Se viene a la vida
por una culpa necesaria y se perece por esa misma culpa. Cuando, más
adelante, Anaximandro afirme que los elementos pagan mutua pena por
su retribución está exponiendo la misma idea que Hesíodo aunque, en
este caso, los conceptos empleados no se refieren a los dioses sino a los elementos
de la naturaleza.
EL UNIVERSO EN EL MUNDO DE HESÍODO
ACERCA DEL CAOS
En la Teogonía, Hesiodo, partiendo del Caos,
nos describe la generación de los dioses. Despues sigue una larga serie
de luchas (teomaquias) entre las divinades hostiles que son el
reflejo de los grandes conflictos entre las grandes fuerzas cósmicas. Todo
concluye cuando Zeus logra poner paz y armonía entre todas las fuerzas del
cosmos.
¿Cómo entender el concepto de Caos como origen de todo este proceso?
Existen diferentes intrepretaciones sobre su significado:
En su Física, Aristóteles, identifica al Caos con el espacio. Hoy sabemos que es un error ya que el concepto de espacio es posterior a la Teogonía pues aparece en Parménides por primera vez, para continuar, como idea, en Zenón o en el Timeo de Platón.Tambien tiene importancia en la cosmogonía de los atomistas.
Los estoicos derivan Xaos de xeeszai, interpretrándolo como algo que es vertido, es decir, como el agua.
Otra interpretación, derivada de Ovidio, concibe el Caos como rudis indegestaque moles, con lo que adquiere carta de ciudadanía el falso significado de Caos como sinónimo de revuelta confusión o materia desordenada.
Otras veces el Caos es interpretado como aire, es decir, como la región existente entre el cielo y la tierra (Eurípides, Aristófanes)
La palabra Caos quiere decir hendidura,
abertura, bostezo y suele usarse para significar hechos cotidianos
como el de abrir desmesuradamente la boca, abrirse una profunda herida
o abrir una caverna el monte. Para comprender mejor el verdadero sentido
de Caos es importante analizar un texto en donde se habla de la tierra y
el cielo chocando entre sí y en donde Caos
parece significar una región
intermedia entre el cielo y la tierra. Esta es la interpretación de Cornford
el cual concibe a Caos como algo que abríó un resquicio
entre el cielo y la tierra. En este contexto, por tanto, el origen y
principio del cosmos sería el caos, es decir, la apertura de un
resquicio que separó al cielo y la tierra.
Por lo tanto, según esta concepción, en un principio la tierra y el cielo eran
una sola masa informe. En esa etapa sólo existían, sin diferenciar, el cielo
oscuro y la tierra. El origen y desarrollo de todo lo posterior surge desde el
momento en que el caos original -oscuro y ventoso como el Tártaro-
produce una hendiduda y separación entre ambos. Este resquicio o hendidura se
lo imagina Hesíodo como algo negro (ya que el sol y el eter no han nacido todavía)
y ventoso (algo natural tal como nos sucede cuando estamos fuera del abrigo de
una ladera elevada). ¿Qué acto originó tal separación? Hesíodo no lo
señala, bien porque no se lo planteó o porque no le preocupaba ese problema.
En apoyo de esta concepción acerca de la naturaleza del Caos nos
encontraamos con citas que provienen de Eurípides y de Diodoro.
Allí se nos dice que la descripción de la separación del cielo y la tierra,
como el origen del cosmos, era algo que se transmitía de padres e hijos, es
decir, era algo aceptado casi como dogma por la mentalidad popular.
Tambien es importantes señalar que la idea de Caos,
como sinómino de resquicio o hendidura, era una idea que estaba muy presente en
otras culturas como aquellas que provenían del Oriente Próximo.
La podemos observar en los mitos maories cuando se nos habla de
la separación del Rangi (cielo) y de Papa (tierra) por obra de su hijo
oprimido. Tambien se nos aparece una descripción parecida en el libro de
los muertos (Egipto), en el canto Ulikummi (Hititas), en
la épica babilónica y en la misma Biblia en donde
Dios divide las aguas que estaban bajo el firmamentos de las aguas que estaban
encima del firmamento, llamando a este cielo. En este contexto, Dios, es el caos.