Tratado de la naturaleza humana

Primera parte: Del entendimiento
Acerca de la
idea de conexión necesaria en el principio de causalidad
Apuntes

  1. En primer lugar, Hume, sitúa claramente el sentido y el significado que quiere dar a la idea de conexión necesaria: siempre suponemos, afirma, que cuando vemos cualidades sensibles iguales, que tienen los mismos poderes ocultos, y esperamos efectos semejantes a los que hemos experimentado se seguirán de ellos. Si nos fuera presentado un cuerpo de color y consistencia semejantes al pan que nos hemos comido previamente, no tendríamos escrúpulo en repetir el experimento y con seguridad preveamos sustento y nutrición. Pues bien es este un mecanismo de la mente cuyo fundamento desearía conocer Hume: la idea de conexión necesaria ( experiencias pasadas son extendidas a momentos futuros) se nos presenta como algo totalmente cierto ya que se suponemos como algo indubitable que toda causa produce un efecto. Ahora bien: ¿cómo estamos absolutamente seguros de algo de lo que resulta difícil señalar la impresión de donde procede?
    Antes de analizar de modo concreto la problemática planteada con
    la idea de conexión necesaria, Hume, y, en estrecha relación este problema, se plantea el interrogante siguiente:

    ¿POR QUÉ RAZÓN AFIRMAMOS QUE ES NECESARIO QUE TODA COSA CUYA EXISTENCIA TIENE UN PRINCIPIO DEBA TENER TAMBIÉN  UNA UNA CAUSA?

    El análisis que Hume realiza ante esta cuestión es más crítica y destructora de lo que puede parecer a primera vista. Señalará la impresión interna de donde procede y pero también nos mostrará su imposibilidad de demostración a priori, y, por ello su invalidez como principio intuitivo. Tal crítica consta de las siguientes ideas:

    1. Suele admitirse, comienza señalando Hume, en filosofía que este razonamiento es absolutamente válido y ello sin mostrar prueba alguna. Se piensa que su validez está basada en la intuición.
    2. Ahora bien, examinando tal principio podemos descubrir que no hay rastro alguno de su certeza intuitiva ya que toda certeza intuitiva tiene su base en las relaciones de ideas; mientras que la existencia de algo y la causa de algo son, como hemos visto, cuestiones de hecho. Pues bien, sabemos que en una cuestión de hecho nunca podremos demostrar a priori, la necesidad de una causa para toda nueva existencia y ello se debe a que en el sujeto «nueva existencia« no se encuentra contenido necesariamente la idea de causa. Del mismo modo, en el sujeto causa tampoco está contenido necesariamente el ser principio de una nueva existencia.
    3. Por otro lado, Hume  señala que nunca podremos demostrar la necesidad de una causa para una nueva existencia sin mostrar al mismo tiempo la imposibilidad de que una cosa pueda existir sin principio generativo. Es decir, a priori, nunca podríamos saber que es imposible que una cosa pueda existir sin principio generativo ya que tan inteligible es afirmar esto como su contrario. Por consiguiente, del mismo modo que con el ejemplo del sol, o la nieve, a priori, sería tan inteligible decir que es imposible que toda causa tenga un principio, como decir lo contrario, es decir, que es posible. Todo lo dicho, por tanto, viene a demostrar que resulta imposible demostrar a priori la verdad absoluta de que imposible que una cosa pueda existir sin una causa.
    4. Por otro lado, las ideas de causa y efecto son ideas distintas y separadas entre sí. Ello implica que la imaginación puede separar claramente la idea de causa y la de comienzo de la existencia como distintas. Pues bien, como todo razonamiento demostrativo tiene que basarse en ideas absolutamente compatibles entre sí, y ello no sucede ahora, no es contradictorio negar el principio de que todo lo que empieza a existir deba tener una causa de su existencia.

    Aclarada la cuestión anterior, Hume se centra de nuevo en el estudio de la idea de conexión necesaria y en el intento de averiguar cual es la impresión de donde tal idea se deriva. Pues bien, el planteamiento general de la cuestión lo realiza Hume desde DOS NIVELES que son realmente lo mismo:

    ¿DE DONDE DERIVAMOS LA OPINIÓN DE QUE TODA PRODUCCIÓN TIENE UNA CAUSA? 
    y
    ¿POR QUÉ CONCLUIMOS QUE TALES CAUSAS PARTICULARES DEBEN TENER NECESARIAMENTE TALES EFECTOS PARTICULARES?

    El problema de tales planteamientos está en que los realizamos como si fueran una demostración a priori, es decir, su afirmación implica la imposibilidad de concebir su contrario. Pues bien, como estamos ante una cuestión de hecho, es necesario averiguar la impresión que nos conduce a tratarla como si fuera una relación de ideas en su necesidad y universalidad. Pues bien, Hume vuelve de nuevo a someter a la percepción dos objetos a los que denominamos como causa y efecto y afirma que sigue sin poder percibir más que contigüidad, prioridad o sucesión temporal y conjunción constante. Me sigue siendo imposible ir más allá en el terreno de la experiencia. Sin embargo ..... luego de un ulterior examen, es decir, reflexionando de nuevo sobre la misma cuestión, Hume, cree descubrir algo nuevo: al ser consciente del fenómeno de la conjunción constante, es decir, de saber que siempre que en el pasado se ha producido tal causa, invariablemente surge el mismo efecto, ello produce dentro de mí una NUEVA IMPRESIÓN INTERNA DE REFLEXIÓN ( hábito-costumbre ), la cual se me manifiesta como una luz intensa que me conduce a la idea de conexión necesaria. Es muy importante tener en cuenta que la conjunción constante, por sí misma, no produce la idea de conexión necesaria como ya Hume señaló anteriormente, sino que lo único que hace es ser fuente del surgimiento de la impresión interna del hábito y costumbre.
    En resumen:

    1. Recuerdo de la repetición de casos en donde la causa siempre produce el mismo efecto ( conjunción constante ).
    2. El mero recuerdo de tal repetición nunca podría, por sí misma, producir tal idea de necesidad.
    3. El recuerdo de la repetición de numerosos casos es la fuente de la que surgirá una nueva impresión de reflexión ( hábito-costumbre ) que se manifiesta como una luz que muestra el porque existe en nosotros la idea de conexión necesaria de la causalidad.

    Ahora bien, después de todo lo dicho sobre la idea de conexión necesaria, podríamos plantear la cuestión siguiente:¿la idea de conexión necesaria existe en nosotros como el fruto de una demostración racional o como fruto de una creencia? Porque si se llega a la conclusión de que realmente es una creencia ( y ya veremos que así  es ),entonces habría que concluir que todas aquellas ciencias empíricas que basan sus conocimientos en cuestiones de hecho y en la validez universal y necesaria del principio de causalidad, entonces tienen su fundamento ultimo en la creencia, lo cual, además de raro, resulta increíble. De algún modo, Kant, tendrá muy en cuenta todo esto, lo que le llevará a analizar la causalidad desde un perspectiva muy diferente a la de Hume. Pero, ahora, estamos con Hume y, por ello, para entenderlo un poco mejor, analizaremos a continuación lo que nos dice sobre la creencia.

    Presentación