LIBRO IV ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO

CAPÍTULO VI
Acerca de las proposiciones universales, de su verdad y de su certidumbre
{Resumen - Comentario}

 

  1. Con el objeto de investigar acerca de la verdad y la certidumbre de las PROPOSICIONES UNIVERSALES, Locke, comienza diferenciando entre la certidumbre de la verdad y la certidumbre del conocimiento. Existe certidumbre de verdad cuando las palabras se unen en proposiciones que expresan acuerdo o desacuerdo con las ideas que significan. Existen certidumbre del conocimiento cuando el sujeto es consciente y percibe tal acuerdo o desacuerdo entre las ideas. A esto último es a lo que se denomina como CONOCIMIENTO ya que implica que alguien está seguro de la verdad de cualquier proposición. {Texto6a}
  2. Para estar seguros de la verdad de cualquier proposición universal es necesario que tengamos conocimiento de la ESENCIA de cada especie ya que es ésta la que define realmente cualquier proposición general. Tal esencia no es difícil conocerla en todo aquello que se refiere a las ideas complejas de MODOS ya que, en este tipo de ideas, la esencia nominal y la esencia real son lo mismo, es decir, la idea que representa el término general es la única esencia con lo que no existe duda acerca de la extensión de la especie representada. Por ejemplo, en las ideas de sacrilegio o parricidio no existe diferencia entre esencia nominal y real ya que tales ideas son ciertas al margen de la existencia de esos actos en la naturaleza.  Por el contrario, en relación con las ideas complejas de SUBSTANCIAS, la esencia real y la esencia nominal son distintas. Esto hace que el alcance de la palabra general sea muy incierto ya que no sabemos si significa o no la esencia real que tal palabra dice representar. De ahí que no podemos tener certidumbre sobre la esencia de las substancias. Por ejemplo, en relación con la palabra hombre no sabemos realmente cual es su esencia real. Por ello afirmar con certidumbre que todos los hombres son seres racionales es algo imposible de afirmar y conocer con certeza.{Texto6b}
  3. Locke diferencia entre CONOCIMIENTO EXPERIMENTAL y CONOCIMIENTO UNIVERSAL. Este último es el que está relacionado con la verdad y certidumbre de las proposiciones universales que ahora analiza en este capítulo. Pues bien, un conocimiento universal,  verdadero y cierto,  referido a la esencia de las substancias es algo, según Locke,  imposible de conocer ya que ignoramos su constitución real. Por ejemplo, afirmar que todo oro tiene fijeza es algo de lo que no podemos tener certidumbre aunque tal proposición sea aceptada de modo universal. Y es que si establecemos la fijeza como aquello que constituye la esencia real del oro, podríamos preguntarnos porque no afirmar, con la misma razón, que tal esencia es su color amarillo, su fusibilidad, o pesadez. Estas cualidades también parecen estar presentes en el oro. Y si alguien dijera que porque no situar como esencia real todas aquellas cualidades que percibimos a través de los sentidos (color, brillo, fijeza, peso, etc), entonces nos encontraríamos ante un conocimiento experimental y no universal. {Texto 6c}
  4. Además, según Locke, si pudiéramos conocer la CONSTITUCIÓN REAL de las substancias, entonces deberíamos poder descubrir sin necesidad de utilizar los sentidos, tal como hacemos cuando consideramos las propiedades de un triángulo, cuales son las cualidades reales que pertenecen a esa substancia. De esta manera, por ejemplo, para conocer las propiedades esenciales del oro no sería necesario que el oro existiera y que realizáramos experimentos con él. Pero todo ello está muy lejos de nuestro poder mental el cual no nos permite penetrar en los secretos de la naturaleza. Por todo ello, intentar elaborar, a partir de ella, conceptos universales, ciertos y necesarios, es una tarea condenada al fracaso.{Texto 6d}
  5. Para fundamentar su tesis acerca de la poca certidumbre que tenemos acerca del carácter universal de las proposiciones referidas a las substancias, Locke, acude a la nueva concepción heliocéntrica del universo y que había sido llevada a sus últimas consecuencias a partir de Newton. En este contexto hace referencia a la influencia de otros astros y estrellas lejanas sobre el comportamiento de realidades alejadas de ellos. Por ello resulta ilógico pensar que los cuerpos tienen en sí mismos la constitución esencial que les hace comportarse como lo hacen cuando, muy posiblemente, tal esencia habría que buscarla más allá de la tierra, e incluso más allá del sol o de la estrella más remota. Y es que, según Locke, resulta imposible determinar hasta qué punto el ser y las operaciones de las substancias particulares de este mundo dependen de causas que están fuera de nuestra vida. Por todo ello, aunque las cosas nos parezcan absolutas y enteras en sí mismas; en realidad no son sino fragmentos de otras partes de la naturaleza, en donde sus cualidades observables, sus acciones y potencias dependen de algo que está fuera de ellas. Por lo tanto, si desconocemos la esencia real de las cosas, no es de extrañar  que tengamos una idea imperfecta a la hora de formular proposiciones universales referidas a las substancias.{Texto 6e}
  6. Todo CONOCIMIENTO GENERAL radica sólo en nuestros pensamientos, y únicamente consiste en la contemplación de nuestras ideas abstractas. Dondequiera que percibamos un acuerdo o desacuerdo entre ellas, tendremos un conocimiento general, y colocando los nombres de esas ideas, de manera adecuada, dentro de las proposiciones, podremos pronunciar con certidumbre verdades generales. Ahora bien, esto solamente es aplicadas a las ideas de los modos. Por lo que se refiere a las substancias, como desconocemos la constitución real de las mismas, tenemos que utilizar los sentidos para poder percibir algunas de sus cualidades. Pero ello implica tener que ceñirnos a la experimentación y ésta únicamente produce probabilidad y no conocimiento absolutamente cierto. En definitiva, según Locke, la certidumbre general nunca se encuentra sino en nuestras propias ideas. Cuando pretendemos alcanzarla en otra parte, en experimentos u observaciones fuera de nosotros, nuestro conocimiento no va más allá de lo particular. {Texto 6f}

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