TEXTO13A

Aunque en la parte anterior he mencionado a menudo las ideas simples, que son los verdaderos materiales de todo nuestro conocimiento, sin embargo, como las consideré más bien según las vías por las que llegan a la mente, que en cuanto distintas de las otras ideas más complejas, quizá no sea inadecuado echarles de nuevo una ojeada bajo esta consideración, y examinar estas modificaciones diferentes de la misma idea, la cual o bien encuentra la mente en las cosas existentes, o bien es capaz de producir en sí misma sin la ayuda de ningún objeto extrínseco, o de una sujeción extraña. Estas modificaciones de cualquier idea simple (que, como ya se dijo, llamo modos simples) son ideas tan perfectamente diferentes y distintas en la mente como lo son aquellas que muestran una gran distancia o contrariedad, Porque la idea de dos es tan distinta de la de uno, como lo es la idea de azul de la de color, o como lo son una y otra de la idea de un número cualquiera; y, sin embargo, aquélla no está formada sino a partir de la idea simple de una unidad repetida; y las repeticiones de esta clase de ideas son las que producen, al unirse, esos distintos modos simples de una docena, un grosor, un millón.
Comentario





























































TEXTO13B

Voy a empezar con la idea simple de espacio...Este espacio, considerado únicamente como la longitud entre dos cuerpos, sin tener en cuenta en  absoluto lo que existe entre ellos, es lo que se llama distancia; si se la considera en longitud, anchura y profundidad, pienso que se la puede llamar capacidad (el término extensión se aplica usualmente al espacio considerado de cualquier forma)....Cada distancia diferente es una modificación diferente del espacio... El poder de repetir o de duplicar cualquier idea de una distancia que tenemos, y el de añadirla a la idea anterior tantas veces como lo deseamos, sin que nunca podamos llegar a detenernos o a hacer una pausa, aunque las ampliemos cuanto queramos, es lo que nos da la idea de inmensidad...Existe otra modificación de esta idea que no es sino la relación que tienen entre sí las partes de la determinación de la extensión o del espacio circunscrito....A través de ella llegamos a tener esa idea que llamamos forma y que se presenta ante la mente con una variedad infinita... Al igual que en el espacio simple consideramos la relación de distancia existente entre dos cuerpos o puntos cualesquiera, de la misma manera en nuestra idea de lugar consideramos la relación de distancia existente entre una cosa y dos o más puntos que se consideran tienen la misma distancia entre sí y que igualmente se considera que están en reposo. Porque, cuando comprobamos que algo está a la misma distancia hoy de la que estaba ayer con respecto a otros dos o más puntos, y que no ha cambiado la distancia existente entre ellos desde entonces, y cuando comparamos esta distancia con esos puntos, entonces afirmamos que esa cosa ha conservado su mismo lugar; pero si ha alterado de manera sensible su distancia con alguno de esos puntos, afirmamos que ha cambiado de lugar.
Comentario





























































TEXTO13C

Hay algunos que quisieran convencernos de que el cuerpo y la extensión son la misma cosa;...pero decir, «cuerpos» significa pensar en algo que es sólido y extenso, cuyas partes son separables y movibles de diferentes maneras; y «extensión» solamente el espacio que está entre los extremos de estas partes coherentes y sólidas, y que está ocupado por ellas, digo que en este caso ellos confunden ideas muy diferentes entre sí.... pues espacio y solidez son ideas tan distintas como pensamiento y extensión, y tan totalmente separables en la mente la una de la otra. Así pues resulta evidente que cuerpo y extensión son dos ideas distintas, ya que, en primer lugar, la extensión no incluye la solidez, ni la resistencia al movimiento de un cuerpo, como sucede con el cuerpo mismo. En segundo lugar, las partes del espacio puro son inseparables las unas de las otras, de manera que la continuidad no se puede separar, ni real ni mentalmente... En tercer lugar, las partes del espacio puro son inmóviles, lo cual se deduce de su inseparabilidad, ya que el movimiento no es sino el cambio de distancia entre dos cosas cualesquiera.
Comentario





























































TEXTO13D

Más aún, quienes aseguran la imposibilidad de que exista el espacio sin materia, no sólo hacen infinitos a los cuerpos, sino que también niegan el poder de Dios de aniquilar cualquier parte de materia... El que admita, entonces, que Dios puede, durante semejante descanso general, aniquilar este libro o el cuerpo del que lo lee, deberá necesariamente admitir la posibilidad del vacío. Porque resulta evidente que el espacio que había estado ocupado por las partes de un cuerpo aniquilado seguirá existiendo, y será un espacio sin cuerpo.... Porque el vacío, independientemente de que afirmemos o neguemos su existencia, significa espacio sin cuerpo, y su existencia nadie la puede negar como posible, a no ser aquellos que quieran hacer infinita a la materia, y quitar a Dios el poder de aniquilar cualquier partícula de ella. Pero para no llegar tan lejos como los últimos límites del cuerpo en el universo, y para no remitirnos a la omnipotencia de Dios para encontrar el vacío, me parece que el movimiento de los cuerpos que caen bajo nuestro campo visual y que están cerca de nosotros lo evidencia suficientemente... Pero como la cuestión aquí estriba en saber si la idea de espacio o de extensión es la misma que la idea de cuerpo, no es necesario probar la existencia real del vacío, sino la de la idea del mismo; la cual es una idea que los hombres evidentemente tienen, desde el momento en que inquieren y disputan sobre si existe o no el vacío. Porque si ellos no tuvieran la idea de espacio sin cuerpos, no podrían cuestionarse su existencia.
Comentario





























































TEXTO13E

Es verdad que la idea de extensión se une tan inseparablemente a todas las cualidades visibles, y más aún a las sensibles, que no podemos ver ningún objeto exterior, o sentir muy pocos, sin tener también las impresiones de extensión. Esta presteza de la extensión en la unión de las ideas de una manera tan constante, pienso que ha sido la ocasión de que algunos hayan hecho consistir la total esencia del cuerpo en la extensión; lo cual no debe extrañarnos demasiado, porque algunos hombres se han llenado tanto sus mentes, por medio de la vista y del tacto, con la idea de extensión (pues estos sentidos son los más utilizados), y están, como si dijéramos, tan poseídos de esa idea, que llegaron a negar la existencia de todo lo que no tuviera extensión. No voy a argumentar ahora en contra de unos hombres que toman la medida y la posibilidad de todos los seres solamente de sus estrechas y groseras imaginaciones; pero como aquí solamente me dirijo a aquellos que concluyen que la esencia del cuerpo es la extensión, porque dicen que no pueden imaginar ninguna cualidad sensible de ningún cuerpo sin la extensión, les pediré que consideren que, si hubieran reflexionado sobre sus ideas de gustos y olores como lo han hecho sobre las de vista y tacto, es decir, que si hubieran examinado sus ideas de hambre y sed, y de algunas otras molestias, habrían encontrado que ellas no incluyen ninguna idea de extensión, la cual no es sino una afección del cuerpo descubrible, como todas las demás, por nuestros sentidos, que no poseen la suficiente agudeza como para asomarse a las esencias puras de las cosas.
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