TEXTO20A

Entre las ideas simples que recibimos a partir. de la sensación y de la reflexión, el dolor y el placer merecen una consideración muy detallada....Estas, como las demás ideas simples, no pueden ser descritas, ni definidos sus nombres; la manera de conocerlas, al igual que las ideas simples de los sentidos, estriba solamente en la experiencia. Pues definirlas por la presencia del bien o del mal no es otra cosa que hacer que las conozcamos y reflexionemos sobre lo que sentimos en nosotros mismos con ocasión de las distintas y variadas operaciones del bien y del mal sobre nuestras mentes, según las distintas formas en que son aplicadas o consideradas por nosotros....Las cosas son, por tanto, buenas o malas, solamente en referencia al placer o al dolor. Eso que llamamos bueno es aquello que puede provocar o aumentar el placer, o bien disminuir el dolor en nosotros; o, también, lo que puede procurarnos o conservarnos la posesión de cualquier otro bien, o evitarnos un mal. Y, por el contrario, llamamos mal a lo que puede provocar o incrementar un dolor, o disminuir cualquier placer en nosotros; o bien a lo que nos produce cualquier mal o nos priva de un bien. Debe entenderse que por placer y dolor me refiero tanto al cuerpo como a la mente, según la distinción que comúnmente se establece, aunque en realidad no se trate sino de diferentes estados de la mente, provocados unas veces por desórdenes corporales, y otras por pensamientos de la mente.
Comentario























































TEXTO20B

El placer y el dolor, y lo que los ocasiona, es decir, el bien y el mal, son los pilares sobre los que descansan nuestras pasiones. Y si reflexionamos y observamos cómo operan en nosotros éstos, bajo distintas consideraciones, como son las modificaciones o disposiciones que producen en la mente, y qué sensaciones internas (si puedo llamarlas así) producen en nosotros, podremos formarnos a partir de aquí ideas sobre nuestras pasiones. De esta manera, quien quiera reflexionar sobre el pensamiento que tiene del deleite que cualquier cosa presente o ausente puede producirle, tendrá la idea que llamamos amor. Porque cuando un hombre declara en otoño que ama las uvas, cuando las está comiendo, o cuando lo dice en la primavera sin que éstas existan todavía, no hace sino afirmar que su sabor le encanta; pero que se produzca una alteración en su salud o en su constitución que destruya el deleite que ese sabor provocaba, y entonces no podrá afirmar más tiempo que las ama...Por el contrario, el pensamiento de dolor que puede producirnos cualquier cosa presente o ausente, es lo que denominamos odio...El malestar que un hombre encuentra en sí mismo con motivo de la ausencia de cualquier cosa cuya presencia le hace gozar y le llevan la idea de deleite, es lo que llamamos deseo; este deseo puede ser mayor o menor, según el malestar sea más o menos vehemente. Por lo que, tal vez, no resulte muy útil el señalar que el principal, si no el único acicate de la industria y de la actividad de los hombres es este malestar. Porque cualquiera que sea el bien que se ofrece, si su ausencia no provoca disgusto o dolor; si un hombre se encuentra contento sin él, no existe deseo de ello, ni empeño por conseguirlo; lo único que hay es una mera veleidad término que se emplea para significar el grado más bajo de deseo, y que implica casi la ausencia total del mismo, en el que la pena por la ausencia de la cosa es tan pequeña que no consigue provocar en quien la experimenta más que un deseo muy ligero para obtenerla, pero sin que provoque ninguna utilización vigorosa y efectiva de los medios para obtenerlo. También cesa o disminuye. el deseo porque se piensa en la imposibilidad de alcanzar el bien que nos proponemos.....La alegría es un deleite de la mente provocado por la consideración de la posesión de un bien actual o que se va a tener en un futuro....La tristeza es un estado de malestar de la mente, provocado por el pensamiento de un bien perdido que se pudo haber disfrutado durante más tiempo, o bien por el sentimiento de un mal presente....La esperanza es un placer de la mente que todo el mundo encuentra en sí mismo, a partir del pensamiento de un gozo futuro probable de una cosa que puede provocar un deleite....El temor es un estado de malestar de la mente por el pensamiento de un mal futuro que nos puede suceder..... La desesperación es el pensamiento de la imposibilidad de obtener un bien, que obra de diferente manera en las mentes de los hombres, pues unas veces produce malestar o dolor, y otras pereza e indolencia.....La cólera es el malestar o descompostura de la mente, que cuando recibe una injuria abriga el propósito de vengarse.....La envidia es un estado de malestar de la mente, provocado por la consideración de un bien que deseamos y que pensamos que otro ha obtenido habiéndole podido hacer nosotros antes....La vergüenza, que es un malestar de la mente provocado por el pensamiento de haber hecho alguna cosa que es indecente, o que lesiona la estimación que otros tienen de nosotros, no siempre va acompañada del rubor.
Comentario



















































































TEXTO20C

Como estas dos últimas pasiones, la envidia y la cólera no son simplemente causadas por el dolor y el placer en sí mismos, sino que contienen algunas consideraciones mezcladas sobre nosotros mismos y los demás, no se encuentran, por tanto, en todos los hombres, porque en una parte de ellos no existe la valoración de sus méritos o el deseo de venganza. Pero todas las demás, que realmente terminan en dolor y placer, pienso que se encuentran en todos los hombres.
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