TEXTO 22A

Tenemos que considerar ahora aquellos que llamamos modos mixtos, como son, por ejemplo, las ideas complejas que designamos con los nombres de obligación, ebriedad, mentira, etc., ideas que, al constar de diversas combinaciones de ideas simples de distintas clases, he denominado modos mixtos para diferenciarlas de los modos más simples, que constan solamente de ideas simples de una sola clase. Y como estos modos mixtos son combinaciones de ideas simples, que no se tienen como rasgos característicos de ningún ser real que tenga una existencia estable, sino como ideas dispersas e independientes unidas por la mente, por eso mismo se distinguen de las ideas complejas de las sustancias....Pero si consideramos atentamente estas ideas que llamo modos mixtos, y de las cuales ahora estamos hablando, volveremos a encontrar que su origen es muy diferente. Muchas veces la mente ejerce una potencia activa en la formación de esas distintas combinaciones, pues al estar provista de ideas simples puede unirlas mediante combinaciones distintas, de manera tal que consigue una variedad de ideas complejas, sin examinar si existen así reunidas en la naturaleza. Y desde allí, pienso que es de donde surge el que esas ideas se llamen nociones, como si tuvieran su origen y su existencia constante más bien en los pensamientos de los hombres que en la realidad de las cosas; y para formar tales ideas, basta que la mente reúna sus partes y que permanezcan así unidas en el entendimiento, sin considerar si tienen un ser real; aunque no niego que algunas de ellas pueden proceder de la observación y de la existencia de varias ideas simples, combinadas de la misma manera en que se reúnen en el entendimiento. Porque el hombre que primero llegó a la idea hipocresía, pudo haberla tomado perfectamente de la observación de otro que intentaba mostrar unas cualidades buenas que no poseía; o bien pudo haber formado en su mente esa idea sin tener ese modelo que se la inspirara. Porque resulta evidente que, en el principio de los idiomas y de las sociedades de los hombres, algunas de estas ideas complejas, que fueron una contribución a las normas establecidas entre ellos, debieron necesariamente haber estado en la mente de los hombres antes de existir en ninguna otra parte.
Comentario

































































TEXTO22B

Parece razonable investigar de dónde procede su unidad y cómo una pluralidad tan particularizada llega a formar una sola idea, pues semejantes combinaciones no siempre existen así en la naturaleza. A esta pregunta contestaría que resulta evidente que su unidad proviene de un acto de la mente que combina unitariamente esas distintas ideas simples, considerándolas como una sola idea compleja, compuesta de todas esas partes; y lo que marca esa unión, o lo que normalmente se estima que la completa, es el nombre dado a esa combinación. Porque es por los nombres por lo que los hombres generalmente dan razón de sus distintas especies de modos mixtos, admitiendo muy raramente o considerando que un cierto número de ideas simples formen una idea compleja, sin que exista una colección similar de nombres para ellas. De esta manera, aunque el asesinato de un anciano sea en la naturaleza algo unido para formar una idea compleja, como el asesinato del propio padre, sin embargo, como no existe un nombre para significar específicamente lo primero, y sí el de parricidio para significar lo otro, no se toma por una idea compleja particular lo uno, ni como una clase distinta de acto, diferente del asesinato de un joven o de cualquier hombre.
Si investigamos un poco más adelante para ver lo que ocasiona que los hombres hagan distintas combinaciones de ideas simples para formar modos mixtos,.... podremos encontrar que la razón se encuentra en los fines del lenguaje;....
Esto nos muestra la razón de que en todos los idiomas existan muchas palabras particulares que no tienen traducción en otro idioma. Y es que las distintas modas, costumbres y maneras de una nación provocan
que se formen diversas combinaciones de ideas que son familiares y necesarias en esa nación, pero que otro pueblo nunca ha tenido ocasión de utilizar o tal vez nunca haya advertido siquiera; de esta manera, el pueblo que utiliza estas combinaciones termina por darles nombres a fin de evitar unas paráfrasis que serían excesivamente largas para las necesidades diarias de la conversación, y de este modo llegan a ser ideas complejas muy distintas en las mentes de los hombres. De esta manera, la palabra ostracismo entre los griegos, y la palabra proscripción entre los romanos, eran términos para los que otros idiomas no tenían un equivalente exacto, porque significaban ideas complejas que estaban en la mente de los hombres de aquellos pueblos.
Comentario

































































TEXTO 22C

De aquí también podemos ver la razón por la que los idiomas cambian continuamente, adoptando unas palabras y desechando otras. Porque el cambio de las costumbres y opiniones conlleva nuevas combinaciones de ideas....... Aunque tendré ocasión de considerar esto más extensamente cuando trate de las palabras y de su uso, sin embargo, no puedo evitar las reflexiones que he hecho acerca de los nombres de los modos mixtos; porque como son combinaciones efímeras y transitorias de ideas simples, que no tienen sino una breve existencia y nada más que en la mente de los hombres, y aun allí su experiencia no se prolonga más allá del momento en que piensa en ellas, no tiene, por tanto, la apariencia de una existencia constante y duradera en ninguna otra parte como en los nombres que se les da; y, por ello mismo, al tratarse de esta clase de ideas, los nombres son fácilmente tomados como las ideas mismas que significan. Pues si investigamos en qué lugar existen las ideas de triunfo o de apoteosis, podremos comprobar que ninguna de ellas puede existir totalmente a la vez en ningún lugar de las cosas mismas, ya que se trata de actos que han requerido un tiempo para su ejecución, por lo que no pueden existir totalmente a la vez. Y por lo que se refiere a la mente de los hombres, en la que se supone que se alojan las ideas de estos actos, tienen también una existencia muy breve, por lo que tendemos, a anexarlas a los nombres que nos las sugieren.
Comentario

































































TEXTO 22D

Existen, por tanto, tres vías por las que adquirimos las ideas complejas de los modos mixtos: 1) por experiencia y observación de las cosas mismas. Así viendo a los hombres que luchan entre sí, o que practican la esgrima, adquirimos las ideas de lucha o de esgrima; 2) por intervención, o sea, juntando en nuestra mente varias ideas simples; de tal manera que el que primero inventó el arte de la imprenta o de grabar, tenía que tener una idea de esas artes antes de que existieran; 3) el tercer camino, que es el más normal, consiste en la explicación de los nombres de acciones que nunca vimos o de nociones que nunca llegamos a ver enumerando, es decir, poniendo delante de nuestra imaginación todas aquellas ideas que componen aquellas acciones o nociones y que son sus partes constitutivas. Porque habiendo acumulado en nuestra mente, por medio de la sensación y de la reflexión, unas ideas simples, y habiendo adquirido sus nombres a consecuencia del uso que hacemos de ellos, podemos representar con esos nombres ante otra cualquier idea compleja que queremos transmitirle, siempre que no desconozca alguna idea simple, y que éstas tengan para nosotros el mismo nombre que tienen para él.
Comentario

































































TEXTO 22E

Parece adecuado observar cuáles de nuestras ideas simples han sido más modificadas, y han servido para formar a partir de ellas el mayor número de modos mixtos, con los nombres que se les asignan. Y éstas han sido tres: el pensamiento, el movimiento (que son las dos ideas que comprenden en sí toda acción) y la potencia, a partir de la cual se concibe que proceden estas acciones. Digo que estas ideas simples de pensamiento, movimiento y potencia han sido aquellas que se han visto más modificadas, y de cuyas modificaciones se ha formado el mayor número de modos complejos con sus nombres. Porque, como en la acción consiste el gran negocio del género humano, y el objeto todo al que las leyes hacen referencia, no es sorprendente que los diversos modos del pensamiento y del movimiento hayan sido advertidos, que sus ideas hayan sido observadas y guardadas en la memoria que se les hayan asignado nombres, sin lo cual difícilmente podrían formarse leyes o reprimirse el vicio y el desorden. Tampoco podría haber, faltando esas ideas complejas que carecieran de sus nombres, ninguna clase de comunicación entre los hombres; por ello los hombres han establecido nombres, y han pensado que existían en sus mentes ciertas ideas establecidas, cerca de los modos de distintas acciones, distinguiéndolas por sus causas, sus medios, sus objetos, sus fines, sus instrumentos, sus tiempos y lugares y demás circunstancias,. y así también de las ideas de sus distintas potencias que a dichas acciones se refieren. Por ejemplo, la osadía que es la potencia de hablar o de hacer lo que pretendemos, delante de los otros, sin ninguna clase de miedo o perturbación, y a la que los griegos llamaban refiriéndose de manera confidencial con el nombre particular de parresía, que es una potencia o capacidad que tiene el hombre de hacer algo, una vez que la ha adquirido mediante la realización frecuente de una misma cosa, y que es a la idea a la que le damos el nombre de hábito; cuando está preparada para convertirse en cualquier ocasión en acto, la denominamos disposición. Así, el tener mal humor es una disposición o aptitud hacia el enfado. Para concluir, examinamos cualquier modo de acción, por ejemplo, la consideración y el asentimiento, que son acciones de la mente; el correr o el hablar, que son acciones del cuerpo; la venganza y el asesinato, que son acciones de la una y lo otro, y veremos que no son sino muchas colecciones de ideas simples, que, reunidas, forman las ideas complejas y significadas por aquellos nombres.
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