La demostración consiste en
mostrar el acuerdo o desacuerdo de dos ideas, mediante la intervención de
una o más pruebas que tienen entre sí una conexión constante, inmutable...
La probabilidad no es nada más que la apariencia de un acuerdo o
desacuerdo semejantes, por la intervención de pruebas cuya conexión no
es constante ni inmutable, ... pero que es... suficiente para inducir a la
mente a juzgar que una proposición es verdadera o falsa... Por ejemplo,
en la demostración de los tres ángulos de un triángulo un hombre
percibe la conexión segura e inmutable que hay de igualdad entre ellos...
y así, aquel hombre tiene un conocimiento cierto de que es de esta
manera. Pero otro hombre que nunca haya tenido la precaución de observar
esta demostración, al oír a un matemático (persona a la que concede su
crédito) afirmar que los tres ángulos de un triángulo son iguales a dos
ángulos rectos, asentirá con ello, es decir, lo tendrá como una verdad.
En este caso el fundamento de su asentimiento radica en la probabilidad de
la cosa.... La probabilidad es algo cercano a la verdad.. El trato que la
mente otorga a esta clase de proposiciones se denomina creencia,
asentimiento u opinión... Y aquí radica la diferencia entre la
probabilidad y la certidumbre, entre la fe y el conocimiento... Asi pues,
puesto que la probabilidad puede suplir el defecto de nuestro conocimiento
y guiarnos donde éste falla,... los fundamentos de ella serían estos
dos: Primero, la conformidad de cualquier cosa con nuestro conocimiento,
observación y experiencia. Segundo, el testimonio de los demás, avalado
por sus observaciones y experiencias..... Si yo mismo veo que un hombre
camina sobre el hielo, eso excede la probabilidad, pues se trata de un
conocimiento. Pero si esta persona me dice que ha visto
en Inglaterra, durante un invierno especialmente duro, a un hombre que
caminaba sobre el agua helada por el frío, esto tiene una conformidad tan
grande con lo que normalmente se observa que ocurre, que estoy dispuesto
por la naturaleza de la cosa misma a asentir a ello... Sin embargo, en un
hombre cuya experiencia haya sido totalmente contraria siempre, y que
nunca haya oído una cosa semejante, el crédito más infalible del
testigo más digno de credibilidad apenas le podrá inducir a que lo
admita. Algo semejante sucedió a un embajador de Holanda, el cual
informando al rey de Siám sobre las particularidades de Holanda sobre las
cuales se había mostrado éste interesado, después de haberle explicado
otras cosas, le dijo que el agua en su país se enfriaba tanto algunas
veces en invierno que los hombres podían caminar sobre ella, y que podría
soportar hasta el peso de un elefante, si se encontrara allí. A lo cual
replicó el rey: «Hasta este momento he creído las extraordinarias cosas
que me has relatado, porque te tenía por hombre serio y sensato, pero
ahora estoy seguro de que me hallo ante un mentiroso.
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