TEXTO 15A

La demostración consiste en mostrar el acuerdo o desacuerdo de dos ideas, mediante la intervención de una o más pruebas que tienen entre sí una conexión constante, inmutable... La probabilidad no es nada más que la apariencia de un acuerdo o desacuerdo semejantes, por la intervención de pruebas cuya conexión no es constante ni inmutable, ... pero que es... suficiente para inducir a la mente a juzgar que una proposición es verdadera o falsa... Por ejemplo, en la demostración de los tres ángulos de un triángulo un hombre percibe la conexión segura e inmutable que hay de igualdad entre ellos... y así, aquel hombre tiene un conocimiento cierto de que es de esta manera. Pero otro hombre que nunca haya tenido la precaución de observar esta demostración, al oír a un matemático (persona a la que concede su crédito) afirmar que los tres ángulos de un triángulo son iguales a dos ángulos rectos, asentirá con ello, es decir, lo tendrá como una verdad. En este caso el fundamento de su asentimiento radica en la probabilidad de la cosa.... La probabilidad es algo cercano a la verdad.. El trato que la mente otorga a esta clase de proposiciones se denomina creencia, asentimiento u opinión... Y aquí radica la diferencia entre la probabilidad y la certidumbre, entre la fe y el conocimiento... Asi pues, puesto que la probabilidad puede suplir el defecto de nuestro conocimiento y guiarnos donde éste falla,... los fundamentos de ella serían estos dos: Primero, la conformidad de cualquier cosa con nuestro conocimiento, observación y experiencia. Segundo, el testimonio de los demás, avalado por sus observaciones y experiencias..... Si yo mismo veo que un hombre camina sobre el hielo, eso excede la probabilidad, pues se trata de un conocimiento. Pero si esta persona me dice que ha visto en Inglaterra, durante un invierno especialmente duro, a un hombre que caminaba sobre el agua helada por el frío, esto tiene una conformidad tan grande con lo que normalmente se observa que ocurre, que estoy dispuesto por la naturaleza de la cosa misma a asentir a ello... Sin embargo, en un hombre cuya experiencia haya sido totalmente contraria siempre, y que nunca haya oído una cosa semejante, el crédito más infalible del testigo más digno de credibilidad apenas le podrá inducir a que lo admita. Algo semejante sucedió a un embajador de Holanda, el cual informando al rey de Siám sobre las particularidades de Holanda sobre las cuales se había mostrado éste interesado, después de haberle explicado otras cosas, le dijo que el agua en su país se enfriaba tanto algunas veces en invierno que los hombres podían caminar sobre ella, y que podría soportar hasta el peso de un elefante, si se encontrara allí. A lo cual replicó el rey: «Hasta este momento he creído las extraordinarias cosas que me has relatado, porque te tenía por hombre serio y sensato, pero ahora estoy seguro de que me hallo ante un mentiroso.
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