TEXTO 17A

La palabra razón tiene, en la lengua inglesa, diferentes significaciones.....Pero la consideración que yo quiero hacer aquí tendrá una significación diferente de todas aquéllas, y será, en cuanto significa una facultad del hombre, esa facultad por la que se supone que el hombre se distingue de las bestias, y en la que resulta evidente que las excede en gran manera.
Comentario
































































TEXTO 17B

Si el conocimiento general, según se ha mostrado, consiste en una percepción del acuerdo o desacuerdo de nuestras propias ideas, y si el conocimiento de la existencia de todas las cosas fuera de nosotros (a ex- cepci6n únicamente de Dios, cuya existencia todo hombre puede conocer con certidumbre y demostrársela a sí mismo a partir de su propia existencia) se obtiene únicamente por los sentidos, ¿qué resquicio hay para el ejercicio de cualquier otra facultad nuestra, que no sean el sentimiento exterior y la percepción interior? ¿Para qué necesitamos, entonces, la razón? Creo que para mucho, tanto para la ampliación de nuestro conocimiento como para regular nuestro asentimiento. Porque tiene relación, a la vez, con el conocimiento y con la opinión, y resulta necesaria para auxiliar a todas nuestras facultades intelectuales, y a la vez para contener dos de ellas, es decir, la sagacidad y la ilación. Mediante la primera, encuentran las que están fuera; y a través de la otra ordena las ideas intermedias de manera que puedan descubrir qué conexiones existen en cada eslabón de la cadena que une los dos extremos, y así presenta a la vista la verdad pretendida, que es lo que llamamos ilación o inferencia, y que no consiste en otra cosa que en la percepción de la conexión que hay entre las ideas en cada paso de la deducción.
Comentario
































































TEXTO 17C
De manera que podemos considerar que existen estos cuatro grados en la razón: el primero y más alto es el descubrimiento y el hallazgo de verdades; el segundo, la disposición regular y metódica de ellas, y su colocación en un orden claro y adecuado que permita percibir su conexión y su fuerza de manera clara y fácil; el tercero consiste en la percepción de su conexión, y el cuarto, en establecer una conclusión correcta.
Comentario
































































TEXTO 17D

Hay otra cosa que deseo considerar en lo que a la razón se refiere, y es que si el silogismo es, como generalmente se cree, su instrumento adecuado y la manera más útil para ejercitar esta facultad. Las causas que tengo para dudarlo son las siguientes:..... Si observamos los actos de nuestras propias mentes, encontraremos que razonamos mejor y más claramente cuando nos limitamos a observar la conexión de las pruebas sin reducir nuestro pensamiento a ninguna regla de silogismo. Y por ello podemos advertir que hay muchos hombres que razonan con gran claridad y corrección, que no conocen cómo se hace un silogismo. Quien investigue sobre muchas partes de Asia y de América podrá encontrar hombres que quizá razonan de una manera tan aguda como él mismo, y que nunca oyeron hablar de silogismos, ni pueden reducir ningún argumento a esas formas, y pienso que no existe casi nadie que formule silogismos al razonar con él mismo....Ahora bien, si entre todo el género humano son muy pocos los que pueden hacer silogismos en comparación con los que no pueden realizarlos, y si entre los pocos que han aprendido la lógica existe solamente un número muy pequeño que hagan algo más que creer que los silogismos, reducidos a los modos y a las figuras, pueden determinar conclusiones correctas, sin saber ciertamente que sean así, los silogismos, digo, tomados en este sentido, son el instrumento propio de la razón y si los medios de llegar al conocimiento, se deducirá de aquí que antes de Aristóteles no existía ningún hombre que conociera o pudiera conocer ninguna cosa por medio de la razón, y que a partir de la invención de los silogismos no existe un hombre entre diez mil que lo pueda hacer. Además Dios...ha dotado a los hombres de una mente que pueda razonar sin que tenga que estar aconsejada por los métodos del silogismo; el entendimiento no aprende a razonar por estas reglas, ya que tiene una facultad natural para percibir la coherencia o la incoherencia de sus ideas, y puede clasificarlas correctamente sin que sean necesarias unas repeticiones tan confusas. No digo esto para disminuir la importancia de Aristóteles, a quien tengo por uno de los hombres más grandes de la antigüedad... Pero, con todo, creo que sin que sea un demérito para él, puedo decir con verdad que estas formas no son ni el único ni el mejor modo de razonar para llevar a aquellas verdades que deseamos encontrar....Dígase a una campesina que el viento proviene del sudoeste, y que el cielo nublado amenaza lluvia y comprenderá fácilmente que no resulta adecuado para ella el salir con vestidos ligeros en un día semejante, después de haber tenido fiebre. Ella verá con toda claridad la conexión probable entre todas las cosas siguientes: el viento del sudoeste, las nubes, la lluvia, el hecho de mojarse, el coger un resfriado, la recaída y el peligro de muerte, sin necesidad de reunirlo todo en una cadena artificioso y engorrosa de diversos silogismos.
Comentario
































































TEXTO 17E

Inferir no es nada más que formular una proposición como verdadera, extrayéndola de otra que es verdadera, es decir, ver o suponer esa conexión de las dos ideas de la proposición inferida, v. g., supongamos que sea la proposición establecida «los hombres serán castigados en el otro mundo», y que de ella infiramos esta otra: «por tanto, los hombres pueden determinarse a sí mismos». La cuestión ahora estriba en saber sí la mente ha realizado bien o mal esta inferencia; si la ha realizado descubriendo las ideas intermedias, y teniendo en cuenta la conexión que entre ellas hay, situadas en el orden debido, ha procedido de manera racional y ha formulado una inferencia correcta. Si la ha hecho sin semejante consideración, en ese caso más que formular una inferencia que se pueda mantener o una inferencia razonable, ha mostrado un deseo de que sea así o de que se tome como tal. Pero en ningún caso es el silogismo lo que le ha hecho descubrir esas ideas, o le ha mostrado la conexión existente entre ellas; ya que es necesario que la mente las haya des- cubierto, y que la conexión haya sido percibido en cualquier lugar, antes de que racionalmente se pueda utilizar en el silogismo.
Comentario
































































TEXTO 17F

¿Qué utilidad tienen entonces los silogismos? Contesto que su uso más importante y principal está en las escuelas....Realmente se piensa que el uso del silogismo es necesario... para mostrarles las falacias que a menudo se encuentran en los discursos floridos, agudos o complicados.....Y por ello se ha pensado que el silogismo es más propio para obtener una victoria en las disputas que para descubrir o confirmar la verdad en las investigaciones serias... He tenido la experiencia de que cuando algunos hombres no conceden toda la utilidad a algo que antes se pensaba que la tenía, éstos rápidamente gritan que se pretende negarla por completo. Pero para evitar unas imputaciones tan injustas y carentes de fundamento, voy a apresurarme a decir que no estoy dispuesto a privar de ninguna ayuda al entendimiento en la adquisición del conocimiento. Y que si algunos hombres hábiles con los silogismos y acostumbrados a ellos encuentran en éstos una ayuda para su razón en el descubrimiento de la verdad, creo que deben seguir haciendo uso de ellos.....Algunos ojos necesitan gafas para ver las cosas de manera clara y con distinción; pero por ello no se admitirá la afirmación de que no hay nadie que pueda ver sin ellas. Si el uso de estas gafas ha disminuido su visión de manera que no pueda ver sin ellas la consecuencia o inconsecuencia que hay en la argumentación, no seré yo tan irrazonable como para estar en contra de que las empleen. Cada uno sabe lo que mejor conviene a su propia vista, pero que no deduzca de aquí que todos los que no empleen los mismos auxilios que él necesita se encuentran en tinieblas.
Comentario
































































TEXTO 17G

Un error palpable que existe en las reglas del silogismo, es decir, que ningún razonamiento silogístico puede ser correcto y concluyente si no hay en él al menos una proposición general. Como si no pudiéramos razonar ni tener conocimiento sobre las cosas particulares cuando, en realidad y bien considerado el asunto, los objetos inmediatos de todo nuestro razonamiento y conocimiento no son sino las cosas particulares. El razonamiento y el conocimiento de todo hombre estriba tan sólo en las ideas que existen en su propia mente, las cuales, realmente, son cada una de ellas existencias particulares; nuestro conocimiento y razonamiento acerca de otras cosas solamente existe en cuanto que aquellas ideas particulares se correspondan con ellos. De esta manera, la percepción del acuerdo o desacuerdo de nuestras ideas particulares es el con junto y la cúspide de todo nuestro conocimiento. La universalidad no es sino accidental para él... Una cosa más me gustaría decir sobre el silogismo antes de abandonar el tema, y es que ¿acaso no podrá preguntarse con toda justicia si la forma del silogismo que ahora tiene es la que debiera tener según la razón? .....No necesito molestar a mi lector con ejemplos de silogismos cuyas conclusiones son particulares. La misma razón autoriza la misma forma en ellos que en los que la conclusión es general.
Omnis homo est animal
Omne animal est vivens.
Ergo, omnis homo est vivens

Comentario
































































TEXTO 17H

De esta manera, la mente percibe que el arco de un círculo es menor que todo el círculo con la misma claridad con la que ha obtenido la idea de círculo; por tanto, y según ya dije antes, a esto es a lo que llamo conocimiento intuitivo, que es un conocimiento cierto más allá de toda duda, y que no necesita de prueba alguna, siendo la certidumbre más alta de todas las humanas. En esto consiste la evidencia de todas aquellas máximas que nadie ha puesto en duda, sino que todo hombre les concede su asentimiento.... En el descubrimiento y asentimiento de estas verdades no hay ningún empleo de la facultad discursiva ni ninguna necesidad de raciocinio, ya que se conocen por un grado superior y más alto de evidencia.... Pero aunque tengamos aquí y allá una pequeña porción de esta claridad, algunos destellos de ese brillante conocimiento, sin embargo, la mayor parte de nuestras ideas son de tal clase que no nos permiten discernir su acuerdo o desacuerdo mediante una comparación entre ellas. Y en todas las que tenemos, necesitamos del razonamiento...en donde el acuerdo o desacuerdo entre ideas, aunque no pueda percibiese de inmediato, solamente con colocarlas juntas, sin embargo, pueden ser examinadas mediante la intervención de otras ideas con las que se pueden comparar....con lo que existe una demostración a través de la cual se produce el conocimiento, el cual, aunque sea cierto, no es tan rápido ni tan claro como el conocimiento intuitivo..... Existen otras ideas, cuyo acuerdo o desacuerdo no se puede juzgar sino por la intervención de otras que no tienen un acuerdo cierto con los extremos, y únicamente tienen un acuerdo usual o verosímil; y es en estas ideas en las que el juicio se ejercita con propiedad, cuando la mente concede su asentimiento... y la probabilidad es tan clara y fuerte que el asentimiento le sigue tan necesariamente como lo hace el conocimiento con la demostración. En definitiva... El conocimiento intuitivo es la percepción del acuerdo o del desacuerdo cierto de dos ideas que se comparan entre sí de una manera inmediata. El conocimiento racional es la percepción del acuerdo o desacuerdo cierto entre dos ideas, por la intervención de una o más ideas diferentes. El juicio es pensar o suponer que dos ideas están de acuerdo o desacuerdo mediante la intervención de una o más ideas, cuyo acuerdo o desacuerdo cierto no es percibido por la mente, sino que es observado como frecuente y habitual por ella.
Comentario
































































TEXTO 17I

Antes de abandonar este asunto deberíamos reflexionar un poco sobre estas cuatro clases de argumentos.... El primero consiste en recibir las opiniones de aquellos hombres que, por su aprendizaje, por su eminencia, por su poder o por alguna otra causa, han adquirido una reputación y la han asentado con autoridad ante los demás. Cuando los hombres han sido elevados a cualquier clase de dignidad, se considera una falta de modestia, en otros, contradecirles en cualquier asunto, o poner en duda la autoridad de aquellos hombres que ante los demás la tienen. Se suele censurar el que un hombre no abandone rápidamente su propuesta ante la de otros autores ya consagrados, considerándolo como un acto de orgullo desmedido; ....El que basa sus tesis en unas autoridades semejantes, piensa que siempre debe de triunfar en su causa, y se muestra dispuesto a calificar de imprudente a cualquiera que ose contradecirlas. Esto es lo que pienso se puede llamar «argumentum ad verecundiam»...En segundo lugar, otra forma de la que los hombres se valen comúnmente para acallar a los demás, y para obligarlos a aceptar sus juicios y a recibir las opiniones en debate, estriba en exigir al adversario que admita lo que ellos alegan como una prueba, o que designen otra mejor Y a esto es a lo que llamo «argumentum ad ignorantiam».... Una tercera forma consiste en obligar a un hombre mediante consecuencias extraídas de sus propios principios a concesiones. Esto es lo que ya se conoce con el nombre de «argumentum ad hominem»..... La cuarta manera consiste en el empleo de pruebas extraídas de los fundamentos del conocimiento o de la probabilidad. Es a lo que llamo «argumentum ad judicium». Este, entre los cuatro, es el único que conlleva una verdadera instrucción y que nos hace adelantar en el camino del conocimiento...ya que, tal vez, me puede llevar hacia la reflexión de la verdad.
Comentario
































































TEXTO 17J

Por lo que hasta aquí hemos dicho acerca de la razón, creo que somos capaces de hacer algunas conjeturas sobre la definición de las cosas, en cuanto a que estén de acuerdo, que estén por encima o que sean contrarias a la razón. 1) Estarán de acuerdo con la razón aquellas proposiciones cuya verdad podemos descubrir mediante el examen y la búsqueda de ideas que tenemos a partir de la sensación y la reflexión, y que encontramos que son verdaderas o probables mediante una deducción natural. 2) Por encima de la razón estarán aquellas proposiciones cuya verdad o probabilidad no podemos deducir por la razón a partir de aquellos principios. 3) Contrarias a la razón serán aquellas proposiciones que son inconsistentes o irreconciliables con respecto a nuestras ideas claras y distintas. De esta manera la existencia de un Dios está de acuerdo con la razón; la existencia de más de un dios es contraria a la razón; la resurrección de los muertos están por encima de la razón. «Por encima de la razón» es algo que se puede tomar en un doble sentido, es decir, como algo que significa lo que está por encima de la probabilidad, o por encima de la certidumbre; en este sentido extenso, supongo que algunas veces se toma también por «contrario a la razón.
Comentario
































































TEXTO 17K

Hay otro uso de la palabra razón cuando se opone a la fe; y aunque ésta sea una manera bastante impropia de hablar, sin embargo, el uso común la ha autorizado... Solamente pienso que no será absurdo advertir que... la fe no es nada más que un firme asentimiento de la mente, el cual, si está regulado, como es nuestra obligación, no puede ser otorgado a nada que no se sustente en un buen razonamiento, de manera que fe y razón no se pueden oponer. El que crea, sin ninguna razón para creer, puede estar enamorado de sus propias fantasías, pero no buscará la verdad....Y el que no lo haga en la medida de su facultad, aunque algunas veces encuentre la verdad, esta verdad no será sino el producto de la casualidad... y es a él a quien se le debe imputar todos los errores en que incurra.
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