La palabra razón tiene, en la lengua inglesa, diferentes
significaciones.....Pero la consideración que yo quiero hacer aquí tendrá una
significación diferente de todas aquéllas, y será, en cuanto significa una
facultad del hombre, esa facultad por la que se supone que el hombre se
distingue de las bestias, y en la que resulta evidente que las excede en gran
manera.
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Si el conocimiento general, según se ha mostrado,
consiste en una percepción del acuerdo o desacuerdo de nuestras propias ideas,
y si el conocimiento de la existencia de todas las cosas fuera de nosotros (a
ex- cepci6n únicamente de Dios, cuya existencia todo hombre puede conocer con
certidumbre y demostrársela a sí mismo a partir de su propia existencia) se
obtiene únicamente por los sentidos, ¿qué resquicio hay para el ejercicio de
cualquier otra facultad nuestra, que no sean el
sentimiento exterior y la percepción interior? ¿Para qué necesitamos,
entonces, la razón? Creo que para mucho, tanto para la ampliación de nuestro
conocimiento como para regular nuestro asentimiento. Porque tiene relación, a
la vez, con el conocimiento y con la opinión, y resulta necesaria para auxiliar
a todas nuestras facultades intelectuales, y a la vez para contener dos de
ellas, es decir, la sagacidad y la ilación. Mediante la primera, encuentran las
que están fuera; y a través de la otra ordena las ideas intermedias de manera
que puedan descubrir qué conexiones existen en cada eslabón de la cadena que
une los dos extremos, y así presenta a la vista la verdad pretendida, que es lo
que llamamos ilación o inferencia, y que no consiste en otra cosa que en la
percepción de la conexión que hay entre las ideas en cada paso de la deducción.
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De manera que podemos considerar que existen estos
cuatro grados en la razón: el primero y más alto es el descubrimiento y el
hallazgo de verdades; el segundo, la disposición regular y metódica de ellas,
y su colocación en un orden claro y adecuado que permita percibir su conexión
y su fuerza de manera clara y fácil; el tercero consiste en la percepción de
su conexión, y el cuarto, en establecer una conclusión correcta. Comentario
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Hay otra cosa que deseo considerar en lo que a la
razón se refiere, y es que si el silogismo es, como generalmente se cree, su
instrumento adecuado y la manera más útil para ejercitar esta facultad. Las
causas que tengo para dudarlo son las siguientes:..... Si observamos los actos
de nuestras propias mentes, encontraremos que razonamos mejor y más claramente
cuando nos limitamos a observar la conexión de las pruebas sin reducir nuestro
pensamiento a ninguna regla de silogismo. Y por ello podemos advertir que hay
muchos hombres que razonan con gran claridad y corrección, que no conocen cómo
se hace un silogismo. Quien investigue sobre muchas partes de Asia y de América
podrá encontrar hombres que quizá razonan de una manera tan aguda como él
mismo, y que nunca oyeron hablar de silogismos, ni pueden reducir ningún
argumento a esas formas, y pienso que no existe casi nadie que formule
silogismos al razonar con él mismo....Ahora bien, si entre todo el género
humano son muy pocos los que pueden hacer silogismos en comparación con los que
no pueden realizarlos, y si entre los pocos que han aprendido la lógica existe
solamente un número muy pequeño que hagan algo más que creer que los silogismos,
reducidos a los modos y a las figuras, pueden determinar conclusiones correctas,
sin saber ciertamente que sean así, los silogismos, digo, tomados en este
sentido, son el instrumento propio de la razón y si los medios de llegar al
conocimiento, se deducirá de aquí que antes de Aristóteles no existía ningún
hombre que conociera o pudiera conocer ninguna cosa por medio de la razón, y
que a partir de la invención de los silogismos no existe un hombre entre diez
mil que lo pueda hacer. Además Dios...ha dotado a los hombres de una mente que
pueda razonar sin que tenga que estar aconsejada por los métodos del silogismo;
el entendimiento no aprende a razonar por estas reglas, ya que tiene una
facultad natural para percibir la coherencia o la incoherencia de sus ideas, y
puede clasificarlas correctamente sin que sean necesarias unas repeticiones tan
confusas. No digo esto para disminuir la importancia de Aristóteles, a quien
tengo por uno de los hombres más grandes de la antigüedad... Pero, con todo,
creo que sin que sea un demérito para él, puedo decir con verdad que estas
formas no son ni el único ni el mejor modo de razonar para llevar a aquellas
verdades que deseamos encontrar....Dígase a una campesina que el viento
proviene del sudoeste, y que el cielo nublado amenaza lluvia y comprenderá fácilmente
que no resulta adecuado para ella el salir con vestidos ligeros en un día
semejante, después de haber tenido fiebre. Ella verá con toda claridad la
conexión probable entre todas las cosas siguientes: el viento del sudoeste, las
nubes, la lluvia, el hecho de mojarse, el coger un resfriado, la recaída y el
peligro de muerte, sin necesidad de reunirlo todo en una cadena artificioso y
engorrosa de diversos silogismos. |
Inferir no es nada más que formular una proposición como verdadera, extrayéndola
de otra que es verdadera, es decir, ver o suponer esa conexión de las dos ideas
de la proposición inferida, v. g., supongamos que sea la proposición
establecida «los hombres serán castigados en el otro mundo», y que de ella
infiramos esta otra: «por tanto, los hombres pueden determinarse a sí mismos».
La cuestión ahora estriba en saber sí la mente ha realizado bien o mal esta
inferencia; si la ha realizado descubriendo las ideas intermedias, y teniendo en
cuenta la conexión que entre ellas hay, situadas en el orden debido, ha
procedido de manera racional y ha formulado una inferencia correcta. Si la ha
hecho sin semejante consideración, en ese caso más que formular una inferencia
que se pueda mantener o una inferencia razonable, ha mostrado un deseo de que
sea así o de que se tome como tal. Pero en ningún caso es el silogismo lo que
le ha hecho descubrir esas ideas, o le ha mostrado la conexión existente entre
ellas; ya que es necesario que la mente las haya des- cubierto, y que la conexión
haya sido percibido en cualquier lugar, antes de que racionalmente se pueda
utilizar en el silogismo. |
¿Qué utilidad tienen entonces los silogismos? Contesto que
su uso más importante y principal está en las escuelas....Realmente se piensa
que el uso del silogismo es necesario... para mostrarles las falacias que a
menudo se encuentran en los discursos floridos, agudos o complicados.....Y
por ello se ha pensado que el silogismo es más propio para obtener una victoria
en las disputas que para descubrir o confirmar la verdad en las investigaciones
serias... He tenido la experiencia de que cuando algunos hombres no conceden
toda la utilidad a algo que antes se pensaba que la tenía, éstos rápidamente
gritan que se pretende negarla por completo. Pero para evitar unas imputaciones
tan injustas y carentes de fundamento, voy a apresurarme a decir que no estoy
dispuesto a privar de ninguna ayuda al entendimiento en la adquisición del
conocimiento. Y que si algunos hombres hábiles con los silogismos y
acostumbrados a ellos encuentran en éstos una ayuda para su razón en el
descubrimiento de la verdad, creo que deben seguir haciendo uso de ellos.....Algunos
ojos necesitan gafas para ver las cosas de manera clara y con distinción; pero
por ello no se admitirá la afirmación de que no hay nadie que pueda ver sin
ellas. Si el uso de estas gafas ha disminuido su visión de manera que no pueda
ver sin ellas la consecuencia o inconsecuencia que hay en la argumentación, no
seré yo tan irrazonable como para estar en contra de que las empleen. Cada uno
sabe lo que mejor conviene a su propia vista, pero que no deduzca de aquí que
todos los que no empleen los mismos auxilios que él necesita se encuentran en
tinieblas. |
Un error palpable que existe en las reglas del
silogismo, es decir, que ningún razonamiento silogístico puede ser correcto y
concluyente si no hay en él al menos una proposición general. Como si no pudiéramos
razonar ni tener conocimiento sobre las cosas particulares cuando, en realidad y
bien considerado el asunto, los objetos inmediatos de todo nuestro razonamiento
y conocimiento no son sino las cosas particulares. El razonamiento y el
conocimiento de todo hombre estriba tan sólo en las ideas que existen en su
propia mente, las cuales, realmente, son cada una de ellas existencias
particulares; nuestro conocimiento y razonamiento acerca de otras cosas
solamente existe en cuanto que aquellas ideas particulares se correspondan con
ellos. De esta manera, la percepción del acuerdo o desacuerdo de nuestras ideas
particulares es el con junto y la cúspide de todo nuestro conocimiento. La
universalidad no es sino accidental para él... Una cosa más me gustaría decir
sobre el silogismo antes de abandonar el tema, y es que ¿acaso no podrá
preguntarse con toda justicia si la forma del silogismo que ahora tiene es la
que debiera tener según la razón? .....No necesito
molestar a mi lector con ejemplos de silogismos cuyas conclusiones son
particulares. La misma razón autoriza la misma forma en ellos que en los que la
conclusión es general. |
De esta manera, la mente percibe que el arco de un círculo es menor que
todo el círculo con la misma claridad con la que ha obtenido la idea de círculo;
por tanto, y según ya dije antes, a esto es a lo que llamo conocimiento
intuitivo, que es un conocimiento cierto más allá de toda duda, y que no
necesita de prueba alguna, siendo la certidumbre más alta de todas las humanas.
En esto consiste la evidencia de todas aquellas máximas que nadie ha puesto en
duda, sino que todo hombre les concede su asentimiento.... En el descubrimiento
y asentimiento de estas verdades no hay ningún empleo de la facultad discursiva
ni ninguna necesidad de raciocinio, ya que se conocen por un grado superior y más
alto de evidencia.... Pero aunque tengamos
aquí y allá una pequeña porción de esta claridad, algunos destellos de ese
brillante conocimiento, sin embargo, la mayor parte de nuestras ideas son de tal
clase que no nos permiten discernir su acuerdo o desacuerdo mediante una
comparación entre ellas. Y en todas las que tenemos, necesitamos del
razonamiento...en donde el acuerdo o desacuerdo entre ideas, aunque no pueda
percibiese de inmediato, solamente con colocarlas juntas, sin embargo, pueden
ser examinadas mediante la intervención de otras ideas con las que se pueden
comparar....con lo que existe una demostración a través de la cual se produce
el conocimiento, el cual, aunque sea cierto, no es tan rápido ni tan claro como
el conocimiento intuitivo..... Existen otras
ideas, cuyo acuerdo o desacuerdo no se puede juzgar sino por la intervención de
otras que no tienen un acuerdo cierto con los extremos, y únicamente tienen un
acuerdo usual o verosímil; y es en estas ideas en las que el juicio se ejercita
con propiedad, cuando la mente concede su asentimiento... y la probabilidad es
tan clara y fuerte que el asentimiento le sigue tan necesariamente como lo hace
el conocimiento con la demostración. En definitiva... El conocimiento
intuitivo es la percepción del acuerdo o del desacuerdo cierto de dos ideas que
se comparan entre sí de una manera inmediata. El conocimiento racional es la
percepción del acuerdo o desacuerdo cierto entre dos ideas, por la intervención
de una o más ideas diferentes. El juicio es pensar o suponer que dos ideas están de acuerdo o desacuerdo
mediante la intervención de una o más ideas, cuyo acuerdo o desacuerdo cierto
no es percibido por la mente, sino que es observado como frecuente y habitual
por ella. |
Antes de abandonar este asunto deberíamos
reflexionar un poco sobre estas cuatro clases de argumentos.... El primero
consiste en recibir las opiniones de aquellos hombres que, por su aprendizaje,
por su eminencia, por su poder o por alguna otra causa, han adquirido una
reputación y la han asentado con autoridad ante los demás. Cuando los hombres
han sido elevados a cualquier clase de dignidad, se considera una falta de
modestia, en otros, contradecirles en cualquier asunto, o poner en duda la
autoridad de aquellos hombres que ante los demás la tienen. Se suele censurar
el que un hombre no abandone rápidamente su propuesta ante la de otros autores
ya consagrados, considerándolo como un acto de orgullo desmedido; ....El que
basa sus tesis en unas autoridades semejantes, piensa que siempre debe de
triunfar en su causa, y se muestra dispuesto a calificar de imprudente a
cualquiera que ose contradecirlas. Esto es lo que pienso se puede llamar «argumentum
ad verecundiam»...En segundo lugar, otra forma de la que los hombres se
valen comúnmente para acallar a los demás, y para obligarlos a aceptar sus
juicios y a recibir las opiniones en debate, estriba en exigir al adversario que
admita lo que ellos alegan como una prueba, o que designen otra mejor Y a esto
es a lo que llamo «argumentum ad ignorantiam».... Una
tercera forma consiste en obligar a un hombre mediante consecuencias extraídas
de sus propios principios a concesiones. Esto es lo que ya se conoce con el
nombre de «argumentum ad hominem»..... La cuarta manera consiste en el
empleo de pruebas extraídas de los fundamentos del conocimiento o de la
probabilidad. Es a lo que llamo «argumentum ad judicium». Este, entre
los cuatro, es el único que conlleva una verdadera instrucción y que nos hace
adelantar en el camino del conocimiento...ya que, tal vez, me puede llevar hacia
la reflexión de la verdad. |
Por lo que hasta aquí hemos dicho acerca de la
razón, creo que somos capaces de hacer algunas conjeturas sobre la definición
de las cosas, en cuanto a que estén de acuerdo, que estén por encima o que
sean contrarias a la razón. 1) Estarán de acuerdo con la razón aquellas
proposiciones cuya verdad podemos descubrir mediante el examen y la búsqueda de
ideas que tenemos a partir de la sensación y la reflexión, y que encontramos
que son verdaderas o probables mediante una deducción natural. 2) Por encima de
la razón estarán aquellas proposiciones cuya verdad o probabilidad no podemos
deducir por la razón a partir de aquellos principios. 3) Contrarias a la razón
serán aquellas proposiciones que son inconsistentes o irreconciliables con
respecto a nuestras ideas claras y distintas. De esta manera la existencia de un
Dios está de acuerdo con la razón; la existencia de más de un dios es
contraria a la razón; la resurrección de los muertos están por encima de la
razón. «Por encima de la razón» es algo que se puede tomar en un doble
sentido, es decir, como algo que significa lo que está por encima de la
probabilidad, o por encima de la certidumbre; en este sentido extenso, supongo
que algunas veces se toma también por «contrario a la razón. |
Hay otro uso de la palabra razón cuando se opone a la fe; y aunque ésta
sea una manera bastante impropia de hablar, sin embargo, el uso común la ha
autorizado... Solamente pienso que no será absurdo advertir que... la fe no es
nada más que un firme asentimiento de la mente, el cual, si está regulado,
como es nuestra obligación, no puede ser otorgado a nada que no se sustente en
un buen razonamiento, de manera que fe y razón no se pueden oponer. El que
crea, sin ninguna razón para creer, puede estar enamorado de sus propias fantasías,
pero no buscará la verdad....Y el que no lo haga en la medida de su facultad,
aunque algunas veces encuentre la verdad, esta verdad no será sino el producto
de la casualidad... y es a él a quien se le debe imputar todos los errores en
que incurra.
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