TEXTO 19A

El que quiera seriamente disponerse a la búsqueda de la verdad deberá preparar, en primer lugar, su mente a amarla;....Merece la pena saber cómo un hombre puede conocer si ama en realidad la verdad, y creo que sobre esto hay una prueba infalible: el no abrazar ninguna proposición con mayor seguridad de lo que sus pruebas lo permiten. Quien se exceda en esta medida de asentimiento, es evidente que no recibe la verdad por amor a ella....porque es tan imposible que el amor a la verdad impulse mi asentimiento por encima de la evidencia, como que el amor a la verdad me obligue a otorgar mí asentimiento a una proposición en virtud de una evidencia que no me indica que ella sea verdadera, lo cual es igual que amarla como una verdad sólo porque es posible o probable que no sea una verdad. En cualquier verdad que no se posesione de nuestras mentes mediante la luz irresistible de la evidencia misma, o por medio de la fuerza de la demostración.
Comentario



























































































TEXTO 19B

En este momento me voy a tomar la libertad de considerar un tercer fundamento del asentimiento, al que algunos hombres otorgan la misma autoridad que a la fe y a la razón y sobre el que se apoyan con igual confianza. Me refiero a ese entusiasmo que, haciendo caso omiso de la razón, pretende establecer la revelación sin ella...por lo que la sustituye por la fantasía.... Como la revelación inmediata es algo que los hombres encuentran más fácil sobre la que establecer sus opiniones y regular su conducta que el tomarse el aburrido trabajo de un raciocinio estricto, y como este trabajo no siempre concluye felizmente, no resulta sorprendente que algunos se hayan inclinado a intentar actuar como si fueran los beneficiarios de la revelación....Así, en todos los tiempos podemos comprobar que existen algunos hombres en los que la melancolía se ha mezclado con la devoción, y a quienes la buena opinión que tenían de ellos mismos les ha llevado a pensar que tenían una gran familiaridad con Dios... Estando sus mentes preparadas de esta manera, cualquier opinión carente de fundamento que se venga a establecer firmemente en sus fantasías es una iluminación que procede del espíritu de Dios.... Esto es lo que yo entiendo propiamente por entusiasmo, el cual, aunque no está fundado sobre la razón ni sobre la revelación divina, sino que surge de las nociones de un cerebro acalorado o presuntuoso, no deja por ello de tener una influencia, después de haber echado raíces, más poderosa sobre la persuasión y los actos de los hombres....Estos hombres advierten la mano de Dios que se agita en su interior, y los impulsos del espíritu, por lo que no pueden errar sobre lo que sienten. De esta manera éstos se animan a sí mismos y se convencen de que el razonamiento no tiene ninguna relación con lo que ven y sienten en sí mismos: se trata de cosas que son susceptibles de una experiencia sensible, que no admite dudas ni necesita comprobación.
Comentario



























































































TEXTO 19C

Estos hombres tienen, según ellos dicen, una luz clara y la ven; tienen un sentido despierto y sienten. Esto, están seguros, no se les puede disputar, porque cuando un hombre dice que ve o siente, nadie puede negar que lo hace. Pero permítaseme entonces preguntar: ¿esta contemplación es la percepción de la verdad de una proposición o la percepción de una revelación divina; .... Son dos percepciones muy diferentes, que deben distinguirse de manera cuidadosa si no queremos confundirnos a nosotros mismos. Yo puedo percibir la verdad de una proposición, pero no percibir que ésta es una revelación inmediata de Dios por ello. Puedo percibir la verdad de una proposición de Euclides, sin que sea, o sin que yo perciba que lo es, una revelación. Igualmente puedo percibir que no adquirí ese conocimiento de una manera natural, de manera que pueda llegar a concluir que se trata de una revelación...De manera que el conocimiento de cualquier proposición que llega a mi mente sin que yo sepa cómo, no es una percepción de que proviene de Dios, y menos aún una fuerte persuasión de que es verdad una percepción que proviene de Dios, o me nos aún que sea verdad. Pero aunque se llamen luz y visión, supongo que, en el mejor de los casos, se trata de creencias y de seguridades, y la proposición que se tiene como una revelación no es una proposición que se conozca como verdadera, sino que se tiene por verdadera. Pues cuando se sabe que una proposición es verdadera, no se necesita la revelación y resulta difícil pensar cómo alguien podría tener una revelación de lo que ya conoce. Por tanto, si se trata de una proposición de cuya verdad están persuadidos pero de la que no conocen que sea verdadera, sea cual fuete el nombre por el que la designen, no se trata de un acto de ver, sino de creer....Lo que veo conozco que es así por la evidencia de la cosa misma; lo que creo, lo creo así a consecuencia del testimonio de los demás.....Porque los hombres poseídos de esta manera se enorgullecen con una luz que, según ellos afirman, los ilumina y les comunica el conocimiento de esta o aquella verdad. Pero si saben que se trata de una verdad, deberán saberlo, bien porque se trate de una evidencia de suyo, según la razón natural, bien por estas pruebas racionales que indiquen que lo es....Si dicen que saben que es verdad, porque se trata de una revelación de Dios, esta razón es buena; pero en tal caso se les podrá preguntar por qué saben que es una revelación de Dios. Si dicen que lo saben mediante la luz que conllevan, la cual brilla de manera fulgurante en sus mentes y a la que no se pueden resistir, entonces les conmino a que consideren sí esta afirmación significa alguna cosa distinta de lo que ya dijimos, es decir: que es una revelación porque creen firmemente que ésa es la verdad.
Comentario