Creo, sin embargo, que una cosa puede afirmarse con
plena confianza: que hay proposiciones universales que, aunque sean ciertamente
verdaderas, sin embargo, no aportan ninguna luz a nuestro entendimiento, y en
nada aumentan nuestro conocimiento.... Tales proposiciones son todas las
proposiciones de identidad.....Resulta obvio que estas proposiciones, puramente
idénticas, no contienen, a primera vista, ninguna instrucción en sí mismas.
Pues cuando afirmamos el mismo término de sí mismo,... nada nos enseña
que no hubiéramos conocido antes con certidumbre.... Por ello pienso que puedo
afirmar que ni esa máxima tan generalmente aceptada ni ninguna otra proposición
de identidad nos enseña cosa alguna;.... Porque,
según esto, cualquier persona muy ignorante, puede formular una proposición,....
como, por ejemplo, «que un alma es un alma», «un espíritu es un espíritu»,
«que un fetiche es un fetiche», etc. Ya que todas estas proposiciones son
equivalentes a la proposición «lo que es, es», es decir, lo que tiene
existencia, tiene existencia, o quien tiene alma, tiene alma. Pero ¿qué es
esto sino jugar con las palabras? Es como un mono que se pasara una ostra de una
mano a otra y que, si tuviera posibilidad de emplear palabras, pudiera decir: «la
ostra en la mano derecha es el sujeto, y la ostra en la mano izquierda es el
predicador, y de esta manera podría formular una proposición sobre la ostra
evidente por sí misma, es decir, la ostra es la ostra, y, sin embargo, no
adquiriría mediante esto un ápice más de conocimiento.... Por lo tanto tanto
todas éstas proposiciones, aún siendo verdaderas y evidentes por sí mismas,
sin embargo, no pueden menos que ser tildadas de frívolas cuando se pretende
utilizarlas como principio de instrucción, y cuando se ofrecen como ayudas para
el desarrollo del conocimiento.
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La instrucción en algo muy diferente, y el que intente ampliar su
mente o la de otro con verdades que aún no conoce, tendrá que hallar unas
ideas intermedias y ponerlas en un orden tal, las unas junto a las otras, que el
entendimiento puede percibir el acuerdo o desacuerdo de aquellas ideas que están
en cuestión. Las proposiciones que tal cosa hacen son instructivas, pero están
muy lejos de afirmar el mismo término de sí mismo, lo cual no es una manera
adecuada de alcanzar ninguna clase de conocimiento ni de que otros la alcancen.
En nada más puede ayudar que lo que auxiliaría a una persona que estuviera
aprendiendo a leer el formularle unas proposiciones como éstas: «una A es una
A» y «una B es una B», lo cual cualquier hombre puede saber tan bien como el
maestro de escuela, y, sin embargo, jamás en su vida poder llegar a leer una
sola palabra. Y estas pro posiciones, y otras proposiciones de identidad
semejantes, en nada contribuyen a adquirir la habilidad de leer, sea cual fuere
el uso que podamos hacer de ellas. |
Otra clase de proposiciones frívolas es aquella
en la que una parte de la idea compleja se predica del nombre del todo, en las
que una parte de la definición se predica del nombre
definido. Tales son todas las proposiciones en las que el género se predica en
la especie,..... Porque, ¿qué información, qué conocimiento puede llevar esta
proposición, «el plomo es un metal», a un hombre que conoce la idea compleja
que el nombre significa, puesto que todas las ideas simples que forman la idea
compleja significada por el término metal no son otra cosa que lo que ya antes
se comprendía con el nombre de plomo? ..... Igualmente frívolo es predicar cualquier parte de la definición del término
definido o afirmar una de las ideas simples de que está formada la idea
compleja del nombre de toda la idea compleja, como «todo oro es fusible»...... ¿Qué información puede aportar a nadie
el decirle lo que antes se le había dicho ya, o lo que se supone que ya sabía?
Pues debo suponer que conozco el significado de una
palabra cuando otro la emplea, o si no que éste me tiene que explicar su
significado. Y si yo sé que el nombre oro significa la idea compleja de un
cuerpo amarillo, pesado, fusible, maleable, no me será de mucha información el
afirmar solemnemente una proposición que establezca que todo oro es fusible.
Semejantes proposiciones no sirven sino para mostrar la falta de ingenuidad de
aquellos que quieren hacer pasar por algo nuevo lo que sólo es la definición
de sus propios términos ya explicados.
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Y de esta manera cualquier hombre podrá encontrar un número infinito de
proposiciones, razonamientos y conjunciones en los libros de metafísica,...sus proposiciones constan de unos términos
tales que pueden, con la misma claridad, ser deducidas las unas de las otras que
aquellas que nos aportan las verdades más reales; y todo ello sin que tengamos
ningún conocimiento sobre la naturaleza o realidad de las cosas que existen
fuera de nosotros. Mediante este método cualquiera puede hacer demostraciones y
establecer, mediante palabras, proposiciones indubitables, y, sin embargo, no
avanzar ni un peldaño en el conocimiento de la verdad de las cosas;....con
ellas no se incrementará más su propio
conocimiento que el opulento que, tomando una bolsa de monedas, a unas las llama
libras, y las coloca en su lugar; a otras, que sitúa en otro lugar, las
denomina chelines, y llama peniques a las que sitúa en un tercer lugar. Y
actuando de esta manera podrá indudablemente tener una relación exacta que
expresará mediante una gran suma, según el lugar en que las ha colocado y de
acuerdo con el mayor o menor valor que les ha asignado; sin llegar a ser ni un
ápice más rico. |
La peor clase de las
frivolidades consiste en.... la predicación en abstracto.... Y es que todas las proposiciones en las que dos términos abstractos se afirman
el uno del otro no son más que relativas al significado de los sonidos, por lo
que
no pueden significar nada más que esto: que puede o debe ser llamada por ese
nombre, o que esos dos nombres signifiquen la misma idea. Así, si alguien
dijera que la parsimonia es la frugalidad, que la gratitud es la justicia, que
esta o aquella acción es o no la templanza, por más específica que parezcan
estas proposiciones y otras semejantes a primera vista, sin embargo, cuando las
desmenucemos y examinemos con esmero en su contenido, nos daremos cuenta que no
encierran nada más que el significado de aquellos términos.
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