La Acrópolis y el Areópago


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Hacia el 950 antes de Cristo la monarquía fue sustituida en Atenas por el gobierno de la aristocracia. Cada diez años se elegían tres arcontes, magistrados con funciones de gobierno y que eran: el basileus o arconte rey, encargado de las funciones religiosas, el polemarco, que dirigía el ejercito y el arconte-epónimo con jurisdicción en cuestiones civiles. A lo largo de los siguientes siglos el poder de la aristocracia decreció para pasar a manos de los ciudadanos. En el 683 el poder de los arcontes se limitó a un año y se aumentó el número a 10.Aunque elegidos por la Asamblea popular, los arcontes al acabar su mandato ingresaban en el Consejo del Areópago, órgano consultivo del propio arcontado al  tiempo que tribunal para delitos de sangre. Era sumamente conservador y sus miembros ocupaban el cargo de por vida. Con las reformas de Solón (arconte elegido en el 594) se creó el Consejo de los 400 que sustituiría al Consejo del Areópago en la labor de preparar el orden del día de la Asamblea popular ateniense. Posteriormente Clístenes (arconte en el 508 a de Cristo) sustituyó la antigua distribución de la población ática -cuatro tribus hereditarias- por un sistema de 10 tribus basado en un criterio territorial; cada una aportaba 50 hombres al Consejo (Boulé), que pasó de tener 400 miembros a tener 500, dando lugar a la aparición del Consejo de lo 500. Más tarde, en el 487, se aprobó una ley que especificaba que los candidatos al arcontado, en lugar de elegirlos, debían ser designados por sorteo con lo que limitó aún más el poder del Consejo del Areópago. Al final, solamente atendía de cuestiones relacionadas con los delitos de sangre, residiendo el auténtico poder en la Asamblea popular.


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