Sócrates nació en el año 4 de la Olimpíada 77 (469 a d Cristo), en el dia 6 del mes Targelión, cuando los atenienses purificaban la ciudad con ritos muy primitivos, entre otros el de la maya, en primavera, antes de la recolección, y fecha, según los de Delos, del nacimiento de
Artemis.Al llegar a la Madurez de Sócrtes tenemos que depender esencialmente de la multitud de
anécdotas sobre esta parte de su vida. Tales anécdotas se refieren esencialmente a los últimos años de la vida del maestro y, sucede que, además de hacernos pensar que Sócrates ni tuvo infancia ni juventud, si las descontáramos nos quedaríamos en la ignorancia más completa sobre su vida.
Una de las anécdotas interesadas es la de la famosa bigamia de Sócrates. Aristóteles se encontró con el problema, según él, de que un genio como Sócrates tuvo 3 hijos todos vulgares. Para que el experimento fuera sufienciente, no bastaba con que los 3 hijos pudieran ponerse a cuenta de Xantipa; era mejor que dos mujeres hubiesen concebido del sabio, con resultado igualmente mediocre. Y Aristóteles prestó crédito a la fábula que hablaba de unas relaciones amorosas de Sócrates con Mirtó, la hija de Arístides el Justo. La primera mujer sería Xantipa, la madre de Lamprocles; para los otros dos hijos, Sofronísco y Menéxeno, habría que hablar de Mirtó.
Pero Sócrates no estuvo casado más que con Xantipa, y ella debía de ser mucho más joven que él, pues el primogénito, Lamprocles, era ya muchacho cuando la muerte de Sócrates, y los otros dos hijos eran pequeños, lo que nos prueba que el maestro se casó tarde, cuando tendría más de 50 años, o casí más cerca de los sesenta. Por otro lado, Xantipa, según Burnet, podría ser de buena familia: la forma de su nombre le pone en relación con la familia de Pericles, y tambien es aristocrático el nombre de su hijo Lamprocles.
La moderación socrática debió ser fruto de profundas reflexiones de tipo teórico pero tambien de tipo práctico y personal. Ello quiere decir, que Sócrates no fue un santo. Los testimonios contradictorios sobre este tema nos lo muestran claramente:
Sabemos que la carreta militar de Sócrates duró mucho tiempo, demostrando con ello que, en ningún momento, esquivó el bulto.
Sabemos que intervino en el sitio de Potidea. Esta ciudad, de la península Calcídica, colonia de Corinto, pertenecía a la confederación ateniense, y en el 432 decidió separarse. Un ejercito de 3000 hoplitas fue embarcado inmediatamente para Potidea. Entre ellos, se encontraba Sócrates.
Sabemos que su comportamiento en la batalla (junio del 432) fue brillante. Salvó la vida a su, en esos momentos, discípulo Alcibíades. Demostró su gran
asceticismo y moderación, por su resistencia al frío y a las penalidadess en las duras noches de Tracia. El sitio duró desde el 432 al 429.
Cuando regresó a Atenas, en 429, se encontró ya con la peste, con el pesimismo y el desaliento de una ciudad que tenía sin duda gran sensibilidad política y se daba cuenta de que los acontecimientos le había metido en una guerra inacabable.
¿Qué influencia debieron tener estos acontecimientos en una personalidad tradicional y apegada a su Ciudad como parece que fué la de Socrates? Una cosa parece cierta, Sócrates, aún moviéndose en el ámbito de la más estricta religiosidad ateniense, en ningún momento miró hacia atrás, hacia los libros sagrados, con la intención de buscar en ellos respuesta a los males que afectaban en lo más lo hondo, tanto a él mismo, como a su ciudad. No podemos olvidar que la razón (¿razón-religiosa-griega?) es su guía.
Tambien en la batalla de Delión (424), la más sangrienta de todas en las que participó, estuvo Sócrates. Ocho mil atenienses, al mando de Hipócrates, pasaron la frontera beocia y ocuparon el santuario de Apolo Delio, a las orillas del mar de Eubea; pero una vez fortificado este y dejada la guarnición allí, el grueso del ejercito se encontró con un número igualado de beocios,al mando de Pagondas. Estos vencieron, con gran mortandad de atenienses. Sócrates, junto con Laques, haciendo gala de un gran dominio sobre sí mismo, conserva la serenidad y se retira en orden y con calma, cuidando de defenderse si alguien le ataca.
Todavía dos años más tarde, Sócrates toma parte en la batalla de Anfípolis. (422) Otra vez volvió a las tierras lejanas del norte, en la Tracia, donde el imperialismo ateniense estaba interesado por la importante posición geográfica de Anfípolis y por las minas de oro y las demás riquezas del país. Sócrates, que no estaba de acuerdo con una Atenas Imperial, participa (ya casi con 5O años) en esta nueva aventura de su Ciudad. No hay datos concretos sobre su actuación, pero si sabemos que el combate fue muy duro y que cayeron 600 atenienses junto al famoso demagogo Cleón. Tambien murió en la batalla el gran estratega Brásidas, que mandaba a los espartanos.
¿Cómo cumplía Sócrates estas misiones militares? Si hacemos caso al Cármides, lo que allí se nos muestra es un hombre sencillo, austero, ingenuo y tradicional. El maestro regresa de la batallas y, al día siguiente, acude al gimnasio como si nada le hubiera ocurrido. No hay la menor jactancia en sus palabras de soldado, simplemente cree que no ha hecho otra cosa que cumplir una obligación para con su ciudad. Y lo curioso, aún siendo chocante para nuestra mentalidad actúal, Sócrates todo lo que dice lo hace absolutamente en serio.
Sócrates no era un marginado economicamente, aunque su fortuna era muy modesta. No debemos olvidar que participa como hoplita en las campañas militares, lo que impicaba una situación económica superior, por ejemplo, a la del bracero.
Demetrio Falereo dice que Sócrates era dueño de una casa y disponía de una renta de 70 u 80 minas, por las cuales le pagaba el rico Critón, actuando, diríamos como su banquero, intereses. No tenemos garantías de que esta noticia sea del todo verdad, pero inverosímil no es, y esas 70 minas que Sócrates entrega a Critón para que se las coloque y así no tener preocupaciones, serían los ahorros de escultor, su padre. Con la renta de esas 70 minas, que en los intereses de la época pasaba del 12% sin incurrir en usura, podía mientras le duró este capital y no ser arruinó con la guerra, en verdad considerarse rico. Hay que pensar que el jornal que cobraba un ciudadano para asistir a la Asamblea o al Tribunal era de uno, más tarde de dos óbolos.
Las Guerras del Peloponeso debieron afectar gravemente la economía de Sócrates (algunos testimonios afirman que Critón no administró con suerte el capital socrático, sino que lo perdió) ya que los testimonios nos hablan varias veces de la pobreza que abrumaba a Sócrates y los suyos, y de la cual unicamente se libraba con la ayuda de sus amigos.