La gentileza tiene que ver con el trato, la convivencia y el
intercambio de palabras entre unos hombres y otros y representa el término
medio entre la adulación ( el adulador alaba a todos para dar gusto ) y
la grosería ( el grosero es aquel que insulta y se opone a todo. )
La adulación representa un exceso ya que el adulador alaba
más de lo que se debe.
La grosería representa un defecto en el sentido de que el
grosero alaba de menos de lo que debe a los demás; pero también es un exceso
pues se opone siempre a los demás, discute siempre y no deja de molestar.
Aristóteles señala que la gentileza (término medio entre la
adulación y la grosería) a lo que más se parece es a la amistad ya que
el hombre gentil es aquel a quien damos con gusto el nombre de buen amigo. La gentileza
se diferencia, sin embargo, de la amistad en que, en la primera, no tiene
porque existir ( como sucede con la amistad ) afecto y cariño en el
trato; sino que, el hombre que es gentil, lo es con todos porque ese es su
carácter y modo de ser.
El objeto de la gentileza son los placeres y las molestias
a que da lugar el trato social. En este contexto, el hombre gentil
tratará con deferencia y de la misma manera a conocidos y desconocidos, a los
íntimos y a los que no lo son, procurando comportarse con todos como es debido.
El hombre gentil siempre intentará complacer y evitar el molestar a los demás
en el trato.