Según Aristóteles, la amistad es un virtud y, además,
es algo necesario en la vida de cualquier persona ya que sin amigos es muy difícil
vivir, aún cuando se poseyeran todos los demás bienes. En la pobreza y en los
demás infortunios se considera a los amigos como el único refugio. Los jóvenes
la necesitan para evitar el error; los viejos para su asistencia y como ayuda.
Por otra parte, la amistad parece darse de un modo natural en el padre para el
hijo, y el hijo para con el padre, no sólo entre hombres, sino entre las aves y
en la mayoría de los animales parece existir algo parecido a la amistad.
Además la amistad parece que mantiene unida a las ciudades
ya que la concordia política es algo parecido a la amistad. Por otro
lado, la amistad, muchas veces, suplanta a la justicia ya que cuando los hombres
son amigos ninguna necesidad tienen de la justicia, mientras que aún siendo
justos necesitan además de la justicia. La amista es también, según
Aristóteles, algo hermoso y digno de alabanza ya que solemos alabar siempre a
aquellos que no solo tienen amigos sino que también saben mantenerlos a lo
largo de su vida.
Aristóteles se pregunta acerca de la NATURALEZA
de la amistad ya que, al existir múltiples definiciones sobre la misma, se hace
necesario analizar y definir en que consiste. Y es que algunos la consideran
como una especie de semejanza ya que parece que los amigos se asemejan en muchas
cosas. Otros afirman que es la diferencia la base de la amistad ya que, como
dice Heráclito, lo opuesto es lo que conviene, y que la armonía más
hermosa es la producida por tonos diferentes. Aristóteles critica estos
planteamientos ya que, según él, están muy dominados por cuestiones de tipo físico