SOBRE LA NATURALEZA DE LA AMISTAD

Después de esto podríamos continuar tratando de la amistad: es, en efecto, una virtud, o va acompañada de virtud, y, además, es lo más necesario para la vida. Sin amigos nadie querría vivir, aún cuando poseyera todos los demás bienes....ya que en la pobreza y en los demás infortunios se considera a los amigos como el único refugio. Los jóvenes los necesitan para evitar el error; los viejos para su asistencia y como una ayuda....Además, parece darse de modo natural en el padre para con el hijo, y el hijo para con el padre, no sólo entre hombres, sino entre aves, y en la mayoría de los animales....Por otro lado, es la amistad quien mantiene unidas a las ciudades, y que los legisladores consagran más esfuerzos a ella que a la justicia: en efecto, la concordia parece ser algo semejante a la amistad.... Incluso llega a suplantar a la justicia ya que, cuando los hombres son amigos, ninguna necesidad hay de justicia, mientras que, aún siendo justos, necesitan además de la amistad....Pero la amistad no es sólo algo necesario, sino algo hermoso. Efectivamente alabamos a los que aman a sus amigos, y el tener muchos amigos se considera como una de las cosas mejores, y hasta identificamos en nuestra opinión buenos y amigos.....Por otro lado, se discute no poco sobre la naturaleza de la amistad. Unos la consideran como una especie de semejanza ya que son los semejantes los que se hacen amigos, y por eso se dice tal para cual, o cada oveja con su pareja, etc. En este contexto, Empédocles, decía que lo semejante aspira a los semejante. Otros, por el contrario, afirman que toda amistad tiene su base en la diferencia...así, Heráclito, defendía que los opuesto es lo que conviene; y que la armonía más hermosa es la producida por tonos diferentes, y que todo nace de la discordia. Pero dejemos los problemas físicos y consideremos, en cambio, los humanos, relacionados con el carácter y con los sentimientos; por ejemplo, si la amistad se da en todos o no es posible que los malos sean amigos, y si la amistad tiene una sola forma o varias.
Aristóteles. Etica a Nicómaco. Libro VIII - Capítulo I

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