De entre las amistades fundadas en la SUPERIORIDAD,
Aristóteles, hace referencia a la existente entre el padre y el hijo,
entre el que tiene más edad y menos edad, entre el hombre y la mujer, etc.
Aunque tienen matices diferentes existe algo que es común en las amistades
fundadas en la superioridad: el afecto existente entre los amigos debe ser
proporcional, ya que cuando el afecto es proporcionado al merito, se produce una
igualdad, y esto parece ser propio de la amistad.
La igualdad, presente en la amistad, es diferente a la presente
en la justicia. En la justicia, señala Aristóteles, es igualdad primariamente
la proporcionada al merito, y secundariamente la cuantitativa; mientras que en
la amistad lo es primariamente la cuantitativa, y secundariamente la
proporcionada al merito. Esto quiere decir que para que exista amistad la
proporción de igualdad entre dos amigos debe ser equivalente ya que si la
separación (cantidad) es muy grande, entonces es muy difícil que exista
amistad. Por ejemplo, es muy raro que exista auténtica amistad entre una
persona muy joven y una persona adulta ya que la edad, las experiencias
distintas, etc, hacen que la separación entre ambos sea muy grande.