Con el objeto de llevar a cabo tal análisis, Aristóteles, comienza
exponiendo algunas de las OPINIONES que se habían
expresado en el mundo griego sobre la naturaleza del placer.
Una de las opiniones hace referencia a
Eudoxo ( matemático y astrónomo perteneciente a la Academia de Platón ) el
cual defendía que el placer era el BIEN SUPREMO ya que
todos los seres ( tanto racionales como irracionales ) aspiraban a él. Además,
el placer sería algo que se elige por sí mismo lo que justificaría aún más
el que fuera un bien.
Por su parte, Platón, pensaba que el bien no era el bien
supremo ya que una vida agradable y feliz no es la que reposa en el placer sino en
la sabiduría.
Texto
Por otro lado existen otros ( Aristóteles no los cita por su nombre ) que
defienden que el placer no es un bien ya que éste no se define por ser algo a lo
que todos tienden. Aristóteles critica esta posición ya que no son sólo los
seres sin inteligencia los que parecen perseguir el placer por sí mismo, sino
también los seres racionales.
Aristóteles critica también el argumento de aquellos que
afirman que el placer no es un bien debido a que existe su contrario (el dolor ).
Y es que, según esta opinión se podría oponer un mal a otro y ello no implicaría que uno de
ellos fuera un bien por tener un contrario. Según Aristóteles esta forma de
argumentar es absurda ya que si el placer y el dolor fueran lo mismo ( al no ser
contrarios ), entonces lo lógico sería esperar que los dos produjeran aversión,
lo que no parece suceder en la realidad.
Aristóteles critica también a
aquellos que afirman que el bien es determinado mientras que el placer es algo
indeterminado pues admite el más y el menos. Y es que si se razona así, también
habría que concluir que lo mismo puede ocurrir con la justicia y con las demás
virtudes ya que personas de determinado carácter están más o menos dotadas de
ellas u obran más o menos de acuerdo con las virtudes: hay hombres más o menos
justos, y es posible practicar más o menos la justicia y la continencia.
Por
otro lado, hay quien afirma que el bien es perfecto y el movimiento y el devenir
son imperfectos. Pues bien, como el placer es un movimiento y devenir, no puede
ser identificado con el bien. Según Aristóteles no es totalmente correcto
afirmar que el placer es un movimiento ya que éste implica velocidad y
lentitud, y al placer no le pertenecen ni una cosa ni otra. Es cierto que uno
puede sentirse rápidamente afectado por un placer; ahora bien, ello no quiere
decir que tal persona esté gozando rápidamente o lentamente, como cuando uno
anda de prisa o crece. Por consiguiente, se puede entrar en un estado de placer
rápidamente, o lentamente, pero no es posible ejercer rápida o lentamente la
actividad misma de placer, es decir, gozar.
Por
otro lado, hay quien afirma que el bien es perfecto y el movimiento y el devenir
son imperfectos. Pues bien, como el placer es un movimiento y devenir, no puede
ser identificado con el bien. Según Aristóteles, tampoco es correcto afirmar que el
placer es un devenir: el devenir implica que algo se disuelve en aquello de
donde deviene, por ejemplo, los hijos devienen como algo natural de los padres,
mientras que, por ejemplo, el dolor que también deviene a partir del placer no es algo
natural ya que implica la destrucción de su génesis (el placer).