Aristóteles no parece tener gran confianza en la
naturaleza humana. Por ello, el razonamiento, por sí mismo, nunca podría
lograr que los hombres fueran virtuosos. Ahora bien, si no son virtuosos,
tampoco podrían ser felices. De ahí la necesidad de la intervención de las LEYES
y de la POLÍTICA en el ámbito de la educación. Aristóteles,
ya en el siglo IV, habla de la necesidad de legislar políticamente en el ámbito
educativo ya que, según él, la felicidad tiene su base última en una buena
educación cultural. El estudio detallado de todo esto lo lleva a
cabo, Aristóteles, en su obra titulada Política.
Al hablar de la educación particular, Aristóteles,
no parece reducir la educación únicamente a lo público sino que parece tener
muy presente la importancia que juega el papel de la familia en tal educación.