Aristóteles define la virtud moral como el término medio entre el
exceso y el defecto.
El término medio puede referirse a las cosas o referirse a
nosotros.
Texto
El término medio puede referirse a las cosas o referirse a nosotros.
Según Aristóteles, las virtudes éticas o morales están relacionadas con la consecución del
término medio no en relación a las cosas sino en relación a nosotros mismos.
Las virtudes éticas tienen que ver con las pasiones y con
las acciones. Dado que en unas y en otras puede estar presente el exceso
y el defecto es por lo que si se quiere ser virtuoso, debería lograrse un
término medio entre ambos extremos. Por ejemplo, una pasión nos puede llevar a
ser temerarios, ( exceso ) es decir, no temer lo que se debe, o, nos puede llevar a ser una
cobardes, ( defecto ) es decir, a temer lo que no se debe. Pues bien, lograr un
término medio entre estos dos extremos es lo que constituiría, según Aristóteles, la
virtud moral.
Las virtudes éticas tienen que ver con las pasiones y con
las acciones. Dado que en unas y en otras puede estar presente el exceso
y el defecto es por lo que si se quiere ser virtuoso, debería lograrse un
término medio entre ambos extremos. Por ejemplo, una pasión nos puede llevar a
ser temerarios, ( exceso ) es decir, no temer lo que se debe, o, nos puede llevar a ser una
cobardes, ( defecto ) es decir, a temer lo que no se debe. Pues bien, lograr un
término medio
entre estos dos extremos es lo que constituiría, según Aristóteles, la virtud
moral.
Texto
El hecho de que las virtudes morales tengan que ver con las pasiones y con las
acciones es lo que explica, según Aristóteles, que no sea fácil alcanzar la
virtud moral del término medio.
Por todo ello, es trabajoso ser virtuoso y feliz. Y es que debemos considerar
aquello a lo que nos sentimos más inclinados por exceso y por defecto y
"tirar" en sentido contrario para hallar el "medio".