¿Necesitamos más a los amigos en la prosperidad, o en el
infortunio? En ambas situaciones se los busca, pues los que pasan por un
infortunio necesitan asistencia, y los prósperos quienes convivan con ellos y a
quienes favorecer, porque quieren hacer bien. La amistad es, por tanto, más
necesaria en el infortunio, y por eso entonces se necesitan amigos útiles, pero
es más noble en la prosperidad y por eso se buscan también amigos buenos,
porque es preferible favorecer a éstos y tratar con ellos. La presencia misma
de los amigos es grata tanto en la buena como en la mala fortuna....Esta
presencia de los amigos parece ser en cierto modo mixta. El hecho de ver a los
amigos es grato, especialmente para el que pasa por una desgracia, y viene a ser
una especie de ayuda contra el dolor....pero, por otra parte, es doloroso ver al
amigo afligirse con motivo de las desgracias propias, porque todo hombre rehuye
ser causa de dolor para sus amigos. Por eso los hombres de naturaleza fuerte
procuran evitar a sus amigos tomen parte en sus penas....y, en general, no
admite compañeros de duelo....Por eso parece que a los verdaderos amigos
deberíamos invitarlos gustosamente a nuestras alegrías, y rehuir en lo posible
invitarlos a participar de nuestros infortunios, porque los males se deben
compartir lo menos posible.....Lo que sucede es que el auténtico amigo, por
reciprocidad, siempre acudirá en auxilio del amigo que pasa por una adversidad
aunque no haya sido llamado por el infortunado....En este contexto, hemos de
guardarnos de adquirir reputación de disciplentes por rechazarlos, pues algunas
veces ocurre.
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