IRA Y APETITO

Que la incontinencia de la ira es menos vergonzosa que la de los apetitos es lo que hemos de considerar ahora. En efecto, parece que la ira oye en parte a la razón, pero la escucha mal...ya que, debido al acaloramiento y a la precipitación,...oye, si, a la razón, pero no se entera de lo que ésta le ordena, y se lanza a la venganza...El apetito, en cambio, con sólo que la razón o los sentidos le digan de algo que es agradable, se lanza a disfrutarlo. De modo que la ira sigue en cierto modo a la razón, y el apetito no. Luego éste último es más vergonzoso, porque el que no contiene la ira es en cierto modo vencido por la razón, mientras que el otro lo es por el apetito y no por la razón.....Es claro, por tanto, que es más vergonzosa la incontinencia relativa al apetito que la de la ira, y que la incontinencia y la continencia se refieren a los apetitos y placeres corporales; pero hay que establecer las diferencias entre éstos, porque como ya hemos dicho, unos son humanos y naturales....y otros son brutales debidos a mutilaciones o enfermedades. Es a los primeros de estos a los que se refieren exclusivamente la templanza y el desenfreno y, también, la continencia y la incontinencia.

Presentación