INCONTINENCIA, VICIO Y OBSTINACIÓN

Se opone al incontinente el continente, y al blando el hombre paciente o de resistencia; la paciencia, en efecto, consiste en resistir, y la continencia en dominar, y el resistir y el dominar son cosas distintas...Por su parte, la incontinencia puede ser o apresuramiento o debilidad; unos, en efecto, reflexionan, pero, llevados por la pasión, no se atienen después a sus resoluciones, y otros, por no reflexionar, son arrastrados por la pasión.....También la incontinencia y el vicio son de géneros completamente distintos; en efecto, el vicio es inconsciente y la incontinencia no. De los incontinentes mismos, son mejores los que están fuera de sí que los que son dueños de su razón pero no se atienen a ella, porque estos últimos son vencidos por una pasión menos fuerte y no obran impremeditadamente como los otros; en efecto, el incontinente se parece a los que se embriagan pronto y con poco vino, o con menos que la mayoría. Es, pues, claro que la incontinencia no es un vicio (aunque se le parece), porque la incontinencia obra contra la propia elección, y el vicio está de acuerdo con ella; sin embargo, no deja de ser semejante a éste al menos a las acciones....Además, el incontinente es de tal índole que no persigue por convicción los placeres corporales excesivos y contrarios a la recta razón, y el licencioso, en cambio, lo hace por convicción...El primero es muy susceptible de arrepentirse, y el segundo, no.....Hay algunos que se atienen a su opinión a quienes llamamos obstinados, que son difíciles de convencer y no se les persuade fácilmente a cambiar de modo de pensar; éstos tienen cierta semejanza con el hombre continente, lo mismo que el pródigo con el generoso, y el temerario con el valiente, pero se diferencian de él en muchas cosas. El uno, en efecto, no cede por pasión y apetito, ya que en ocasiones el continente será propicio a la persuasión; en cambio, los otros es a la razón a la que no atienden...Son obstinados los testarudos, los ignorantes y los incivilizados....Por todo ello, se parecen más al incontinente que al continente.

Presentación